CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
SÁBADOS 7 PM. AULA CAPULÍ:
CONFERENCIAS Y SIMPOSIOS
SOBRE CULTURA ANDINA
Aula Capulí: Tacna 118, Miraflores.
Cuadra 3 de la Av. Angamos Este
Entre Av. Arequipa y Paseo de la República
Ingreso libre
CALENDARIO DE EFEMÉRIDES
26 DE JUNIO NACE CARLOTA CARVALLO
HONDAS HUELLAS DE LA LITERATURA INFANTIL
PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA
URPICHA CARLOTA CARVALLO
Por Danilo Sánchez Lihón
1. Tierno y visceral
Si pensamos en quién o quiénes son las cumbres de la literatura infantil en el Perú encontraremos a dos atalayas o alminares indiscutibles.
Ellos son: Carlota Carvallo de Núñez y Francisco Izquierdo Ríos, quienes además fueron muy cercanos amigos y juntos emprendieron acciones de gran envergadura y significado para el desarrollo de este arte para niños en la mitad del siglo XX y décadas posteriores.
Sin embargo, el año pasado se celebró el centenario del nacimiento de Francisco Izquierdo Ríos y los homenajes que le rendimos fueron multitudinarios. Ahora mismo, en estos días de junio del año 2011, se realizan actividades como la peregrinación a su pueblo, Saposoa.
En cambio, en al año 2009 se cumplieron cien años del nacimiento de Carlota Carvallo y no hubo sino nuestro solitario acto de conmemoración. Nos preguntamos: ¿Por qué?
Cuando Rutsí, el Pequeño Alucinado, es una obra fundacional de la literatura infantil y juvenil peruana. Cuando ella en esencia y presencia es el Perú, porque trae o contiene el genio de la tierra, es nuestra geografía dulce y a la vez implacable. Es lo tierno y visceral del Perú lo que allí tiembla y aparece.
2. Shambi, la niña
Rutsí, fue la primera novela y magna incursión de Carlota Carvallo en el campo de la literatura infantil y juvenil, pues con esta obra ganó el concurso para representar al Perú en la competición por el Premio de la Editorial Farrar & Rinehart de New York, el año 1943.
En ella trepida, se estremece y exhala todo aquello que somos y que Carlota recoge, penetra y se compromete con esa honda realidad y ese destino supremo, de manera irrenunciable.
Rutsí es un travieso espíritu de la selva, un diminuto geniecillo de los ríos, inquieto y burlón, quien ruega al padre río ser convertido en ser humano para conocer la experiencia del mundo y tratar con Shambi, la niña de la cual se ha enamorado.
Shambi es secuestrada, convertida en esclava y por quien Rutsí incursiona en la gran ciudad de la costa a fin de lograr un remedio para su mal sufriendo en este transcurso mil peripecias. Finalmente Shambi antes de morir fue convertida por el padre río en una maravillosa orquídea.
3. Hondo y oculto
Rutsí..., es un recorrido por la geografía física, humana, social y anímica del Perú, puesto que en todo su transcurso se cuentan leyendas, relatos, historias, mitos, creencias y supersticiones y prevalece el espíritu de la selva, la flora y la fauna de la Amazonía.
Rutsí… refleja el Perú con sus tres regiones, con sus dolores como sus esperanzas, con su gente real y con sus luces y sombras fascinantes al fondo de las cuales se estremece trémula una gran esperanza.
Bastaría con Rutsí, el Pequeño Alucinado, para hacer de Carlota Carvallo una de las más destacadas escritoras de literatura infantil y juvenil de América Latina, quien con otra de sus obras: Oshta y el Duende, obtuvo el Premio Doncel de España.
Lo curioso es que Rutsí, el Pequeño Alucinado fue escrito por Carlota Carvallo en su diario personal, como una confidencia, como un diario íntimo.
Es un libro cuyo nacimiento es del mundo de adentro, del mundo interior y entrañable, de allí entonces que tiene todo ese secreto de lo que es hondo y oculto, del mundo subconsciente y del alma.
4. Amor por el Perú
¿Cómo era entonces Carlota Carvallo para haber plasmado una obra como esta?
Lo diré: era una persona que impresionaba por un rasgo muy especial: su manera de escuchar: entre abierta amplia e ingenua. Y siempre que lo hacía cruzaba las manos sobre el vientre en una actitud inocente, maternal y que todo lo adivinaba.
Era a la vez una persona muy graciosa, que se reía de muchas cosas, quien le volvía a poner nombres a las cosas, y sobre todo a los platos de comida.
Era franca, sincera, muy directa al enfocar los asuntos de la realidad. Le gustaba caminar por las calles de Barranco.
De apariencia era alta, faz redonda, ojos grandes. Siempre usó el pelo corto. Y era hermosa. Ella misma ha dejado un autorretrato donde deja traslucir su vitalidad.
Apreciaba los hechos y los temas significativos, nada de trivialidades, con un gran amor por el Perú y sobre todo por su pueblo.
