viernes, 19 de diciembre de 2014

19 DE DICIEMBRE: HOY NACE ALEJANDRO ROMUALDO - FOLIOS DE LA UTOPÍA: EL PUNTO MÁS ALTO DE LA POESÍA SOCIAL - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2014 AÑO
DE LA BATALLA DE LA LECTURA Y
ESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓN
DE UN MUNDO MEJOR
 
DICIEMBRE, MES DE LAS MONTAÑAS,
DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES;
DE LOS MIGRANTES, Y DEL NACIMIENTO
DEL DIOS NIÑO EN LA NAVIDAD
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
 
 
 
*****
 
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
ÁGAPE
CAPULÍ
 
SÁBADO 27
DE DICIEMBRE
12:00 M.
 
CASA MUSEO
CÉSAR VALLEJO
YNFANTES
 
PROGRAMA:
 
1. AULA CAPULÍ
 
TEMA: EL VIAJE
DE CÉSAR VALLEJO
DE TRUJILLO A LIMA
EL 27 DE DIC. DE 1917
 
2. ALMUERZO
DE CONFRATERNIDAD
 
PROCLAMAS, EVOCACIONES
DECLAMACIÓN, CANCIONES
 
*****
 
PRESENTACIÓN
DEL POEMARIO
 


MIS HUELLAS
 
DE
LIDIA VÁSQUEZ RUIZ
 
MIÉRCOLES 21 DE ENERO. 7 PM.
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
 
*****
 
PRESENTACIÓN
DEL LIBRO
 
SANGRE AMADA
EN CÉSAR VALLEJO
 
DE
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
 
VIERNES 30 DE ENERO. 7 PM.
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
 
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19 DE DICIEMBRE
 
 
HOY NACE
ALEJANDRO
ROMUALDO
 
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
 
EL PUNTO MÁS
ALTO DE LA POESÍA
SOCIAL
 
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
Cuando la muerte se viene
sobre un poeta de raza,
nos nubla, nos despedaza,
nos amarga y nos detiene.
No existe poder que frene
a la Parca y a su heraldo,
pero quien tiene el respaldo
de su palabra certera
¡encontrará la manera
de vencer, como Romualdo!
José Luis Mejía
 
 
1. La vida
de un poeta
 
San Juan de la Cruz al juramentar sus votos y celebrar su primera Misa ya como miembro de la Congregación de los Carmelitas Descalzos pidió expresamente a Dios el favor de sufrir por él y de morir abandonado como un paria.
Un pedido así dicho como promesa es difícil de comprender aun tratándose de en un alma encendida por la pasión hacia Dios y en la vocación de un santo.
Sin embargo, el poeta Alejandro Romualdo tuvo ese mismo destino y ese mismo final dentro de un ámbito parecido como es la poesía, que es también una religión con sus propias deidades siendo ella misma una deidad a la cual se le consagra la vida e igual, se le pueden hacer promesas y juramentos.
No sabemos si Romualdo hiciera esos votos sacramentales, por lo que resulta más sublevante aceptar esta situación, hecho palmario en la vida de un poeta consagrado a la belleza y a todo lo que se aspira como un mundo y una vida de plenitud cuando se decide consagrarse a la poesía.
Se da el caso en él que pese a ser poeta de multitudes, de voz poderosa en quien se apoyan los astros y las constelaciones se apoyaban, su vida tuvo ese signo que pareciera nublarlo pero que más bien lo enaltece.
 
2. Me
quedaría
 
SI ME QUITARAN TOTALMENTE TODO
 
Si me quitaran totalmente todo
si, por ejemplo, me quitaran el saludo
de los pájaros, o de los buenos días
del sol sobre la tierra
me quedaría
aún
una palabra. Aún me quedaría una palabra
donde apoyar la voz.
Si me quitaran las palabras
o la lengua
hablaría con el corazón
en la mano,
o con las manos en el corazón.
Si me quitaran una pierna
bailaría en un pie.
Si me quitaran un ojo
lloraría en uno ojo.
Si me quitaran un brazo
me quedaría el otro,
para saludar a mis hermanos,
para sembrar los surcos de la tierra,
para escribir todas las playas del mundo, con tu nombre
amor mío.
 
