VALLEJO SIEMPRE VIGENTE
ACTIVIDADES DE HOMENAJE A CÉSAR VALLEJO
QUE CONTARÁ CON LA PRESENCIA
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
JUEVES 26 DE ABRIL. 7 PM
ACTIVIDADES DE HOMENAJE A CÉSAR VALLEJO
QUE CONTARÁ CON LA PRESENCIA
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
JUEVES 26 DE ABRIL. 7 PM
CÉSAR VALLEJO, HOMENAJE A LA VIDA
JR. MIRO QUESADA 360. LIMA
VIERNES 27 DE ABRIL. 6 PM
EXPOSICIÓN BIBLIOGRÁFICA Y CICLO DE CONFERENCIAS
SOBRE VIDA Y OBRA DE CÉSAR VALLEJO
BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ
SEDE: AV. ABANCAY, 4ª CUADRA
SÁBADO 28 DE ABRIL. 9 AM - 2 PM
V FESTIVAL VALLEJO EN LURÍN
COLEGIO JOSÉ FAUSTINO
SÁNCHEZ CARRIÓN
PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA
EL HABLA DE LA TIERRA DE VALLEJO
Danilo Sánchez Lihón
1. Una más de sus estrellas
Cuenta Ciro Alegría que planificó escribir una novela ambientada en el ámbito cultural y eglógico de Santiago de Chuco, pues la imagen del mundo mágico que proyecta esta región le hacían albergar la ilusión de una novela situada en el pueblo y los contornos rurales de ese espacio mítico.
Para eso, se dirigió a la agencia de transportes, obtuvo su boleto y tomó el ómnibus enrumbándose hacia Santiago de Chuco. Después de ocho horas de viaje recién pudo bajar en la plaza de armas de esa ciudad andina.
Se apeó y sintió ciertamente el hálito de un pueblo diferente, genuino y misterioso.
Un pueblo a la vez leve como suspendido en lo etéreo y denso, como confundido e incrustado en las rocas y las moles de amianto, sílice y granito.
Un pueblo incrustado en sus montañas ciclópeas, pero a la vez bordado en filigrana a su cielo amplio, orbicular y azulino, como formando parte de una más de sus estrellas.
2. Hasta ahora me desvela
Vio entonces que un aldeano y chacarero del lugar se acerca al conductor del vehículo que acaba de llegar y le pregunta a qué hora sale para Trujillo. Paga por un asiento y se pone a esperar a que el ómnibus emprendiera el viaje.
Ciro Alegría entonces le abrió conversación, preguntándole acerca del motivo de su viaje a Trujillo. Y la respuesta fue:
– La requerí de amores a la Lucinda; y la muy pretenciosa me desdeñó.
Se quedó lelo el narrador de La serpiente de oro, quien en sus novelas recoge el hablar natural y pleno de sabiduría de la gente del bohío de Calamar, en Huamachuco.
Y reflexionó: si así hablan y si así sienten y piensan los pobladores de Santiago de Chuco, entonces concluyó, nadie me va a creer.
Él quería una novela actual y no de situaciones ni personajes que hablaran ensimismados en el Siglo XV español.
Así que tomó el mismo ómnibus de regreso y se alejó del escenario soñado de una de sus ilusorias novelas que hasta ahora me desvela cómo hubiera sido la referida a mi pueblo.
3. A modo de anécdota
Repito a grandes rasgos esta anécdota, pues escribo este artículo en un lugar remoto sin acceso a ninguna fuente de consulta. Pero, el lenguaje de Santiago de Chuco es la impresión que más sorprende a los visitantes que van con nosotros en las peregrinaciones que hacemos anualmente a dicha región en los certámenes que hemos denominado Telúricas de Mayo de Capulí, Vallejo y su Tierra.
Quienes así se manifiestan reconocen que se habla en Santiago de Chuco un español castizo, culto, con muchos modismos y hasta giros académicos inusitados. ¿Y esto a qué se debe? En gran medida por la influencia de los sacerdotes españoles que han tenido un rol muy preponderante en la vida de Santiago de Chuco. Recordemos que César Vallejo es nieto de dos clérigos peninsulares, don Rufo Vallejo y don Francisco de Paula Mendoza que indudablemente influyeron principalmente en el entorno de su familia.
A modo de anécdota ligera contaré que en mi infancia el sacerdote español Jaime Fernández malhumorado nos preguntaba a la chiquillería, al vernos entrar a la parroquia convocados por el padre Fernando Rojas Morey: “¿Qué queréis aquí?” Y aprendiendo a hablar como él le contestábamos: “¡Nadáis, nadáis!” O, a veces, para impacientarlo más le respondíamos: “Que nos prestéis la pelotais”.