5. Flores del jazmín
Nació Carlota el 26 de junio del año 1909 en una casa situada en la céntrica y emblemática Plaza Bolognesi de Lima. Su nombre reproduce el de sus dos abuelas: Carlota y Clara. Y sus apellidos: Carvallo y Wallstein:
Una niña linda
vendrá a nuestra casa,
antes que en los campos
se dore el maíz,
antes que perfume
las huertas del mango
y cante en las tapias
el tuctupillín.
Y olerá su carne
como la magnolia
y será morena
como el capulí
y tendrá los ojos
como la vicuña
y el cuerpo tan fino
como el colibrí…
¡Ay la cuidaremos
a la niña linda
hasta de la brisa
que la pueda herir!
Haremos la cuna
cogiendo en el campo
plumas de las aves
flores del jazmín.
6. Cariño a manos llenas
Cuando tenía apenas tres años de edad su familia se trasladó a la ciudad costeña de Huacho, situada a dos horas al norte de Lima si se viaja en ómnibus.
En aquella ciudad su padre tenía que atender asuntos de negocios, aldea que resultó fundamental porque le dio el sustrato para su creación artística al vivir en ella intensamente en contacto con la naturaleza y la gente más auténtica.
Su padre era agente de aduanas, de ascendencia portuguesa y su madre era de ancestros húngaros.
La casa en Huacho era amplia y en ella había profusión de animales, árboles y flores, haciendo una realidad tan pródiga que desarrollaron la imaginación de la niña.
Fue en ese contexto que absorbe lo popular, el folclore, la visión de un mundo amplio, rico y colmado de significados. La noción de que todo está por hacer.
Y, sobre todo, recibe el cariño a manos llenas tanto de sus familiares como de la gente sencilla hacendosa, cordial y con un sentido amplio y positivo de la vida.
7. Pintar la realidad
El pueblo y su contorno y el vivir en ese lugar intensamente, resultó fundamental para su obra, tanto por la naturaleza en la cual se sumergió, como por la gente con la cual compartió la vida a diario, así como por la cultura popular que allí absorbió.
Ella es producto de la educación esmerada de sus padres. Estudió la educación primaria en un colegio privado regentado por religiosas del lugar. La educación secundaria bajo la dirección de maestros particulares, estudios que luego los revalida ante un jurado especial de profesores.
Sin embargo, no alcanzó a terminar formal y oficialmente sus estudios secundarios.
Un día formuló esta pregunta al autor de sus días que siempre estaba a su lado:
– ¿Papá, los árboles se pintan hojita por hojita?
Aquel día su padre, quien se desvelaba porque su hija tuviera una formación de primera clase, comprendió por aquella pregunta que su hija se estaba preguntando acerca de cómo pintar la realidad.
7. Dos grandes maestros
Y esa misma tarde su hija tenía profusión de lápices de colores, acuarelas, pinceles y una profesora de dibujo y pintura en su propia casa.
A los 16 años convenció a su familia que ya era hora de trasladarse a Lima a fin de estudiar en la Escuela de Bellas Artes y dar plasmación a su anhelo de hacerse pintora.
Ingresa a este centro de estudios el año 1923 y es alumna de dos grandes maestros de dicho arte: Daniel Hernández y José Sabogal.
Egresa en 1933 con las más altas distinciones y honores. Pero, al mismo tiempo se le solicitan sus servicios como docente de esa institución y pronto se hace cargo allí de los cursos de dibujo y pintura.
Presentó su primera exposición individual en noviembre de 1934, cuando tenía 25 años de edad.
Participó en muestras colectivas de pintura peruana realizadas en Santiago de Chile, Caracas, México, Montreal, Estocolmo.
9. Mundo infantil
El 27 de diciembre del año 1934 se casa con el hombre de letras, crítico literario y docente universitario más destacado de su época.
Él es el doctor Estuardo Núñez Hague. Son testigos de su matrimonio los maestros José Sabogal y José Antonio Encinas.
Luego trabajó como profesora en los colegios secundarios María Alvarado, Sagrados Corazones, San Jorge, Prescott, y otros.
Nacen sus primeros hijos y empieza a escribir más por un sentido maternal, por querer contar algo a sus siete pequeños, cinco hombres y dos mujeres.
Hay diez volúmenes inéditos de lo que ella fue escribiendo acerca de sus hijos, una especie de diario de ocurrencias, anécdotas, expresiones y reflexiones que ella anotaba minuciosamente.
En esta práctica no dejaba pasar más de tres días en que no se sentara a recordar y escribir lo que había sucedido con cada uno de ellos.
Hay en este gesto la evidencia de que escribe más que por llegar a un público por la fascinación que a ella le produce el mundo infantil.
10. Profundidades de alucinación
Aquella práctica y vocación también la siguió respecto a cada uno de sus nietos. El diario que escribió acerca de estos últimos abarca diez volúmenes.
En ellos aparece escrito con toda nimiedad los pasajes más graciosos, intensos y significativos de lo ocurrido a cada uno de los niños de la casa.
