A PROPÓSITO DEL PRIMERO DE MAYO
Por José Antonio Salazar Mejía
Al margen de los mártires de Chicago, en nuestro país, el primero de mayo es una fecha que en la historia se relaciona con la lucha de los trabajadores por conquistar la jornada de las ocho horas de trabajo y otros derechos laborales.
En pleno siglo XXI, hablar de ocho horas de trabajo suena a broma. Soy profesor, y al igual que miles de mis colegas siempre he trabajado más de ocho horas, a veces en dos colegios, en doble turno, en la universidad y en el pedagógico. Las ocho horas siempre me han quedado chicas. Es que nuestro sueldo no alcanza para vivir.
Y los profesores no somos el único caso. Cuando subo a un taxi-colectivo, pregunto al conductor cómo le va en su trabajo y la respuesta es común: la jornada es de doce horas de labor; de lo contrario, no se saca para el diario.
Ahora que en el Perú abundan las “servis”, ese maligno engendro que creó el gobierno de Fujimori y que subsiste hasta nuestros días, la jornada de las ocho horas de trabajo ha quedado completamente anulada. Esos muchachos que laboran en las empresas “colaboradoras” de la telefónica, de hidrandina, de las empresas mineras y demás, no tienen descanso, y encima les exigen productividad, así que a veces las doce horas les quedan cortas, y al que protesta, a la calle; total, hay gente haciendo cola por el puesto.
En mi juventud, fui dirigente sindicalista del magisterio. Y en esa época los sindicatos eran fuertes, las leyes los protegían, como en todo el mundo. Y había estabilidad laboral (¿qué es eso?, me preguntó mi hija hace poco), la estabilidad es un grato recuerdo, ahora no existe. ¿Quién la anuló? Fue el gobierno de Fujimori.
¿Y qué otro derecho anuló el gobierno de Fujimori? El derecho a la libre sindicalización y a la huelga. El japonés nunca se enteró que existe la OIT y que funciona en Suiza. La Organización Internacional del Trabajo, dependiente de la ONU, que vela por los derechos de los trabajadores en el mundo. La OIT se cansó de recomendar y exigir al gobierno del “chino” que devuelva los derechos conquistados por los trabajadores.
Por eso los trabajadores apoyamos a Toledo, que lideró la “marcha de los cuatro suyos”, en la esperanza que un nuevo gobierno nos devuelva los derechos conculcados. Vana ilusión. Cuando salió elegido Alan García, presidente del Apra, el partido de “los trabajadores manuales e intelectuales”, todos pensamos que volvían las épocas de bonanza para la clase trabajadora, pero nuevamente nos equivocamos.
Toledo y García gobernaron para los empresarios, se olvidaron de los trabajadores y nos salieron con el cuento de siempre: “hay que ajustarse los pantalones, ya llegará el chorreo económico”. Y orgullosos se pusieron a exhibir los logros económicos del Perú: crecimiento de 9% anual, arcas gordas y nada de crisis. A engañar a los incautos, al pueblo, a los trabajadores no nos engañan.
Ellos y sus aliados los ricos, viven en una burbuja. Gozando de las bondades del sistema. Ellos tienen todas las gollerías. Y se creyeron el cuento que habían inventado: “El Perú es la economía más pujante de América”, “ya somos del primer mundo”, “Ya superamos a Chile en crecimiento económico”, etc, etc.
Mientras que los trabajadores, sin trabajo, esforzándose al máximo para conseguir el pan de cada día, pues los precios suben constantemente y los sueldos y salarios andan congelados desde hace 15 años. Y creció paulatinamente la masa de los desempleados, de los ambulantes, de los cachineros, de los moto-taxistas, de los delincuentes y las prostitutas. Y eso no vieron los ricos ni lo vio el gobierno. En las altas esferas la ceguera era total.
Por eso, por esa soberbia, es que en estas elecciones los ricos se presentaron con cuatro candidatos. Los ricos estaban tan enceguecidos que no vieron la realidad. Y pagaron a los medios y a las encuestadoras para jamonearse de esta hazaña: tenemos buenos candidatos para todos los gustos.
Y el “cholo de corazón gringo” volvió a la cabeza de las encuestas. El ex alcalde pituquito de Lima pensó que con su silencio de esfinge le iba a ir bien, la japonesa hija de quien vulneró los derechos de los trabajadores se aferró al grupúsculo que se enriqueció con la corrupción del gobierno de su encarcelado padre, y en el colmo de la desfachatez, el norteamericano que desde hace 50 años dupletea como ministro en el Perú y empresario en su país, se lanzó a la arena en busca de quien le coja de los testes y lo impulse en las encuestas.
