DEL LIBRO INFANTIL
LUZ SAMANEZ PAZ,
LUZ SAMANEZ PAZ,
Presidenta de la Asociación de Literatura Andina Infantil i Juvenil (ALAIJ).
Poner al NIÑO en contacto directo con los LIBROS de CUENTOS, de POESÍAS, hacer que sus almas despierten al mundo de la belleza, con ese toque de magia, que da la emoción i el sentimiento, es para que el NIÑO se acostumbre, desde sus primeros años a beber del agua de ese puro i fresco manatial que es el LIBRO INFANTIL i que al sentirse atraído por la magia misteriosa de la palabra viva, no solo sienta necesaria aquella búsqueda, sino que firme a su alma de NIÑO, viva i sueñe en las páginas de su LIBRO INFANTIL.
Con estos maravillosos poemas i relatos de este LIBRO INFANTIL "UNA VENTANA EN EL ARCO IRIS", que están hechos para ti, con todo mi AMOR, querido NIÑO, sueña i vive en tu MUNDO MÁGICO i ETÉREO.
POESÍA INFANTIL:
MI CABALLITO DE MADERA
LUZ SAMANEZ PAZ
Mi caballito de madera,
corre i salta sin parar.
¿Ay! mi caballito de madera,
con sus ojos de carbón.
Pasa barrios i ciudades,
sin descanso muy veloz.
Corre i salta sin descanso,
entre nubes de cristal.
LAS VOCALES
LUZ SAMANEZ PAZ
Las vocales,
son flores de colores
Las vocales son: A, E, I, O, U.
son mariposas del Idioma.
Son mensajeras
del Lenguaje.
Que juegan a la ronda,
a la ronda de Palabras.
CUENTOS INFANTILES:
CALLECITAS DEL VALLE SAGRADO DE LOS INCAS
LUZ SAMANEZ PAZ
CALLECITAS DEL VALLE SAGRADO DE LOS INCAS
LUZ SAMANEZ PAZ
Callecitas de OLLANTAYTAMBO, vestidas de leyenda que encierras en tus piedras latidos de tu historia. Recuerdas el amor del General Ollanta i de la Princesa Cusi Qoyllur. En ti vibra ese sentimiento de horas de dolor i amor.
Callecitas de CHINCHERO, con polleras multicolores i cielos de arco iris, donde el NIÑO ANDINO sueña i vive.
Callecitas de CALCA, bañadas de aguacero, cuántas noches tabien llovió en el corazón del NIÑO ANDINO.
Callecitas de URUBAMBA serenata de luna llena, donde el ebrio de amor, la Killa Morena o Luna llena se bebió.
EL SEÑOR CHEQ´OLLO O PICAFLOR ANDINO
LUZ SAMANEZ PAZ
LUZ SAMANEZ PAZ
El arcoiris, salió en todo su esplendor, después de las lágrimas del cielo. Los naranjos de dorada i fresca piel, están felices, cuando aspira el Aire verde de dulce miel, porque el Aire llega temprano con su vestido de fiesta, trae los cabellos húmedos de rocío i de contento. Sí, el Aire estaba muy contento, lleno de corolas i ñujch´us rojos, revoloteando en sus alas, trajo los párpados llenos de inquietantes mariposas andinas o pillpintos i en su piel fresca i ondulante, la frangancia de la Q´antuta.
Don Grillo que era tierno i saltarín , cortaba las estrellas en el cielo de la tarde, con sus tijeras de plata, las cortaba una a una, para iluminar la Tierra. NIÑO si te encuentras triste, él te hará reir con su canto alegre i feliz, pues el Grillo, tiene ternura en la piel.
Mientras volando, volando sin tocar la Flor, en su largo pico se llevaba el licor, el bello Cheq´ollo o Picaflor Andino, que luego en un Ñujch´u encendido, se detiene a tomar su baño de sol. El señor Cheq´ollo, es un pequeño arcoiris reluciente, reluciente, que revolotea ligero sobre las aromáticas floresi cansado después de dar un gran paseo, lleva en sus alas pétalos de amor. Porque el señor Cheq´ollo, es un gran bailarín vate sus alitas cortejando a la más bella Flor, que le brida todo su amor. Porque él, no se siente tranquilo, hasta no robarles su corazón hecho miel. Luego desayuna casi al alba, una tasa de miel de abejas, después el señor Cheq´ollo, revolotea jugando con un Moscardón. Luego se pone a conversar con su compadre don Grillo. Charlan de política, del tiempo, de las flores, de las mariposas, que si el Verano va ha ser ardiente o inclemente el Invierno al año siguiente. Luego envía una extensa carta a su primo el señor Colibrí, revisa cada capullo, recorre cada manzano, cuenta hasta los brotes de una rama de naranjo i así lleno de problemas i preocupaciones, transcurren los días, los meses, los años del señor Cheq´ollo, que en un Ñujch´u detenido , toma su baño de sol, hasta que como un rayito de luz, vibratil i galano, le visita su primo, el señor Colibrí, cual flecha de colores, porque el arco de cupido lo lleva en los ojos. Él, le está dando apasionados besos a las bellas flores, robándoles su néctar soberano, porque el señor Colibrí, es una estrella de luz i primores, en su pecho se anidan los amores breves del Verano. Él, no puede ser fiel, su sangre loca, lo lleva sin cesar de boca en boca, hasta que lleno de rica miel, se desmaya en el cáliz de un encarnado Ñujch´u, que orgulloso lo luce, como un mágico joyel.