¿No es esto ejemplar y extraordinario?
Destaca en ella una prosa límpida sin rebuscamientos ni falsos atuendos, con una naturalidad extraordinaria en los diálogos.
Sus creaciones tienen un sustrato muy peruano, pues su ambientación se da en realidades propias y genuinas del país.
Tienen la mayoría de sus novelas y cuentos un basamento folclórico, perteneciente a las regiones de costa, sierra y selva.
Sus relatos no se deslizan en una superficie fácil ni suave sino sobre abismos del alma humana, y en ellos se ensaya siempre un descenso a profundidades de alucinación, de pavor y de miedo.
11. El valor de la existencia
Otras obras destacadas de su producción, son:
El Arbolito y Otros Cuentos, donde se festeja la mirada que el niño tiene del mundo: limpia, vital y en contacto con todo lo que es honesto y lleno de valores. Sus personajes superan sus dificultades y encuentran entre ellos el valor de la vida en armonía.
Cuentos de Navidad, inspirada por una de las festividades católicas más importantes y quizás la favorita de los niños, Carlota Carvallo escribe esta colección que tiene como tema principales a la esperanza y la vida. La autora encuentra en esta fiesta no el consumismo que nos ha alejado de su verdadero sentido, sino el darnos cuenta del valor de la existencia y los profundos significados de esta.
En 1952 obtiene el Premio Nacional de Fomento de la Cultura en el área de la pintura Ignacio Merino, en 1933.
En 1972, veinte años después, obtiene el Premio Nacional de Literatura Infantil José María Eguren.
En 1964 recibe el premio Doncel de España, por su cuento “Ojo de plata” de su libro Oshta y el Duende.
12. Con los ojos de cristal
Fue miembro del jurado que concede a nivel mundial el Premio Hans Christian Andersen.
En La Niña del Espejo y Otros Cuentos, colección póstuma de cuentos nos muestra por qué Carlota Carvallo es considerada una de las voces mayores de la literatura infantil.
Sus historias nos conmueven por la esencialidad de sus temas, pero además por la emoción y la calidad de su prosa y la presencia eficaz de lo maravilloso en su narrativa donde une la realidad y la fantasía que nunca como en ella se imbrica, suelda y resana de manera tan cabal.
Pero compuso también poesía. He aquí una muestra:
Michirrita, Michirrona
mi gatita juguetona,
con los ojos de cristal,
no me muerdas,
no me arañes;
es mejor
que me acompañes
y empecemos a jugar.
13. Allí tienen vida
Asimismo, escribió teatro. En su inicio lo hizo, declaró ella, para deleitar a los amiguitos de sus hijos en sus cumpleaños o en las fiestas que se realizaba en alguna institución. Ella misma, además, modelaba sus propios muñecos de títeres: duendes, reyes, polichinelas, como este Cachivache que en su obra de teatro “La Tacita de Plata”, se expresa así:
¡Oh! allí todo el mundo se siente feliz
Verás los juguetes que dejan tirados
Niños que en la tierra son desordenados…
Trompos y muñecos, cosas y animales,
Allí tienen vida como los mortales.
Soldados de plomo, que libran batallas,
Cuidan el palacio desde las murallas.
Las muñecas finas en cajas lujosas,
Son allí señoras nobles y orgullosas,
Y las muñequitas de trapo cosidas
Son niñas del pueblo, pero más queridas…
Obtuvo tres premios de teatro escolar promovidos por el Ministerio de Educación del Perú. Y tres premios en el concurso anual que convocaba con tanto rigor el Teatro Universitario de la UNMSM, que dirigía el maestro Guillermo Ugarte Chamorro.
14. Periodismo para niños
En el campo del periodismo su ingreso es como caricaturista entre los 18 y 25 años en las revistas “Semanal” y “Hombre de la Calle” dirigidas por Federico More, así como en la Limeña, dirigida por Rosa Porras.
Hizo periodismo para niños.
Fundó y dio estructura a la revista Urpi, que significa en idioma runa sini: paloma, por eso a ella la llamamos urpicha, palomita; y que se editaba y distribuía semanalmente como suplemento del diario La Prensa.
De esta revista se editaron 49 números entre los años 1974 a 1975, y fue muy importante por las siguientes razones:
– En ella se presentaban creaciones literarias de niños de todo el ámbito nacional, quienes enviaban composiciones literarias así como correspondencia, la misma que en la mayoría de casos se publicaba.
– Se presentaban dibujos de niños, en impresión a todo color.
– Se da a conoce el país mediante una serie titulada: “Viajando por el Perú”.
15. Significado mayor
Además:
– En la revista Urpi se presentan amenidades, inventos. A través de ella se organizan certámenes de dibujo y pintura para niños.
– Se presentan vidas ejemplares de hombres ilustres.
– No faltan las tiras cómicas, ni páginas sobre ciencias.
– Se logra la colaboración permanente de los escritores más destacados de la literatura infantil.
