DURMIENDO CON EL ENEMIGO
Capítulo X de la Novela "El Muro del abismo"
del poeta y escritor peruano Carlos Garrido Chalén
El 17 de marzo de 1965, Mateo Rocafuerte trabajaba en la Escuela Nº 293 del distrito liberteño de Huaylillas, y como era día de matrícula, al terminar su trabajo y antes de refugiarse en el caserón viejo de la calle Real en donde vivía, pues sus alumnos disfrutaban de vacaciones en la costa, se le dio por caminar con Ernesto Miranda, desde su Centro de labores hasta el puente de Chacas. Conocedor de las leyendas del lugar, éste le contó que un hombre conocido como Félix Castro, Administrador de la Hacienda El Recreo de Tayabamba, que pasaba un fin de semana en el Valle huaylillano, acababa de experimentar el susto de su vida. Cuando retornaba pasado de copas a su hogar, se cruzó a la salida del Pueblo, con un enigmático personaje, que le ofrecía en venta un pequeño cerdo que arrastraba sin consideración por donde iba. Inicialmente no prestó atención al ocasional vendedor y continuó su camino a todo galope. Pero extrañamente, a unos 200 metros, en una curva del camino, volvió a encontrar al mismo sujeto, que ya no le ofrecía venderle al cerdo, sino a un chivo negro.
- Cómpreme este chivo patroncito - le rogó. Félix Castro insensibilizado por los tragos que había libado, no sintió, sin embargo, miedo. Simplemente azuzó a la bestia que cabalgaba, hasta antes de llegar al río, en donde a la vista del desvencijado puente, donde obligatoriamente todos se bajaban del caballo para cruzarlo, se dio con la sorpresa de volver a encontrar por tercera vez al sujeto, que con un cuy en la mano le dijo:
- Cómpreme este cuy mi Señor –
Castro sintió entonces que las copas de alcohol que se le habían subido a la cabeza se desvanecieron y se fue contra el sujeto, que para no ser arrasado, se prendió del cuello del animal, mientras repetía como una letanía:
- Cómpreme este cuy mi Señor –
El hombre aterrorizado cruzó el puente en su veloz caballo, sin cumplir con el ritual de desmontarse para poderlo pasar, y casi inconciente llegó a su hacienda botando espuma por la boca, mientras que en su cabeza retumbaba como un eco que le devuelve la voz a la montaña, la voz del mancebo que le repetía incansablemente:
-Cómpreme este cerdo Señor. Cómpreme este chivo... Cómpreme este cuy mi Patrón.
A los quince días se murió de susto, asegurando con gritos terroríficos que a partir de las doce de la noche el diablo llegaba a la Hacienda, silbando jubiloso, y le decía que se prepare, que se lo iba a llevar. El día que murió, la montaña bajo la cual se levantaba su vivienda comenzó a gemir como una parturienta y por debajo se partió en dos como una manzana, mostrando en cada lado una especie de ojo que se abría y cerraba intermitente y de cuyo interior salían puercos, chivos y cuyes, que se desintegraban con el viento.
En realidad el lugar era muy extraño. Don Rolando Cabrera Luna, comerciante y agricultor de la zona, durante la construcción de la carretera en 1960, encontró en una cueva, cerca del Puente de Chacas, una tinaja repleta de monedas y joyas de oro, con las que de la noche a la mañana se enriqueció, convirtiéndose en el comerciante más próspero del lugar, que guardaba también otra historia: la de un señor apellidado Paluz, que teniendo urgencia de llegar al Asiento Minero de La Paccha, descansó en la cueva en donde se le apareció una mula aperada que lo invitaba a subir en ella. El hombre razonó de que este hecho era muy extraño y pensando que no era bueno desairó al animal y huyó como alma en pena; y los caminantes nocturnos hablan que a menudo ven a un hombre cabalgando en mula por las cumbres de los cerros que bordean a Huaylillas, y arrastra una soga en cuyo extremo va una mujer blanca de cabellos rubios completamente desnuda atada al cuello, que llora sin cesar y clama piedad. Un parroquiano de nombre Fernando Lozano, que acompañado de su sirviente pasaba en una noche de luna por aquellos lugares, perdió por completo el habla, ante tal experiencia.
Cuando Mateo Rocafuerte y Ernesto Miranda llegaron durante su caminata al Puente de Chacas, se asombraron al encontrar sobre una piedra que dividía a las aguas del caudaloso río Cajas a dos doncellas idénticas que parecían salidas de una postal de los años 30, con sombrero y vestimenta de aquella época. Comenzaron entonces a preguntarse cómo es que pudieron haber entrado al río sin poner en peligro su integridad física ni mojarse, cuando de repente aparecieron intempestivamente a su lado, sin que ellos pudieran explicar en qué momento y cómo lo hicieron.
- Mi amigo - cuenta Mateo - era un sujeto dicharachero, culto y ducho en las lides de la seducción, mientras que yo era tímido y actuaba más a la expectativa de la retórica de mi amigo. Por eso, mientras él se fue en galanterías, yo solo atiné nervioso a sonreir. Ernesto después de varios minutos transcurridos, les pidió que nos permitieran vernos para salir al día siguiente; y ellas, sin inmutarse y aunque sonriendo, le contestaron:
- Ud. no vuelve a este lugar. Nunca lo volveremos a ver. Mañana se va de aquí y no regresará más por estos lares. Su amigo si lo hará, pero solo.
