Danilo Sánchez Lihón
Hoy
día, 30 de diciembre, del año de 1970, don Ricardo Walter Stubbs, autor
de la letra de la canción “La pampa y la puna”, peruano de nacimiento,
como también de alma, corazón y vida, pasó a la eternidad en su casa de
Chosica en donde vivió; para morar en una dimensión más alada y etérea
en donde vive ahora al cantarlo cada día en las notas de aquella canción
que es un himno y emblema nacional de peruanidad y que lo entonamos sea
en actuaciones públicas o a solas, mental o físicamente cuando la
modulamos, tarareamos o silbamos por los caminos.
1. El bien
que perdura
El
poeta, escritor y periodista Ricardo Walter Stubbs Moncloa, peruano de
nacimiento, como de vocación y convicción total y profunda, debe
constituir siempre un referente permanente acerca de la manera de ser un
peruano cabal, mucho más en momentos como el presente en que
dilucidamos sobre el ser y el destino del Perú.
Imbuido
él de una gran fe y tocado por todo lo encomiable, valioso y
trascendente, fue un hombre probo, distinguido y de sentimientos
acrisolados siempre en favor de las causas nobles que cabe defender.
Fervoroso
de todo lo que merece aprecio y consideración; comprometido con aquello
que a todo ser humano debe exaltar, como es el bien sobre la faz de la
tierra.
El
bien en lo pequeño como en lo grande, en el pobre como en el rico; el
bien que perdura como en lo que es fugaz y acaba. El bien que ayuda,
auxilia y restaña las heridas, y que es aquello que finalmente salva. El
bien que es bueno ponerlo como la égida que gobierna nuestras vidas,
deponiendo egoísmos, mezquindades y soberbias.
2. Espíritu
cultivado y amplio
A
quien en las fotos se lo ve alto, delgado, de frente amplia; de rostro
cenceño, amable y condescendiente; de ojos dulces y comprensivos.
Quien a través de sus escritos se transparenta generoso y amplio para la amistad, para el trato cordial y fraterno.
Inclinado hacia todo lo que hace noble a la persona humana, interesado en todo aquello que engrandece la existencia.
Hombre lúcido y ecuánime, con la luz de la razón y de lo excelso en la frente. Un espíritu cultivado y amplio, siempre vistiendo atildado y hasta elegante.
Autor de una obra profusa en los más diversos campos y temas, sin desdeñar los de carácter local.
Pero
haciéndose eco también de asuntos aparentemente lejanos, como fue, por
ejemplo, la amenaza del nacismo en Europa y en el mundo entero, problema
al cual dedicó un libro íntegro como es la obra: “El quinto jinete”.
3. Es
patrimonio
Don
Ricardo Walter Stubbs, quien nació el 22 de agosto del año 1888 en
Lima, y murió en Chosica el 30 de diciembre del año 1970, la primera
reflexión que nos motiva al aproximarnos a su vida y a su obra es:
Que
resulta increíble cómo en el proceso de desenvolvimiento de nuestra
cultura, apenas dos generaciones antes a la actual, se alentaron valores
fundamentales para la vida y el devenir de los pueblos, que sería
necesario revivir.
Valores
que ahora no los tomamos en cuenta, y que sin embargo ¡tanta falta que
nos hacen! Y que caracterizaron a generación tras generación de los
ciudadanos de nuestro país.
Hombres
de viejo cuño, con una gran prosapia y distinción, en quienes resaltan
valores y virtudes que lamentablemente las hemos dejado de lado y
descartado, pero que por lo menos es bueno referirlas y rememorarlas.
No
alcanzando a explicarnos cómo prácticamente a la vuelta de la esquina,
hemos perdido tanto en cuanto a moral, conducta y normas, dejando de
lado lo bueno y señero, que sería del mayor interés tomarlo otra vez en
cuenta y tratar de recuperarlo para la vida cotidiana.
4. El amor
la razón y motivo
En
tal sentido Ricardo Walter Stubbs será siempre un referente y paradigma
como prez de virtudes en el periodismo escrito y radial, caballero
lleno de principios y de comportamiento honrado y consecuente, tanto que
lo hacen un paradigma y un personaje legendario.
Conocido
también porque fue quien escribió los versos de la canción “La pampa y
la puna”, a pedido de don Carlos Valderrama quien les puso ritmo y
melodía, componiendo la canción que ahora es patrimonio cultural de
nuestra nación.