– Se logra un excelente desarrollo gráfico con la participación del plantel más destacado de dibujantes para niños, como son: Rosario Núñez, Jesús Ruiz Durand, Nobuko Tadokoro.
Es decir, abarca todo lo que de algún y otro modo tenga que ver con la formación y desarrollo del niño.
Con ello y de ese modo se logra movilizar a los niños y hacerlos participar en este órgano informativo cuyo significado mayor es el dejarnos la evidencia de que su hechura era obra colectiva de los niños y algunos excelentes adultos.
Pero, sobre todo, que puede haber un periodismo para niños de extraordinaria factura y envolvente en cuanto al entusiasmo y la participación.
16. Sitial imperecedero
Pero no solo eso, Carlota Carvallo fue compositora de piezas musicales de amplia difusión. Y de canciones destinadas a los niños.
La base para poder hacerlo es que tocaba el piano y las melodías las susurraba en los oídos de sus hijos para hacerlos dormir.
Narradora, poeta, dramaturga, promotora, periodista, compositora musical, madre y maestra. Es una paleta de colores múltiples o un diapasón de variados arpegios; es decir una intelectual completa, íntegra, totalizante y totalizadora.
Es una de las grandes escritoras de nuestro pueblo, como también una de las mujeres más destacadas de nuestra historia, personaje sobresaliente, legendario y mítico si pensamos que ella ahondó en el folclore y se adhirió a lo más auténtico de nuestra cultura.
Quien unió realidad y fantasía, creatividad y pedagogía, vida académica y cotidianeidad compulsiva, aspectos caseros y proyecciones sublimes hacia una entelequia o realidad imperecedera, como es el arte, ámbito en el cual ella ha logrado un sitial imperecedero.
17. La liberó de los prejuicios
Carlota Carvallo de Núñez escribió literatura infantil cuando esta era considerada una expresión menor, desdeñable e ínfima, frente a la literatura “seria”, “cabal” o “adulta”, la misma que era dirigida, se supone, para un público letrado y “selecto”.
En cambio esta otra era considerada ordinaria, pueril y de tercer orden, como se consideraba también que eran los niños.
Pese a eso, su obra, junto con las de Francisco Izquierdo Ríos, Luis Valle Goycochea, Abraham Arias Larreta y otros, cambió la opinión con la que los círculos académicos tachaban a la literatura infantil.
Fue la calidad de escritura de estos autores el factor principal que la liberó de los prejuicios y recelos con la que se la había tratado hasta ese entonces.
Por eso, la obra de Carlota Carvallo empieza planteando una separación con la literatura infantil al servicio de las buenas intenciones, llena de lugares comunes y prédicas moralizantes.
18. Emociona y cautiva
Ella decidió hacer arte para niños sin utilitarismo: piezas literarias hermosas y límpidas, donde cupieran los asuntos más acrisolados del alma humana.
Se impuso escribir sin facilismos ni concesiones a los propósitos funcionales, tampoco para instruir en tal o cual aspecto de la realidad, ni siquiera por altruismo.
Este cambio de sensibilidad al momento de escribir para niños fue radical y de un enorme poder transformador hacia quienes eran devotos seguidores de su trabajo.
A partir de entonces, se escribe para los niños planteándose temas, asuntos y problemas que los motivan a preguntarse sobre el ser, nuestro lugar en el mundo y sobre las incógnitas del universo.
Para ello, Carlota Carvallo utilizó un lenguaje terso, claro y sencillo que no confundiera el logro estético adocenándole figuras rebuscadas o adornos falsos.
Su prosa y su verso fluyen de una manera muy fina, con riqueza musical y plasticidad en la imaginación que seduce, emociona y cautiva.
19. Bueno y valioso
Temáticamente, la autora escoge dos vertientes de inspiración, cuales son: el folclore, por un lado, y la pura imaginación y fantasía, libre de ataduras, por otro.
En su rico y prodigioso universo narrativo presenta personajes de la costa, del ande y la amazonía, llenos de vitalidad, de carisma y todos ellos decididos a cumplir su destino, si es posible enfrentándose a riesgos supremos.
Los enfrenta casi siempre a problemas que rescatarán sus sentimientos, cualidades y valores más auténticos.
Utiliza la fantasía no para distraer al niño de su realidad sino para volver a plantearla, renovada por la reflexión.
Muy lejos y ajenos quedan en su universo narrativo los estereotipos de su época.
Así, nos demuestra su amor por los niños, al dedicarles una obra llena de franqueza y solidaridad, escrita desde sus plenas y cabales convicciones, pero asumiendo aquello que se lo siente bueno y valioso para todos.
20. Guarda semillas
Sus obras sorprenden y maravillan porque nos planteen problemas esenciales de la existencia y el destino que hay que encarar sobre la faz de la tierra, así:
Ya viene el viejo
muy paso a paso…
Guarda semillas en un bolsón.
Dicen se lleva
a los chicos malos.
Pero mentira es un buen señor…
Yo soy valiente
y una mañana,
de mi ventana le dije: “¡Adiós!”