Todo ese orgullo, toda esa soberbia no contaba con que en el Perú la gente estaba harta, está harta, de ver cómo el banquete se sirven unos pocos y la gran mayoría no come más que migajas.
Por ello es que en la primera vuelta de las elecciones, derrotando a los cuatro candidatos de los ricos, salió vencedor por amplio margen el único candidato que habló de un cambio en la economía. La única voz que hablaba de derechos de los trabajadores y de los pobres, tuvo el respaldo del elector, y con el apoyo de los trabajadores se apresta a ganar de lejos este 5 de junio.
Es que los trabajadores ya no pueden esperar cinco años más, ver que otros bailen y ellos no sean invitados a la fiesta. Esto tiene que cambiar. Porque no es posible que en los últimos años, las empresas se hayan enriquecido y ampliado su capital en siete veces, según datos del reconocido economista Humberto Campodónico; mientras que a los trabajadores se les recorte los ingresos, se les recargue de impuestos y se les excluya de la bonanza económica que vive el país.
Nuevos tiempos se vislumbran para los trabajadores. Y la reconquista de sus derechos se avizora. La OIT ya no nos tendrá como parias y el primero de mayo será festejado como se debe, con alegría y esperanza; esperanza en un mundo mejor, más justo y más humano para los trabajadores peruanos.
Huaraz, 01 MAY 2011
JOSÉ ANTONIO SALAZAR MEJÍA
José Antonio es un hombre justo, honesto y trabajador. Nació en Huaraz en 1955 y es profesor, Magíster en Educación, graduado en la Universidad de San Marcos.
Desde muy joven demostró gran cariño por su tierra. Siendo estudiante, entre 1972 y 1975 fue dirigente del Frente Único de Estudiantes de Huaraz, institución que estuvo en primera línea en el último tramo de la lucha por la creación de la Universidad de Ancash.
Como artista de las tablas participó en el Grupo de Teatro “Farol XX” desde 1973 hasta 1980. Fundó luego el conjunto “Los Hermanos del Ande” en 1977, con su hermano Luis y la gran cantante Martina Portocarrero. Tras 33 años, el conjunto sigue difundiendo nuestra música regional. Tiene 12 grabaciones y diversas giras, cuatro de ellas al extranjero, tres a Europa y una por América. José Antonio es el actual director del conjunto.
Se inició como profesor en San Marcos, caserío de Cochao en 1976. Laboró como docente en los colegios “Sagrado Corazón”, “Pedro Pablo Atusparia” y “Robert Smith” de Huaraz. Fue dirigente magisterial de su base del colegio “Atusparia” y llegó a ser Sub Secretario General del Sute Huaraz en 1977 y 1978, consiguiendo las elecciones universales en el gremio.
El amor a su tierra natal hizo que se pusiera a investigar sobre su historia y cultura. Como fruto de esa investigación ha publicado muchos libros desde 1982. Son famosas su historieta sobre Pedro Pablo Atusparia y la Revolución Campesina de 1885, y su “Historia Regional para Niños”. Los textos más recientes que ha publicado son “Identidad” (2006), “Tradición Histórica Oral” (dos tomos, 2007 y 2009) y “7 ensayos ancashinos” (2009). Todos recuerdan su programa de televisión “Un día como hoy” que salía todos los días por la televisión local.
Casado con doña Hedy Cuadros Rodríguez hace 21 años, tiene una hermosa hija María Isabel, estudiante de la Universidad Católica.
El Prof. Salazar conoce muy bien la administración pública pues en los años 1996-98 fue Regidor Provincial de Turismo en Huaraz y últimamente se ha desempeñado como Director Regional del INC Ancash, desplegando una gran labor entre el 2007 y el 2008. Instauró el “Día de la Música Ancashina”, convocó eventos y concursos, publicó libros y revistas y defendió los terrenos de Quinuacocha para el Campo Ferial.
En la actualidad se desempeña como docente universitario en la Facultad de Educación de la UNASAM y como catedrático en la Escuela de Postgrado de la Universidad de San Marcos, donde asesora la elaboración de Tesis a los alumnos de la Maestría.
Fuente:
Ancash Dignidad
HOJA DE VIDA DE JOSÉ ANTONIO SALAZAR MEJÍA
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Ancash Dignidad
HOJA DE VIDA DE JOSÉ ANTONIO SALAZAR MEJÍA
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