ES ABSURDO COMPARAR EL SUELDO DE UN MINISTRO Y UN MAESTRO EN EL PERÚ
Por: Fransiles Gallardo
Por: Fransiles Gallardo
La Señora Nadine Herrera Alarcón de Humala, primera dama de la nación del Perú, tiene indiscutiblemente toda la razón, cuando declara que es absurdo comparar el sueldo de un ministro y un maestro en el Perú.
Nunca como ahora, está en lo cierto. Absolutamente. Definitivamente y con todos los argumentos.
Me adhiero. Me solidarizo. Tuieteo. Me interiorizo en las redes sociales. Lo apoyo.
Díganme dónde y cuándo es la marcha para vivar con mi cartel de respaldo.
Definitivamente, es absurdo comparar el sueldo de un ministro con un maestro.
Me explico por qué:
- Los ministros son sólo dieciocho.
Los maestros son miles.
- Los ministros ganan treinta mil.
Los maestros mil doscientos.
- Los ministros desempeñan su labor en Lima, la capital del país.
Los maestros en los más apartados y lejanos lugares de nuestra agreste patria.
- Los ministros son élite.
Los maestros el Perú profundo.
- Los ministros ven el Perú desde arriba y como un bien a hipotecar.
Los maestros desde abajo y como un bien a proteger.
- Los ministros sólo necesitan ser amigos, compañeros de colegio, del partido o simples recomendados.
Los maestros concursan año a año y por una plaza no fija.
- Los ministros trabajan en amplias, exclusivas y cómodas oficinas con aire acondicionado, calefacción, frío bar, mullidas alfombras, luces inteligentes y computadoras de última generación.
Los maestros trabajan en aulas estrechas, despintadas, sin vidrios, con goteras, sin agua en los caños, pisos carcomidos o sin pisos, con velas o mecheros, una pizarra, una tiza y una mota de tela.
- Los ministros viven en departamentos de cinco mil dólares el metro cuadrado, residencias con piscina, jacuzzi y casa de playa.
Los maestros viven en casas de sus padres, cuartos de alquiler o locales comunales con una cama y una cocina a kerosene; duchas o un balde con agua o mejor la lluvia y al aire libre.
- Los ministros almuerzan en restaurantes exclusivos, toman una copa en el bar del momento y cenan en cinco tenedores.
Los maestros almuerzan en el mercado, toman un vasito de chicha morada por el aniversario del colegio y cenan la fruta que les sobró del almuerzo.
- Se trasladan en carros del año con lunas polarizadas, dos motos, 2 camionetas Suat, una ambulancia y cinco miembros de seguridad.
Los maestros se trasladan en combi de a cincuenta centavos el pasaje, cuidándose de los ladrones, en camión, en burro o a pie.
- Los hijos de los ministros estudian en un colegio inglés, francés o alemán.
Los hijos de los maestros en colegio nacional, con media beca en la universidad estatal, por alto rendimiento.
- Los ministros son socios de clubes exclusivos, sociedades y asociaciones sin discriminaciones.
Los maestros son socios de su club provincial y asisten puntualmente a su fiesta patronal.
- Los ministros visten ropa de marca, exclusiva y de diseñador para cada ocasión y temporada, que combine y de un solo uso.
Los maestros visten ropa de Gamarra, de uso masivo, para toda ocasión. Lo que haya y hasta cuando aguante. Un saco o una casaca hacen la diferencia.
- Los ministros van de vacaciones a Disney, Cancún o Suiza.
Los maestros van al Parque de las Leyendas, Huachipa, el Circuito Mágico del Agua o la visita anual a la familia a provincias y no olvidarse de sus carnavales.
- Los ministros, después que el Presidente de la República les quite su confianza, de que vivirán.
- Los ministros tienen que vivir.
Los maestros sobrevivir.
- Los ministros tienen imperiosas necesidades que satisfacer.
Los maestros, los policías, los médicos, los ingenieros, los escritores y poetas no tienen necesidades y si las tienen, ni son imperiosas ni hay que satisfacer.
- Muere un ministro: Duelo nacional, bandera a media asta y placa recordatoria.
