jueves, 18 de abril de 2013

ABRIL, MES DULCE Y TRANSIDO - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2013 AÑO
EVANGELIO VALLEJO DE LA SOLIDARIDAD
Y UNIVERSALIDAD DEL MUNDO ANDINO
 
ABRIL, MES DE LA PALABRA,
LA CREATIVIDAD LITERARIA E
INMORTALIDAD DE CÉSAR VALLEJO
 
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
VIERNES 19 DE ABRIL, 7 PM.
CONFERENCIA:
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
"INTENSIDAD Y ALTURA
EN CÉSAR VALLEJO"
BIBLIOTECA
DE LA MUNICIPALIDAD
DE BARRANCO
 
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CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Y COLEGIO DE PROFESORES DE LIMA
6 DE MAYO, 2013, 7 P.M.
AUDITORIO DE LA DERRAMA MAGISTERIAL
GREGORIO ESCOBEDO N° 598,
JESÚS MARÍA, LIMA
PRESENTACIÓN DEL LIBRO:
"TRES DOCENTES
HABLANDO DE VALLEJO"
AUTORES:
PERCY JULIÁN URIBE,
CARLOS ROJAS GALARZA
Y JULIO YOVERA BALLONA
PANEL
DE PRESENTACIÓN:
GILBERTO MEZA AGUIRRE
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
MANUEL VELÁSQUEZ ROJAS
CONDUCCIÓN:
CARLOS CASTILLO MENDOZA
 
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XIV CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2013
POR LOS CAMINOS DE VALLEJO
LIMA, TRUJILLO, SANTIAGO DE CHUCO
14 Y 15 DE MAYO EN LIMA
16 DE MAYO EN TRUJILLO
17,18 Y 19 DE MAYO
EN SANTIAGO DE CHUCO
LIMA:
UNIVERSIDAD NACIONAL
MAYOR DE SAN MARCOS
TRUJILLO:
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
E INSTITUTO DE ESTUDIOS VALLEJIANOS
SANTIAGO DE CHUCO:
CASA DE CÉSAR VALLEJO,
ESCUELA 271 DONDE ESTUDIÓ
EL POETA, PLAZA DE ARMAS
Y PALACIO MUNICIPAL
DE SANTIAGO DE CHUCO
 
PRESENTACIÓN MUNDIAL DE LA TRILOGÍA
MIL POEMAS A NERUDA, VALLEJO Y HERNÁNDEZ
EN LIMA, TRUJILLO Y SANTIAGO DE CHUCO
 
PÁGINA WEB:
 
http://spanport.byu.edu/faculty/GarciaM/new/Capuli2013.htm
 
 
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Teléfonos Capulí:
420-3343 y 420-3860
99773-9575
 
capulivallejoysutierra@gmail.com
dsanchezlihon@aol.com
 
 
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ESTAMPA
DEL MES
DE ABRIL
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
 
ABRIL,
MES DULCE
Y TRANSIDO
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
1. Madres
extasiadas
 
Abril es mes fecundo, dulce y transido, en el mundo andino.
Hemos permanecido tres meses sumergidos bajo el agua de los cielos anubarrados, del cierzo repentino y tras las lentas goteras de los tejados.
Ahora vemos pasar todavía a los rebaños rezagados de las neblinas que se apuran por atravesar entre los techos de las casas vetustas, trepar por las colinas, subir hacia las jalcas viniendo de las hondonadas, para perderse en las punas inhallables.
Y otra vez sentir desatarse inclemente una lluvias torrencial inesperada. Pero ya estamos en abril y entonces recién suspiramos aliviados después de enero, febrero y marzo invernales.
Las últimas pastoras de estas manadas de nubes vemos que por correr enredan sus rebozos desflecados en los aleros de las tejas que aún lagrimean ensimismadas de tantos cántaros rotos y de agua arrojados a sus pechos de madres extasiadas. 
 
