CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
2013 AÑO
EVANGELIO VALLEJO DE LA SOLIDARIDAD
Y UNIVERSALIDAD DEL MUNDO ANDINO
AGOSTO, MES DE LOS NIÑOS,
LAS COMETAS, EL DEPORTE
Y LOS PUEBLOS INDÍGENAS
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RECIBIMIENTO MULTITUDINARIO
DEL PUEBLO DE SANTIAGO DE CHUCO
CUNA DEL POETA UNIVERSAL
A LOS PEREGRINOS DEL XIV CAPULÍ
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http://www.youtube.com/watch?v=tJs-O1NeGmA&feature=youtu.be
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CONVOCATORIA
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
LIMA:
MARTES 20
Y MIÉRCOLES 21
TRUJILLO
JUEVES 22
SANTIAGO DE CHUCO
VIERNES 23
SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
DEL MES DE MAYO
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http://spanport.byu.edu/faculty/GarciaM/new/CapuliXV.htm
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Teléfonos Capulí:
420-3343 y 420-3860
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JUEGOS FLORALES
NACIONALES
19 DE AGOSTO
EL ARTE
DE
DECLAMAR
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
DECLAMAR
A
VALLEJO
Danilo Sánchez Lihón
Vámonos cuervo
a fecundar tu cuerva
César Vallejo
1. Quién
es
Hoy 19 de agosto del año 2013 se realiza en la ciudad de Santiago de Chuco el Concurso Regional de Declamación La Libertad, en el marco del Festival Juegos Florales Nacionales “Un País de Todas las Artes”, que se viene llevando a cabo en todo el país en diversas manifestaciones artísticas abarcando la tradición como el modernismo en artes como la robótica.
Concurren a Santiago de Chuco para el certamen de declamación niños y jóvenes de las sedes provinciales y distritales de las Ugeles del Ministerio de Educación de toda la región La Libertad, acompañados de sus profesores y padres de familia, constituyendo ésta una fiesta provinciana que engalana y enorgullece a nuestro pueblo.
Desde las primeras horas del día disputan en diferentes categorías la representación regional en este arte tan popular y sin embargo poco pensado y reflexionado. De allí que consideremos importante alcanzar algunas ideas al respecto en relación a declamar a César Vallejo quien es el poeta más recitado en esta y en otras oportunidades de este festival, y no solo en esta región sino en la mayoría de regiones de nuestro país.
2. Y me
refiero
¡Qué difícil es tratar de decir algo que no se puede decir! Ese es el dilema principal de cómo recitar a Vallejo. Decir algo tan hondo y tan alto; tan cerca y tan lejos.
Recitar a Vallejo es descubrir un mundo que siempre será interior, pero en donde cabe todo el mundo exterior incluso las batallas y holocaustos, y otros mundos posibles e imposibles.
Uno de nuestros grandes recitadores de César Vallejo es Segundo Vara Balcázar, perteneciente a las filas de Capulí, Vallejo y su Tierra, como otros excelentes y extraordinarios recitadores de Vallejo, hombres y mujeres, pertenecientes a nuestra organización.
Precisamente Segundo Vara ha editado un CD con su arte, con intervalos en donde se escucha la música y la interpretación musical de piezas relacionadas a Vallejo interpretadas por Boris Villegas, obra que lleva el título de Vallejo eterno.
Y me refiero a Segundo Vara puesto que él nos ha contado en el Aula Capulí un pasaje que quisiera compartir porque lo encuentro paradigmático en relación a cómo recitar a César Vallejo.
3. Por si
acaso
Según él, que ahora recita a César Vallejo, no podía hacerlo antes porque era ingresar a un mundo interior muy profundo e inextricable, porque sobre todo era el mundo del dolor. ¿Cómo significar, dar a entender y principalmente a sentir ese sufrimiento a, para y con los demás? Mucho menos podía recitar Los heraldos negros que es el extremo de la aflicción. En verdad no lo podía, por más que lo intentaba. Era imposible. No le salía.
Entonces cuenta que encontró casualmente a una señora joven que acababa de perder a su esposo. Y empezó a observarla. A seguirla en cada detalle, disimuladamente, en silencio y sin alterar esa observación, no acercándose mucho ni perturbándola para nada.
Y lo primero que ella hacía en relación a ese tormento era esconderse. Y esa es una esencia en Los heraldos negros, pese a que se expresa con palabras. No se la veía, permanecía encerrada, oculta, como tapiada. Y cuando por alguna razón salía a la calle que compartían, por si acaso los vecinos hablaba de su esposo muerto, ella callaba pero embargada de una profunda desolación.
4. Pese
a que parezca
Esa era la pista a Los heraldos negros que él necesitaba. Ahí estaba en carne viva y pura Los heraldos negros. Allí sintió que podía comprender e ingresar recién a la morada desde donde poder recitar Los heraldos negros.
Esa mujer se hundía en sí misma, se ocultaba hasta de su misma pena, hasta desaparecer. Y huía antes de que se empezara a hablar de su esposo muerto a fin de estar con su esposo vivo y verdadero en esta tierra, aunque fuera convertido en dolor, posesionado de él, identificados y hechos dolor ambos.
En ese esconderse, en ese silencio y en ese desgarramiento habitaban Los heraldos negros. Y él podía declamarlo gracias a haber tenido un registro de la experiencia. Porque cualquiera pierde a un esposo, pero no todos se esconden ni lo convierten en silencio ni sienten el desgarramiento ni lo hacen poesía como lo hizo César Vallejo. En esos seres a quienes toca lo entrañable estaba la diferencia.
