Danilo Sánchez Lihón
1. Carácter
venturoso
Hay
una etapa de la vida de César Vallejo en que se lo siente feliz,
jubiloso y hasta pletórico. Y ella es cuando estudia letras como también
derecho en la Universidad Nacional de la Libertad, hoy Universidad
Nacional de Trujillo, fundada el 10 de mayo del año 1824 por Simón
Bolívar y Faustino Sánchez Carrión, siendo la primera universidad
fundada en el Perú en nuestra época republicana.
Porque
la suya es una trayectoria, como la de un arco voltaico con dos polos
que se complementan. O bien, como en el diapasón de una guitarra o de un
laúd, donde se recorre todo el espectro de los matices en que se
sumerge la condición humana.
Etapa
distinta y opuesta por ejemplo a cómo lleva su vida en París de los
primeros años de su estancia en Europa, transcurso en el cual no tiene
ni lugar dónde dormir y lo hace en el Metro, o bajo los puentes o en las
bancas de los parques en donde espera el amanecer, porque no tiene
casa, ni cuarto ni un alero bajo el cual cobijarse ni a quién pedir
abrigo.
En
cambio, en esta otra etapa él lo tiene todo: el cariño y el amparo de
su familia, y que es lo que a él más le importa, así como la estimación y
el aprecio de sus amigos que conforman una pléyade brillante de
intelectuales y hombres de empresa. Sin embargo, como ocurre con los
genios de una personalidad arrolladora, él deshace toda aquella
construcción con manotazos de inconformidad y rebeldía.
2. Total
y plena
Es
esta la ocasión en que presenta su tesis en Trujillo, el día 22 de
septiembre del año 1815. Y es en esta obra suya que se trasunta y
registra ese temperamento positivo, categórico y hasta exultante, el de
una época en la cual él podía reconocer que era dichoso, siendo ese el
espíritu que resalta de cada línea de lo escrito en esta obra que tiene
un carácter venturoso, pletórico y feliz.
Posee
un espíritu de exaltación y plenitud, de júbilo y homenaje a la vida
hasta el límite del arrebato y lo triunfal. ¿Qué más triunfo, sino que
ser profesional a esa edad? Apenas a los 23 años cumplidos, y siendo él
un estudiante venido de provincia. Aparte de los méritos que tiene, por
ejemplo, y como él lo hace, de detener el corso del desfile de la
primavera para escucharle decir un poema de su autoría.
O,
¿qué más triunfo que obtener casi todos los premios de fin de año de la
Universidad de La Libertad?, tanto de este año como de los anteriores,
siendo el alumno más destacado de su época y el mejor que haya tenido la
universidad en todos los tiempos, según declaración del rector de esa
institución, el Dr. Orlando Velásquez Benites quien reconoce a César
Vallejo como el mejor estudiante de esa universidad desde que se fundara
hace ya cerca de 200 años.
3. Su medio
y su momento
Época esta en la cual César Vallejo sustenta su tesis cuando es querido por sus amigos; amado por enamoradas rendidas y devotas.
Apreciado por sus profesores, seguido por un público que lo lee ávido, y que copia a mano sus poemas en sus diarios íntimos.
Es
la época romántica de César Vallejo. Y esa es la relación que queremos
dejar nítida con su tesis. Y cuál es el de la coherencia total y plena
de esta obra con su vida y con su época.
Cuando
Trujillo en aquel entonces era una ciudad idílica, con toda la pujanza
que un momento político estable y esclarecido le deparan ser.
Espacio
y tiempo en el cual se presenta la circunstancia de la sustentación de
esta tesis memorable en donde lo importante es el acierto de César
Vallejo para sintonizar con su medio y su momento.
Para
involucrarse y mimetizarse con su ambiente, así como para encontrar
tanta coincidencia y coherencia con su ser y el ser de los demás.
4. Forjarse
un nombre
Su
tesis “El romanticismo en la poesía castellana” es la obra inicial de
César Vallejo, quien antes solo ha publicado poemas sueltos en revistas y
periódicos.
Pero
esta vez es un texto completo, de 53 páginas, que César Vallejo publica
casi inmediatamente a su sustentación, como texto independiente que por
primera vez lleva el nombre propio de su autor.
