Danilo Sánchez Lihón
1. Desvelo
por aprender
Carlos Miñano Mendocilla oriundo de Santiago de Chuco,
es el militar que con el grado de Teniente logró para el ejército del Perú la
victoria más insigne de la infantería de guerra peruana de todo el siglo XX en
la Batalla de Zarumilla llevada a cabo el 24 de julio del año 1941.
Sin embargo, quiero contar aquí que sus dotes de gran
militar se apoyan en lo que es característica e identidad de los chucos, tierra
donde él nació, se crió y se formó.
¿Y cuál es esa tónica y esencia? El cultivo de la
mente, el dominio de los conocimientos y el estudio asiduo y constante.
Toda aquella visión, principios y actitud es debido a que
él era un gran lector, consagrado a los libros y estudioso contumaz, porque las
grandes decisiones no son improvisadas sino elaboraciones complejas y sutiles
de la mente humana.
Y esto, pese a que los esafíos se presenten y ocurran
de un modo imprevisto, o en la fulguración de un instante, y en terrenos de
naturaleza diversa, como es el mundo práctico.
Es así como su ascenso y proeza lo debe a la
aplicación y al desvelo por conocer y aprender. Al respecto quiero contar aquí
los hechos siguientes:
2. ¿Has
entendido?
Su sobrino Francisco Salvatierra Miñano, hijo de su
hermana, refiere que su tío era fanático del estudio. Así, cuando él vino a
Lima fue a visitarlo en su casa de la Av. Javier Prado. Que es cuando él le
dice:
– Bueno, sobrino, ya que conoces la casa, cada mes me
vas a traer tu libreta de notas, ¿ah? Ya tú sabes que es ley entre nosotros: ni
quinces ni dieciséis ni mucho menos diecisietes. Ni siquiera dieciochos. Los
Miñanos somos de diecinueves para arriba. Ya sabes, casi siempre de veintes.
– ¡Asu!
– Entonces ya sabes, ¿ah? ¿Me estás escuchando, no?
– ¡Sí, tío!
– ¡Y cuidadito de venir con notas menores!, ¿ah?
Porque entonces ya sabes cómo somos los militares: ¿ah? Te agarro a patadas y
te boto por estas escaleras para abajo, hasta el primer piso. ¿Has entendido,
sobrino?
– Sí, tío.
– A ver, repíteme lo que te he dicho?
– Que no menos de dieciochos.
– ¡De diecinueves he dicho! Y vas a venir. Si no, yo
te voy a ir a buscar, ¿ah? Porque ¿sabes qué, hijo? ¡El estudio es lo más
importante en la vida!
3. En varios
idiomas
– ¿Sí, tío?
– Y el estudio para solucionar los problemas primero
de nuestra familia. Y después de nuestro pueblo. ¿Has entendido?
– Sí, tío.
– Sí. A ver, ¿qué has entendido?
– Que ninguna nota voy a traer menos de dieciocho.
– ¡No estás entendiendo! Si vienes con dieciochos te
boto por la escalera.
– ¡Que tengo que venir con diecinueves y veintes!
– Ahora recién estás captando la idea. Y para que veas
que no pido lo que yo no he cumplido, te voy a traer mis libretas de notas ya, para
que las veas y las revises línea por línea. Espérame un momentito.
– ¡Sí, tío!
– ¡Aquí están! Y te voy a dar cien soles por cada nota
menor de 19 que tú encuentres en ellas. Sea del año que sea. Desde la primaria,
pasando por la Ecole Spéciale Militaire de Saint-Cyr, en Francia, en donde los
cursos, ¿ah?, se dictan en varios idiomas que son difíciles de entender. ¡Y los
franceses se encomiendan a Dios antes de poner un veinte!, hasta las últimas
notas que son de Fort Benning en Georgia, en los Estados Unidos. ¿Ya?
4. Espada
de Honor
Yo dije entonces, –cuenta Salvatierra– ¡Tengo que
ganarme por lo menos cien soles! Y voy a esmerarme por encontrar siquiera un 18
en estas libretas. Voy a sentarme a revisarlas tranquilo y con mucho cuidado.
¡Siquiera un 18 debe haber! Porque sería inhumano que no fallara en nada.
¡Cien soles es buena plata!, y puedo comprarme con
ello una plancha, que necesito para desajar mi ropa. ¡Algún 17 también puede
haber! ¿Por qué no? ¡Siquiera uno! Aquí me lleno de plata. Y empiezo a
revisarlas desde un canto estas libretas, de izquierda a derecha, de arriba
para abajo. Una y otra vez. Y hasta las sacudo para que caiga un 18, que pienso
que puede haber escondido en algún pliegue. Boca arriba, boca abajo las pongo.
Las volteo. ¡Nada! Todos son puros veintes. Y algunos diecinueves.