2. Hora
tras hora
 
A lo lejos mugen las ovejas y becerros en los rediles.
A ratos aún nos arrimamos al fogón de las cocinas, envueltos en ponchos y rebozos aldeanos.
Pero hoy ha salido un sol radiante que descubre un universo donde cada hoja y grumo de tierra brilla, relumbra y es nuevo.
Entonces nos atrevemos a incursionar hacia el mundo de afuera, abriendo las ventanas enmohecidas.
Es en el umbral del balcón donde nos golpea con la fuerza de toda su luz y sonidos el paisaje esplendente, el coro de balidos, el piar de avecillas y el zumbido de abejas y moscardones.
Abrimos la puerta de calle, arrimando montículos de barro, y arriesgamos nuestros primeros pasos hacia las veredas humedecidas.
Y aunque los barrizales lo invaden y anegan todo, sabemos que, hora tras hora, no cesará de orear, hasta hacer otra vez un mundo consistente, seguro e impávido.
 
3. Es
fecundo
 
Abril es mes fecundo, dulce y transido, en el mundo andino.
Es fecundo, porque en él todo se despereza, despierta y estalla en brote, mies o retoño.
Hay calles por las cuales no se puede transitar todavía, porque bajan aún por ellas desbordados los torrentes que despeñan su agua espumosa y blanca.
Y se deslizan repletas las acequias.
Otras aceras hay donde la yerba ha invadido los senderos por donde antes íbamos y veníamos y que guarda el registro de nuestros pasos. Y en ellos nuestros latidos.
En otras calzadas crecen juncos, helechos y geranios. Y hasta en los muros y en lo alto de los techos hay plantas que asoman colmadas de flores.
Es la vida que pugna por abrirse y se erige. Es el ser y la esencia del mundo que surge desde adentro o desde el vientre de la tierra.
Es la vida que estuvo oculta y hoy aflora.
 
4. Aliento
de mundo
 
Salimos.
Entre piedra y piedra de la vereda crece alguna yema. Y entre todas emiten un vaho hondo y fragante.
Es la naturaleza que se renueva y que para abril germina.
Hay miríadas de esporas en torno a un cactus, a un maguey, a un charco de agua.
Los techos de las casas florecen, sea de tallos que se elevan, sea de esa flor que se pega a la superficie oblonga de las tejas.
Ellas se extienden como un musgo blanco verdoso y que nosotros llamamos con el nombre de flor de piedra.
Los árboles, antes cortados, se llenan de brotes nuevos.
Es difícil respirar, porque todo absorbe y exhala su aliento de mundo que nace y que recién se origina.
 
5. Muramos
de olvido
 
Abril es dulce porque hoy hemos salido contigo a las colinas altas y todo desde aquí es transparente.
Porque han calmado las tempestades y avalanchas de marzo, los cierzos y barrizales implacables.
Entones desde las faldas de los cerros el aroma penetrante del anís se extiende por toda la comarca.
Y tú, para perennizar aún más el paisaje con su incienso, arrancas y ondeas esa rama con sus flores por mis ojos.
Y luego exprimes una sola de esos cogollos cargados de sus pequeñas flores blancas, de que se cubren los campos.
– ¡Se huele así, para que ya nunca muramos de olvido! –Me adviertes.
 
6. Tus
dos manos
 
Y, apenas inclinada, llevando en tus hombros tu leve rebozo de niña, frotas las hojas con sus capullos y haces que yo huela esa fragancia en el hueco de tus manos.
Y entonces allí, con los ojos cerrados, es donde me convenzo que se concentra todo: el antes y el ahora, el ahora y el después.
Se juntan los valles profundos, los ríos caudalosos y serpenteantes como también los riscos lejanos con sus nieves eternas. Y tus ojos y tus trenzas de niña tierna.
Allí, en el hueco de tus manos están contenidos, junto a los soles extasiados, las lunas y las estrellas bogando serenas en lo alto del cielo.
Así como las penas, que ni se dicen ni se cuentan, sino que se quedan encerradas en un cuenco de plata, como este que han hecho ahora y para siempre tus dos manos que se curvan.
 
