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TIEMPO NUEVO
Internacional
por Addhemar Sierralta
Año 10 Nº 335
Miami, 18 de septiembre de 2018
ACERCA DE MI PERÚ QUE QUIERO VERLO AVANZAR.
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
VERDADES QUE DESCONOCEMOS GRACIAS A MENTIRAS QUE SE REPITEN PARA ENGAÑARNOS.
Para
quienes hemos vivido en ocho décadas y estamos enterados de lo que
sucede en el mundo –desde entonces- nos es más sencillo percibir las
verdades y las mentiras porque fuimos, en muchas situaciones, testigos
de los sucesos y nadie puede contarnos cuentos al respecto. También
tuvimos acceso a la información de antepasados y crónicas antigüas.
EN NUESTRO PAÍS
La
época de los incas nunca duró más de 200 años. Fueron muchos menos y
los pueblos que integraron este imperio –los pre incas como las culturas
Moche, Chimú, Sipán, Chavín, Chancas, Paracas, Tiahuanaco, Nazca y
otras y/o sus descendientes- deseaban recuperar su libertad porque se
sentían avasallados. Los españoles no hubieran derrotado al incanato sin
la guerra entre Atahualpa y Huáscar y porque los conquistadores, que se
contaban por decenas, jamás podrían haber vencido al ejército
triunfador de Atahualpa sin la decidida ayuda de ejércitos y
abastecimiento de las culturas que querían ver derrotados a los incas.
Un
mito es, también, que los nativos peruanos temían a los caballos porque
pensaban que caballo y hombre eran uno solo. Años antes de la captura
del último inca los nativos de la zona del norte había exterminado a la
mayoría de los españoles que quedaron a la espera de refuerzos. El
motivo fue que los invasores tomaron a muchas de sus mujeres y por ello
supieron combatirlos y derrotarlos. Ya desde esos momentos se sabía que
los blancos y los caballos no eran un mismo ser.
Dentro
de las verdades ocultas, en la época de la independencia, se minimizó
la idea de San Martín de mantener unidos a los territorios de Virreynato
del Perú buscando a un príncipe europeo para que lo gobernara. En esa
época pertenecían al Virreynato, parte de Colombia, Ecuador, Chile,
Bolivia y obviamente Perú. Bolívar se oponía a ello y buscó –por
influencia inglesa en su afán por debilitar a España- despedazar al
Virreynato (y lo hizo fomentando la creación de Colombia, Ecuador, Chile
y Bolivia) para colocar gobernantes adictos a él. Claro que buscaba ser
el super líder de todos los gobernantes de los nuevos países –añadiendo
a Venezuela y Panamá- y su ambición lo llevó a terminar despreciado y
solo hasta morir totalmente abandonado. En Brasil se haría lo contrario
para mantener unido su vasto territorio.
Ya
en plena época republicana, a excepción del Mariscal Castilla, los
presidentes del Perú han sido mayoritariamente militares habiendo
gobernado 103 años (52%) mientras que los civiles detentaron el poder
menos tiempo. Evidentemente los gobiernos civiles lograron mejores
resultados mientras que los militares fueron nefastos mayoritariamente.
De los 62 periodos gubernamentales han sido 34 (55%) a cargo de
militares y 28 (45%) por civiles.
Los
partidos políticos han sido casi en su totalidad caudillistas y muy
pocos sobrevivieron a sus líderes fundadores. Esto nos dice mucho de la
poca conciencia cívica que existe. Obviamente que la democracia se basó
en líderes pero no en principios e ideologías sustentables.
La
mitificación de gobernantes ha sido dañina. El caso más grave fue el
del general golpista Juan Velasco Alvarado, quien justificó su accionar
en grandes mentiras: la existencia de la página once, el contar con el
Plan Inca (que se hizo tiempo después y a la carrera), la expulsión
“digna” de la International Petroleum Company nacionalizando la
Refinería de Talara, los campos de La Brea y Pariñas y las instalaciones
totales, mientras se pagó por lo bajo una millonaria indemnización (a
espaldas del pueblo) a la empresa norteamericana.