Siendo
así esta es una obra fundacional, que se imprime en los talleres de la
tipografía Olaya, con el Visto Bueno del rector de la Universidad de La
Libertad el Dr. José María Checa.
Acaso,
¿no hay un significado oculto y profundo en todo esto? Acaso, ¿aquel
día del año 1915 no está naciendo algo providencial? ¡Por supuesto que
sí!
La
publicación de la tesis es un signo de la voluntad de parte de César
Vallejo de hacerse un hombre público, de dar la cara a una situación
como un ser con identidad propia, la de forjarse un nombre para responder con ese talante a los desafíos de la realidad.
5. Voluntarios
del alba
Hay
esta vez en César Vallejo, con la decisión de publicarla, una vocación
manifiesta de salir a la palestra, de guerrear, de sostener a partir de
ahora una batalla para él decisiva.
Hay
que verla esta tesis en ese sentido, como una bandera que se iza
llevando un nombre que ha llegado a ser egregio en la lengua en general
de esta vasta comunidad idiomática; como un hombre de debate, de
polémica y lucha, imbuido de una fe inquebrantable.
Que
no se arredra ni muestra titubeos, ni es pusilánime. Él cree en sí
mismo. Publica su tesis, la reparte a sus amigos y algunos ejemplares se
venden en las librerías de la ciudad.
Donde
él ya es un guerrero imbuido de una causa o misión a cumplir, y armado
de un escudo y una lanza; un combatiente, como lo son los voluntarios
del alba de “España, aparta de mí este cáliz”.
Y
como lo fue este mismo libro que luchó en el frente de guerra de la
batalla del río Ebro en el frente de Cataluña en la Guerra Civil
Española afiliado al lado de los republicanos.
6. En ese punto
y en esa hora
Pero
en el contexto que ahora nos ocupa, el del año 1915, él no está solo,
sino que tiene a su lado a personas que lo apoyan, en primer lugar, su
hermano, Víctor Clemente, que es quien solventa la edición de esta obra.
Siendo
así su tesis deja de ser un tema académico acerca del cual se ocupa y
que él desarrolla con toda formalidad en una sustentación convencional.
Sino
que el día 22 de septiembre del año 1915, César Vallejo inaugura su
carrera de escritor, su compromiso con las artes y la cultura universal.
Y
que es la fecha cuando él escoge su puesto de adalid en esta guerra
santa por la justicia social, por la libertad, por la cultura y por las
promesas pendiente de cumplir.
Es
con esta obra que se inicia su misión de escritor; y siendo con esta
tesis que mejor se representa esta etapa de su vida. Y reconociendo que
son los contenidos implícitos en su tesis, esos temas como ese ámbito
del espíritu aquel que mejor corresponde con su personalidad.
Coincidiendo
además con su circunstancia vital y con el momento en el cual se vive; y
cuál es el de un romanticismo en el arte, la ciencia, la cultura como
también en la política y la vida social en ese punto y en esa hora
histórica.
7. Clarines
de una fe
Obra
que no deja de ser extraordinaria por su calidad como enfoque y como
escritura, y que la plasma a la edad de los 23 años, donde muestra su
dominio del idioma, su solvencia intelectual y su aplomo moral, como el
futuro militante que fue y que lo es. ¿No hay acaso un signo aquí de
arrojo y convicción profunda? Lo hay. Y él lo sabe de antemano. Hay un
rasgo manifiesto de creer en él, de saber de su valía, de anunciar a un
profeta y a un redentor.
Es
digno de relievar por último que esta obra inicial guarda perfecta
relación con su obra final, cual es “España aparta de mí este cáliz”,
con la cual marca una total unidad. Hasta podríamos decir que en el
trasfondo de esta última obra está “El romanticismo en la poesía
castellana”, como también en toda la gesta de la Guerra Civil Española
por parte de los republicanos.
Obra
esta que nos da y presenta un arco dialéctico de coherencia con su obra
final. Y el de una vida proverbial. En donde se iguala entre su obra
inicial y su libro final, como es “España, aparta de mí este cáliz” el
mensaje en lo que este tiene de central; porque en ambas obras resuenan
los mismos clarines de la militancia, del fervor y la esperanza. Y que representa con todos los honores a la Universidad Nacional de Trujillo en su día jubilar.
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