En el dolor callado que no se puede expresar con ninguna palabra y que está en el trasfondo de Los heraldos negros, pese a que parezca que solo son palabras.
5. Protesta
militante
Nos dice Segundo:
Allí recién me salió poder recitar: “Hay golpes en la vida tan fuertes, yo no sé, golpes como el odio de Dios.
Y refiere Segundo Vara que cada vez que recita Los heraldos negros piensa en esa mujer joven que perdió a su esposo.
Pero, pese a estas tremendas dificultades de recitar a Vallejo me he preguntado, queriendo sopesar las cosas de a verdad: ¿Por qué sin embargo se lo recita tanto y especialmente Los heraldos negros? Y mi respuesta es concluyente:
Porque pese a ese esconderse en ese silencio y en ese desgarramiento, pese a esas barreras tan altas para saberlo y poderlo decir, sentir, pensar y vivir, porque es un poeta de protesta.
Porque es un poeta de beligerancia, de oposición y combatiente de todo lo instituido, del orden imperante, de la manera cómo está estructurada no solo la sociedad sino el orden del mundo. Todo él se hizo protesta militante.
6. Y
salvarnos
De allí sus múltiples reproches a Dios, porque es un poeta de combate, guerrero y soldado en pie de lucha.
Porque al declamarlo a él reaccionamos, nos ponemos alertas, peleamos, nos confrontamos con realidades concretas y con entelequias.
Vallejo en el fondo es una lucha sincera, desnuda y sollozante con Dios.
Porque su poesía en el fondo es arenga, voz sublevante, grito de rebelión. Porque es voz con sentido de comunidad, porque es voz varonil, protectora, y de avanzada.
Porque Vallejo está vivo en los problemas de cada uno de los hombres, cotidianamente; porque nos sirve para afrontar la vida. Porque se apela a cada momento y a cada instante a su poesía para salvarnos.
Porque habita en los problemas diarios, porque cada mañana al caminar por la vereda o la calle rumbo a dónde sea, está Vallejo con nosotros. Ante eso, qué es importante recitarlo bien y salvarnos.
6. O
como
Pero, ¿qué es declamar? Hay la tentación de confundir este arte más bien con la oratoria, en donde se hacen aspavientos, se arrodillan, otros se suben en una mesa o una silla. Y tratan de convencer, persuadir, adoctrinar, abonando a su causa casi siempre personal acerca de su magnificencia. Pero eso no es declamar, es confundir.
Otros hacen de la declamación una actuación teatral. Entonces engolan la voz, ahuecan la mirada, lanzan un rugido, emiten un susurro inaudible, en fin: actúan. No hay un vínculo más lejano que el del declamador con el actor teatral ampuloso y efectista.
Otros se pasan al extremo opuesto: lo dicen como si dictaran una cátedra. O como si hablaran de algo banal, haciendo muecas displicentes, como si contaran una anécdota trivial, o como un melodrama. Otros ponen música de fondo, con flautas y guitarras. Otros incluso confunden el poema con una consigna y, es más, con una arenga militar.
7. Claro
como el agua
Declamar no es actuar. Porque actuar es representar un personaje que refleja un conflicto y tiene un argumento externo.
Declamar no es discurso. Un discurso afronta un problema de la realidad. Trata de convencer o persuadir, acuchillando el aire.
Declamar es dejar el aire entero y libre. No hacerlo trizas ni pedazos. Declamar no es arenga en donde seamos espadachines ni estemos en pelea alborotada. No hacer la recitación como un acto aparatoso.
Declamar no es cátedra. No se trata de enseñar ni discurrir sobre un determinado asunto o tema.
Declamar tampoco es melodrama. Declamar es trasmitir un mensaje poético. Es hacer evidente y presente la poesía
Es dejar traslucir los hechos de la poesía, es transparentar la emoción poética. Es un acto vivencial, de limpidez, dejando que fluya la poesía, es un acto traslúcido, sereno, claro como el agua.
9. No
de apariencias
Declamación es transparentar la memoria honda de lo que somos y que está esencialmente en la poesía. Es volver a sentir y vivir como si lo viviera y lo dijera el poeta que escribió el poema
Con este arte se trata de sugerir, porque la poesía no es explícita. Se trata de hacer evidente el alma de la poesía, de transmitir aquella sustancia hecha de emoción y de pensamiento.
Es el arte de los grandes juglares y trovadores, que se acerca al arte de los narradores, antes que de los oradores o de los actores de teatro.
Tratando de decirlo todo con el gesto, con la mirada y con el silencio.
Más que la mímica, el silencio. Más que la palabra el gesto.
Con una forma mesurada, seria de hacerlo por ser en el caso de Vallejo una poesía de esencias y no de apariencias.
10. La palabra
justa
Recurrir a menos efecto, que a ser sinceros.
La voz como nunca, la voz como siempre. La voz como aquello que levanta, que descubre, y que a la vez oculta.
En el caso de César Vallejo que se sepa que esta poesía está dedicada al hombre. Al hombre que soy y al hombre que debo ser. A la utopía del hombre común, solidario y colectivo. No a los elementos de adorno.
Ser sinceros. Esa es la clave, el hechizo y el quid de la cuestión. Sinceridad y sencillez, son el fundamento.
Donde debemos tomar lo conocido como si nunca lo hubiéramos sabido o recién lo acabáramos de conocer y lo desconocido como si lo conociéramos desde siempre y como algo muy natural, donde un saludo cotidiano hay que saber reconocerlo como algo extraordinario.
Y Vallejo está bien dicho siempre que se lo haga en la palabra justa y en la medida justa.
Texto que puede ser reproducido
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