3. Se sabe
poco
 
Y efectivamente, fueron quitándole todo y se fue quedando solo por defender lo que defendía: el sentido colectivo de lo humano en el arte, en la historia y en la vida; valores como la solidaridad humana, la justicia y el bien sobre la faz de la tierra; y poner su brazo y su alma en la defensa del pobre, del comunero, del desvalido.
La suya es la poesía y la vida coherente con lo que es el Perú de a verdad. Leal a su historia, a su geografía, a su alma, a su circunstancia y a su porvenir. Poeta de quien podemos sentir orgullo hondo y pleno. En quien su vida es un ejemplo de autenticidad, lejos de los halagos, las veleidades y la fatuidad. De quien se conoce muy poco de su vida, aparte de su apariencia hosca y huraña, cortante y despiadada, o más escuetamente: impenetrable.
Se sabe que nació en Trujillo el 19 de diciembre del año 1926, que no utilizó sus apellidos para identificarse, cuales eran: Valle Palomino, sino que le bastó con sus nombres: Alejandro Romualdo. Que no se recuerda que hablara de sus padres. Que se casó con Teresa y viajaron juntos a España donde él estudiaría por haber ganado la beca que otorgaba el Instituto de Cultura Hispánica. Que se mencionan dos hijos, uno de los cuales murió, Rodrigo, como murió también su madre. Que enseñaba en la Facultad de Comunicación de la Universidad San Martín de Porres. Que a su entierro el 29 de mayo del año 2008 llegó su única hija desde el extranjero, Laura Valle.
 
4. Directo
al corazón
 
Pese al inmenso poeta que era los últimos años de su vida fueron de un autoexilio total. Vivía solo en una casa de San Isidro la misma que fuera de sus ancestros pero que lo querían expropiar.
Almorzaba oscuro y desolado en un restaurante cercano. No concedía entrevistas y había declinado escribir para más bien pintar. O más bien que eso, obsesionado en encontrar un nuevo lenguaje para la pintura.
Murió solo, sin nadie a su lado, y pobre. Porque vivía solo en una casa precaria, un lobo estepario anhelante bajo un cielo sin luna. Y era implacable en no hacerle caso ni aceptar ninguna mano amiga que se le tendiera y llamara a su puerta. No atendió a ninguna. Como tampoco aceptó ninguna sinecura, prebenda o canonjía.
Fue encontrado muerto el 27 de mayo del año 2008 en su casa de San Isidro después de varios días de haber fenecido. Tenía un moretón en el rostro, producto de la caída. Los médicos forenses descartaron toda sospecha de muerte violenta. Lo único que sustentaron es el de haber muerto por un ataque fulminante al miocardio, directo al corazón.
 
5. Picacho
nevado
 
Eso sí, estaba vestido como para emprender un largo viaje, de abrigo, pero tampoco se trató en absoluto de un suicidio. Su cuerpo yacía boca arriba sobre un suelo de libros, revistas y periódicos esparcidos por todo el cuarto como para graficar la constelación de la cual venía y a la cual se iba.
Eso sí, su soledad, su tristeza y su miseria será un tema para muchos debates. De apariencia dura, segura, parecía muy dueño de sí mismo, con mucho aplomo y raigambre. Era el más seguro, el más atinado, el más razonable. Con una gran inteligencia acerca de la construcción del poema.
Sano. Sin vicios, jamás se supo de él un solo detalle que motivara duda, recelo o sonrisas. Jamás se dijo de él un solo detalle descalificador.
Era una roca, la saliente de un picacho nevado. Un gran baluarte, el pilar de un puente, una viga maestra.
Dentro de la morfología del lenguaje ni era ni el adjetivo, ni el sustantivo ni el verbo, sino la interjección, cortante, violento e implacable.
Era parco, impenetrable que disimulada esta índole tomándole el lado irónico de las cosas de las cuales hacía sutiles observaciones pero sin reírse. Escribió:
 
6. A
otra cosa
 
Basta ya de agonía. No me importa
la soledad, la angustia ni la nada.
Estoy harto de escombros y de sombras.
Quiero salir al sol. Verle la cara
al mundo y a la vida que me toca.
quiero salir, al son de una campana
que eche a volar olivos y palomas.
Y ponerme, después, a ver qué pasa
con tanto amor. Abrir una alborada
de paz, en paz con todos los mortales.
Y penetre el amor en las entrañas
del mundo. Y hágase la luz a mares.
Déjense de sollozos y peleen
para que los señores sean hombres.
Tuérzanle el llano a la melancolía.
Llamen siempre a las cosas por sus nombres.
Avívense la vida. Dense prisa,
Esta es la realidad. Y esta es la hora
de acabar de llorar mustios collados,
campos de soledad. ¡A otra cosa!
Basta ya de gemidos. No me importa
la soledad de nadie. Tengo ganas
de ir por el sol. Y el aire de este mundo
abrir, de paz en paz, una esperanza.
 
