SONETOS DEL POETA SALVADOREÑO ROLDOLFO ASCENCIO BARILLAS,
DIRECTOR DE PRENSA INTERNACIONAL DE ASOLAPO - EL SALVADOR
SONETOS FILOSÓFICOS
Rodolfo Ascencio Barillas
I
1
Triste aquel que vive sólo por vivir,
Y el que agoniza sólo para esperar
Y aquel que llora sólo por reír,
Y el que muere sólo para suspirar
2
Llorando venimos hacia donde vamos
Lamentando nuestro cruel destino
¡Oh¡ engaños que todos nos damos
y a veces nos encontramos en el camino
3
Una piedra que llega hasta el fondo
Y una lágrima que derrama la sombra
De un inesperado sueño profundo
4
El hombre que lo hace caer hondo
La muerte que lo lleva de sobra
Y la vida que lo pierde en un segundo
II
1
Son veinte años de larga espera
Por el mundo los hombres pasaron
Y con la gloria también soñaron
Morir lejos del siglo quisiera
2
Que veinte años se pasaron volando
En un eterno y escarpado sufrimiento
A veces siento que estoy muriendo
y que también que soy sólo un espanto
3
Soy un grito ahogado en el tiempo
Un llanto que gime en movimiento
y que vengo de un pasado incierto
4
La muerte es la vida que vuelve a empezar
Que veinte años son un rápido momento
Que pronto muy breve ha de pasar
III
1
Hermano que me duelen las tristezas del alma
El verte otra vez en la vida estremecido
Quisiera sólo ver el mundo esclarecido
Llevando a tu alegre pecho la calma
2
Yo sé cómo en el camino has luchado
Posees la fuerza que Dios te ha dado
Y la vitalidad de un león inesperado
Y la constancia que también te ha preservado
3
Y al final que atañe al breve destino
El mundo que al hombre le niega fortuna
Los placeres que nos llevan a la ruina
4
Miserias que la vida le impone en el camino
Y la buena suerte que solo es una
Y el futuro que nunca nos manda ninguna
IV
1
Padre, hermoso bello hijo de Dios
Ahora que el tiempo ha pasado
Y que el invierno ha llegado
Esta mi vida llena de resabios
2
Hay tantas cosas que tengo que decirte
Tus consejos iluminaron mi camino
Más allá lejos en el brusco camino
En los años que bien pude apreciarte
3
Cuando te vayas con el fugaz viento
La lluvia, la bruma y el pensamiento
yo estaré vagando por la playa solitaria
4
Gritando, que más tarde que nunca
En el ocaso, es mi alma quien te busca
Del eterno azul que llevo tu calvario
V
1
Padre no se puede volver al pasado
Lamentando que se nos viene la muerte
Sintiendo que el dolor fue creciendo fuerte
Con las lágrimas de Dios crucificado
2
Los sueños se nos fueron de la mente
Y te recordaré siempre todos los días
Tristezas del corazón que llevan melodías
Abandonados por el olvido que nos miente
3
Yo te amé más que nadie y que todo
Presiento que mañana seré de lodo
Y por la montaña pasará una leve brisa
4
Diciéndome que yo fui tu vida
Y siento que también fui tu herida
Junto con el siglo que se fue de prisa
VI
1
Son tristes los años de días pasados
Juventud que añora efímeros placeres
Y volver a contemplar bellos amaneceres
De vivencias mías y tiempos plateados
2
Dichas profanas de noches soñadas
Pasaron fugaces en suspiros perdidos
Fueron ecos del ayer de sueños hundidos
Torrentes de ideas y lunas doradas
3
Oh dulces caricias del infame destino
Que llevó a mi carne el deseo inerte
Nefasta la hora que nos visita la muerte
4
Lejanos recuerdos del duro camino
Extrañas maneras que quiso la vida
Retornar a mi alma y sanar una herida
VEINTE SIGLOS
Rodolfo Ascencio Barillas
1
Son veinte siglos de agonía espantosa
De llorar con el corazón inerte
Nefasto el día que nos arrebata la muerte
En brazos de la noche dolorosa
2
Veinte siglos que son de tragedia silenciosa
De sentir, viviendo con lagrimas que vierte
Y gemir, sufriendo el tiempo que pervierte
Del llanto que derrama la penumbra tenebrosa
3
Mi dolor, es una daga que hiere misteriosa
Aunque muera para sufrir mi tormento
En este mundo de calamidad perniciosa
4
Cual pavor de mi zampoña prejuiciosa
Que a mi vida tritura en el lamento
Y destruye la pena de mi carne voluptuosa
INFINITO
Rodolfo Ascencio Barillas
1
Son las sombras de un vano destino
Y esperar, hasta sanar mi mortal herida
Quisiera volar con el viento mi leve huida
Sin estremecer, el dolor del fatal camino
2
Voy a tropel por el mundo alejandrino
Yo bien siento morir en la vida
Con el temible aliento de mi vital caída
Y sentir, muriendo con el sueño vespertino
3
Le digo al cielo, que mi corazón es triste
El dolor, un zarpazo que a mi vida embiste
Iluminando el cielo de la noche nebulosa
4
Solo el terrible pesar que lo resiste
El llanto que sus lágrimas bebiste
Y la penumbra que duerme tenebrosa
Fuente:
ESTAMPAS DE EL SALVADOR (Editado por Nalo Alvarado Balarezo)
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