Pero
la situación más grave fue un gobierno dictatorial que destruyó la
economía del país haciendo una reforma agraria nefasta, nacionalizando
empresas de todo tipo destruyendo la industria peruana, y coactando la
libertad de expresión nacionalizando periódicos y empresas de
televisión. Suprimió las elecciones y la corrupción se hizo evidente
desprestigiando a las fuerzas armadas. También generó odios y revanchas
étnicas. La educación se vino abajo en todos los niveles y el Perú de
ser un país ubicado como el tercero en Sur América con exportaciones muy
superiores a sus importaciones pasó a convertirse en un país que
importaba el 70% de todas sus necesidades generando pobreza.
DE REVUELTAS, DICTADORES Y DEMOCRACIA.
Un
recuento de los gobiernos dictatoriales, militares y civiles, que
retardaron la madurez democrática peruana escrito en el 2017, a vísperas
de un nuevo proceso electoral.
Año
1948. Mes de octubre. Día 3. El Callao y sus distritos La Punta,
Chucuito, Bellavista y San Miguel, muy cerca de la provincia chalaca, se
ven estremecidos por el estruendo de las armas de fuego y más tarde por
los carros militares y ambulancias. Los marineros rebeldes son
apresados y nuevamente el partido aprista de Haya de la Torre es
protagonista de un suceso trágico. Aún está fresco el ataque al Cuartel
O’Donovan en el norte peruano.
Aquella
noche me sentí inseguro. Toda la tarde había sido testigo de las
correrías de los carros porta tropas y las sirenas de las patrullas, vi
el transporte de heridos desde el Malecón Bertolotto. Los vehículos
venían por la avenida Costanera. En mis escasos cinco años entendía muy
poco de la situación, se hablaba de horror y muerte, y mi madre trataba
de no dejarme ver tal tragedia y llevarme a casa lo más pronto.
Obviamente al caer la tarde y ya de regreso todavía tenía temor.
El
año anterior, en 1947, había tenido también una sensación de miedo al
escuchar por vez primera vez la palabra muerte. Fue cuando Manolete, el
torero español ídolo de multitudes, había sido corneado y muerto por un
toro. El día de su muerte, mi madre y otras señoras comentaron el suceso
con pena. Pregunté qué había ocurrido y me hablaron del fallecimiento
del diestro. Cuando me explicaron lo que era la muerte sentí algo raro,
tal vez el temor a lo desconocido y me sobrecogí al ver que algunas
amigas de mamá lloraban. Algo malo debía ser, pensé.
Tiempo
después sabría que un jurado especial, en el que tuvo especial
presencia el oficial de la Armada, Gustavo Mathey Morillas, el querido
tío Gustavo, condenaría a muerte a los marineros revoltosos. Nuevamente
la muerte.
Ese año también ocurrió la deportación –por el gobierno dictatorial de Manuel A. Odría-
de mi padre a México. Vinculado al Apra, con quienes había colaborado
años antes y pese a que se desligó, de los apristas, por principios
irreconciliables, tuvo que marchar al país azteca para nunca volver al
Perú.
La
“revolución restauradora”, como la llamó Odría y que en afiches
coloridos –tiempo más tarde- en los que aparecía el general barriendo
alimañas, el Apra entre ellas, puso de moda el lema “limpiando el Perú”,
tendría lugar días después, el 27 de octubre en Arequipa. Una etapa
política había llegado a su fin. Depuesto el presidente Luis Bustamante y
Rivero, se iniciaba el ochenio y la persecución del partido de la
estrella.
Es
claro que el apoyo aprista a Bustamante, participando de su gobierno,
fue un desastre. Aún me acuerdo de las colas por víveres, la falta de
leche, las coimas para conseguir algo de comer, etc. Fue un ensayo de lo
que ocurriría en los ochenta durante el primer gobierno de Alan García.
Claro que si de ensayos hablaramos hubo uno similar durante la dictadura militar del general Velasco Alvarado en los setenta, colas enormes, abusos y preferencias a las familias de los militares.
Años
después, en 1963, sorprendió “a tirios y troyanos” la nefasta alianza
Apra-UNO, que le haría la vida imposible –desde el Congreso- al
presidente de entonces, el arquitecto Fernando Belaúnde Terry. Ese
“matrimonio” entre apristas y sus verdugos era impensable. Máxime si
Odría había mantenido rodeado de tropas a Haya de la Torre exilado en la
Embajada de Colombia por largo tiempo. La Unión Nacional Odriísta (UNO)
y el Apra no dudaron en deponer sus diferencias y realizar dicha unión,
considerada en su época, jocosamente, “contra natura”.