4. Un sentido nuevo
Pero también el habla santiaguina se debe al aporte de la lengua culli propia de esta región del país y que la hablaron los chucos que cultivaban la luz de la inteligencia, como también se debe a la influencia del quechua y el aymara de los civilizadores incas.
Acerca de este tesoro escondido del habla de su tierra, en sus vocablos y modismos, se nutre la obra de César Vallejo. Conecta con ese hontanar, con esa fuente y con riada primigenia, que es el habla de un pueblo legendario, como es Santiago de Chuco.
La poesía de Vallejo tiene mucho de ella, se surte de ese torrente, de la oralidad, de la palabra dicha en la intimidad de una conversación, de allí que resulta tan entrañable y conmovedora.
Y es que Vallejo es un poeta de la lengua, quien le retuerce el cuello al lenguaje para crear un sentido nuevo más coherente con el destino humano sobre la faz de la tierra. Él es un poeta que ha creado su propia lengua, y esa lengua tiene una identificación con su tierra.
5. Canto rodado
Es el habla tierna, cantarina y a la vez grave de su pueblo, de allí que al leerlo tenemos la sensación de estar escuchando y no leyendo los términos y vocablos, modismos y giros con toda la afección que ellos atesoran.
Y es que la palabra en boca del pueblo es un canto rodado. Es como una piedra que la corriente del habla de la gente ha pulido, redondeado y hecho perfecto con todo su ser y su estar contenido dentro.
Canto rodado en el sentido de sabio, de atributo, de haber llegado al final, de haber acumulado vida y síntesis. Porque, ¿quién rueda al canto, a la piedra, al bloque amorfo? El agua, el río, pero en el caso del lenguaje la corriente del habla.
Y lo que es canto rodado en el lenguaje es lo que queda de único, lo que ya nada ni nadie puede quitarnos; es lo acabado, esencial y acrisolado. Y eso es lo que recoge Vallejo
Lo recoge del cantero, del hacedor, del artesano, del pulidor y del orfebre de la palabra, del que talla y cincela a través de millares de bocas, a cada instante, y que es el pueblo.
6. Del pueblo que lo forja
Y no hay más fragor, más lucha ni más arrojo que con las palabras, que a veces son torbellinos, a veces terremotos, a veces huracanes.
De allí que, cuando el poeta español Rafael Alberti conoció a César Vallejo le llamó la atención su modo de hablar y hasta su voz, escribiendo que:
“...tenía ese oculto dejo de quena y misterio”, –propio del alma andina.
Pero, además, Vallejo es oro puro de palabras, aunque no le de la mayor importancia al lenguaje como tal, ni a la palabra en sí misma, sino en la medida en que comporta y trasmite sentimiento y pensamiento.
Pero él trasunta el habla de los chucos, el alma avergonzada humilde, fraterna de un pueblo que ha sabido decantar su experiencia y ponerla en el lenguaje.
Donde hay un brío y temple de la raza, lengua donde hay un fiel reflejo del pueblo que lo forja. Y eso lo recoge Vallejo como al genio del lenguaje que es.
7. Transposición asombrosa
Al respecto, referiré que su hermano Víctor le contaba a su sobrina Flor Marina Vejarano, y ella lo relata en la Monografía de Santiago de Chuco de Samuel Mendoza, el pasaje que describo a continuación:
César Vallejo a los cuatro años de edad escribía en el suelo de la sala de su casa las letras VCV. Allí mismo su padre estaba leyendo el periódico del día sentado en la mecedora. En eso entra su hermano mayor, ya viejo, y el niño señalando el suelo por donde su hermano pasa, dice: “Ve, ese ve”.
Su padre, como era lógico, le llama la atención, reprendiéndole:
“Cesitar, al hermano mayor no se le dice de tú. Así que tú no le puedes decir “ése”.
A lo que responde:
“Papá, yo estoy leyendo las letras que he escrito en el suelo, que son las letras del nombre de mi hermano”.
Esas letras como hemos dicho eran VCV, que eran las iniciales de Víctor Clemente Vallejo. Esta transposición asombrosa, cual es juntar y dividir el mundo por planos del lenguaje, define al poeta genial que luego fue también en esta dimensión como es el dominio lingüístico.
8. Pero sí su pueblo
Aunque bien es cierto que él no se quedó allí, en ese malabarismo de los recursos de la lengua, sino que fue a la vida y al dolor del hombre, capturándolos palpitantes, pero utilizando los recursos que su inventiva asombrosa le habían deparado para las cuestiones de la lengua.