LA VACA CLARITA
LUZ SAMANEZ PAZ
LUZ SAMANEZ PAZ
Una mañana de Primaverala Vaca Clarita, amaneció llorando i suspirando, una i otra vez.
¡Ay!, ¡ay! qué triste estoy. Mili, la Ovejita traviesa i Sultán el perro guardián, le preguntaron:
- Querida Clarita ¿por qué lloras? -
Desde las ramas de los árboles, los pajaritos dejaron de cantar, para preguntarle dulcemente:
- Clarita ¿qué te pasa? -
Las sedosas mariposas andinas o pillpintos, que en aquellos momentos se preparaban para ir a la Fiesta del Rancho, revolotearon cerca de Clarita, diciéndole en coro:
- Clarita, pareces triste ¿por qué lloras tanto? -
Clarita, movió su cabeza de un lado al otro, se secó las lágrimas de sus grandes ojos i les dijo:
- ¡Ay!, ¡ay!. Un vestido nuevo quiero estrenar, éste con sus manchas negras, siempre lo he llevado i ya no me gusta -
Cuando terminó de decir esto, se dejó caer sobre la fresca hierba i comenzó a llorar de nuevo. Todos los animalitos consternados, se acercaron i le prometieron, hacerle un nuevo traje. Sería con los lindos colores que lucen la mariposas andinas, con los primores de las bellas flores o del primoroso traje de copo de nieve blanco de las dulces palomas.
- Esos sí, son trajes bellos - dijo Clarita.
En esos momentos sus buenos amigos, le confeccionaron un lindo traje, de hojas verdes i flores multicolores, plumas vistosas i los hilos plateados de la Killa Morena. LLamaron a Rigoberta, la señora Araña tejedora de sueños, para que tejiera el traje de fiesta de la Vaca Clarita. Todos unieron su esfuerzo i su trabajoi al cabo de unas horas... ¡qué rmaravilloso vestido, habían hecho! Las hojas iban unidas por un fino tejido i adornado con lindas flores i vistosas plumas. Clarita, estaba muy emocionada i alegre cuando se probó su nuevo traje de fiesta. Se la veía tan linda i elegante, estaba radiante... corría de aquí para allá i sin darse cuenta, se resbaló en un charco de agua i quedó destrozado su lindo vestido i Clarita se quedó llena de barro. De inmediato, se puso a llorar desconsoladamente. Sus amiguitos se acercaron i le consolaron, diciéndole:
- Clarita, tú serás la Reina de la Fiesta, porque tienes unos lindos ojos grandes i dulces, que parecen lagos misteriosos, una encantadora sonrisa i sobre todo un corazón que es un cascabel. Lo que importa es el alma, no el físico, que es un estuche i nada más -
Clarita, comprendió, se bañó en el Río i junto con sus amigos, se fue a la Fiesta i fue la Reina, por su gran alegría i simpatía.
Bhaloo, era un perrito soñador, se encontraba muy triste i solitario. Durante el dia se alegraba con la luz del Sol, luego la Noche lo envolvía con su manto de misterio. El melancólico perrito necesitaba de un afecto, del dulce beso de un NIÑO.
Cada caricia del Viento, le hacían vibrar de emoción todo su corazón. Bhaloo, soñaba con un hogar tibio i un NIÑO lleno de amor i ternura. El perrito lloró con un llanto humano i miró al cielo. Los dolores quebraron su tierno corazón, estaba lejos de su madre i de sus hermanitos. Estaba solo en el mundo, sus latidos aumentaron su ritmo i de sus ojos cayeron silenciosas lágrimas de llanto. Bhaloo, comenzó a sentir la soledad i el olvido. Esperaba encontrar un NIÑO que quizá, comprendiera su tragedia. Fueron días negros en que desfallecía, solo de soledad. La Luna pálida al verlo, deshojaba la tristeza de sus rayos plateados.
Un día un NIÑO, se acercó a él, i lo abrazó con cariño. Al día siguiente Bhaloo, sollozaba de alegría, ya no estaría solo en la vida, sin más compañía wue su ingenua mirada. Se hicieron grandes amigos i ambos comenzaron a soñar i a jugar. DAVICITO, tenía 8 años i le brindaba cariño i amor, i sobre todo compañía.