Muere un maestro: Una tumba en un panteón lejano, una cruz con su nombre y el recuerdo de sus alumnos.
- Un ministro es un ser humano.
El maestro, el policía, el médico, el ingeniero, la enfermera, el escritor y el poeta, solo son un ser.
Nunca como ahora, está en lo cierto. Absolutamente. Definitivamente y con todos los argumentos.
Me adhiero. Me solidarizo. Tuieteo. Me interiorizo en las redes sociales. Lo apoyo.
Díganme dónde y cuándo es la marcha para vivar con mi cartel de respaldo.
Definitivamente, es absurdo comparar el sueldo de un ministro con un maestro.
Me explico por qué:
- Los ministros son sólo dieciocho.
Los maestros son miles.
- Los ministros ganan treinta mil.
Los maestros mil doscientos.
- Los ministros desempeñan su labor en Lima, la capital del país.
Los maestros en los más apartados y lejanos lugares de nuestra agreste patria.
- Los ministros son élite.
Los maestros el Perú profundo.
- Los ministros ven el Perú desde arriba y como un bien a hipotecar.
Los maestros desde abajo y como un bien a proteger.
- Los ministros sólo necesitan ser amigos, compañeros de colegio, del partido o simples recomendados.
Los maestros concursan año a año y por una plaza no fija.
- Los ministros trabajan en amplias, exclusivas y cómodas oficinas con aire acondicionado, calefacción, frío bar, mullidas alfombras, luces inteligentes y computadoras de última generación.
Los maestros trabajan en aulas estrechas, despintadas, sin vidrios, con goteras, sin agua en los caños, pisos carcomidos o sin pisos, con velas o mecheros, una pizarra, una tiza y una mota de tela.
- Los ministros viven en departamentos de cinco mil dólares el metro cuadrado, residencias con piscina, jacuzzi y casa de playa.
Los maestros viven en casas de sus padres, cuartos de alquiler o locales comunales con una cama y una cocina a kerosene; duchas o un balde con agua o mejor la lluvia y al aire libre.
- Los ministros almuerzan en restaurantes exclusivos, toman una copa en el bar del momento y cenan en cinco tenedores.
Los maestros almuerzan en el mercado, toman un vasito de chicha morada por el aniversario del colegio y cenan la fruta que les sobró del almuerzo.
- Se trasladan en carros del año con lunas polarizadas, dos motos, 2 camionetas Suat, una ambulancia y cinco miembros de seguridad.
Los maestros se trasladan en combi de a cincuenta centavos el pasaje, cuidándose de los ladrones, en camión, en burro o a pie.
- Los hijos de los ministros estudian en un colegio inglés, francés o alemán.
Los hijos de los maestros en colegio nacional, con media beca en la universidad estatal, por alto rendimiento.
- Los ministros son socios de clubes exclusivos, sociedades y asociaciones sin discriminaciones.
Los maestros son socios de su club provincial y asisten puntualmente a su fiesta patronal.
- Los ministros visten ropa de marca, exclusiva y de diseñador para cada ocasión y temporada, que combine y de un solo uso.
Los maestros visten ropa de Gamarra, de uso masivo, para toda ocasión. Lo que haya y hasta cuando aguante. Un saco o una casaca hacen la diferencia.
- Los ministros van de vacaciones a Disney, Cancún o Suiza.
Los maestros van al Parque de las Leyendas, Huachipa, el Circuito Mágico del Agua o la visita anual a la familia a provincias y no olvidarse de sus carnavales.
- Los ministros, después que el Presidente de la República les quite su confianza, de que vivirán.
- Los ministros tienen que vivir.
Los maestros sobrevivir.
- Los ministros tienen imperiosas necesidades que satisfacer.
Los maestros, los policías, los médicos, los ingenieros, los escritores y poetas no tienen necesidades y si las tienen, ni son imperiosas ni hay que satisfacer.
- Muere un ministro: Duelo nacional, bandera a media asta y placa recordatoria.
Muere un maestro: Una tumba en un panteón lejano, una cruz con su nombre y el recuerdo de sus alumnos.
- Un ministro es un ser humano.
El maestro, el policía, el médico, el ingeniero, la enfermera, el escritor y el poeta, solo son un ser.