De allí que, si hay una influencia en César Vallejo en sus poemarios definitivos, como son Trilce, Poemas humanos y España, aparta de mí este cáliz, no es de obras literarias de autores sean de este o de otros continentes.
Ni el modernismo de Rubén Darío, ni el vitalismo de Walt Whitman, ni el espiritualismo de Rainer María Rilke, ni el simbolismo de Paul Valery, a quienes leía fervorosamente, explican un adarme el portento creador que es César Vallejo, pero sí su pueblo.
Nadie podría, ni siquiera proponer, que alguien influyó en Vallejo en Europa. Ningún autor, ninguna corriente literaria, ninguna referencia importante, pero sí su pueblo de Santiago de Chuco.
9. ¿Alguien influyó en Vallejo? Sí.
Él fue a Europa con total expectativa, pero muy pronto comprobó cuán lejos del centro de los principios de la vida, del hombre y la cultura, estaban.
De allí que criticó acerbamente al surrealismo, que era el movimiento avasallador entre los años veinte y treinta del siglo pasado, y fue muy crítico de toda manifestación artística y expresión cultural en donde sintiera y notara convencionalismo e inautenticidad.
Pero eso sí, dio su vida por la gesta heroica que se desató en España y pudo erigir un lamento por el trance del hombre en la Guerra Civil Española, y que es la voz más genuina y desgarrada que pudiera provenir del centro y contorno del planeta tierra, de la naturaleza humana, como de la creación en general.
¿Y lo hizo acaso con alguna influencia en el lenguaje para la causa sagrada que él defendió en esa hora suprema? ¿Alguien influyó en Vallejo? Sí. Lo hizo con el lenguaje de su pueblo, Santiago de Chuco, con su manera de sentir, pensar y, lógicamente, de hablar de su gente, de sus ancestros, y de la manera común y corriente de ser en el poblador de su tierra.
10. Espacio sagrado
El habla de su pueblo sí influyó en Vallejo, porque ante esa corriente él sí abre los brazos y se deja empapar e inundar. Y se baña y se sumerge totalmente en él, en la manera de decir de sus paisanos.
El lenguaje de César Vallejo es el modo de decir las cosas que tiene la gente de su lar natal, desde el “¿Dí mamá?” tan santiaguino, hasta el “tas con tas”; o el “luyidos vientos”, o el “habráse visto”. O bien el empleo del diminutivo tan de cuna y de fogón. Así: “nos dormiremos como dos hermanitos”, “las manitas sumisas de tus tardes”, que es el aporte del alma indígena a la expresividad del idioma castellano.
Pero aparte hay que decir que Santiago de Chuco es un enclave arcaico del habla castellana, en donde siempre será importante rastrear esas huellas que hicieron de él un valedor, y a la vez un innovador del lenguaje literario.
Expresiones que hicieron que Ciro Alegría llegara e inmediatamente tomara su ómnibus de regreso, sin alcanzar a concretar la novela que había estado pensando escribir, con tema y ambiente referido a ese espacio sagrado como es la tierra de los chucos.
11. Cultivo de la mente
Vallejo tiene ese modo quebrado, quejoso y dulce de hablar de la gente de su pueblo. Y es que Santiago de Chuco es un ámbito mágico y espiritual marcado con la égida de la poesía, desde que en él hay una rica tradición de repentistas, decimistas, copleros y decidores.
Pero también de decidoras, como son las kiyayas que improvisan coplas y letrillas en la fiesta del Patrón Santiago, como en cualquier circunstancia y ocasión en que tengan que actuar.
Pero aún más desde que César Vallejo, los hermanos Abraham y Felipe Arias Larreta, los hermanos Santiago y Julio Pereda Hidalgo, y tantos otros cultores de la poesía, por un lado, lo sellaron de un modo indeleble.
Desde que Catequil floreciera en tiempos ancestrales en este suelo, florece el cultivo de las ideas, el pensamiento, la educación y la cultura, como todo lo que tenga que ver con el cultivo de la mente y el espíritu.
12. Canto de gesta
Pero también es inherente en los hombres de esta tierra el desvelo por el compromiso social, la inquietud por las luchas de reivindicación, presente en la impronta que han dejado nuestros héroes populares.
Abanderados de las causas nobles e ineludibles de la historia y que en Santiago de Chuco son personajes legendarios, como Santiago Calderón, los integrantes del contingente legendario Batallón Libres de Santiago de Chuco, Artemio Zavala, Carlos Miñano Mendocilla, Luis de la Puente Uceda.