Es así cómo él se formó para pasar de soldado raso a
Espada de Honor de su promoción en Chorrillos. Quien ha nacido el 22 de
noviembre del año 1901, en un lugar campesino muy humilde, como es la pampa de
Muycán, a unos seis kilómetros del pueblo de Santiago de Chuco.
Estudia la Educación Primaria en su pueblo natal, y la
Educación Secundaria primero en el Colegio San Nicolás de Huamachuco, en el año
1915, y después en el Instituto Moderno de Trujillo, entre los años 1916, 17 y
18.
5. Nada pudo
separarlos
Un año sirve de soldado raso en el ejército. Y de la
Escuela de Clases es promovido por sus mismos superiores a la Escuela Militar
de Chorrillos.
Allí estudia durante los años 1922 a 1924, donde alcanza
el alto mérito de ser Espada de Honor pese a tener una estatura pequeña, y no
reglamentaria de apenas 1.55 m., graduándose como Subteniente.
Por ser el primero de su promoción le corresponde
estudiar en la Ecole Spéciale Militaire de Saint-Cyr, en Francia, en donde se
gradúa como Sub Teniente de Infantería.
En 1926, se diploma en el Centro de Infantería de
Versalles y luego sirve en el 152 Regimiento de Infantería de Colmar, en el
Alto Rhin.
En febrero del año 1943 el Congreso de la República lo
asciende a Coronel por Acción Distinguida en Hechos de Armas.
En 1945 siguió estudios, en la Escuela de Comando y
Estado Mayor en Fort Benning en Georgia, en los Estados Unidos de Norteamérica.
En Francia desposa a una hermosa mujer, Jeannette
Reobsone Koebele, de nacionalidad francesa, rubia y esbelta, de 1.75 m. de
estatura, con quien se une y con quien mantuvieron un amor consagrado que nada
pudo separar, sino únicamente la muerte.
6. Alegre
y vivaz
Fueron compadres y amigos de alma con Manuel A. Odría,
quien también tuvo actuación destacada en la Batalla de Zarumilla, el mismo que
fue ascendido pronto a coronel, Jefe del Estado Mayor del Ejército y luego asume
el más alto cargo de la nación, cuál es el de Presidente de la República del
Perú, en el año 1948.
Durante el gobierno de Manuel A. Odría, Carlos Miñano
Mendocilla ejerce el cargo de Ministro de Agricultura, en 1948; de Ministro de
Guerra, en 1951; y es ascendido al grado de General de División en 1955.
Ya en el régimen constitucional de Manuel Prado es
Senador por Tumbes donde fue consagrado héroe nacional, curul que ocupa entre
1956 y 1962, habiendo sido antes director de la Escuela Militar de Chorrillos.
Asimismo, se desempeña como Presidente Vitalicio de la Sociedad Héroes de la
Independencia y Defensores de la Patria.
Cuenta Francisco Salvatierra que cuando le traía su
libreta de notas y veía que no había menores de diecinueves, se ponía alegre y
vivaz. Y entonces le decía:
– Hoy día, sobrino, como te has portado muy bien,
vamos a cocinar juntos. ¿Qué te parece, ah? Yo hago lo más sabroso y difícil,
que es ¡el cashallurto! ¿Ah? ¿Te gusta, no? ¡Ya lo sabía! ¿Ya ves que sé lo que
te gusta? ¿Ah? Y tú vas a tostar la cancha.
7. A costa
de su propia vida
Lo curioso es que ahí mismo sacaba su callana que es
muy raro que en Lima alguien tenga ese artefacto donde en nuestra tierra se
tuesta la cancha; mientras seguía hablando:
– ¿Qué te parece? ¿Ah? Si encima sancochamos habas y
comemos tushas. ¡Y freímos ñuñas! ¿Qué crees que no tengo ñuñas? ¿Ah? ¡Me
envían habas y ñuñas de Muycán! ¡De nuestra tierra! ¿Y sabes quién me las
envía? ¿Quién crees?
– ¡Quién será pues tío!
– ¡Tu mamá, pues! Ella misma me las envía por la Agencia
de Transportes.
Es decir, nunca dejó de ser campechano. Y así fue
Carlos Miñano Mendocilla, un hombre sencillo y, como tal, auténtico. ¿Por qué,
digo yo, nos olvidamos de ellos y encumbramos a tantos fantoches de feria?
Cuando yo era niño y estudiaba en mi escuela, y vivía
en mi pueblo, la aureola de este héroe era inmensa, esplendente y grandiosa.
Ahora ha desaparecido. Lo rememoro aquí no para ensalzar de él sus proezas militares,
de ninguna manera, puesto que debemos darlas por superadas entre pueblos
civilizados y hermanos, sino por su mente brillante y su autenticidad de hombre
tierra.
*****
El texto anterior puede ser
reproducido, publicado y difundido
citando autor y fuente
Teléfonos: 420-3343 y 602-3988
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar
a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
*****
CONVOCATORIA
XVII ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA