FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
EL DESTINO
QUE TEJE Y DESTEJE
SUS MADEJAS
Danilo Sánchez Lihón
1. Dorada
y fascinante
De
ese modo pasaba sus días Genaro Ledesma Izquieta, hasta el 18 de julio
de 1962 en que se produce el golpe militar del General Ricardo Pérez
Godoy.
Y,
como ocurre con cualquier ex presidiario, que si bien puede salir en
libertad no por eso se borran sus antecedentes policiales que lo
tipifican como agitador social, por precaución otra vez lo volvieron a
coger y lo enviaron nuevamente al Sepa, acusado de estar armando un
complot.
Y,
justamente, inspirado en este nombre escribe una novela titulada con
esa acusación: “Complot”. Pero esta vez la fantasía de los acusadores se
excedió hasta límites delirantes y las atrocidades de las cuales se le
acusa son serias.
Lo
trasladan por eso en carro blindado y extraordinariamente resguardado,
como si se tratase de un terrorista internacional, rumbo a la isla
prisión denominada "El Frontón", que es igual o peor de desalmada que el
Sepa, por la dulzura atroz que significa divisar desde allí, y a lo
lejos, la dorada y fascinante Lima, sensual, veleidosa y jaranera.
2. Se escucha
un fogonazo
Mientras
tanto, los obreros y campesinos de Cerro de Pasco, subrepticiamente han
introducido, sin que se dieran cuenta los fiscales del Jurado Nacional
de Elecciones, su nombre en la lista de postulantes a diputados, a ser
elegidos en las justas electorales de junio del año 1963.
Las
noticias día a día dan los resultados en las ánforas, voto por voto, de
los tres candidatos que se disputan ardorosamente la presidencia de la
República: Fernando Belaúnde, Víctor Raúl Haya de la Torre y Manuel
Odría.
De
repente, en la radio a pilas gangoseante, que exorciza las horas de
tedio de los presos de "El Frontón", se escucha un fogonazo de noticia:
“Un presidiario encarcelado en la Isla de El Frontón ha salido elegido diputado de la República”.
3. Saber
esperar
Como eran tantos se miran estupefactos; ¿Quién es? ¡Imposible! ¡Nadie ha candidateado! Además, ¿cómo hacerlo desde aquí?
¿Quién puede ser? Haber, ¡hablen!
– ¿Tú?
– ¡No!
– Y, ¿tú?
– ¡Tampoco!
– ¿Tú Genaro?
– ¡Como se les ocurre que yo, hermanos!
– ¡Nadie! ¡Entonces se han equivocado!
Nadie
ha sido candidato. Descartado. Se trata de un error garrafal del Jurado
Nacional de Elecciones, o de la radio que trasmite noticias insensatas.
Pero la inquietud arde como un carbón encendido. ¡Pero estar presos es saber esperar días, meses años!
4. Verdades
o mentiras
Pero, esta vez...
¡Otro flash, al día siguiente!
– El elegido, preso en la Isla El Frontón es...
La radio otra vez gangosea. Corren a golpearlo, esta vez con furia.
La
voz en la radio titubeante se pierde con el oleaje encrespado del
océano que rodea los farallones estériles, justo en el momento en que
estaban ampliando la noticia.
Los
presos sacuden el aparato en el aire, dan de sopapos a la madera
apolillada y hunden sus cabezas en la tela desteñida del parlante. Unos
lloran de impotencia.
¡Nada! Nada de poder descifrar verdades o mentiras desesperantes que se transmiten por las ondas hertzianas.
Esta noche han frotado las pilas en sus cuerpos y al otro día se escucha nítidamente:
5. El poder
de las masas
¡El elegido es el "cerropasqueño", así lo dicen y lo anuncian, Genaro Ledesma Izquieta!
Fue
desde esa época que llega el equívoco de que Genaro es de Cerro de
Pasco y no, como es la verdad, nacido y criado en Cajamarca.
Hay
vítores y también lágrimas que se deslizan por los rostros curtidos de
los hombres iguanas de esa isla maldita, de contornos a lo lejos
nacarados.
A la semana siguiente recibe Genaro la visita entogada e increíble del Presidente del Jurado Nacional de Elecciones.
Va seguido de un séquito impresionante de funcionarios para entregarle sus credenciales de Diputado de la Nación.
Lo
acompañan también una nube de periodistas alarmados y estupefactos de
alguien que ha sido elegido solo por el poder de las masas, y pese a no
haber hecho campaña alguna.
6. Del planeta
tierra
Sencillamente dice gracias y no sabe qué hacer después de la entrevista.
También porque nada le dicen, si tiene que irse o quedarse siguiendo preso.
Ya
se iban sin él, y ahí fue que sus amigos lo empujan, y con gestos
desesperados lo instan a que siga al alto funcionario de la República.