Es Santiago de Chuco por eso una comarca intensa, mágica y apasionada; lugar que marca a los seres que nacen en ella, pueblo que cargamos para siempre porque es esplendor, carisma, y música en el alma.
Ahora que viajamos en el marco del 13 Encuentro Internacional Itinerante Capulí, Vallejo y su Tierra, entre los días 17 al 20 de mayo, ha de mantenernos a todos subyugados, encantados con su magia y maravilla.
Pero también dejémonos fascinar por el lenguaje y su cultura, que es ancestro y arraigo pero a la vez promesa y redención, así como también por Capulí, Vallejo y su Tierra que es épica cultural, artística y vivencial. Y canto de gesta.
Cuenta Ciro Alegría que planificó escribir una novela ambientada en el ámbito cultural y eglógico de Santiago de Chuco, pues la imagen del mundo mágico que proyecta esta región le hacían albergar la ilusión de una novela situada en el pueblo y los contornos rurales de ese espacio mítico.
Para eso, se dirigió a la agencia de transportes, obtuvo su boleto y tomó el ómnibus enrumbándose hacia Santiago de Chuco. Después de ocho horas de viaje recién pudo bajar en la plaza de armas de esa ciudad andina.
Se apeó y sintió ciertamente el hálito de un pueblo diferente, genuino y misterioso.
Un pueblo a la vez leve como suspendido en lo etéreo y denso, como confundido e incrustado en las rocas y las moles de amianto, sílice y granito.
Un pueblo incrustado en sus montañas ciclópeas, pero a la vez bordado en filigrana a su cielo amplio, orbicular y azulino, como formando parte de una más de sus estrellas.
2. Hasta ahora me desvela
Vio entonces que un aldeano y chacarero del lugar se acerca al conductor del vehículo que acaba de llegar y le pregunta a qué hora sale para Trujillo. Paga por un asiento y se pone a esperar a que el ómnibus emprendiera el viaje.
Ciro Alegría entonces le abrió conversación, preguntándole acerca del motivo de su viaje a Trujillo. Y la respuesta fue:
– La requerí de amores a la Lucinda; y la muy pretenciosa me desdeñó.
Se quedó lelo el narrador de La serpiente de oro, quien en sus novelas recoge el hablar natural y pleno de sabiduría de la gente del bohío de Calamar, en Huamachuco.
Y reflexionó: si así hablan y si así sienten y piensan los pobladores de Santiago de Chuco, entonces concluyó, nadie me va a creer.
Él quería una novela actual y no de situaciones ni personajes que hablaran ensimismados en el Siglo XV español.
Así que tomó el mismo ómnibus de regreso y se alejó del escenario soñado de una de sus ilusorias novelas que hasta ahora me desvela cómo hubiera sido la referida a mi pueblo.
3. A modo de anécdota
Repito a grandes rasgos esta anécdota, pues escribo este artículo en un lugar remoto sin acceso a ninguna fuente de consulta. Pero, el lenguaje de Santiago de Chuco es la impresión que más sorprende a los visitantes que van con nosotros en las peregrinaciones que hacemos anualmente a dicha región en los certámenes que hemos denominado Telúricas de Mayo de Capulí, Vallejo y su Tierra.
Quienes así se manifiestan reconocen que se habla en Santiago de Chuco un español castizo, culto, con muchos modismos y hasta giros académicos inusitados. ¿Y esto a qué se debe? En gran medida por la influencia de los sacerdotes españoles que han tenido un rol muy preponderante en la vida de Santiago de Chuco. Recordemos que César Vallejo es nieto de dos clérigos peninsulares, don Rufo Vallejo y don Francisco de Paula Mendoza que indudablemente influyeron principalmente en el entorno de su familia.
A modo de anécdota ligera contaré que en mi infancia el sacerdote español Jaime Fernández malhumorado nos preguntaba a la chiquillería, al vernos entrar a la parroquia convocados por el padre Fernando Rojas Morey: “¿Qué queréis aquí?” Y aprendiendo a hablar como él le contestábamos: “¡Nadáis, nadáis!” O, a veces, para impacientarlo más le respondíamos: “Que nos prestéis la pelotais”.
4. Un sentido nuevo
Pero también el habla santiaguina se debe al aporte de la lengua culli propia de esta región del país y que la hablaron los chucos que cultivaban la luz de la inteligencia, como también se debe a la influencia del quechua y el aymara de los civilizadores incas.
Acerca de este tesoro escondido del habla de su tierra, en sus vocablos y modismos, se nutre la obra de César Vallejo. Conecta con ese hontanar, con esa fuente y con riada primigenia, que es el habla de un pueblo legendario, como es Santiago de Chuco.
