jueves, 5 de enero de 2012

ÉPICA DEL MES DE ENERO - PLAN LECTOR: ENEREIDA DE CÉSAR VALLEJO - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

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CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA

Construcción y forja de la utopía andina


2012, AÑO DE LA DEFENSA DEL AGUA, LA VIDA



Y CONSTRUCCIÓN DE LOS ANDENES NUEVOS


ENERO, MES DE LA DEFENSA DE LIMA

DEL NACIMIENTO DE ARGUEDAS, HERAUD Y

LAS LECCIONES QUE NOS DA MACHUPICCHU


PRÓXIMAS ACTIVIDADES DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA:

DOMINGO 8 DE ENERO, 11 AM

ROMERÍA A LA TUMBA DE GEORGETTE DE VALLEJO,
EN EL CEMENTERIO DE LA PLANICIE, EN EL ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO

SÁBADO 14 DE ENERO. 7 PM

PRESENTACIÓN DEL LIBRO “ESCRIBIR PARA TODOS” DE LUIS YÁÑEZ

SEMBLANZA DEL AUTOR: ROSA DEL CARPIO, EN EL AULA CAPULÍ

DEL 18 AL 20 DE MAYO

CAPULÍ 13, VALLEJO Y SU TIERRA


Santiago de Chuco - Foto: Nalo Alvarado Balarezo

PEREGRINACIÓN A SANTIAGO DE CHUCO TIERRA DE VALLEJO

FESTIVAL TRILCE DE LA CANCIÓN, LA POESÍA Y DANZA ANDINAS


Aula Capulí: Tacna 118, Miraflores.

Cuadra 3 de la Av. Angamos Este
Entre Av. Arequipa y Paseo de la República


Planta de capulí, florece a la entrada del Aula Capulí

Teléfonos Capulí: 420-3343 y 420-3860
capulivallejoysutierra@hotmail.com
planlector@hotmail.com


ACTUALIDAD

ÉPICA DEL MES DE ENERO


PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA

ENEREIDA DE CÉSAR VALLEJO



Por Danilo Sánchez Lihón

1. Un sentido esencial

César Vallejo escribió un poema de exégesis, ponderación, y enaltecimiento del concepto "enero", como sentido y trascendencia ligada a la vida, al amor y a la eternidad.

Natural en él por su anhelo y aspiración siempre de una vida nueva y renovada en función de los más caros ideales humanos. Ese poema es Enereida.

La agenda y el calendario Vallejo tendríamos que empezarlo con ese poema. ¿Qué significa? Épica de enero. Y al ser de enero lo es de todo el año.

Porque la vida debe ser épica. Eso nos dice. Enereida es entonces épica de la vida. Es el mundo que él nos encarga construir.

Es la utopía andina. Por eso, Vallejo es siempre un mundo de esperanza.

Pero, ¿a quién se le ocurre darle un ser y una misión a Enero? ¿Es asible? ¿Es lógico? ¡No!

Porque es un mes, el nombre o la evocación de un mes. Sin embargo capaz de suscitar una emoción o acoger un sentido esencial de la vida y el mundo, como en este caso ocurre y sucede.


2. Entregar la vida

Ahora bien, solo un genio puede ser capaz de percibirlo. Pero es más: ¡depositar en él una utopía!

Él sí. Y lo logra y alcanza porque para ello trabaja arduamente.

Porque alguien acaba de decir en un periódico que Vallejo no trabajaba.

Ese señor seguramente quiere verlo en una oficina, marcando tarjeta y llenando registros.

Ese será entonces su concepto de trabajo. Y lo corrijo aquí para apreciar el trabajo del artista.

¡Vallejo trabajaba mucho! Para tener la concepción que anotamos ¡su trabajo era sacrificado, laborioso y consagrado!

Para lo cual hay que entregar la vida, haciéndola rigurosa, tensa, absoluta, como era la vida de César Vallejo.

Lo dice Georgette, su esposa, con la cual compartió la vida 13 años en París, quien hace esta afirmación categórica: “Vallejo era de un ascetismo que envidiaría un monje”.