Así
es que detrás de él avanza primero indeciso bajo la mirada atónita de
los custodios del orden que alzan sus manos a sus quepís, no sabiendo si
es a él o al jefe del poder electoral, sin saber qué hacer, sin que
ellos o las rejas osaran atajar a nadie.
Y
así sale como “Garabombo, el Invisible” de la isla penal más cruel y
desalmada del Perú para pasar al callejón de “Los pasos perdidos”.
Perdidos
pero alfombrados, del Congreso de la República, del que fuera el
virreinato más asombroso de este continente, y del imperio más fastuoso y
omnímodo del planeta tierra.
7. Personaje
y protagonista
Pero
el destino teje y desteje sus madejas en un telar ignoto y caprichoso. Y
nosotros, los mortales, somos llevados por sus vendavales de uno a otro
confín.
En
1976, en el gobierno de Francisco Morales Bermúdez nuevamente Genaro
Ledesma es apresado "porque así tenía que ser en la lógica de los
destinos hechos más de vientos huracanados que de tierra humilde y
apacible.
Y,
reincidentemente, otra vez es enviado a la que a estas alturas
podríamos llamarla cariñosamente su casa: la colonia penal de la selva
amazónica del Perú: el Sepa.
Pero
esta vez ocurre que ya no es un simple dirigente sindical al que se lo
apresa anónimamente, sino que ha pasado a ser un personaje y
protagonista de las novelas más célebres que se leen, ya sea en las
barracas de Maiquetía, en Venezuela, en las callampas chilenas o en las
favelas brasileñas.
8. Aunque él
no lo sepa
Como
también se leen las novelas de Manuel Scorza donde él es el personaje
en los salones presurizados de las salas de espera en los aeropuertos
más sofisticados del mundo.
Y todo ello gracias a la pluma del poeta y novelista flamígero y definitivo como es el autor de La tumba del relámpago.
Por esta razón se desata una fuerte e intensa campaña internacional para liberarlo.
Estando preso se decide entonces deportarlo, junto con un grupo de otros dirigentes populares, hacia algún país cómplice.
¿Adonde? Lo ponen en un avión y lo dejan sin un centavo, con la única camisa raída de excarcelado, en la provincia argentina de Jujuy.
Pero
allí está increíblemente Amnistía Internacional, esperándolo, aunque él
no lo sepa. Se acercan y amablemente, como si fuera un obispo, un
cardenal, o un general supremo que tiene que dar una orden.
9. El lujo
de soñar
Entonces
le preguntan acerca de “¿Adónde quiere ir, Dr. Ledesma?” Y él dice: “A
la ciudad, por favor”. Y le vuelve a consultar: “¿A qué ciudad?”.
Iba
a decir: “¡A la que esté más cerca!”, pensando que eran funcionarios de
las dictaduras que abundaban en ese entonces en toda América Latina.
Pero,
miró más detenidamente y entró en la cuenta de que estos eran otros.
Como ven que no entiende la pregunta le aclaran: “¿Ciudad de qué país,
Dr. Ledesma?”
Ve
que tienen insignias como de un cuerpo de bomberos que intentan
rescatarlo. De todos modos, inquiere: “Por favor, ¿quiénes son
ustedes?”. “Somos Amnistía Internacional”, le responden. “Y estamos aquí
para protegerlo”. Recién levanta la cabeza, mira lejos por la ventana.
Allí
cae en la cuenta y se da el lujo de soñar y ambicionar, como ante una
taza libérrima de café caliente y dice: “A París”. Y a París lo embarcan
a juntarse con su amigo Manuel Scorza.
10. Miembro
elegido
Pasa
allí un año. Y se aburre soberanamente, salvo cuando contempla escribir
a su amigo novelista. Quien, cuando lo hace, es un muñeco de sus
fantasmas, pues salta, baila, rompe objetos, tira cojines y ¡es tan
divertido como un asombroso espectáculo!
Un
día Genaro sale a caminar melancólico por la ribera del río Sena que
queda al lado del barrio latino. Y es su costumbre detener sus pasos
ante los kioscos de revistas y periódicos donde cuelga infaltable el
diario “Le Monde”.
Distraídamente
sus ojos recorren titulares y anuncios cuando se detiene asombrado:
“Elecciones en el Perú, Primeras fuerzas políticas; el APRA y el FOCEP”.
Ya
en las páginas interiores hay un subtítulo que dice: Genaro Ledesma
ingresa a la Asamblea Constituyente. Y se entera que el FOCEP, Frente
Obrero Campesino y Estudiantil del Perú, ha sobresalido sobre los demás
movimientos de Izquierda.
Y
el desterrado y refugiado en Francia, Genaro Ledesma Izquieta vuelve
apoteósicamente como miembro elegido de la Asamblea Constituyente del
Perú.
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