La poesía de Vallejo tiene mucho de ella, se surte de ese torrente, de la oralidad, de la palabra dicha en la intimidad de una conversación, de allí que resulta tan entrañable y conmovedora.
Y es que Vallejo es un poeta de la lengua, quien le retuerce el cuello al lenguaje para crear un sentido nuevo más coherente con el destino humano sobre la faz de la tierra. Él es un poeta que ha creado su propia lengua, y esa lengua tiene una identificación con su tierra.
5. Canto rodado
Es el habla tierna, cantarina y a la vez grave de su pueblo, de allí que al leerlo tenemos la sensación de estar escuchando y no leyendo los términos y vocablos, modismos y giros con toda la afección que ellos atesoran.
Y es que la palabra en boca del pueblo es un canto rodado. Es como una piedra que la corriente del habla de la gente ha pulido, redondeado y hecho perfecto con todo su ser y su estar contenido dentro.
Canto rodado en el sentido de sabio, de atributo, de haber llegado al final, de haber acumulado vida y síntesis. Porque, ¿quién rueda al canto, a la piedra, al bloque amorfo? El agua, el río, pero en el caso del lenguaje la corriente del habla.
Y lo que es canto rodado en el lenguaje es lo que queda de único, lo que ya nada ni nadie puede quitarnos; es lo acabado, esencial y acrisolado. Y eso es lo que recoge Vallejo
Lo recoge del cantero, del hacedor, del artesano, del pulidor y del orfebre de la palabra, del que talla y cincela a través de millares de bocas, a cada instante, y que es el pueblo.
6. Del pueblo que lo forja
Y no hay más fragor, más lucha ni más arrojo que con las palabras, que a veces son torbellinos, a veces terremotos, a veces huracanes.
De allí que, cuando el poeta español Rafael Alberti conoció a César Vallejo le llamó la atención su modo de hablar y hasta su voz, escribiendo que:
“...tenía ese oculto dejo de quena y misterio”, –propio del alma andina.
Pero, además, Vallejo es oro puro de palabras, aunque no le de la mayor importancia al lenguaje como tal, ni a la palabra en sí misma, sino en la medida en que comporta y trasmite sentimiento y pensamiento.
Pero él trasunta el habla de los chucos, el alma avergonzada humilde, fraterna de un pueblo que ha sabido decantar su experiencia y ponerla en el lenguaje.
Donde hay un brío y temple de la raza, lengua donde hay un fiel reflejo del pueblo que lo forja. Y eso lo recoge Vallejo como al genio del lenguaje que es.
7. Transposición asombrosa
Al respecto, referiré que su hermano Víctor le contaba a su sobrina Flor Marina Vejarano, y ella lo relata en la Monografía de Santiago de Chuco de Samuel Mendoza, el pasaje que describo a continuación:
César Vallejo a los cuatro años de edad escribía en el suelo de la sala de su casa las letras VCV. Allí mismo su padre estaba leyendo el periódico del día sentado en la mecedora. En eso entra su hermano mayor, ya viejo, y el niño señalando el suelo por donde su hermano pasa, dice: “Ve, ese ve”.
Su padre, como era lógico, le llama la atención, reprendiéndole:
“Cesitar, al hermano mayor no se le dice de tú. Así que tú no le puedes decir “ése”.
A lo que responde:
“Papá, yo estoy leyendo las letras que he escrito en el suelo, que son las letras del nombre de mi hermano”.
Esas letras como hemos dicho eran VCV, que eran las iniciales de Víctor Clemente Vallejo. Esta transposición asombrosa, cual es juntar y dividir el mundo por planos del lenguaje, define al poeta genial que luego fue también en esta dimensión como es el dominio lingüístico.
8. Pero sí su pueblo
Aunque bien es cierto que él no se quedó allí, en ese malabarismo de los recursos de la lengua, sino que fue a la vida y al dolor del hombre, capturándolos palpitantes, pero utilizando los recursos que su inventiva asombrosa le habían deparado para las cuestiones de la lengua.
De allí que, si hay una influencia en César Vallejo en sus poemarios definitivos, como son Trilce, Poemas humanos y España, aparta de mí este cáliz, no es de obras literarias de autores sean de este o de otros continentes.
Ni el modernismo de Rubén Darío, ni el vitalismo de Walt Whitman, ni el espiritualismo de Rainer María Rilke, ni el simbolismo de Paul Valery, a quienes leía fervorosamente, explican un adarme el portento creador que es César Vallejo, pero sí su pueblo.