Autor
de la letra de esta canción que es grito y proclama, como mensaje de
vida y esperanza. Que la cantamos arrobados, en coro o en soledad yendo
por los caminos. Que va con nosotros como un mensaje de identidad, de
afirmación de lo nuestro, cuando de lo que se trata es de tomar posición
y de afincarnos en lo nuestro.
Canción
que la cantamos con fervor en el patio de la escuela, henchido el
corazón, porque desde sus primeras letras y sones está hecha para
elevarnos desde el nivel más llano a miles de metros de altitud como es
la que tienen nuestras montañas tutelares, en donde la canción se posa,
siendo el amor la razón y motivo para dicha exaltación.
5. Digno
representante
Por
ser así, Ricardo Walter Stubbs es uno de los grandes artistas y
escritores que tiene el Perú, y a quien cabe recordarlo más
frecuentemente por su carácter esencial, riguroso y ameno, como por ser
un escritor profuso, exacto y rotundo; y quien tiene una particularidad
sobresaliente, cuál es que toda experiencia notable la convertía en
libro.
Quien
era un hombre profundamente inmerso en su época, en su espacio y en su
circunstancia. Sensible a los problemas sociales de su época y de la
historia del Perú como de la civilización humana en general.
Así,
escribe sobre los intelectuales que alcanzó a conocer, sobre las
barriadas de Lima, sobre las Olimpiadas de Melbourne, sobre el Rotary
Internacional, sobre la aviación en la persona de Alberto Santos Dumont.
Como dedicó también una obra de encomio a los bomberos, titulada
“Sinfonía de fuego”.
Compuso
además zarzuelas, como “Escuela Art Nouveaux”, “Frailes y artistas”,
con música de Constantino Freyre; y hasta ballet, como “Las bodas del
Marqués”, con música de Carlos Valderrama. ¿No es digno de resaltar
estos hechos? ¿No debiéramos ser así siempre?
6. Cualidades
y fortalezas
Ricardo
Walter Stubbs cultivó con maestría el verso, la prosa y el ensayo; y en
cuya mano creadora la literatura vuelve a ser fundamentalmente aquello
por lo cual realmente existe y se justifica que siga existiendo, cuál es
defender la vida, enriquecer el espíritu humano, relievar y exaltar el
prodigio de la existencia y de la creación.
Para
constatar ello basta leer su libro “Laureles de la Patria” a fin de
darnos cuenta que él es el escritor que sabe encontrar la miel más
señera en el panal más insigne del árbol y del bosque que elige;
definiendo con palabras cabales, certeras y plenas la verdad, con
frecuencia huidiza, escondida e inatajable. Y que, sin embargo, él la
muestra fresca, radiante y bien presentada, tanto que su palabra así
resulta ilustre, fragante y omnímoda.
Es
pues un digno representante de la prosapia de toda una generación y
creo yo que de todo un período de nuestra historia. Y cuyo brillo
permanece felizmente todavía intacto, y de manera permanente en los
libros de los cuales es autor, para delectación y regocijo nuestro.
Valdría por eso tenerlo más en cuenta en nuestros panoramas literarios,
como un intelectual imbuido de aquellas cualidades y fortalezas que vale
la pena volverlas a revivir en nuestra vida académica y entre quienes
cultivan la literatura, las letras y la gestión cultural en general.
7. Supo fundar
y trascender
Pues,
para él nada era circunstancial ni pasajero, ni efímero ni casual. Y lo
demostró también siendo un gran organizador cuyo resultado fue fundar y
consolidar instituciones, que las concibió en los más diversos campos,
empezando por el periodístico, en donde fue fundador y el primer
presidente del Círculo de Periodistas del Perú.
Institución
de la cual el primer secretario de la junta directiva que presidiera
don Ricardo Stubbs, fue nada menos que José Carlos Mariátegui. Pero
también los anales registran cómo nuestro personaje integró y dio
energía a muchas otras organizaciones, como es el caso de la
Municipalidad Provincial de Chosica, de la cual fue uno de sus más
egregios alcaldes.
Valdría,
asimismo, tenerlo como ejemplo, a don Ricardo Walter Stubbs, por ser un
hombre con una capacidad de trabajo extraordinaria, orgánico y
sistemático en todo lo que avizora y emprende; un escritor de oficio,
que todo lo proyectaba en función de plasmarlo en escritura y de
contenerlo en un libro; para luego editarlo a fin de que sirva de
ilustración a los presentes y a las generaciones futuras, pasando a ser
la memoria de una comunidad, con una visión de futuro y de trascendencia
que debería ser más frecuente, seguida e imitada entre todos nosotros.
*****
CONVOCATORIA