Ya
para 1950 el general Odría ponía de manifiesto su dictadura. Había
convocado a elecciones, para “democratizar” su gobierno según se decía,
pero empezó por apresar a su contendor, el general Ernesto Montagne,
ilustre militar y muy amigo de mi familia. Esa decisión nos llenó de
estupor y se vislumbraba el derrotero del futuro “presidente
constitucional”, como le encantaba le dijeran al dictador. Nuevamente,
en el gobierno de Velasco, éste se hacía llamar “presidente indiscutido e
indiscutible de la nación peruana”, ante la imposibilidad de llamarse
constitucional. Exquisiteces de dictadores.
Otro
dictador, Alberto Fujimori en la década de los noventa, nos depararía
sorpresas al “disolver” al Congreso, hacer una nueva Constitución a su
medida, aprobar las reelecciones presidenciales, y ampararse en las
Fuerzas Armadas para cometer una serie de abusos y arbitrariedades. La
justicia lo condenaría por sus delitos. Lo mismo ocurriría con el
siniestro Montesinos, su jefe de inteligencia. Odría, por su parte, tuvo
en Esparza Zañartu, su Ministro de Gobierno y Policía, a un predecesor
de “inteligencia” que infundía iguales temores.
Durante
mi vida he sido testigo de varios golpes de estado en mi país : el del
coronel Odría en 1948, el del general Pérez Godoy en 1962 (depuesto por
el general Lindley a los pocos meses), el de la Fuerza Armada encabezado
por el general Juan Velasco Alvarado en 1968 (depuesto
“institucionalmente” por el general Francisco Morales Bermúdez en 1975)
y el de Alberto Fujimori en 1992, denominado “autogolpe”.Hay
que señalar que a Odría se le levantó el general Zenón Noriega en los
cincuenta, a Velasco el general Bobbio en los setenta y a Fujimori el
general Salinas Sedó en los noventa. Los dictadores fueron unas
“joyitas” de militares que no hicieron otra cosa que retardar el
progreso del Perú. Muchos podrán decir que los dictadores militares o
civiles (amparados siempre por las fuerzas armadas) consiguieron hacer
obras físicas , lograr bonanzas económicas y hasta combatir exitosamente
al terrorismo, pero lastimosamente a costa de debilitar las
instituciones democráticas, la civilidad y minar la autoestima de
nuestro pueblo.
Han
sido, desde 1948, largos 29 años de gobiernos dictatoriales buscando
desprestigiar a los partidos políticos y a las instituciones
democráticas.
Tan solo 33 años han sido gobiernos democráticos. Qué distinto sería
nuestro destino si, dejando ambiciones particulares y mesianismos, estos
últimos 62 años hubieran sido gobiernos elegidos por la ciudadanía. Sus
logros con seguridad, pese a los errores humanos que se dan en toda
democracia, nos tendrían en mejores condiciones. Si hoy estamos donde
estamos, piensen lo que se hubiera logrado en democracia. Ojalá que los
dictadores sean historia y consolidemos nuestro progreso.
CONSTRUYENDO UN NUEVO PERÚ.
(Las doce creencias básicas)
Al
margen de ideologías tradicionales, de izquierda o de derecha extremas,
en este tiempo de incertidumbre y caos comparto mis creencias, que
podrían servir de base para llevar al Perú hacia una nueva etapa de
concertación política.
Compartimos
con nuestros compatriotas los principios básicos o creencias ,
inspirados en nuestras tradiciones y los recientes desarrollos del
capitalismo social o socialismo capitalista, que buscan proporcionar a
todos nuestros ciudadanos un proyecto novedoso para construir un nuevo
Perú a través de un Plan Estratégico Integral de Largo Plazo.
En
números anteriores de TIEMPO NUEVO explicamos los conceptos del
capitalismo social o socialismo capitalista, que es más factible de lo
que se pueda pensar ponerlo en práctica si aflorara el deseo de unir
esfuerzos para construir un proyecto pragmático, humanista y social.