Nadie podría, ni siquiera proponer, que alguien influyó en Vallejo en Europa. Ningún autor, ninguna corriente literaria, ninguna referencia importante, pero sí su pueblo de Santiago de Chuco.
9. ¿Alguien influyó en Vallejo? Sí.
Él fue a Europa con total expectativa, pero muy pronto comprobó cuán lejos del centro de los principios de la vida, del hombre y la cultura, estaban.
De allí que criticó acerbamente al surrealismo, que era el movimiento avasallador entre los años veinte y treinta del siglo pasado, y fue muy crítico de toda manifestación artística y expresión cultural en donde sintiera y notara convencionalismo e inautenticidad.
Pero eso sí, dio su vida por la gesta heroica que se desató en España y pudo erigir un lamento por el trance del hombre en la Guerra Civil Española, y que es la voz más genuina y desgarrada que pudiera provenir del centro y contorno del planeta tierra, de la naturaleza humana, como de la creación en general.
¿Y lo hizo acaso con alguna influencia en el lenguaje para la causa sagrada que él defendió en esa hora suprema? ¿Alguien influyó en Vallejo? Sí. Lo hizo con el lenguaje de su pueblo, Santiago de Chuco, con su manera de sentir, pensar y, lógicamente, de hablar de su gente, de sus ancestros, y de la manera común y corriente de ser en el poblador de su tierra.
10. Espacio sagrado
El habla de su pueblo sí influyó en Vallejo, porque ante esa corriente él sí abre los brazos y se deja empapar e inundar. Y se baña y se sumerge totalmente en él, en la manera de decir de sus paisanos.
El lenguaje de César Vallejo es el modo de decir las cosas que tiene la gente de su lar natal, desde el “¿Dí mamá?” tan santiaguino, hasta el “tas con tas”; o el “luyidos vientos”, o el “habráse visto”. O bien el empleo del diminutivo tan de cuna y de fogón. Así: “nos dormiremos como dos hermanitos”, “las manitas sumisas de tus tardes”, que es el aporte del alma indígena a la expresividad del idioma castellano.
Pero aparte hay que decir que Santiago de Chuco es un enclave arcaico del habla castellana, en donde siempre será importante rastrear esas huellas que hicieron de él un valedor, y a la vez un innovador del lenguaje literario.
Expresiones que hicieron que Ciro Alegría llegara e inmediatamente tomara su ómnibus de regreso, sin alcanzar a concretar la novela que había estado pensando escribir, con tema y ambiente referido a ese espacio sagrado como es la tierra de los chucos.
11. Cultivo de la mente
Vallejo tiene ese modo quebrado, quejoso y dulce de hablar de la gente de su pueblo. Y es que Santiago de Chuco es un ámbito mágico y espiritual marcado con la égida de la poesía, desde que en él hay una rica tradición de repentistas, decimistas, copleros y decidores.
Pero también de decidoras, como son las kiyayas que improvisan coplas y letrillas en la fiesta del Patrón Santiago, como en cualquier circunstancia y ocasión en que tengan que actuar.
Pero aún más desde que César Vallejo, los hermanos Abraham y Felipe Arias Larreta, los hermanos Santiago y Julio Pereda Hidalgo, y tantos otros cultores de la poesía, por un lado, lo sellaron de un modo indeleble.
Desde que Catequil floreciera en tiempos ancestrales en este suelo, florece el cultivo de las ideas, el pensamiento, la educación y la cultura, como todo lo que tenga que ver con el cultivo de la mente y el espíritu.
12. Canto de gesta
Pero también es inherente en los hombres de esta tierra el desvelo por el compromiso social, la inquietud por las luchas de reivindicación, presente en la impronta que han dejado nuestros héroes populares.
Abanderados de las causas nobles e ineludibles de la historia y que en Santiago de Chuco son personajes legendarios, como Santiago Calderón, los integrantes del contingente legendario Batallón Libres de Santiago de Chuco, Artemio Zavala, Carlos Miñano Mendocilla, Luis de la Puente Uceda.
Es Santiago de Chuco por eso una comarca intensa, mágica y apasionada; lugar que marca a los seres que nacen en ella, pueblo que cargamos para siempre porque es esplendor, carisma, y música en el alma.
Ahora que viajamos en el marco del 13 Encuentro Internacional Itinerante Capulí, Vallejo y su Tierra, entre los días 17 al 20 de mayo, ha de mantenernos a todos subyugados, encantados con su magia y maravilla.