DAVID cogió con sus blancas manos, a una estrella con proyección de luces i jugaban con los cóndores de cósmica estructura. Era un NIÑO, que llorando i riendo a la vez, anduvo de la mano con el Hada de los Sueños. BHALOO i DAVID, eran felices. Compartían sus sueños.
- Querida Clarita ¿por qué lloras? -
Desde las ramas de los árboles, los pajaritos dejaron de cantar, para preguntarle dulcemente:
- Clarita ¿qué te pasa? -
Las sedosas mariposas andinas o pillpintos, que en aquellos momentos se preparaban para ir a la Fiesta del Rancho, revolotearon cerca de Clarita, diciéndole en coro:
- Clarita, pareces triste ¿por qué lloras tanto? -
Clarita, movió su cabeza de un lado al otro, se secó las lágrimas de sus grandes ojos i les dijo:
- ¡Ay!, ¡ay!. Un vestido nuevo quiero estrenar, éste con sus manchas negras, siempre lo he llevado i ya no me gusta -
Cuando terminó de decir esto, se dejó caer sobre la fresca hierba i comenzó a llorar de nuevo. Todos los animalitos consternados, se acercaron i le prometieron, hacerle un nuevo traje. Sería con los lindos colores que lucen la mariposas andinas, con los primores de las bellas flores o del primoroso traje de copo de nieve blanco de las dulces palomas.
- Esos sí, son trajes bellos - dijo Clarita.
En esos momentos sus buenos amigos, le confeccionaron un lindo traje, de hojas verdes i flores multicolores, plumas vistosas i los hilos plateados de la Killa Morena. LLamaron a Rigoberta, la señora Araña tejedora de sueños, para que tejiera el traje de fiesta de la Vaca Clarita. Todos unieron su esfuerzo i su trabajoi al cabo de unas horas... ¡qué rmaravilloso vestido, habían hecho! Las hojas iban unidas por un fino tejido i adornado con lindas flores i vistosas plumas. Clarita, estaba muy emocionada i alegre cuando se probó su nuevo traje de fiesta. Se la veía tan linda i elegante, estaba radiante... corría de aquí para allá i sin darse cuenta, se resbaló en un charco de agua i quedó destrozado su lindo vestido i Clarita se quedó llena de barro. De inmediato, se puso a llorar desconsoladamente. Sus amiguitos se acercaron i le consolaron, diciéndole:
- Clarita, tú serás la Reina de la Fiesta, porque tienes unos lindos ojos grandes i dulces, que parecen lagos misteriosos, una encantadora sonrisa i sobre todo un corazón que es un cascabel. Lo que importa es el alma, no el físico, que es un estuche i nada más -
Clarita, comprendió, se bañó en el Río i junto con sus amigos, se fue a la Fiesta i fue la Reina, por su gran alegría i simpatía.
BHALOO, MI MEJOR AMIGO
LUZ SAMANEZ PAZ
LUZ SAMANEZ PAZ
Bhaloo, era un perrito soñador, se encontraba muy triste i solitario. Durante el dia se alegraba con la luz del Sol, luego la Noche lo envolvía con su manto de misterio. El melancólico perrito necesitaba de un afecto, del dulce beso de un NIÑO.
Cada caricia del Viento, le hacían vibrar de emoción todo su corazón. Bhaloo, soñaba con un hogar tibio i un NIÑO lleno de amor i ternura. El perrito lloró con un llanto humano i miró al cielo. Los dolores quebraron su tierno corazón, estaba lejos de su madre i de sus hermanitos. Estaba solo en el mundo, sus latidos aumentaron su ritmo i de sus ojos cayeron silenciosas lágrimas de llanto. Bhaloo, comenzó a sentir la soledad i el olvido. Esperaba encontrar un NIÑO que quizá, comprendiera su tragedia. Fueron días negros en que desfallecía, solo de soledad. La Luna pálida al verlo, deshojaba la tristeza de sus rayos plateados.
Un día un NIÑO, se acercó a él, i lo abrazó con cariño. Al día siguiente Bhaloo, sollozaba de alegría, ya no estaría solo en la vida, sin más compañía wue su ingenua mirada. Se hicieron grandes amigos i ambos comenzaron a soñar i a jugar. DAVICITO, tenía 8 años i le brindaba cariño i amor, i sobre todo compañía.
DAVID cogió con sus blancas manos, a una estrella con proyección de luces i jugaban con los cóndores de cósmica estructura. Era un NIÑO, que llorando i riendo a la vez, anduvo de la mano con el Hada de los Sueños. BHALOO i DAVID, eran felices. Compartían sus sueños.