Por
ello, en esta ocasión, deseamos dar a conocer los que consideramos las
creencias básicas en las que se puede construir este proyecto que
beneficiaría a las mayorías, especialmente en pueblos en vías de
desarrollo.
1.
Creemos que el ser humano es un ser trascendente que con sus
naturalezas física, mental y espiritual merece y debe tener un
desarrollo integral.
2.
Creemos en la libertad individual, en la igualdad de los derechos y
obligaciones de los ciudadanos y en la solidaridad social.
3.
Creemos que los pueblos, de acuerdo a su cultura, deben adquirir
conciencia de sus derechos y patrimonio, rescatando sus tradiciones
locales pero avanzando inoxerablemente hacia la conciencia universal.
4.
Creemos que nuestro territorio alberga una pluriculturidad, tanto
ancestral como reciente, que nos indica que nuestra nacionalidad aún
está en formación.
5.
Creemos que en la nueva cultura nacional debemos eliminar las
diferencias entre los peruanos y aglutinarnos en los factores comunes
dentro de un Plan de Desarrollo Integral a largo plazo.
6.
Creemos en nuestros valores occidentales y autóctonos así como en la
universalidad religiosa y en la familia como ejes espirituales y base de
la ética y moral nacional.
7.
Creemos en una nueva delimitación política interna que simplifica la
conducción y aplicación de políticas nacionales integradoras.
8.
Creemos en un Estado promotor y vigilante que tenga como normas la
transparencia, la honestidad, la diligencia y la calidad de su trabajo y
del producto que espera la ciudadanía.
9.
Creemos en la integración latinoamericana, con realizaciones concretas
dentro de una nueva geopolítica americanista, para hacer frente al mundo
globalizado con fortalezas que garanticen el desarrollo integral de los
ciudadanos de las naciones adscritas.
10.
Creemos en el uso adecuado del capital y del trabajo teniendo como fin
supremo el desarrollo integral dentro de un marco de paz concertada
entre los actores del mismo.
11.
Creemos en la fuerza de la concertación política, en un enfoque de
unión –más allá de posiciones divergentes y extremistas- que trabajen en
pro de un país más desarrollado conservando las libertades y la
democracia.
12.
Creemos en la necesidad de acometer, en el menor tiempo posible, las
acciones tendientes a poner en marcha este credo en beneficio de todos
los peruanos. Para ello deberán establecerse objetivos claros y metas a
alcanzar adecuándonos a los nuevos desarrollos científicos y
tecnológicos, siendo prioritarios la educación, la salud, la vivienda y
la seguridad ciudadana.
Queda,
en la buena voluntad de los grupos, movimientos o partidos políticos,
incorporar estas bases para la elaboración de sus planes de gobierno y
concretarlos en objetivos y metas claras. De esta manera podremos
enfrentar el reto de construir un país más justo.
EL GURÚ DE LA IZQUIERDA NOAM CHOMSKY
RECONOCE QUE “VENEZUELA ES UN DESASTRE”.
Por Orlando Avendaño (Venezuela).
“Venezuela
es realmente un desastre. La economía se basa en el petróleo… Y
la corrupción, el robo…”, dijo el pensador izquierdista Chomsky. (Venezuela Analysis).
El
lingüista, filósofo, catedrático del Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT) y «gurú» de la izquierda mundial, Noam Chonsky,
habló esta semana sobre el fracaso del socialismo latinoamericano en
países como Cuba, Brasil y Venezuela.
“Hubo
logros reales. Pero los Gobiernos de izquierda no aprovecharon la
oportunidad que tenían para tratar de crear economías sostenibles y
viables. Casi todos: Venezuela, Brasil, Argentina… Se apoyaron en el
alza de los precios de las materias primas, que es unfenómeno temporal“, dijo el pensador al programa Democracy Now.
“Los
precios de las materias primas subieron, principalmente debido al
crecimiento de China. Así que hubo un aumento en el precio del petróleo,
de la soja y así sucesivamente. Y, en vez de tratar de desarrollar
economías sostenible con la manufactura, la agricultura y así
sucesivamente —Venezuela, por ejemplo, es un país agrícola rico,
pero no lo desarrollaron. Entonces, simplemente confiaron en las
materias para exportación”, continuó Chomsky.