Y él muy amable,
movió su mano
y sonriendo me contestó…
Todo es mentira
de la Rufina.
¿No ha de llevarnos
verdad, mamá?
Y el pobre viejo
de las semillas
me ha sonreído,
¡mi amigo es ya!
Si pensamos en quién o quiénes son las cumbres de la literatura infantil en el Perú encontraremos a dos atalayas o alminares indiscutibles.
Ellos son: Carlota Carvallo de Núñez y Francisco Izquierdo Ríos, quienes además fueron muy cercanos amigos y juntos emprendieron acciones de gran envergadura y significado para el desarrollo de este arte para niños en la mitad del siglo XX y décadas posteriores.
Sin embargo, el año pasado se celebró el centenario del nacimiento de Francisco Izquierdo Ríos y los homenajes que le rendimos fueron multitudinarios. Ahora mismo, en estos días de junio del año 2011, se realizan actividades como la peregrinación a su pueblo, Saposoa.
En cambio, en al año 2009 se cumplieron cien años del nacimiento de Carlota Carvallo y no hubo sino nuestro solitario acto de conmemoración. Nos preguntamos: ¿Por qué?
Cuando Rutsí, el Pequeño Alucinado, es una obra fundacional de la literatura infantil y juvenil peruana. Cuando ella en esencia y presencia es el Perú, porque trae o contiene el genio de la tierra, es nuestra geografía dulce y a la vez implacable. Es lo tierno y visceral del Perú lo que allí tiembla y aparece.
2. Shambi, la niña
Rutsí, fue la primera novela y magna incursión de Carlota Carvallo en el campo de la literatura infantil y juvenil, pues con esta obra ganó el concurso para representar al Perú en la competición por el Premio de la Editorial Farrar & Rinehart de New York, el año 1943.
En ella trepida, se estremece y exhala todo aquello que somos y que Carlota recoge, penetra y se compromete con esa honda realidad y ese destino supremo, de manera irrenunciable.
Rutsí es un travieso espíritu de la selva, un diminuto geniecillo de los ríos, inquieto y burlón, quien ruega al padre río ser convertido en ser humano para conocer la experiencia del mundo y tratar con Shambi, la niña de la cual se ha enamorado.
Shambi es secuestrada, convertida en esclava y por quien Rutsí incursiona en la gran ciudad de la costa a fin de lograr un remedio para su mal sufriendo en este transcurso mil peripecias. Finalmente Shambi antes de morir fue convertida por el padre río en una maravillosa orquídea.
3. Hondo y oculto
Rutsí..., es un recorrido por la geografía física, humana, social y anímica del Perú, puesto que en todo su transcurso se cuentan leyendas, relatos, historias, mitos, creencias y supersticiones y prevalece el espíritu de la selva, la flora y la fauna de la Amazonía.
Rutsí… refleja el Perú con sus tres regiones, con sus dolores como sus esperanzas, con su gente real y con sus luces y sombras fascinantes al fondo de las cuales se estremece trémula una gran esperanza.
Bastaría con Rutsí, el Pequeño Alucinado, para hacer de Carlota Carvallo una de las más destacadas escritoras de literatura infantil y juvenil de América Latina, quien con otra de sus obras: Oshta y el Duende, obtuvo el Premio Doncel de España.
Lo curioso es que Rutsí, el Pequeño Alucinado fue escrito por Carlota Carvallo en su diario personal, como una confidencia, como un diario íntimo.
Es un libro cuyo nacimiento es del mundo de adentro, del mundo interior y entrañable, de allí entonces que tiene todo ese secreto de lo que es hondo y oculto, del mundo subconsciente y del alma.
4. Amor por el Perú
¿Cómo era entonces Carlota Carvallo para haber plasmado una obra como esta?
Lo diré: era una persona que impresionaba por un rasgo muy especial: su manera de escuchar: entre abierta amplia e ingenua. Y siempre que lo hacía cruzaba las manos sobre el vientre en una actitud inocente, maternal y que todo lo adivinaba.
Era a la vez una persona muy graciosa, que se reía de muchas cosas, quien le volvía a poner nombres a las cosas, y sobre todo a los platos de comida.
Era franca, sincera, muy directa al enfocar los asuntos de la realidad. Le gustaba caminar por las calles de Barranco.
De apariencia era alta, faz redonda, ojos grandes. Siempre usó el pelo corto. Y era hermosa. Ella misma ha dejado un autorretrato donde deja traslucir su vitalidad.
Apreciaba los hechos y los temas significativos, nada de trivialidades, con un gran amor por el Perú y sobre todo por su pueblo.
5. Flores del jazmín
Nació Carlota el 26 de junio del año 1909 en una casa situada en la céntrica y emblemática Plaza Bolognesi de Lima. Su nombre reproduce el de sus dos abuelas: Carlota y Clara. Y sus apellidos: Carvallo y Wallstein:
Una niña linda
vendrá a nuestra casa,
antes que en los campos
se dore el maíz,
antes que perfume
las huertas del mango
y cante en las tapias
el tuctupillín.