- La afirmación – asegura Rocafuerte - no nos conmovió. Nos pareció una ocurrencia intrascendente, diseñada para incomodar y frenar al audaz enamorador que a todas seducía; pero al llegar a Huaylillas de regreso, nos dimos con la gran sorpresa de encontrar debajo de la puerta, una Resolución Directoral en donde podía leerse - cuando nada hacía prever que sucediera - que lo trasladaban a una escuela de la ciudad de Taurija, en donde al poco tiempo nos enteramos que se casó y a los dos meses nomás se divorció por que descubrió que su esposa a la que tanto amaba era “fenómena”: tenía “cosa de mujer”, con la que era insaciable, pero también un pene formidable con el que de vez en cuando ponía en peligro su masculinidad. Posteriormente supimos que viajó a Méjico y que había muerto durante el violento terremoto que azotó ese país en el 72 o 73. Nunca más regresó a Huaylillas, cumpliéndose lo que las mozas habían profetizado; y yo regresé solo, ganado por la curiosidad, aunque sin superar mi timidez, al Puente de Chacas, en donde cotidianamente solía encontrarlas. Cuando entré recién en confianza les pregunté cómo se llamaban, y ellas me contestaron:
- Qué nombres quieres ponernos – como sugiriendo que no los tenían y habían surgido asaz de la nada.
- A ti te llamaré Marcia y a ti Angelie – repuse de inmediato. Y ellas aceptaron sus nombres complacidas. Con el paso de los días sentí que me había enamorado, sin saber si de una o de las dos al mismo tiempo, pues eran como dos gotas de agua, exageradamente bellas.
- Nos amas a las dos – me dijeron al unísono, sin inmutarse; y yo agregué como si me hubiera aprendido una lección unamuniana:
- Es que cuando uno ama a una mujer las ama a todas. Sin ambigüedad. Al mismo tiempo.
- ¿Y tú crees que estás en capacidad de darnos amor a las dos al mismo tiempo?
- Si- aseguré, sin temor a ser rechazado. Pero ellas no pusieron ningún reparo, ni pareció sorprenderles mi confesión. Aceptaron de buena gana irse a vivir conmigo a la casucha vieja y destartalada en donde había estado viviendo con Ernesto. No era un lugar hermoso. Cualquiera que lo hubiera visto, se habría negado a vivir en él: agrietado, lleno de telarañas y con agujeros en el techo por donde se escuchaba el tétrico graznido de los búhos y otros pájaros de mal agüero por las noches, era simplemente terrorífico. Allí, según me contaron, habían muerto envenenadas cinco personas, luego de una orgía demoníaca de alcohol, drogas y sexo; y en las noches de plenilunio, cuando uno apagaba el candelero que alumbraba la casa por falta de energía eléctrica, se escuchaban sus lastimeros gemidos, el mover sufrido de sus almas en tormento; pero desde el momento en que Marcia y Angelie pisaron el lugar, lo convirtieron en un aposento lujoso, sin haber invertido un solo peso para hacerlo. Los días transcurrieron llenos de euforia. Dormíamos en la misma cama y convivíamos los tres al mismo tiempo. Ellas por supuesto me ganaban en fantasías y en lujuria. Eran insaciables. Y cuando una tenía un orgasmo, la otra la acompañaba en ese éxtasis con gritos convulsivos, lo que fue creando en mí una adicción incontrolada. Al ir a trabajar, lo que más anhelaba era volver a casa para revolcarme con ellas como puercos en el cieno.
- No, cógenos normal – me decían, y me invitaban a que las profane contra natura.
A partir de esa experiencia con ambas mujeres, la vida de Mateo cambió completamente: adquirió dotes extraordinarias de vidente: sabía lo que iba a pasar en Huaylillas, cuándo nacería alguien y cuál sería su destino. Predecía los días de lluvia y de sequía, el tiempo de los temblores y también de las hambrunas. Cuando empezó su trabajo docente carecía de aptitudes pedagógicas y didácticas; y sin explicación alguna, se produjo, a pesar de que no estudiaba y sólo se dedicaba a hacer el amor con sus amantes, una transformación en su inteligencia y convirtióse, para sorpresa de la comunidad, en un maestro destacado. Tanto que un padre de familia sostuvo:
- Se ha conocido en esta escuela maestros pedagogos, didactas, conocedores de la psicología infantil, del dominio de la profesión, pero nunca nadie como este maestro, al que no hemos valorado en su exacta dimensión.
- De dónde vienen ustedes – les preguntó por instinto, aunque generalmente ellas no le daban tiempo para las preguntas.
- Venimos de un lugar hermoso en donde el trigo es de oro y el oro de trigo – le contestó Marcia para dejarlo siempre en la penumbra; y él complementó, para seguirles el juego, como si hubiera necesidad de completar el diálogo iniciado:
- Yo vengo de un lugar en donde al pan le decimos pan, y a la mierda, mierda, mierda.
- O sea mierda al cuadrado – anotó Angelie, haciendo que los tres prorrumpieran irreprimibles en una larga carcajada. Mateo Rocafuerte no quería dejar pasar de lado ese espacio que inesperadamente se le abría para conocerlas mas, y preguntó:
- Y qué significó para ustedes hacer el amor la primera vez?
- Para mi fue como un dolor de muela – dijo Marcia
- Ah para mí también – agregó Angelie sonriendo.
- ¿Cómo un dolor de muela? – preguntó intrigado Mateo.
- Si – contestaron las dos al mismo tiempo – te duele pero no quieres que te la saquen.
Con el paso del tiempo Marcia y Angelie fueron asumiendo actitudes extrañas. No osaban ni siquiera asomarse a la ventana en el día y se volvieron cada vez más hurañas, incluso con Rocafuerte que comenzó a adelgazarse, no sólo por el ritmo sexual que le había impuesto esa relación, - que él cerradamente celebraba sin importarle quienes eran sus amantes - sino también por que apenas probaba alimento.