Señala, luego, que “eso es muy perjudicial, no solo no es un éxito, sino que es un modelo de desarrollo dañino”.
Por
último, en la entrevista, el filósofo, que anteriormente ha defendido
fuertemente el régimen de Hugo Chávez, reconoció: “Venezuela es
realmente una situación desastrosa. La economía se basa en el petróleo. Y
la corrupción, el robo, ha sido extrema”.
En
2013 Noam Chomsky, en una entrevista, dijo sobre Hugo Chávez: “(Él)
lideró una liberación histórica en América Latina. Definitivamente fue nocivo para la oligarquía rica, para el poder de Estados Unidos”.
“Durante
los últimos diez años, he visto un cambio absolutamente histórico.
Desde la época de los conquistadores hace 500 años, América Latina ha
estado sometida a la fuerza Occidental, a los Estados Unidos… Ahora es
prácticamente libre”, dijo el escritor y catedrático.
Fuente: Real Clear Politics
EL PERRO Y SU COLA.
Por Enrique Guillermo Avogadro (Argentina).
"No basta con ser patriota, también hay que acertar".
Manuel Azaña
La
actual y, tal vez, transitoria tranquilidad de la economía y de la
política me permiten hoy hablar de los problemas más graves y
permanentes del país, en especial de uno al cual, de no encontrársele
una solución a largo plazo, veremos crecer y complicar más aún nuestra
evolución histórica como sociedad.
Me
refiero tanto a la pobreza estructural, que ha castigado desde hace
décadas a un enorme porcentaje de habitantes del Conurbano, cuanto a la
complicación social y política derivada de la colosal concentración de
esos marginados, y por eso fáciles presas del clientelismo más abyecto,
alrededor de Buenos Aires, aunque afecta también a otras grandes
ciudades, como Rosario o Mar del Plata.
Es
cierto que la reciente y fortísima devaluación, y el consecuente
incremento de la inflación, obligan al Gobierno a adoptar medidas
coyunturales que permitan no sólo tranquilizar la inquietud social,
expuesta en numerosos episodios de nuestro pasado, sino hasta garantizar
la supervivencia de muchos niños y hasta de familias enteras; pero esas
medidas, sobre todo los subsidios y los planes, deberían ser
precisamente eso, remedios excepcionales para situaciones agudas, y no
transformarse, como ha sido, en una terapia crónica, que sólo sirve para
mantener en la miseria y la marginalidad a quienes los reciben, ya que
éstos tampoco son obligados, en la práctica, a trabajar o a atender a la
salud y a la educación de sus hijos.
Me
parece que es hora de que una de las mejores funcionarias de las que
dispone el Presidente Mauricio Macri -me refiero a Carolina Stanley, la
excelente y comprometida Ministra de Salud y Desarrollo Social de la
Nación- desdoble una vez más su gabinete de asesores. Quiero decir con
ello que, además de ocuparse de las incumbencias sanitarias y de
negociar con las organizaciones sociales los crecientes sistemas de
apoyo nacional a quienes, de un modo u otro, se han caído del mapa
económico, destaque un equipo a pensar, a mediano plazo, en mejorar el
futuro, es decir, actuar simultáneamente sobre la reinserción laboral de
los afectados y, a la vez, sobre la redistribución geográfica de los
mismos, en un país casi desierto.
Porque
resulta de todo punto de vista injusto, y hasta criminal, que se siga
desperdiciando tal enorme cantidad de dinero, que se extrae sólo de las
actividades productivas y de los confiscatorios impuestos que pagan los
ciudadanos que tributan (castigando así al desarrollo de la economía, al
empleo registrado y al consumo) y de la ANSES, perjudicando aún más a
los ya tan empobrecidos jubilados, sin tocar ni un pelo de la estructura
del gigantesco Estado. Mientras así se siga haciendo, el perro
continuará mordiéndose la cola.
El
gasto social, como está orientado actualmente, producto del diseño
clientelar del peronismo, convierte a la Argentina en un país
absolutamente inviable, en un mundo que se hartó de prestarnos divisas
para que las dilapidáramos.