3. El amor radiante

Su trabajo era más que el de un labriego o artesano. Más que el de un transportista o el de un minero.

Y más arriesgado, puesto que un poeta desciende a los abismos y de ahí extrae los diamantes que nos muestra.

Porque hay la idea de que un poeta no trabaja, como no trabaja la rosa, la noche estrellada, los colores, o el amanecer. Sí, trabajan.

Y lo hacen en silencio y, muchas veces, sin ser reconocidos.

Para denominar dicha emoción a enero César Vallejo le adhirió el sufijo o morfema derivativo, y a la vez desinencia: eida, con lo que el vocablo significa: épica de enero.

Y compuso un poema importante en la perspectiva de lo que en Capulí, Vallejo y su Tierra preconizamos como el evangelio Vallejo.

¿Cuál es esa perspectiva? La del amor radiante con el cual atravesar y llegar al centro de la eternidad.


4. Convierte lo cotidiano en heroicidad

De este modo hizo del mes de enero una celebración, una heroicidad o más simplemente una “heroica” y una proclama.

¿En base a qué contenidos? ¿Resaltando qué valores y proyectándose en razón de qué esencias?

Las del amor como contenido y las de la eternidad como continente.

Y queremos resaltar este hecho para compensar en parte y tratar de corregir aquella visión que se ha hecho tópica de un Vallejo triste, melancólico y afligido, no siendo él así.

Aquí encontramos a un Vallejo confiado, afirmativo y erigido en un portaestandarte que convierte lo cotidiano en heroicidad.

El poema Enereida dice así:


5. ¡Oh, padre mío!


ENEREIDA

Mi padre, apenas,
en la mañana pajarina, pone
sus setentiocho años, sus setentiocho
ramos de invierno a solear.
El cementerio de Santiago, untado
en alegre año nuevo, está a la vista.
Cuántas veces sus pasos cortaron hacia él,
y tornaron de algún entierro humilde.

Hoy hace mucho tiempo que mi padre no sale!
Una broma de niños se desbanda.

Otras veces le hablaba a mi madre
de impresiones urbanas, de política;
y hoy, apoyado en su bastón ilustre
que sonara mejor en los años de la Gobernación,
mi padre está desconocido, frágil,
mi padre es una víspera.
Lleva, trae, abstraído, reliquias, cosas,
recuerdos, sugerencias.
La mañana apacible le acompaña
con sus alas blancas de hermana de la caridad.

Día eterno es éste, día ingenuo, infante,
coral, oracional;
se corona el tiempo de palomas,
y el futuro se puebla
de caravanas de inmortales rosas.
Padre, aún sigue todo despertando;
es enero que canta, es tu amor
que resonando va en la Eternidad.
Aún reirás de tus pequeñuelos,
y habrá bulla triunfal en los Vacíos.

Aún será año nuevo. Habrá empanadas;
y yo tendré hambre, cuando toque a misa
en el beato campanario
el buen ciego mélico con quien
departieron mis sílabas escolares y frescas,
mi inocencia rotunda.

Y cuando la mañana llena de gracia,
desde sus senos de tiempo,
que son dos renuncias, dos avances de amor
que se tienden y ruegan infinito, eterna vida,
cante, y eche a volar Verbos plurales,
jirones de tu ser,
a la borda de sus alas blancas
de hermana de la caridad, ¡oh, padre mío!


6. ¿Qué más real dentro de lo ideal?

El personaje en este texto, tema y planteamiento es su padre que se despide, que se va, que ya es una víspera y anuncio de que se muere no porque padezca algo sino porque está viejo, como el año que acaba de fenecer.

Y es que César Vallejo es el hijo de un padre y una madre muy avanzados de edad. Su madre lo concibió cuando tenía 42 años y su padre 52.

Enereida es visión legendaria del tiempo humano que entresaca lo glorioso del abismo de la circunstancia cotidiana, en donde el aporte del hijo que evoca es:

Habrá empanadas y yo tendré hambre.

¿Qué más real dentro de lo ideal? Este poema se escribe en enero del año 1919, estando ya muerta la madre del poeta que falleciera el 8 de agosto de 1918.