7. Si lo callé
o se lo dije
 
Eso hiciste conmigo, para que yo nunca más me libre de ellas, ni en mis sueños ni en la vigilia. Y que arrastro lacerado sus cadenas por todos los caminos.
Olor del anís que invade e inunda los campos, no como infusión o mate sino como brisa o viento que entresaca ese aroma de las colinas y bajíos donde el anís crece como hierba silvestre.
Y que yo lo recuerdo a pulmón abierto, lleno de tus gestos y tu falda de niña Brisa de anís que me embriagó con su aroma eterno hiriéndome de muerte desde el borde de la taza de tus manos curvadas.
Y ahora es lo único que estoy seguro llevaré de este a otros mundos, por donde camine con tus manos dobladas hacia mi frente. Entonces era cierto que embruja y la demostración es esta pena.
Y aquello que sólo en ese instante se pudo soñar y decir. Aquello que esperabas que yo diga. Y sufro en no saber si lo callé o se lo dije.
 
8. La soledad,
la lluvia, los caminos
 
Sufro en pensar que no podré decirlo nunca, ahora que ha quedado confundido a la profundidad de ese momento, a la hondonada y al paisaje de la tarde.
Abril es mes transido porque en él se celebra casi siempre la Semana Santa, atroz y compungida.
Porque en este mes Jesús otra vez es coronado de espinas. Y atravesado por Longinos con su lanza.
Y nosotros lo vivimos cada paso, porque lo vemos en la representación que se hace por las calles en las procesiones lastimadas.
Es mes transido porque en este mes murió en París César Vallejo.
A quien “le pegaban todos sin que él les haga nada; le daban duro con un palo y duro también con una soga".
Y "son testigos los días jueves y los huesos húmeros, la soledad, la lluvia, los caminos...”. 
 
9. El enigma
que nos habita
 
También porque este es el mes en que nació mi hermana Sofía. Y cuando escuchamos sus primeros gritos de recién nacida y se fueron haciendo más calmados y distantes los quejidos de mamá, ocurrió algo inusitado:
El penitente a esa hora de la madrugada se azotaba justo al pie del balcón de nuestra casa de donde pendía esa habitación estremecida.
Era Viernes Santo, y papá siempre recordaba que al salir a buscar yerbas que aliviaran el dolor de mi madre y al encontrarse con esa alma en pena, esta le extendió la disciplina para que se azote.
Y tuvo que hacerlo arrodillado frente a su propia casa. Y se preguntaba constantemente: ¿Qué significado oculto hay en todo esto?
¿Y, por qué tuvo el penitente que estar detenido bajo el balcón de nuestra casa justo para escuchar el primer grito de una criatura?
Abril es mes transido porque en él la vida y la muerte tejen sus bejucos y enredaderas para producir el misterio y el enigma que nos habita.
 
10. Al fin
llegas
 
Abril finalmente es volver. Es regresar a las aulas. Es corretear en el patio y corredores de la escuela.
Pero en esto quiero ceder la palabra a mi paisano, el poeta Inti Túpac, alma intensa y trémula, educador inspirado y, como yo, sufrido amante de su tierra.
Y quien en sus libros ya inhallables: como "Canto de Navidad",“Canta pajarillo” e “Inti Raymi”, cultivó una literatura diáfana y encantada, de cedrón, yerba buena y toronjil, diciendo así:
 
PRIMOROSO ABRIL
Al fin, al fin llegas,
primoroso Abril...;
mis puertas abiertas
tengo para ti.
Cuántas flores traes,
¡cuántas!,... un sin fin...
perfumes qué suaves...!,
dicha de vivir...!
Pasa, pasa, pasa...
ven para reír.
Dame aquí tu carga,
Ven, siéntate aquí.
Febrero fue largo;
Marzo, ¡qué decir!;
el frío, muy malo;
constante el sufrir.
Más no esperé en vano...
¡Llegaste, por fin!
¡Cuánto sol, oh, cuánto
traes para mí...!
¡Qué trinos más dulces
vienen junto a ti;
cantares, runrunes...
todo lo feliz...
El río cantando
también viene aquí;
y el verdor del prado
más verde es por ti!
¡Ah! Ya no te vayas,
delicioso Abril...
a mi Escuela amada
vente junto a mí.
Allí jugaremos
riendo sin fin,...
sin fríos inviernos,
en fresco pensil. 
 
Texto que puede ser reproducido
citando autor y fuente
 
Teléfonos: 420-3343 y 420-3860
 
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
 
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Instituto del Libro y la Lectura: inlecperu@hotmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
 
 

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