Y olerá su carne
como la magnolia
y será morena
como el capulí
y tendrá los ojos
como la vicuña
y el cuerpo tan fino
como el colibrí…
¡Ay la cuidaremos
a la niña linda
hasta de la brisa
que la pueda herir!
Haremos la cuna
cogiendo en el campo
plumas de las aves
flores del jazmín.
6. Cariño a manos llenas
Cuando tenía apenas tres años de edad su familia se trasladó a la ciudad costeña de Huacho, situada a dos horas al norte de Lima si se viaja en ómnibus.
En aquella ciudad su padre tenía que atender asuntos de negocios, aldea que resultó fundamental porque le dio el sustrato para su creación artística al vivir en ella intensamente en contacto con la naturaleza y la gente más auténtica.
Su padre era agente de aduanas, de ascendencia portuguesa y su madre era de ancestros húngaros.
La casa en Huacho era amplia y en ella había profusión de animales, árboles y flores, haciendo una realidad tan pródiga que desarrollaron la imaginación de la niña.
Fue en ese contexto que absorbe lo popular, el folclore, la visión de un mundo amplio, rico y colmado de significados. La noción de que todo está por hacer.
Y, sobre todo, recibe el cariño a manos llenas tanto de sus familiares como de la gente sencilla hacendosa, cordial y con un sentido amplio y positivo de la vida.
7. Pintar la realidad
El pueblo y su contorno y el vivir en ese lugar intensamente, resultó fundamental para su obra, tanto por la naturaleza en la cual se sumergió, como por la gente con la cual compartió la vida a diario, así como por la cultura popular que allí absorbió.
Ella es producto de la educación esmerada de sus padres. Estudió la educación primaria en un colegio privado regentado por religiosas del lugar. La educación secundaria bajo la dirección de maestros particulares, estudios que luego los revalida ante un jurado especial de profesores.
Sin embargo, no alcanzó a terminar formal y oficialmente sus estudios secundarios.
Un día formuló esta pregunta al autor de sus días que siempre estaba a su lado:
– ¿Papá, los árboles se pintan hojita por hojita?
Aquel día su padre, quien se desvelaba porque su hija tuviera una formación de primera clase, comprendió por aquella pregunta que su hija se estaba preguntando acerca de cómo pintar la realidad.
7. Dos grandes maestros
Y esa misma tarde su hija tenía profusión de lápices de colores, acuarelas, pinceles y una profesora de dibujo y pintura en su propia casa.
A los 16 años convenció a su familia que ya era hora de trasladarse a Lima a fin de estudiar en la Escuela de Bellas Artes y dar plasmación a su anhelo de hacerse pintora.
Ingresa a este centro de estudios el año 1923 y es alumna de dos grandes maestros de dicho arte: Daniel Hernández y José Sabogal.
Egresa en 1933 con las más altas distinciones y honores. Pero, al mismo tiempo se le solicitan sus servicios como docente de esa institución y pronto se hace cargo allí de los cursos de dibujo y pintura.
Presentó su primera exposición individual en noviembre de 1934, cuando tenía 25 años de edad.
Participó en muestras colectivas de pintura peruana realizadas en Santiago de Chile, Caracas, México, Montreal, Estocolmo.
9. Mundo infantil
El 27 de diciembre del año 1934 se casa con el hombre de letras, crítico literario y docente universitario más destacado de su época.
Él es el doctor Estuardo Núñez Hague. Son testigos de su matrimonio los maestros José Sabogal y José Antonio Encinas.
Luego trabajó como profesora en los colegios secundarios María Alvarado, Sagrados Corazones, San Jorge, Prescott, y otros.
Nacen sus primeros hijos y empieza a escribir más por un sentido maternal, por querer contar algo a sus siete pequeños, cinco hombres y dos mujeres.
Hay diez volúmenes inéditos de lo que ella fue escribiendo acerca de sus hijos, una especie de diario de ocurrencias, anécdotas, expresiones y reflexiones que ella anotaba minuciosamente.
En esta práctica no dejaba pasar más de tres días en que no se sentara a recordar y escribir lo que había sucedido con cada uno de ellos.
Hay en este gesto la evidencia de que escribe más que por llegar a un público por la fascinación que a ella le produce el mundo infantil.
10. Profundidades de alucinación
Aquella práctica y vocación también la siguió respecto a cada uno de sus nietos. El diario que escribió acerca de estos últimos abarca diez volúmenes.
En ellos aparece escrito con toda nimiedad los pasajes más graciosos, intensos y significativos de lo ocurrido a cada uno de los niños de la casa.
¿No es esto ejemplar y extraordinario?
Destaca en ella una prosa límpida sin rebuscamientos ni falsos atuendos, con una naturalidad extraordinaria en los diálogos.
Sus creaciones tienen un sustrato muy peruano, pues su ambientación se da en realidades propias y genuinas del país.