Un día les dijo que tenía hambre y se le había antojado comer un plato de chifa llamado Shi Jau Kai.
- Yo también quiero, a mi me gusta el Shi Jau Kai – replicó Angelie y Marcia agregó:
- Fácil, fácil. Hágase como se tiene deseado – y estiró los dedos hacia arriba y de la nada apareció cogiendo con su mano una fuente con el plato requerido que humeaba, invitando a consumirlo.
Lo que más le sorprendía a Mateo era que ellas nunca parpadeaban y cuando dormían lo hacían con los ojos fijos y abiertos como si estuvieran muertas, profiriendo sin embargo frases en lenguas que no parecían ser de este mundo.
Cuando llegaban las noches de luna, él perdía la noción del tiempo y lo transportaban, sin que supiera como, a un lugar distante, a seis horas a lomo de mula, en las altas cumbres de Huallhua, donde ocurrían las cosas más espantosas que hubiera podido imaginar: subían a un campo extenso de pajas de la puna, vegetación escasa y un ambiente húmedo y frío; y en el extremo de una gran chacra sobre una piedra plana inmensa, se desnudaban totalmente y lo conminaban también a que lo hiciera.
- Desnudo me tendían en posición decúbito ventral – cuenta Mateo - y se subían sobre mi; y yo sentía en mi espalda como patas de cabra; pero no osaba mirar ni protestar. Después obedientemente impulsado por las manos de las dos, que adquirían una fuerza sobrenatural, me ponía en cuatro como un animal y ellas me montaban y cabalgaban, azuzándome con sus talones por toda la chacra, sin que yo me canse. Después volvíamos a la piedra en donde imprevistamente y sin que nadie lo hiciera, se encendía una hoguera de llama completamente blanca. Luego abrían la piedra y la rodaban como cartón sin peso alguno y desenterraban con una habilidad maravillosa tres cofres repletos de joyas de oro, piedras preciosas, copas, cálices, objetos religiosos en su mayoría, collares, aretes, cadenas, de los que salía un fuego azul amarillento; y me ordenaban que yo echara mi ropa allí. Y por qué no echan la vuestra, les decía y ante mi negativa se ponían tensas y furiosas y comenzaban a convulsionar y ponían en estado comatoso. Yo, asustado, trataba de animarlas y con ellas desmayadas emprendía el camino de retorno.”No mis muñecas, ya pasó, ya pasó” - les decía con infinita ternura. Y sin darme cuenta, y prácticamente sin atravesar el camino transcurrido, resultábamos sin que pudiera explicarlo en nuestra casa de Huaylillas, en donde se recuperaban y al día siguiente amanecían como si nada hubiera pasado.
En el Convento de Carhuac, paraje un kilómetro arriba de la ciudad de Huaylillas, se había asentado desde 1885 una Congregación de los Dominicos de la que era Prior Domingo Domínguez, hombre alto, muy bien parecido y elegante, que no obstante su alardeada fe y religiosidad, era muy entregado a los placeres mundanos.. También formaba parte de la Congregación como Monja de claustro una joven religiosa llamada Clarisa, nacida en Andalucía, entregada a los Dominicos por sus tías albaceas, que a la muerte de su padre no dudaron, para adueñarse de su rica herencia, en separarle de su primer amor con un adolescente que la había pedido en matrimonio. La niña fue enclaustrada y posteriormente cruzó los mares y la Cordillera peruana hasta llegar al lugar donde terminaría sus días. En una de esas noches de rezos y plegarias en las que se sucedían miradas furtivas y ademanes amatorios, el Monje le confesó sus intenciones carnales y le convenció de abandonar ambos el Convento llevándose todo el tesoro hacia el lugar que lo tenía previsto, una Hacienda agrícola ganadera en los lugares aledaños al río Cajas donde construyó el Puente de Chacas y su enorme casona con prósperos pastizales ganaderías y ornamentos domésticos. En ella destacaban hamacas primorosas, celosías españolas y adornos colgantes de flores, mármoles y utensilios de oro y plata, cuyos únicos habitantes en adelante fueron la monja y Domingo Domínguez. No pasó mucho tiempo de desertar del Convento cuando el temperamento celoso del chapetón comenzó a oprimir y a censurar a su joven conviviente; mientras él, consciente de su atractivo y verborrea personal trababa amistad y noviazgo con cuantas damas pudiera de las Haciendas distantes conocidas como Deliciana, Macania, Nabimbamba, y Alpamarca, ofreciéndoles a todas matrimonio. Y en el cercano pueblo de Huaylillas mujeres solas enamoradas de su figura también sucumbieron a sus requerimientos.