En
primer término, resulta indispensable terminar con las llamadas
"jubilaciones de privilegio", de las que gozan tantos ex funcionarios y
legisladores, ya que constituyen un factor innegablemente irritante para
una sociedad que se ve obligada a apretarse mucho el cinturón y que ve
recaer diariamente en la pobreza a muchos que habían conseguido salir de
ella; éstos, como es natural, son víctimas de un resentimiento que
puede transformarse en un peligrosísimo caldo de cultivo para cualquier
aventura destituyente.
Para
solucionar todos esos problemas, sugiero que, tan pronto superemos
diciembre, un mes clave si los hay para esta situación, comencemos a
construir un círculo virtuoso, destinando parte del gasto, hoy
improductivo, y con la colaboración e interacción de capitales privados,
a la construcción de viviendas sociales, escuelas y centros de salud en
el interior del país, en especial en aquellos lugares donde la fuerte
devaluación ha incrementado la posibilidad de exportar productos de todo
tipo y en los cuales falta notoriamente mano de obra. Entonces, y sólo
entonces, resultará posible exigir a los beneficiarios de esa mal
entendida, y mal encarada, caridad el cumplimiento de los requisitos y
contraprestaciones que la propia ley originalmente les imponía y que hoy
han sido olvidados.
Las
ventajas de las acciones de este tipo son tan claras que casi resulta
superfluo enumerarlas: mejoramiento en la calidad de vida, crecimiento
de la actividad industrial y agropecuaria, generación de empleo legal,
solución del problema habitacional, reinserción laboral de los
beneficiados, incremento del consumo, acceso al agua potable y las
cloacas, elevación del nivel socio-económico, disminución en la
conflictividad social, efectiva escolarización y control sanitario de
los niños, reducción significativa en la dependencia del gasto público,
etc.
Los
mecanismos para llegar al principio de ese camino de beneficios ya
existen (fideicomisos público-privados) y, además, los proyectos de este
tipo son beneficiados por fondos internacionales que se encuentran a
disposición, muchos de ellos podrían recibirse bajo la forma de
verdaderas donaciones de los organismos multilaterales para el
desarrollo, como BID, CAF, etc.
La
radicación de familias en las provincias del interior del país, que sin
duda serían atraídas por la posibilidad concreta de mejores ingresos,
vivienda digna y un futuro mejor para sus hijos, permitiría descomprimir
muchas de las actuales villas de emergencia, donde conviven una mayoría
de pobres pero dignos ciudadanos con el delito y la droga de unos
pocos. A cualquiera que dude de esta afirmación le planteo una simple
comparación: cuántos son los concurrentes a las marchas y piquetes, que
tanto complican la vida en nuestras ciudades, con los cientos de miles
de habitantes de esos asentamientos que, supuestamente, padecen los
mismos males y sufren idénticas carencias.
La
Iglesia Católica, que ha decidido mezclar, sin ton ni son, las cosas de
Dios con las del César (por ejemplo, cuando opina sobre los acuerdos
con el FMI) debería contribuir eficazmente a difundir estas propuestas,
salvo que sus intereses terrenales e ideológicos actuales pasen
exclusivamente por potenciar la conflictividad social y desestabilizar
al Gobierno, a través de sus distintos voceros, sean obispos o pseudo
dirigentes sociales. Por lo demás, si actuara positivamente, con
seguridad contaría con la tan importante y necesaria colaboración de los
evangelistas y del resto de las comunidades religiosas de otros credos.
Esta
nota puede sonar grandilocuente, pero la escribí con la sana aspiración
de dejar a nuestros descendientes un país viable y confiable,
absolutamente mejor que éste al cual, con tanto esfuerzo y dedicación,
nos hemos dedicado a destruir hasta los cimientos. Confío en que así se
entenderá.
Bs.As., 8 Sep 18
RECORDANDO A PAPÁ .
Por Armando Balarezo “Nalo” (Perú).
