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SANTIAGO DE CHUCO:
EL PUEBLO QUE ENGENDRÓ UN GENIO
EL PUEBLO QUE ENGENDRÓ UN GENIO
Por Luis Albitres Mendo
"Vallejo
es sinónimo de cima en la literatura peruana y de lumbrera en la
literatura universal, su poesía permanece hasta ahora como sólo
permanecen las cosas de hondura inagotable". (Diario El Comercio, 16 febrero2002 - Vallejo en el Recuerdo. Los Heraldos de Siempre)
"Los poetas en realidad no mueren - sólo se funden mágicamente en todos nuestros corazones". José de Guardia de Ponté, Presidente Academia de Folklore de Salta, Argentina.
CÉSAR
ABRAHAM VALLEJO MENDOZA, es uno de los genios indiscutibles de la
poesía del orbe. SANTIAGO DE CHUCO (PERÚ), es la bella ciudad que
detenta con orgullo ser el lar natal del poeta universal, cantado y
elogiado por los más grandes literatos del mundo contemporáneo. Esa ha
sido la razón más valedera para ser nominada "Capital de la Poesía",
título meritorio por muchas razones, pero ganado fundamentalmente por
ser la cuna del inmortal aeda. Todos los que amamos a Vallejo estamos
felices por ello.
Santiago
de Chuco, un pueblo a la búsqueda de sí mismo y de sus raíces. La
enorme influencia de su entorno y los efectos lingüísticos de su léxico y
alocuciones en la poética vallejiana no puede ser ignorada, y por ello
ha sido motivo de sendos estudios e investigaciones de críticos y
diversos estudiosos del Perú y del extranjero.
Ese
carisma que se respira en Santiago de Chuco, al hablar con la gente del
pueblo, es algo admirable a ojos vistas. Esa dulzura innata y esa
bondad en mujeres y hombres que, a flor de labios, uno percibe charlando
con cualesquier viandante que encontramos en nuestro deambular, ya sea
en las veredas urbanas o, con mayor fuerza e incidencia en los senderos
del campo. Aquí es donde se respiran los aromas típicos del Ande peruano
y el pausado hablar en el cotidiano vivir de los campesinos, asuntos
tan caros a los poetas y que Vallejo supo elevar a singulares alturas.
El
maguey, las pencas, los molles, eucaliptos, capulíes, sauces,
alfalfares, maizales, trigales, cebadales... son un conjunto de perfumes
agrarios que se impregnan en la memoria de cualquiera, para siempre. El
hechizo de su paisaje es similar, muy parecido a todos los pueblos del
Ande peruano. He visitado, una o varias veces, ciudades, pueblos y
caseríos peruanos y todos, absolutamente todos, detentan una
personalidad única, aunque comparten características comunes. Al igual
que las personas, son únicos en el mundo, con bellezas qué admirar y
defectos que reparar.
CONSERVAR SU PATRIMONIO URBANÍSTICO ORIGINAL
Descendientes
de los chucos, heredaron su valentía y gallardo convivir, sin olvidar
desde luego el mestizaje que sobrevino con los españoles. Y ese especial
atributo ha dado como resultado algo notable.
Santiago
de Chuco es una Toledo peruana, por su configuración arquitectónica y
ojo, no se debió permitir ni que mutilen sus calles ni que cambien o se
transformen, so pretexto de modernidad. Bastante daño, e irreversible,
ya han hecho en ese enorme tramo entre la ciudad y el cementerio. He
retornado a Santiago después de muchos años y el impacto es lamentable.
¿Por qué no han respetado, al menos el mismo estilo, su rostro
arquitectónico, tachonado de tejas, ventanas y balcones? Una verdadera
lástima que su patrimonio urbanístico original no se esté conservando,
tal como por lógica debería hacerse pensando en Santiago de Chuco como
atractivo turístico.
Para
captar la trascendencia de estos asertos, acompaña el presente
artículo, una parte de la muestra fotográfica de Santiago de Chuco en el
lente de nuestro amigo chiquiano Nalo Alvarado Balarezo (MAYO 2010),
repertorio en technicolor que perenniza en toda su riqueza
arquitectónica a la generosa cuna de César Vallejo, citadina y humana,
transmitiéndonos un halo paisajístico urbano de profundo valor y gran
significado.