El más conocido resultado de sus fornicarias actividades fue Julián, quien ayudaba a su madre llevando la burra con el grano al molino, cargando sobre ella la diaria carga de leña para atizar la comida cotidiana u ordeñando a las cabras para poder vender la leche. El mancebo un día tuvo conocimiento de que su padre era el distinguido Caballero al cual muy pocas personas osaban mirar de frente y menos cruzar con él diálogo alguno, por que ni el saludo contestaba a la gente de Huaylillas. En algunas portadas de sus extensos dominios tenía colocado carteles donde se leía: “En mis dominios no se consienten ni ratas ni Huaylillanos”; pero Julián dominado por un inexplicable interés de relacionarse con su padre continuamente rondaba la casa solariega del Puente Chacas donde varias veces se había cruzado con el Señor de esos dominios. Cuando se encontraba cara a cara con él, decía cualquier cosa y para justificar su presencia le ofrecía lo que tenía en la mano. Le vendo este chivo, le vendo este cuy, le vendo este cerdo, etc. Fastidiado Domingo Domínguez por la presencia del mancebo a quien nunca lo hubiera podido imaginar poniendo los ojos en su joven mujer como después lo hizo, se bajó del caballo, le dio de latigazos y cogió el chivo y se fue con él. Por aquellos días, cuando ya había terminado la guerra con Chile, menudeaban las hordas armadas de los montoneros que se juntaban para delinquir y hacían largas caminatas robando y llamando a la lucha contra los terratenientes existentes. La noche aquella del arrebato del chivo a Julián, se encontraban acampando a las afueras de Huaylillas cuando fue despertado el pueblo por un estruendo de campanas que no cesaban de sonar, llegando el sonido hasta los lugares más lejanos. Los montoneros bajaron en tropel hasta la plaza frente a la Iglesia. El pueblo entero salió de sus casas aterrorizado por el uso inusual de campanas a la media noche. Nadie se atrevía a poner un pie cerca de la puerta de acceso a las Torres donde las campanas seguían tañendo. Algunos de los montoneros azuzaron a los jóvenes del pueblo, presionándolos para que fueran a averiguar porqué sonaban las campanas. No hay registro del primer “valiente” que se atrevió a encabezar la corta fila de los que llevados por la curiosidad les siguieron; pero éste, se cuenta que cayó rodando por las escaleras ante el espectáculo que se presentó a su vista, iluminado por los rayos de luna que empezaban a llegar hacia la campana y vio un espectáculo satánico que le produjo esa impresión para lanzarse en carrera precipitada hacia abajo, donde murió. Los demás curiosos que también ya estaban cerca y a la plenitud de la iluminación de la luna, pudieron observar un cuerpo bañado en sangre de donde colgaba un cuero sangrante y una cabeza con cuernos de apariencia demoníaca con los ojos desorbitados que daba alaridos infernales. Era el chivo que Domínguez le quitara a Julián que había sido desollado vivo y colgado en el campanario y al resistirse lo hacía repicar incesantemente. En un cartel que pendìa sobre su pecho ensangrentado se leía:
“En mis dominios no se consienten ni ratas ni Huaylillanos”.
Tiempo después se supo que ese era parte de un macabro ritual satánico en el que Domínguez ganado por el odio que tenía a los habitantes de ese pueblo, había pactado con el mismísimo Satanás para entregarlos a la vorágine irreprimible de íncubos y sucubos.
Durante la celebración del aniversario de la Escuela Nº 293 del distrito liberteño de Huaylillas, Mateo Rocafuerte no parecía ser el mismo. Sus colegas trataban de conversar con él y les contestaba con frases incoherentes, como si evitara que lo miraran a los ojos, ya de por sí maltratados por el tiempo. Caminaba de un lugar a otro, al parecer sin brújula, como el que está por recibir una noticia desagradable y la presiente. La madrugada anterior había visto aterrorizado que sus amantes creyéndolo dormido caminaban por las paredes y vestidas de ponchos negros, sin costuras ni mangas, de capacetes de plomo con los signos de la luna, y provistas de velas de cebo humano colocadas en candelabros de madera negra, se movían formando círculos portando coronas de verbena. Una de ellas portaba una espada de mango negro, y la otra levantaba un vaso de cobre conteniendo sangre, un pebetero para perfumes elaborados de incienso, alcanfor, áloes, ambar gris y estoraque, que por sus mismos dichos se enteró que habían sido amasados con sangre de topo, macho cabrío y murciélago,y vio como lo untaban sobre cuatro clavos arrancados del ataúd de un ajusticiado, la cabeza de un gato negro alimentado con carne humana durante cinco días, una rata ahogada en sangre de un muerto con sida, los cuernos de un macho cabrío y el cráneo de un parricida. Y en un aquelarre jamás imaginado pronunciaban en alta voz evocaciones y conjuros que más o menos decían:
“Ángel de ojos muertos, obedece o disípate. Toro alado trabaja o vuelve a la tierra si no quieres que te aguijonee con esta espada.Águila encadenada, obedece a este signo, o retírate ante este soplo.Serpiente movible, arrástrate a mis pies, o serás atormentada por el fuego sagrado y evapórate con los perfumes que yo quemo. Que el agua vuelva al agua; que el fuego arda; que el aire circule; que la tierra caiga sobre la tierra por la virtud del pentagrama, que es la estrella matutina, Véspero o Lucifer, María o Lilith, la victoria o la muerte. En el nombre del tetragrama que está escrito en el centro de la cruz. Caput mortuum, imperet tibi dominus per vivum et devotum serpentem. Cherub, imperet tibi dominus per Adam Jot – Chavah Aquila errans imperet tibi dominus per alas tauri. Serpons, imperet tibi dominus tetragrámaton per angelum et leonem. Michael, Gabriel, Raphael, Anael. Maneat terra per Adam lot-Chavah. Fiat firmamentum per iahueveho –Zeboat. Fial jidicium per ignem in virtute Michael”.