Tienen la mayoría de sus novelas y cuentos un basamento folclórico, perteneciente a las regiones de costa, sierra y selva.
Sus relatos no se deslizan en una superficie fácil ni suave sino sobre abismos del alma humana, y en ellos se ensaya siempre un descenso a profundidades de alucinación, de pavor y de miedo.
11. El valor de la existencia
Otras obras destacadas de su producción, son:
El Arbolito y Otros Cuentos, donde se festeja la mirada que el niño tiene del mundo: limpia, vital y en contacto con todo lo que es honesto y lleno de valores. Sus personajes superan sus dificultades y encuentran entre ellos el valor de la vida en armonía.
Cuentos de Navidad, inspirada por una de las festividades católicas más importantes y quizás la favorita de los niños, Carlota Carvallo escribe esta colección que tiene como tema principales a la esperanza y la vida. La autora encuentra en esta fiesta no el consumismo que nos ha alejado de su verdadero sentido, sino el darnos cuenta del valor de la existencia y los profundos significados de esta.
En 1952 obtiene el Premio Nacional de Fomento de la Cultura en el área de la pintura Ignacio Merino, en 1933.
En 1972, veinte años después, obtiene el Premio Nacional de Literatura Infantil José María Eguren.
En 1964 recibe el premio Doncel de España, por su cuento “Ojo de plata” de su libro Oshta y el Duende.
12. Con los ojos de cristal
Fue miembro del jurado que concede a nivel mundial el Premio Hans Christian Andersen.
En La Niña del Espejo y Otros Cuentos, colección póstuma de cuentos nos muestra por qué Carlota Carvallo es considerada una de las voces mayores de la literatura infantil.
Sus historias nos conmueven por la esencialidad de sus temas, pero además por la emoción y la calidad de su prosa y la presencia eficaz de lo maravilloso en su narrativa donde une la realidad y la fantasía que nunca como en ella se imbrica, suelda y resana de manera tan cabal.
Pero compuso también poesía. He aquí una muestra:
Michirrita, Michirrona
mi gatita juguetona,
con los ojos de cristal,
no me muerdas,
no me arañes;
es mejor
que me acompañes
y empecemos a jugar.
13. Allí tienen vida
Asimismo, escribió teatro. En su inicio lo hizo, declaró ella, para deleitar a los amiguitos de sus hijos en sus cumpleaños o en las fiestas que se realizaba en alguna institución. Ella misma, además, modelaba sus propios muñecos de títeres: duendes, reyes, polichinelas, como este Cachivache que en su obra de teatro “La Tacita de Plata”, se expresa así:
¡Oh! allí todo el mundo se siente feliz
Verás los juguetes que dejan tirados
Niños que en la tierra son desordenados…
Trompos y muñecos, cosas y animales,
Allí tienen vida como los mortales.
Soldados de plomo, que libran batallas,
Cuidan el palacio desde las murallas.
Las muñecas finas en cajas lujosas,
Son allí señoras nobles y orgullosas,
Y las muñequitas de trapo cosidas
Son niñas del pueblo, pero más queridas…
Obtuvo tres premios de teatro escolar promovidos por el Ministerio de Educación del Perú. Y tres premios en el concurso anual que convocaba con tanto rigor el Teatro Universitario de la UNMSM, que dirigía el maestro Guillermo Ugarte Chamorro.
14. Periodismo para niños
En el campo del periodismo su ingreso es como caricaturista entre los 18 y 25 años en las revistas “Semanal” y “Hombre de la Calle” dirigidas por Federico More, así como en la Limeña, dirigida por Rosa Porras.
Hizo periodismo para niños.
Fundó y dio estructura a la revista Urpi, que significa en idioma runa sini: paloma, por eso a ella la llamamos urpicha, palomita; y que se editaba y distribuía semanalmente como suplemento del diario La Prensa.
De esta revista se editaron 49 números entre los años 1974 a 1975, y fue muy importante por las siguientes razones:
– En ella se presentaban creaciones literarias de niños de todo el ámbito nacional, quienes enviaban composiciones literarias así como correspondencia, la misma que en la mayoría de casos se publicaba.
– Se presentaban dibujos de niños, en impresión a todo color.
– Se da a conoce el país mediante una serie titulada: “Viajando por el Perú”.
15. Significado mayor
Además:
– En la revista Urpi se presentan amenidades, inventos. A través de ella se organizan certámenes de dibujo y pintura para niños.
– Se presentan vidas ejemplares de hombres ilustres.
– No faltan las tiras cómicas, ni páginas sobre ciencias.
– Se logra la colaboración permanente de los escritores más destacados de la literatura infantil.
– Se logra un excelente desarrollo gráfico con la participación del plantel más destacado de dibujantes para niños, como son: Rosario Núñez, Jesús Ruiz Durand, Nobuko Tadokoro.
Es decir, abarca todo lo que de algún y otro modo tenga que ver con la formación y desarrollo del niño.
