PLEGARIA A MI PATRIA
Por Lucinda Martínez Zuzunaga
Patria, no me digas que tus alas ya no levantan vuelos de libertad, que el enemigo intenta claudicarte, quebrar tu voz hasta enmudecerte, quieren destrozar tu maternal vientre.
Patria, no me digas que tus fuerzas no resisten más tanto engaño, dime que nuestra lucha no es en vano, no me digas que mis hermanos se cansaron de buscar el pan negado.
Patria, en nuestros pechos aún se sostienen esperanzas, el pueblo con renovado aliento
seguirá buscando el alimento, de justicia, paz y dignidad, que traidores van cayendo al amparo de la noche, en su propia iniquidad.
Patria, dime que jamás claudicaremos ante el tambor del miedo, no huiremos, ni sucumbiremos, aunque de insurrectos nos tilden, aunque nos golpeen o disparen y aniquilar quieran nuestra identidad; el valiente pueblo, ya cansado explota sus corazones, asqueados de tanta ignominia y corrupción.
Patria, dime que no hay olvidos ni hay nubes en la memoria intentando borrar dolorosas huellas, aquellas que hicieron desangrar nuestros pueblos, dime que seguiremos en revolucionaria lucha con el grito que surge del alma, furia desencadenada por años acumulada.
Patria, te convoco con fervor doliente, no me vuelvas a decir que nuestra lucha se escribirá en el muro del anonimato, no me digas que el silencioso ritual será la eterna plegaria que no llega a Dios.
Patria, hoy vuelvo a entregarte en mi plegaria mi encendida fe y esperanza, en tus entrañas maternales nos seguimos sosteniendo valientes, porque tu voz es voz agigantada de un pueblo que te ama y te clama; Patria ¡nadie podrá silenciarnos!, ¡nada ni nadie podrá quebrarnos!
Patria, en las páginas de nuestras vidas Tú, sigues siendo nuestra mejor historia.
Lucy Martínez Z. lumarjp@hotmail.com ©Copyright 201-14marzulu©