Entonces por primera vez, como si se le cayera la venda de los ojos, comenzó a pensar que ellas no eran de este mundo. Alguien le había comentado en la noche anterior, que en la región mucho se aparecían espíritus satánicos familiares llamados súcubos e íncubos. Que los primeros eran demonios que tomaban la apariencia femenina para tener relaciones sexuales con hombres; y los otros, espíritus malignos que tomaban la forma masculina para tener relaciones sexuales con mujeres. Testimonios de numerosos testigos relataban apariciones intempestivas e inexplicables con hombres y mujeres sumamente bellos en sus lechos nocturnos, con los que habían sostenido relaciones sexuales exageradas y casi bestiales, que incluso les impedían levantarse al día siguiente. Los demonios disfrazados, llegaban con la noche y se iban en la madrugada, después de una orgía truculenta; y cuando se alejaban, ellas o ellos lograban ver cómo se transformaban en horripilantes monstruos infernales.Una mujer llamada Rebeca de 22 años de edad, contó que por las noches, cuando se disponía a coger el sueño, recibía en su cuarto a un hombre blanco, rubio, joven, sumamente hermoso, que la deslumbraba y sometía. No sabía de dónde venía, y tampoco tenía tiempo para preguntarle de dònde era ni cómo se llamaba. La noche era luctuosa, pero a ella no le importaba. Pero más que eso siniestra, pues arropada en esa ardiente entrega que la omnubilaba, se olvidaba hasta de su mundo circundante, y con su consentimiento, y sin que su familia se enterara, él, que en realidad era un demonio, se metía lúbrico y cachondo debajo de sus sábanas, y la sometía a los más aberrantes perversiones. Dadivosada de amor lo esperaba libídine todas las noches, no obstante las ulceraciones que le producía en su intimidad desenfrenada, y fue estableciendo con él, más allá de la degradación y del escarnio – como si estuviera a punto de recibirse de puta, de erotómana vil, de libertina – una extraña dependencia, que era tal vez como un vertedero abominable hacia el infierno. Hasta que le presentaron a un Pastor evangélico que supo que tenía que liberarla.Cuando estaba precisamente a punto de hacerlo, el diablo le dijo:
- No la toques por que es mía – y el religioso sintió el rebuzno de Satán que lo mareaba, su gracejo empalagado destrozando la noche; pero no le hizo caso y lo reprendió y ató y en el Nombre de Jesús, le ordenó que se marchara. En el ambiente quedó un adhesivo olor a resina y mala hierba; y un ventarrón, como una ráfaga violeta, cruzó su costado, gruñó como cerdo y se fue lanzando ayes por el río. La mujer lloró inconsolable, dolorosamente, por la experiencia pasada.
Mateo entonces decidió a pedir ayuda a un Pastor limeño llamado Germán Hernández Falcón que visitaba el lugar y le aconsejó:
- No les digas que voy a ir. Ni comentes con nadie que me has buscado. Ten aceite de oliva y haz como si te prepararas para ir a la batalla. Mañana, a las seis de la tarde entraremos de súbito en tu vivienda y las sorprenderemos. Lo único que se necesita es que creas en Dios y lo recibas, para que tu nombre se inscriba en el Libro de la Vida.
- Creo y lo recibo – contestó Mateo con seguridad.
- Pues bien levántate y resplandece porque ha venido tu luz y la gloria de Dios ha nacido sobre ti ¿Tú tienes la llave de tu casa o golpeas para que ellas te abran? – inquirió el Siervo
- No, yo tengo la llave
Esa noche Rocafuerte no pudo dormir con lo que ya sabía, y vio algo que le puso los pelos en punta: las piernas de sus amantes, que yacían en su lecho desnudas y destapadas, no terminaban en pies sino en pezuñas con hendiduras de dos uñas parecidas a las de la cabra, y atrás, al final de la columna vertebral les salía una especie de rabo de más o menos cincuenta centrímetros, que como una serpiente se movía entre las sábanas. Sus espaldas estaban llenas de un pelaje del que él por primera vez se percataba. Quiso huir del lugar, pero recordó que el Pastor le había recomendado ser prudente. Por eso temprano nomás ya estaba de pie, para irse a la Escuela. Y por primera vez se dio cuenta que eran horribles, que no tenían en realidad la belleza por la que se había perdidamente enamorado. Quizo vomitar, pero evitó hacerlo para no malograr el Plan emprendido y salió rápidamente de su casa.
A las seis de la tarde, Mateo sabía lo que tenía que hacer. Sudoroso y tembloroso, metió la llave en la cerradura y abrió casi con violencia la puerta. Germán Hernández entró como una tromba echando aceite por todos los lados y en nombre de Jesús inmovilizó a las mujeres, que se quedaron estupefactas. Al momento nomás comenzaron con escalofriante voz de hombre a blasfemar contra Dios; y entonces Germán alegó:
- Padre Celestial: vengo a ti en el Nombre de Jesús dándote las gracias por la autoridad que me has dado. Tú Palabra dice que si me someto a ti, como lo estoy haciendo, y resisto al diablo, él huirá de mí. También dices que cuando use el Nombre de Jesús, el Nombre que es sobre todo Nombre, Satanás y todos sus demonios me obedecerán. Pues ahora Señor, reclamo esa autoridad que me das y llamo, reprendo y ato al Maligno y a todos los súcubos e íncubos, espíritus inmundos de lujuria, lasciva y fornicación y ato todas sus obras por el poder y autoridad del Nombre de Jesús.
Cuando el Pastor pronunció esas palabras con una autoridad irreprochable, las lunas de las ventanas explotaron junto con los focos de todas las habitaciones y la casa pareció ser conmovida por la fuerza de un ciclón intempestivo.
- Los sello – continuó el Pstor - los separo y exhibo a ustedes y sus obras por la sangre de Jesús. En el Nombre de Jesús ordeno que todos los demonios, abandonen este lugar y la vida de Mateo Rocafuerte para siempre. Y declaro que nunca más tendrán poder sobre él, por que sus armas ahora no son carnales, sino poderosas en Dios para destruir fortalezas. En el Nombre de Jesús derribo cualquier imaginación y cualquier cosa sutil o poderosa que en el nombre de ese poder infernal se exalte a sí misma contra la Palabra de Dios y traigo cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo, castigando toda desobediencia porque mi obediencia es completa. Rompe ahora Señor toda maldición contra este hombre venidas por el pecado, maldiciones de la ley, pecados de sus padres, maldición de nacimiento, maldiciones por contacto con brujería y ocultismo. Rompe toda maldición generada por incumpliento de promesas, palabras injuriosas dichas en momentos de insulto emocional, palabras dichas contra él cuando era niño por sus padres u otras personas. Rompe en elNombre de Jesús las maldiciones contra Mateo Rocafuerte venidas por la desobediencia y dislocamiento familiar, por robar las ofrendas a Dios o hacer la obra de Dios negligentemente. Rompe Señor de él y de su línea familiar toda maldición de idolatría, en el Nombre de Jesús.