Pero también dejémonos fascinar por el lenguaje y su cultura, que es ancestro y arraigo pero a la vez promesa y redención, así como también por Capulí, Vallejo y su Tierra que es épica cultural, artística y vivencial. Y canto de gesta.
.
.FESTIVAL TRILCE DE LA CANCIÓN, LA POESÍAY DANZA ANDINAS
.
ASEGURADA NOCHE DE CAFÉ Y
TAJADAS PARA TODO EL PÚBLICO ASISTENTE A LA
PLAZA DE ARMAS DE SANTIAGO DE CHUCO, EL DÍA SÁBADO 19 DE
MAYO, PARTICIPANDO DEL FESTIVAL TRILCE
DE LA CANCIÓN, POESÍA Y DANZA
ANDINA. ESTA DONACIÓN ES A CARGO DE MAURA
SÁNCHEZ BENITES PRESIDENTA DE CAPULÍ, VALLEJO Y EL
MUNDO CON SEDE EN ANDORRA, EUROPA
.
PRIMERA NOCHE
ELEVACIÓN DE TRECE GLOBOS EN EL CIELO NOCTURNO DE SANTIAGO DE CHUCO A CARGO DE LAS DELEGACIONES VISITANTES Y POR LOS TRECE AÑOS CUMPLIDOS DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
.
SEGUNDA NOCHE
QUEMA DE CASTILLO DE LUCES ARTIFICIALES, DONACIÓN DE
ISABEL NARRO–LLANES, MADRINA DEL FESTIVAL
TRILCE DE LA CANCIÓN, POESÍA Y DANZA ANDINA
PARTICIPANTES PROVENIENTES DE OTROS PAÍSES
BOLIVIA
EDMUNDO TORREJÓN JURADO
SOCIEDAD DE ESCRITORES
DE BOLIVIA
BRASIL
DETH HAAK,
POETA DOS VENTOS
SARA FRACCHIA
GESTORA CULTURAL
VILMACI VIANA
POETA Y ESCRITORA
CHILE
ALFRED ASÍS
POETA DE ISLA NEGRA,
REPÚBLICA DE CHILE
MAVI MÁRQUEZ ALCALDE
GESTORA CULTURAL
DIRECTIVO DE LA ASOCIACIÓN
DE ESCRITORES Y ARTISTAS
AEADO–CHILE
ECUADOR
RAMÓN CHÁVEZ GARCÍA
ESCRITOR Y POETA
MANTA, ECUADOR
ESPAÑA
JORGE ALIAGA
ESCRITOR, MIEMBRO DE AEADO
Y SIPEA–ESPAÑA
CARLOS BENITES SÁNCHEZ
PRESIDENTE
CAPULÍ, VALLEJO Y EL MUNDO
SEDE EN MADRID
EE.UU.
MARA L. GARCÍA
PRESIDENTA DEL INSTITUTO
DE ESTUDIOS VALLEJIANOS
UTAH, EEUU
JAIME SÁNCHEZ LIHÓN
DIRECTOR DE PATRIMONIO
E IDENTIDAD DE CAPULÍ,
VALLEJO Y SU TIERRA, EEUU
ADDHEMAR SIERRALTA
POETA, ESCRITOR, PERIODISTA
PRESIDENTE DE TIEMPO NUEVO
MIAMI, EE.UU
FRANCIA
CATHERINE MASSANA
INSTITUTO DE ESTUDIOS
VALLEJIANOS DE PARÍS
FRANCIA
MÉXICO
CARLOS HUAMÁN LÓPEZ
ESCRITOR, POETA, INVESTIGADOR
UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTÓNOMA DE MÉXICO
VENEZUELA
MAIGUALIDA PÉREZ GONZÁLES
POETA,
GESTORA AMBIENTALISTA
GIANINA PICCIONI
SOCIEDAD VENEZOLANA
DE ARTE INTERNACIONAL
DE ESCRITORES
PARTICIPANTES NACIONALES
(POR ORDEN ALFABÉTICO DE APELLIDOS)
YAMANDÚ ALTAMIRANO
DOCENTE UNIVERSITARIO,
DECLAMADOR DE VALLEJO
AURORA ALVA CENTURIÓN
INSTITUTO DE ESTUDIOS
VALLEJIANOS, TRUJILLO
JOSÉ LUIS AYALA
POETA NACIONAL
DE IDENTIDAD AYMARA
BLASCO BAZÁN VERA
PROFESOR, ESCRITOR
POETA, INVESTIGADOR
CELIA BONILLA
PROMOTORA CULTURAL
CARLOS BURGOS RIVERA
PROMOTOR CULTURAL
CARLOS CASTILLO MENDOZA
DIRECTOR DE RELACIONES
INTERNACIONALES DE CAPULÍ,
VALLEJO Y SU TIERRA
LUIS CARRASCO
DIRECTIVO DE ACUDES
SAMUEL CAVERO GALIMIDI