ÁUREO ATRACTIVO TURÍSTICO : LA CASA DEL EGREGIO POETA
La gema o el valor diamantino de su áureo atractivo turístico está en la casa del egregio poeta planetario. La casa ha sido reconstruida
teniendo en cuenta todas sus reminiscencias, incluidos el poyo, el
capulí, las habitaciones, la cocina y el horno. Soy testigo de su
transformación para bien, pues vengo visitándola desde muchos años atrás
y da gusto que los hijos de este noble pueblo, al igual que todos los
peruanos y extranjeros que amamos la poesía de Vallejo, guarden con celo
y fervor todo lo que tiene que ver con el hijo amado del pueblo, el
inmortal Vallejo.
La
Casa de César Abraham, merece ese esfuerzo y mucho más, buscando
siempre la calidad y la autenticidad. Me parece ver la figura del
preclaro maestro santiaguino Panchito Miñano, plantado en medio del
patio y diciendo su verdad. Y el rostro sonriente del estupendo pintor
Eladio Ruiz, fallecido hace algo más de un año, y cuya casa podría
convertirse también en otro museo para la ciudad, por la riqueza y
variedad de las piezas arqueológicas que coleccionó y las pinturas de
maestros como José Sabogal, Camilo Blas, Julia Codesido, Teresa
Carvallo, y otros, que guardaba con pasión.
SIERRA DE MI PERÚ. PERÚ AL PIE DEL ORBE
La
agigantada humanidad de Vallejo, evidente en sus versos y poemas,
enraizados en los afectos y los valores provenientes de la familia y la
comunidad, convoca a la solidaridad, es decir al amor. Con ellos, en su
mensaje y vibración, VALLEJO VIVE.
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Vallejo
nos enseñó (Sierra de mi Perú. Perú al pie del orbe) a ser audaces y
conquistar el mundo. Nos dio ejemplo de ser absolutamente consciente de
su talento y genialidad, por eso hizo suya la inmensidad del lenguaje.
La
magnitud de sus palabras engarzadas en abundancia de ideas, peruanismos
y pensamientos, la luminosa enseñanza que con ellas nos legó,
constituyen un poderoso acicate, son un canto que une belleza, reflexión
y justicia. No sin rememorar la lluvia y primavera, el sol de mediodía y
las luces del ocaso, tan colorido en los Andes del Perú; el prodigio de
la familia y por fin, el corazón de la alegría de todo un pueblo.
OSTENTAR RAÍCES SÓLIDAS Y SER AL MISMO TIEMPO COSMOPOLITAS
La frase que alguna vez pronunció el prominente artista brasileño Caetano Veloso: "La capacidad de ostentar raíces sólidas y ser al mismo tiempo cosmopolita",
o lo que alguien sentenció, y con mucha razón, trascender de tu pueblo
al universo, se puede aplicar perfectamente a Vallejo, quien hizo de
Santiago de Chuco un referente universal, al igual que Macondo de
Gabriel García Márquez o las famosas pinturas del pueblo ruso Vitebsk, cuna del célebre pintor Marc Chagall.
César
Abraham, sin dejar de ser él mismo, con los modismos y elucubraciones
fonéticas, muy propias de su tierra, se elevó a espacios estelares, no
sin aplicar las reglas esenciales, cuales son las de leer, estar al
tanto e investigar constantemente a fin de avanzar en todo momento y
romper con lo establecido -estamos hablando de poesía y literatura en
general-, a fin de innovar y sorprender.
LA VIGENCIA DE VALLEJO ES INOBJETABLE
Vallejo
nos habla permanentemente a través de sus poemas y escritos. La
vigencia de Vallejo es inobjetable. Pero si nos dirigiera la palabra en
estos momentos, tal vez se expresaría así ante los niños y jóvenes: "Está
bien que lean y declamen mis poemas, pero no se queden ahí. Ya es hora
que empiecen a producir lo que subyace en su interior y que tiene que
ver con vuestras propias circunstancias. Mi principal mensaje es :
Continuad. Avanzad. Ingresad en vuestra actualidad y empezad, pronto, es
urgente. No hagáis de mi un ícono. Mi ejemplo es superable,
AVANZAD!!!!!"
EMPRENDER OTROS CAMINOS SIN TRAICIONAR LO NUESTRO JAMÁS - AMPLIAR EL PROPIO UNIVERSO DE CADA QUIEN Y EN CUALQUIER ÉPOCA
Y
es cierto, en estos tiempos globalizados, extenuantes y extensos, es
importante emprender otros caminos, sin traicionar lo nuestro jamás,
pero eso sí, ¿por qué no absorber mundo si los tiempos y circunstancias
lo ameritan? El tema y el ejemplo de Vallejo están a la vista: Ampliar
el propio universo de cada quien y en cualquier época. Aprovechando con
sagacidad y ahínco las máximas técnicas y facilidades que la
civilización actual ha logrado conquistar en bien y progreso de la
Humanidad.