Mateo que observaba la escena con los ojos desorbitados comenzó a ser estremecido por una fuerza interna, que le hacía daño, que se resistía al mandato imperiativo de esa voz autorizada; y entró en desconcierto. Marcia y Angelie convulsionaban lanzando gritos infernales, acusadas por una palidez mortuoria, mientras sus ojos giraban desorbitados sin paralelismo totalmente enrojecidos. Germán impávido, sabiendo de antemano a lo que se exponía, siguió pregonando:
- La Palabra dice que el enemigo por un camino vendrá contra mi, y por siete caminos huirá delante de mí; que estas señales seguirán a los que creen.. Porque no es por mi fuerza ni mi poder, sino por su Santo Espíritu, que te echo Satanás porque eres intruso de este lugar y declaro que el cuerpo de este hombre y mi cuerpo son Templos del Espíritu Santo. Asi es que sal ahora en el Nombre Poderoso de Jesús. Padre Celestial: gracias Señor, porque Jesucristo vino a sanar a los quebrantados de corazón y a libertar a los cautivos. Porque al que el Hijo libertare será verdaderamente libre. Gracias amado Señor por ponernos en libertad y danos victoria. Cierro todas las puertas que había abierto Satanás, reclamo cualquier terreno que se le había cedido y en el Nombre de Jesús, repudiando y renunciando a los pecados de nustros antepasados, ordeno a todo espíritu inmundo que ha entrado por la puerta de alguna maldición, culto al enemigo, brujería, magia negra, artes negras, misa negra, magia blanca, magia neutral, reuniones espritistas, clarividencia, mediums, invocación de espíritus familiares, adivinación, fuerzas psíquicas, necromancia, conjuración de espíritus, convocación de muertos o espíritus guías, diagnosis por el péndulo o bastón, diagnosis por trance, lectura de la mano, del té, lectura de los asientos del café, análisis de la escritura, bola de cristal, tarot y la lectura de otras cartas, astrología, seguidor de la luna, interés en los horóscopos y signos del zodíco, numerología, obervación de los tiempos, predicción del futuro, yoga, sacrificios humanos o de animales, lectura de la mente, control mental, meditación trascendental, segunda vista, meicina santista, imágines holográficas, levitación, hechizos para la buena suerte, psicomtría, golpes de mesa, escritura automática, uso de la guija, encantamientos, juegos diabólicos, sanidad mágica, pow pow, ying yang, que se aparte ahora mismo de nuestras vidas. Ato en el Nombre de Jesús los poderes que operan sobre este pueblo y quiebro toda influencia de las potestades y principados del aire que han tenido dominada a su gente y ordeno que los demonios se vayan al desierto y no vuelvan más. Paralizo el poder de operación de los espíritus territoriales. Quebranto toda fuerza demoníaca pagana y rompo todo pacto satánico ancestral y con este aceite consagrado que simboliza el Espíritu Santo, Unción, Sanidad y Santidad sello con Ángeles porteros este lugar. Les notifico a los demonios su derrota y les repito que Jesucristo es el Señor Y te pido ahora que llenes y bautices a este hombre con tu Espíritu Santo. Llénalo con tu amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza, con tus dones y tu fe.
Conforme el Pastor pronunciaba esas palabras, Mateo tosía y vomitaba incesantemente. Su boca se le llenó de espuma y gemidos, chillidos y rugidos, pudieron percibirse como señal de que estaba siendo liberado. Los demonios que habían permanecido inmovilizados, dejaron de ser Marcia y Angelie y adquirieron una forma grotesca.Comenzaron a girar incontenibles y lanzando ayes terribles, parecieron desintegrarse ante la mirada expectante de Rocafuerte y del propio Germán, y huyeron del lugar, al parecer para siempre.
Mateo Rocafuerte no pudo evitar pensar, sin embargo, que nunca en su vida había fornicado con tanta lujuria desatada como lo hizo con aquellas demonesas de repertorio inacabable. Y no se explicaba si lloraba de emoción o porque extrañaba su sexo repetido.
-Nunca conocí a nadie que tuviera la vagina tan caliente – reconoció; y Germán, le confirmó:
-Será por que proceden del infierno.
-No había terminado el Pastor de decir esa frase a manera de chascarro cuando el Angel de la promesa apareció en la sala diciendo:
-Bendito es el que viene en el Nombre del Señor
-¿Quién eres?¿Eres de Dios o eres del diablo? – atinó a decir Germán, sobresaltado
-¿Acaso no escuchaste siervo que vengo en el Nombre del Señor?¿O para ti, Señor es también el diablo?
-Oh perdona Ángel de Dios. ¿Y a qué debemos tu visita?
-Vengo a confirmarle a Mateo que le traigo un recado de lo Alto
-¿A mí?¡Bendito sea Dios que me da tantas cosas al mismo tiempo!
-Mateo: Dios ha visto tu corazón y quiere que con once hombres más de diferentes lugares de la tierra tomen los montes más altos del planeta para acabar con el caos desatado por el enemigo.
-¿Los montes?¿Y porqué los montes?