De allí que tiene como eje al padre, don Francisco de Paula, de 78 años de edad, superando ambos el recuerdo atormentado de la madre muerta.


7. El tiempo de la promesa

Se aferra entonces al padre presente en ensalzamiento de la vida y en triunfo sobre la muerte:

El cementerio de Santiago, untado
en alegre año nuevo, está a la vista.

El cementerio da pie a la evocación del año nuevo y está a la vista. Se encuentra mirando el sitio donde está enterrada la madre, pero es Año Nuevo y lo que mira desde la casa más es el camino.

Comprobamos cómo el cementerio que es un lugar representativo de la muerte, esta vez está untado de alegre Año Nuevo; es decir de vida nueva, superando lo que acaba y fenece, con lo que nace y, en el tiempo, amanece.

Y está a la vista, significando con ello que no se está idealizando, que se parte de la realidad, de lo concreto y objetivo. Y de la vida, tal cual es.

En enero se inaugura un año y da lugar al tiempo renovado y a la promesa.

¿Quién no ha jurado, en esos momentos y con sus manos alzadas, grandes victorias por alcanzar?


8. La puerta que otra vez se abre

Es enero anunciador de amor. Es enero nítido, de epifanía. Que crea vida intacta.

Es enero que se avisa con campanas, donde el ciego campanero reafirma con sus dobles, repiques y tañidos que hay días de promisión.

Es enero rodeado de niños; coral, oracional.

Es enero cubierto de primavera, cuando estallan mostazas, retamas y geranios en las laderas.

Es enero en la persona del padre que se alista para un viaje decisivo a sus 78 años.

¿Cuál será? Enfrentar el misterio. Por eso es que está raro. Por eso es que está desconocido y frágil.

Es enero en la creación de vida. Y se inspira en el padre porque él es la puerta que otra vez se abre hacia esa dimensión cercana a la eternidad que es la muerte.


9. Dialéctica de la vida

Ahora bien:

Es un poema que se ubica en el centro del tiempo.

En la coyuntura y en el vórtice de los opuestos.

Entre el pasado y futuro.

En el año que fenece y el año que se inicia:

En el gozne de generaciones, viejo y niño.

En el gozne de mundos, lo terreno y lo eterno.

En el gozne de lo instantáneo y duradero.

En el gozne de lo circunstancial y trascendente.

En el gozne de la vida y de la muerte.


Entre lo que se va y lo que se queda.

Entre el invierno y el sol.


10. Y ello, ¿qué es?

No es la madre que ha muerto y a la cual él dedicó poemas conmovedores, como:

Hoy que hasta
tus puros huesos estarán harina
que no habrá en qué amasar
¡tierna dulcera de amor!

No es la madre, es el padre de quien algo nos inquieta. Que se prepara él para una travesía. A cruzar o saltar el torrente. Es el padre que se va:

Es tu amor que resonando va a la Eternidad.

Enero y el padre inauguran una vida nueva, crean vida trascendente. Engendran un nuevo período y una nueva progenie hacia el infinito. Enero y el padre son el inicio de algo.

Y ello, ¿qué es? Es el amor como esperanza. Es el amor que resonando va a la Eternidad:

Y el futuro se puebla
de caravanas de inmortales rosas.


11. El amor es lo que abre la puerta

¡Oh, epifanía! Esta vez sin resquicio de duda, pletórico y jubiloso.

Esta vez sin quejas ni amarguras. En donde a quien se hace triunfar es a la esperanza, que la vengo resaltando y que la encuentro sembrada en toda la poesía de César Vallejo.

Esperanza, pero partiendo dialécticamente de los opuestos, sin desconocer que la verdad se desliza entre dos o más orillas.

Esperanza que nos ilustra que con el escudo del amor es que se ingresa a lo Eterno, que es la unión de los contrarios.

Con el escudo o la lanza del amor es que se traspasa barreras. El amor es lo que abre la puerta.

Compuesto de dos renuncias y de dos avances.

Porque, ¿qué es el amor de parejas sino dos renuncias y exactamente dos avances o propuestas, por lo menos.