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN
DE ESCRITORES Y ARTISTAS
DEL ORBE, AEADO
JAVIER COTILLO CABALLERO
DIRECTOR SOCIEDAD UNIVERSAL
DE ARTISTAS Y LITERATOS
JOSÉ CRUZADO
POETA, DESCENDIENTE
DE CÉSAR VALLEJO MENDOZA
MARÍA DEL CARMEN CUBA
UNIVERSIDAD NACIONAL
MAYOR DE SAN MARCOS
VÍCTOR CONTRERAS
POETA Y ACTOR TEATRAL
TRUJILLO
RAÚL CHÁVEZ
ESCRITOR
DIRECTIVO DE EDELNOR
Y CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
ROSA CHIROQUE
PROMOTORA CULTURAL
JAVIER DELGADO BENITES
MAESTRO Y ESCRITOR
DIRECTIVO DE CAPULÍ,
VALLEJO Y SU TIERRA
ENCARGADO
DE LA FERIA DEL LIBRO
JOSÉ DE LA CHIRA
ESCRITOR, BARRANCA
MAIDÚ DE UGAZ
POETA Y ESCRITORA. CHEPÉN
ROLDÁN DEL ÁGUILA GARCÍA
PROFESOR, UNIVERSIDAD
CÉSAR VALLEJO. TARAPOTO
HUGO DÍAZ PLASENCIA
GRUPO LEONARDO DA VINCI
TRUJILLO
RICARDO ELÍAS ROSELLÓ
POETA, DECLAMADOR,
DIRECTIVO DE SIPEA–PERÚ
LUIS FLORES PRADO
ESCRITOR
HUAMACHUCO
ERIBERTO GALINDO CARO
POETA, PROMOTOR CULTURAL
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
FABIO GALLO GALLO
POETA, DIRECTOR
DE ACTIVIDADES CULTURALES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
ENMA GAMBOA
MAESTRA
PROMOTORA CULTURAL
ANTONIO GONZALES MONTES
DOCENTE DE LA UNIVERSIDAD
NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Y DE LA UNIVERSIDAD DE LIMA
ANA MARÍA GUERRERO
MINISTERIO DE SALUD
TARAPOTO
MARINO LAVADO VALDIVIA
PROFESOR
HUAMACHUCO
ETHEL LINARES LOZANO
MINISTERIO DE SALUD
TARAPOTO
MARTHA LLANOS
CONSULTORA INTERNACIONAL
EN DESARROLLO HUMANO
MIEMBRO DE FORO EDUCATIVO
LUCY MARTÍNEZ ZUZUNAGA
POETA, PRESIDENTA
DE LA SOCIEDAD
INTERNACIONAL DE POETAS,
ESCRITORES Y ARTISTAS
SIPEA–PERÚ
BERTHA MORILLO
MAESTRA, DIRECTORA
DE RECURSOS Y BIENESTAR
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
RAMÓN NORIEGA TORERO
DIRECTOR DE LA CÁTEDRA
DE SABIDURÍA ANDINA
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
IVÁN DIONISIO PAREDES
PROMOTOR CULTURAL
HUAMACHUCO
GUSTAVO ROJAS VELA
PRESIDENTE DE EDUCAP
WILMER SICCHA CUSTODIO
PROFESOR PRINCIPAL
UNIVERSIDAD NACIONAL
SANTIAGO ANTÚNEZ DE MAYOLO,
HUARAZ
CÉSAR VALLEJO YNFANTES
PATRIARCA DEL VALLEJISMO
EN EL PERÚ
LIDIA VÁSQUEZ RUIZ
ABOGADA Y PROMOTORA
CULTURAL DE CAPULÍ
VALLEJO Y SU TIERRA
WALTER VÁSQUEZ VEJARANO
EXPRESIDENTE
DE LA CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA DEL PERÚ
JULIO YOVERA BALLONA
ESCRITOR,
DOCENTE UNIVERSITARIO
Texto que puede ser reproducido citando autor y fuente
Teléfonos: 420-3343 y 420-3860
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13 ENCUENTRO INTERNACIONAL ITINERANTE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA,
AEADO, SIPEA-PERÚ, INSTITUTO DE ESTUDIOSVALLEJIANOS
Y CONVOCATORIA MUNDIALMIL POEMAS A VALLEJO
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