-Los montesson símbolos espirituales, que han sido creados por Dios, para manifestar su gloria y su poder.
-Pero entonces qué tiene que ver Satanás en este embrollo
-La intención del abusador que es un imitador de Dios ha sido siempre gobernar el mundo; y para ello ha tomado posesión de los lugares altos, y asentado alli para influir, esclavizar y gobernar Naciones, regiones, provincias, ciudades y hasta vecindarios, valiéndose de pactos satánicos y del paganismo y la idolatría.
- “Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del monte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al altísimo”(Isaías 14:13-14).
-Recién que lo dices estoy valorando el tema de lo montes. ¿Verdad no?. Dios se le apareció a Moisés en una zarza de fuego, en el Monte Horeb; luego el mismo Altísimo descendió en fuego sobre el Monte Sinaí, que humeaba como un horno y se estremecía por la gloria de su poder.
-Tiempo después –complementó Germán – el rey David edificó el tabernáculo en el Monte de Sión
-Y años después su hijo edificó el majestuoso Templo de Salomón en el monte de Moriah que Dios había revelado a su Padre – anotó el Ángel.
-En ese mismo monte - dijo Mateo - Dios ordenó a Abraham tiempo atrás sacrificar la vida de su hijo Isaac; y Elías desafió a los profetas de Baal y Asera subir al monte Carmelo para demostrar quien tenía al Dios verdadero, e hizo descender fuego del cielo.
-Con lo que podemos confirmar – repitió el visitante – que Dios es un Dios de montes. Pero el enemigo, que sabe que Dios lo es, pues el mismo estuvo anteriormente con Él en el Monte Santo (Dios le dijo:”fuiste lleno de iniquidad y pecaste; por lo que te eché del monte de Dios, y te arrojé entre las piedras del fuego”), se ha disfrazado como ángel de luz para semejarse a Él y ha tomado los montes para generar el caos en la tierra y en el Sistema Planetario Solar
-¿También en el Sistema Planetario Solar? ¡Que tal hijo de su madre! – vociferó Rocafuerte – ¿y qué tenemos que hacer?
-Te voy contestar con dos ejemplos: cuando Moisés subió al monte, las Escrituras nos dicen que su piel era resplandeciente, y que tuvieron miedo de acercársele, por que la gloria de Dios reposaba literalmente sobre él. Jesús en otro momento, llevó a sus apóstoles aparte, solos, a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos, y sus vestidos se volvieron resplandecientes y resplandecía su rostro como el sol, y vieron la Gloria de Jesús. Tanto Moisés como Jesús, estaban investidos de una gloria y de un poder del cielo asociado a los montes, con los que hubieran sin ningún problema guerreado contra el imperio de las tinieblas; y esa guerra la tienen utedes que emprender ahora que más de 40 señales observables y profecías cumnplidas anuncian la cercanía del fin de esta Era y la segunda venida de Jesús.
-Me transtorna esto último que has dicho.¿Cuáles son estas señales? – preguntó afanoso el poeta.
-800 millones de personas sufren actualmente de un cuadro de desnutrición crónica y 200 millones de niños por debajo de los cinco años poeen deficiencia de proteínas y energía; 10 millones mueren de hambre cada año y el cuarenta por ciento de la población mundial se acuesta cada noche con hambre.El cinco por ciento de la población de la tierra posee el noventa y cinco por ciento de la riqueza mundial y se sobrealimenta y se calcula que cuando la población alcance los 7 billones, cinco de ellos padecerán hambre; y esas son señales de hambrunas maivas predichas en la Biblia.
-¿Qué otras señales pueden advertirse? – preguntó Rocafuerte atormentado.
-Un gran terremoto ocurre cada mes a nivel mundial con temblores diarios. Durante el siglo pasado un millón de personas murieron por causa de terremotos; y en los últimos siete siglos puede verse un incremento fenomenal en el número e intensidad de movimientos telúricos de ese tipo: de 1900 a 1910 se registraron tres terremotos, como promedio normal; de 1960 a 1970, doce terremotos; de 1980 1990, noventa terremotos; de 1990 al 2000 ciento veinte terremotos. Durante el período de la Tribulación habrán numerosos terremotos, y el último, según Apocalipsis, será el más fuerte de toda la historia de la tierra, tanto que los montes y las islas desaparecerán y todas las ciudades de todas las Naciones serán destruidas.
-Se que en 1755 se produjo el terremoto más terrible jamás registrado o conocido como “el terremoto de Lisboa” que se extendió por toda Europa, Africa y América. Se sintió en Groenlandia, las Indias Occidentales, Madera, Noruega, Suecia, Gran Bretaña e Irlanda en una extensión no menor de diez millones de kilómetros cuadrados. Se dice que en África el terremoto fue tan fuerte como en Europa y que una gran parte de Argell fue destruida. Una ola gigantesca barrió las costas de España y África arrasando ciudades enteras. Las más altas montañas de Portugal se partieron y en Lisboa se oyó bajo la tierra ruido como de truenos y después una violenta sacudida que derribó la ciudad. Ya me imagino cómo será el terremoto final del que habla el Libro Sagrado. ¿A eso se agregará el incremento de las guerras?.
-Es verdad. Durante los casi seis mil años de historia humana han ocurrido 14,540 guerras. En la Primera Guerra Mundial murieron 10 millones de personas; 60 millones en la Segunda y 30 millones más en otras guerras. Antes que la Guerra Fría cese, hubo 40 guerras la vez en el mundo.
-¿Y es cierto que dentro de esos eventos predichos, Israel y el pueblo judío ocupan un lugar fundamental?.