12. Une la vida y la muerte

Enereida es por eso la aspiración a proyectar el sentido del amor a la eternidad, y extrayéndola de ella.

¿Y cómo es ese amor?

El amor que triunfa es el amor bondadoso, es el amor esperanzado.

Es amor inocente ligado a la ternura y al terruño.

Porque todo lo que se evoca se lo hace con un sentimiento y una emoción profunda ligada a la tierra que está a la vista:

Cuántas veces sus pasos cortaron hacia él
y tornaron de algún entierro humilde.

Es Santiago de Chuco desde su raíz, cogollo y flor quien inspira este poema. Ha sido escrito incluso mirando directa y fijamente el camino al cementerio.

Un pueblo donde todo cobra significado, donde todo son líneas que se trazan en una mano extendida, donde el destino escribe extasiado sus mejores mensajes.

Ese amor de Enereida traspasa barreras y llega a la eternidad, que une la vida y la muerte. Es amor esencialmente inocente; es puro e ingenuo. Es amor rodeado de niños:

Una broma de niños se desbanda.


13. El amor es pedazo de pan

Es amor que se representa en la siguiente imagen de una pureza inmarcesible:

...a la borda de sus alas blancas
de hermana de la caridad, ¡oh, padre mío!

Este amor es amor bondadoso, que es aquel que está más allá del fuego que fulmina, del agua henchida en turbión o avalancha que inunda y avasalla. O del viento hecho ciclón o vendaval que arrasa.

El amor con caridad que es la sabiduría suprema.

El padre se prepara para viajar y unirse en ese desposorio con la muerte llevando el amor caritativo.

Y crea hacia otro ámbito y dimensión un mundo diferente con la comprensión de esa alianza de amor.

Amor que es lo único que puede prevalecer después de toda esta contingencia y catástrofe.

Como igual, es aquel que permanece después de todas las maravillas, milagros y portentos, por ver y por hacer.

Es el amor convertido en hermana de la caridad, en vaso de agua y pedazo de pan.


14. Aunque hayan muerto

Amor que hace al ser dulce, piadoso, devoto. Amor de hermandad, de solidaridad que solo un genuino representante del mundo andino lo puede preconizar con autoridad, porque solo en aquel ámbito se plasmó y es vigente, cultura que lo acrisoló y lo hizo práctica social.

Otro don inherente a lo expuesto y que Enereida lo contiene es la ligazón a la infancia y a la ternura:

Ella es ternura pegada a la cuna, a la leña, al humo de la cocina. Y a la piedra tutelar de la puerta o escalera que nos cobija y consuela en la añoranza de la casa nativa.

Es ternura que no sé cómo se da en el mundo andino que Vallejo trasunta. Pero que late en la hilacha de la frazada pobre, en el rebozo y el poncho de madre y padre que aún en el recuerdo nos abrigan y protegen. Así:

Aún reirás de tus pequeñuelos.

Aún será año nuevo. Habrá empanadas
y yo tendré hambre.

Y eso sucede, ¡aunque ellos hayan muerto hace años y hace mucho tiempo!


15. Donde todo vuelve a florecer

Ternura que es una especie de renuncia, de tristeza y de digna vergüenza. Don que es un tesoro. Un bien lamentablemente amenazado por un modelo de sociedad cruenta que se impone a sangre y fuego.

Hagamos que viva y no muera nunca.

En el poema el padre está desconocido. Está ya en otra dimensión. Es parte ya o pertenece a otro mundo. Se lo siente leve y evanescente:

Mi padre está desconocido, frágil
mi padre es una víspera

Víspera es lo que antecede a algo. El padre está en esa ventana o en ese puente o en esa cornisa desde donde se mira o se cruza hacia otra orilla, en ese anonadamiento que es la muerte.

Y eso es un misterio.

Donde al final se toca un mundo atravesado por los dardos de lo incognoscible e incógnito.

Pero es enero, es el Año Nuevo frente a la vida vieja. Es el nacer de la vida. Es la vida que se renueva. Y donde todo vuelve a florecer.


Texto que puede ser reproducido citando autor y fuente

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