7. Puma
Chavín
 
Cejijunto, severo, implacable, evolucionó de la Torre de los Alucinados al libro de su Poesía concreta
Tenso, feroz, apasionado, con la piel pegada al hueso, evolucionó de la duda existencial a los poemas del Dios material.
Los ojos fríos, helados, duros en sus órbitas cavaron sus trincheras en su libro Cuarto Mundo.
Hecho un látigo, un fuete, un disparo arribó a las profecías de Como Dios manda.
Proteico, dejando todo lujo verbal, con sencillez desgarradora y colmado de voz redentora alcanzó en su Edición extraordinaria esa cumbre planetaria que es Canto coral a Túpac Amaru que es la libertad.
Para luego él mismo hacerse silencio, irse mimetizando, escondiendo haciéndose soledad lo que nos prueba que todo lo hizo de a verdad, no para ganar sinecuras, canonjías ni prebendas.
Y vivió sin nada que pudiera decirse que era una concesión hacia afuera, nada por ganarse un aplauso de la tribuna. Hosco, áspero, abismal.
Siempre con un gesto serio, adusto, solemne, con las mejillas chupadas hacia adentro, huesudo. Y el pelo revuelto como si ya anhelara escaparse hacia las estrellas
Poeta risco, roca, montaña, coherente con lo que es el Perú profundo. Su vida es coherente con su épica: montaraz, hirsuto y hierática como la de un puma chavín que debieron ser sus ancestros.
 
8. Siglos
para un canto
 
Él constituye el punto más alto de la poesía social, y el poema Canto Coral es la mascapaicha o corona imperial eterna que el pueblo coloca cada día que lo declama, en la frente del héroe de Tungasuca, dicho con la distancia de los siglos lo cual engrandece mucho más esta gesta.
Son los versos más potentes escritos después de Vallejo, referidos a una de las gestas más asombrosas del género humano, como fue el sacrificio y la inmolación de Túpac Amaru. Es la corona de laurel en la frente del héroe. Es la culminación de toda una época, la coronación de la poesía de inspiración social de todo un largo siglo.
Para escribir ese poema hubo que haber llegado a una cima muy alta, hubo que tener en las manos el rayo, el sol y una bandera inmarcesible; hubo de saber que era vocero de todo un pueblo, de una cultura. Saber que la historia se tiende a sus pies y lo escucha, que está esperando oír aquellas palabras y se abre como un surco que ya jamás se cierra.
Es la consagración de siglos para un canto tan contundente. Es la coronación de la poesía social. Es la poesía con ética y visión como para el país que somos.
 
9. Ha
de volver
 
CANTO CORAL A TÚPAC AMARU
QUE ES LA LIBERTAD
Ya no tengo paciencia
para aguantar todo esto.
Micaela Bastidas
 
 
Lo harán volar
con dinamita. En masa,
lo cargarán, lo arrastrarán. A golpes
le llenarán de pólvora la boca.
Lo volarán:
                          ¡y no podrán matarlo!
Lo pondrán de cabeza. Arrancarán
sus deseos, sus dientes y sus gritos.
Lo patearán a toda furia. Luego
lo sangrarán:
                          ¡y no podrán matarlo!
Coronarán con sangre su cabeza;
sus pómulos, con golpes. Y con clavos
sus costillas. Le harán morder el polvo.
Lo golpearán:
                          ¡y no podrán matarlo!
Le sacarán los sueños y los ojos.
Querrán descuartizarlo grito a grito.
Lo escupirán. Y a golpe de matanza,
lo clavarán:
                          ¡y no podrán matarlo!
Lo pondrán en el centro de la plaza,
boca arriba, mirando al infinito,
le amarrarán los miembros. A la mala
tirarán:
                          ¡y no podrán matarlo!
Querrán volarlo y no podrán volarlo.
Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo y no podrán matarlo.
Querrán descuartizarlo, triturarlo,
mancharlo, pisotearlo, desalmarlo.
Querrán volarlo y no podrán volarlo.
Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo y no podrán matarlo.
Al tercer día de los sufrimientos,
cuando se crea todo consumado,
gritando: ¡libertad! sobre la tierra,
ha de volver.
                          ¡Y no podrán matarlo!
 
10. Los hombros
de un gigante
 
Él mismo leía en alta voz ese poema con gravedad metálica, con resonancia de socavón, de bajo profundo. Voz honda, de muchos matices y de mil ecos.
Poemas que junto a otros de Scorza, Rose, Valcárcel, Nieto, Florián son los picachos nevados de los andes, porque en general todos los miembros de esa generación son montañas tutelares.
Y es que es una generación que tiene a Vallejo como punto de apoyo, que siente el privilegio de que como en ninguna otra cultura ellos se erigen sobre los hombros de un gigante, quien les ha dado la prerrogativa de reconocerse que están en lo más inhiesto de una roca.
En todos ellos Vallejo es la bandera tremolante y ellos la portan. que con Vallejo nadie puede ya disputarles nada. Vallejo les da aplomo, ética, lenguaje; así como sangre, pulso y coraje.
Cuando la muerte sorprende a Alejandro Romualdo el poeta Winston Orrillo se encontraba gestando un movimiento para postularlo al Premio Nobel de Literatura.
El poeta español Vicente Aleixandre, quien recibiera el Premio Nobel el año 1977, reconocía que Alejandro Romualdo era el poeta más grande de América después de Vallejo y Neruda.
 
 
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