-Existen 66 profecías de catorce pasajes diferentes del Antiguo Testamento que hablan del tiempo en el cual los judíos serían restaurados a su propia tierra para siempre, pues no han tenido completa libertad desde el año 586 .C. Jesús dijo en Lucas 21:29-33 que la “generación que vivió y vio otra vez Israel vería también su retorno. Por eso Ben Gurion, Primer Ministro de Israel dijo en 1948 que un nuevo país era el cumplimiento directo de lo profetizado en Ezequiel 37 y que ya podían oir los pasos del Mesías. El Presidente Bush hizo legal el comercio con la ex Unión soviética con la condición de que permitiera la imigración judía. Desde aquel entonces cerca de dos millones de judíos ya han salido y retornado de más de ciento veinte naciones diferentes.
-Bueno yo creo que Israel es el pueblo de Dios y que Él lo ha bendecido con una sorprendente productividad agrícola – reconoció Rocafuerte.
-Con decirte que al año 1800 existían mil árboles en Palestina y actualmente cuentan con 350 millones, la mitad de frutales y la otra mitad formando bosques.Pero esa bendición no ha sido solamente en ese extremo, sino también en el terreno militar: en 1948, veintisiete mil judíos se enfrentaron y sobrevivieron a siete ataques de cinco ejércitos árabes de 37 mil soldados; en 1956, Israel derrotó a un inmenso ejército egipcio en la Franja de Gaza; y en 1967 el General rabin reportó que un fuerte viento delató un inmenso campo minado en el desieto de Sinaí. Luego cinco mil egipcios con 200 tanques rodearon a 100 israelíes con dos tanques. Ellos dijeron que habían visto la fuerza de un millón de hombres. Al recuperar la parte antigua de Jerusalén, las minas árabes nunca explotaron y los obuses y morteros jordanos de 105 mm. de fabricación americana disparados desde una distancia cercana se desviaron al mar.
-Se dice que OVNIS fueron visto en aquellos días. ¿No será que esos eran los carros de fuego de los que habla la tradición? – arguyó Mateo
-689 tanques israelíes destruyeron 13,500 tanques árabes; 250 aviones egipcios fueron destruídos en 22 minutos.
-Fue curioso que en 1973 disparos aéreos sirios destruyeron dos veces 100 de sus propios tanques y en 1982, exactamente el 6 de junio, una tropa israelí que invadió Líbano descubrió sorpresivamente y frustró una invasión conjunta que Rusia, Siria y la OLP tramaban realizar en su contra dos meses después.
-En 1991, cuarenta y nueve misiles Scud fueron disparados por Irak sobre un refugio de Israel en donde se encontraban mil personas, un minuto después que habían sido evacuadas a otro lugar y ninguna murió.
-Y contra todo pronóstico o probabilidad, cinco millones de judíos han sobrevivido a pesar de estar rodeados por más de 100 millones de árabes
-Y ya se están haciendo Planes para recontruir el Templo de Salomón en Jerusalén y sus Ritos de servicio diario a que se refiere la Biblia
-Explícate
-Más de 500 levitas han sido llevados de diferentes partes del mundo para ser entrenados en el servicio del Templo en una Escuela de Jereusalén dirigida por Rabinos. Más de 100 implementos de oro ya han sido preparados y el arqueólogo Ron Wyatt ha encontrado debajo del Monte Calvario, el Arca del Pacto. A 100 metros e la Mezquita “Domo de la Roca” ha ido ubicado el antiguo emplazamiento del Templo de Salomón; el nuevo Proyecto para el Templo y la Restauración del Tabernáculo de David fue autorizado en 1996 por el Primer Ministro B. Netanyahu.
-¿Y que dicen las Escrituras que pasará con el Templo?
-Que el Anticristo lo profanará
-¿Cuándo?
- A la mitad de los Siete Años demandando la adoración de los hombres; y que se volverá contra Israel después de proclamarse el Mesías.
-¿Y qué hay de cierto en cuanto a lo que los eruditos de la Biblia llaman “el arriendo de Adán”, que aseguran que el tiempo del control del hombre sobre la tierra está por acabar?
-Ellos están de acuerdo que a Adán, se le dio el control original de la tierra por un cierto período de tiempo; y que el diablo tomó tal dominio cuando el primer hombre cayó; pero que Jesús recuperará el total control de la tierra al terminar la Semana Setenta de Daniel.
-Me dejas en bola
-Un cierto período de tiempo de 6 mil años fue prefijado para ese tiempo de control, calculándose que Adán fue creado tres o cuatro mil años antes de Cristo. Bartolomé, Justino Mártir, Ireneo, Lectenius y Methodius, considerados Padres de la Iglesia, promovieron junto a los rabinos Kevi, Eliécer, Elías la “Semana Milenial” y la tipología bíblica promueve la enseñanza de los seis mil años a través de los 120 años de Jubileo a que se refiere Génesis 6:3, los Muros de Jericó, la Cronología del Monte de la Transfiguración y la Parábola del Buen Samaritano. Y todo hace indicar que estarían a casi seis mil años desde Adán, según el calendario judío.
-Bueno ya me mareaste. Mejor dime ¿Cómo quiere Dios usarme para combatir al Necio?.
El Ángel como hizo con los otros once elegidos, le contó pacientemente a Mateo en qué consistía la Operación a ejecutar, enumeró los pasos que tendrían que cumplir, la capacitación que recibirían y la financición dispuesta de los recursos del Cielo. Un aturdido Mateo ganado por su propia carne alcanzó a preguntarle al emisario del cielo cuando se despedía:
-¿Alguna vez podré ver nuevamente a Marcia y a Angelie, las amantes con vagina de fuego?
-No
-¿Por qué no?
-Por que te mueres.
Fuente:
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