Con ello y de ese modo se logra movilizar a los niños y hacerlos participar en este órgano informativo cuyo significado mayor es el dejarnos la evidencia de que su hechura era obra colectiva de los niños y algunos excelentes adultos.
Pero, sobre todo, que puede haber un periodismo para niños de extraordinaria factura y envolvente en cuanto al entusiasmo y la participación.
16. Sitial imperecedero
Pero no solo eso, Carlota Carvallo fue compositora de piezas musicales de amplia difusión. Y de canciones destinadas a los niños.
La base para poder hacerlo es que tocaba el piano y las melodías las susurraba en los oídos de sus hijos para hacerlos dormir.
Narradora, poeta, dramaturga, promotora, periodista, compositora musical, madre y maestra. Es una paleta de colores múltiples o un diapasón de variados arpegios; es decir una intelectual completa, íntegra, totalizante y totalizadora.
Es una de las grandes escritoras de nuestro pueblo, como también una de las mujeres más destacadas de nuestra historia, personaje sobresaliente, legendario y mítico si pensamos que ella ahondó en el folclore y se adhirió a lo más auténtico de nuestra cultura.
Quien unió realidad y fantasía, creatividad y pedagogía, vida académica y cotidianeidad compulsiva, aspectos caseros y proyecciones sublimes hacia una entelequia o realidad imperecedera, como es el arte, ámbito en el cual ella ha logrado un sitial imperecedero.
17. La liberó de los prejuicios
Carlota Carvallo de Núñez escribió literatura infantil cuando esta era considerada una expresión menor, desdeñable e ínfima, frente a la literatura “seria”, “cabal” o “adulta”, la misma que era dirigida, se supone, para un público letrado y “selecto”.
En cambio esta otra era considerada ordinaria, pueril y de tercer orden, como se consideraba también que eran los niños.
Pese a eso, su obra, junto con las de Francisco Izquierdo Ríos, Luis Valle Goycochea, Abraham Arias Larreta y otros, cambió la opinión con la que los círculos académicos tachaban a la literatura infantil.
Fue la calidad de escritura de estos autores el factor principal que la liberó de los prejuicios y recelos con la que se la había tratado hasta ese entonces.
Por eso, la obra de Carlota Carvallo empieza planteando una separación con la literatura infantil al servicio de las buenas intenciones, llena de lugares comunes y prédicas moralizantes.
18. Emociona y cautiva
Ella decidió hacer arte para niños sin utilitarismo: piezas literarias hermosas y límpidas, donde cupieran los asuntos más acrisolados del alma humana.
Se impuso escribir sin facilismos ni concesiones a los propósitos funcionales, tampoco para instruir en tal o cual aspecto de la realidad, ni siquiera por altruismo.
Este cambio de sensibilidad al momento de escribir para niños fue radical y de un enorme poder transformador hacia quienes eran devotos seguidores de su trabajo.
A partir de entonces, se escribe para los niños planteándose temas, asuntos y problemas que los motivan a preguntarse sobre el ser, nuestro lugar en el mundo y sobre las incógnitas del universo.
Para ello, Carlota Carvallo utilizó un lenguaje terso, claro y sencillo que no confundiera el logro estético adocenándole figuras rebuscadas o adornos falsos.
Su prosa y su verso fluyen de una manera muy fina, con riqueza musical y plasticidad en la imaginación que seduce, emociona y cautiva.
19. Bueno y valioso
Temáticamente, la autora escoge dos vertientes de inspiración, cuales son: el folclore, por un lado, y la pura imaginación y fantasía, libre de ataduras, por otro.
En su rico y prodigioso universo narrativo presenta personajes de la costa, del ande y la amazonía, llenos de vitalidad, de carisma y todos ellos decididos a cumplir su destino, si es posible enfrentándose a riesgos supremos.
Los enfrenta casi siempre a problemas que rescatarán sus sentimientos, cualidades y valores más auténticos.
Utiliza la fantasía no para distraer al niño de su realidad sino para volver a plantearla, renovada por la reflexión.
Muy lejos y ajenos quedan en su universo narrativo los estereotipos de su época.
Así, nos demuestra su amor por los niños, al dedicarles una obra llena de franqueza y solidaridad, escrita desde sus plenas y cabales convicciones, pero asumiendo aquello que se lo siente bueno y valioso para todos.
20. Guarda semillas
Sus obras sorprenden y maravillan porque nos planteen problemas esenciales de la existencia y el destino que hay que encarar sobre la faz de la tierra, así:
Ya viene el viejo
muy paso a paso…
Guarda semillas en un bolsón.
Dicen se lleva
a los chicos malos.
Pero mentira es un buen señor…
Yo soy valiente
y una mañana,
de mi ventana le dije: “¡Adiós!”
Y él muy amable,
movió su mano
y sonriendo me contestó…
Todo es mentira
de la Rufina.
¿No ha de llevarnos
verdad, mamá?
Y el pobre viejo
de las semillas
me ha sonreído,
¡mi amigo es ya!
Texto que puede ser reproducido citando autor y fuente
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