Lima, 21 de junio de 2015
HOLA SHAY:
El
25 de octubre del 2010, mi amigo, mi hermano, mi amado papá Armando
Alvarado Montoro, emprendió el gran vuelo cuando clareaba el alba. Desde
aquel aciago amanecer, extraño sus palabras de aliento, sus relatos de
tierra adentro, su chispa contagiante, su jovialidad, su mirada
cristalina, sus ilusiones, su amor por la vida, su ilimitada reverencia a
la Naturaleza, siempre planificando e impulsando el mañana de los seres
que amaba: paisanos, vecinos, amigos y familiares. Siempre soñando con
un Bolognesi próspero y unido, con un Áncash pletórico de vitalidad, con
un Perú de ensueño, con una Pachamama amada por todos sus hijos.
Aquel
ser humano que no se cruzaba de brazos, ni siquiera los fines de
semana, aquel esforzado empresario del volante que mantenía los ojos
bien abiertos cuando nosotros dormíamos, aquel navegante andino que
calmaba su sed con el agua de los glaciares, aquel ferviente lector que
amaba a los libros y cuadernos con la misma fuerza telúrica que amaba a
los niños y jóvenes, aquel padre amoroso que bullía de alegría cada vez
que nos sostenía en brazos, pero que sangraba por dentro cuando
tropezábamos de niños y también de adultos, se marchó en silencio, sin
un gemido, dejándonos el mejor legado del mundo: su ejemplo de vida.
Aquel día sentí con mayor intensidad la fragilidad de la existencia
terrena, tan corta como la vida de aquel pichuichancaherido, que
con papá, mamá y mis hermanitos curamos en el patio de la casa, y que de
gratitud alegraba nuestros días cantando en los tejados, hasta que un
aleve disparo de un cazador extinguió su latido.
Cómo
olvidar sus caricias cuando llegaba de madrugada, sus labios en mi
frente, sus manos alisando mis cabellos. Yo me hacía el dormido, al
igual que mis hermanos, pues lo estábamos esperando, leyendo o
contándonos historias de pioneros. Recuerdo aquellos domingos cuando las
calles chiquianas se llenaban de niños, padres y abuelitos, todos
íbamos a la iglesia tomados de la mano, con los zapados bien lustrados,
peinados y risueños a orar y pedir bendiciones para nuestro pueblo.
Muchas
veces, sin que lo notara, lo vi orar y llorar a solas al fallecer un
amigo, un familiar o un paisano querido. Recuerdo su congoja cuando
partieron sus entrañables amigos y guías: Lucho, Félix, Bernardo,
Lolito, Florentino, Abraham, Isidro, Andrés, Maurelio, Eulogio, Braulio,
Policarpo, Ignacio, Pascual, Benigno, Honorio, Juan, Teodoro, Accepio,
Fidel, Arcadio, Filomeno, Leonardo, Jacobo, Teófilo, Jorge, Segundo,
Benjamín, Carlos, Bonifacio, Alejandro, Alberto, Panchito, Factor,
Pedro, Perfecto, Icha, Mateo, Teobaldo, Aparicio, Glorioso, Virgilio,
Calixto, Crisólogo, Mario, Antonio, Juan, Marcos, Cesareo, Agripino,
Mauricio, Ambrosio, Abilio, Matías, Hermenegildo, Casimiro, Julio,
Toribio, Elías, Amancio, Anaya, Juan Eugenio, Armando, Bartolomé,
Teodomiro, Zenobio, Miguel, Tolomeo, Claudio, David, Baldomero,
Danielito. Gregorio, Melchor, Germán, José, Hernán, Valerio, Cástulo,
Víctor, César, Ernesto, Eusebio, Alfredo, Arturo, Guillermo, Rubén,
Manuel...
Su
obra titánica, aun en ciernes, de brindar amor y sólo amor sincero a
todas las personas. Su humanidad y sencillez son para nosotros, sus
hijos, nietos y bisnietos, dos grandes espejos donde mirarnos, bruñidos
espejos que forjan la incoercible fuerza del amor.
Su
mirada dulce y serena, aquella ternura que vivía y dejaba vivir en paz a
los demás. Ternura que hoy está en el sol que abriga la tarde y en el
aire que mece el trigo de nuestros campos. Nunca una mirada de rencor,
un verdadero constructor de afectos, un visionario que reía de felicidad
con el éxito de todos.
Aquel
lugar ventilado de la sala, junto a la ventana, donde solía leer y
compartir con suma dicha sus experiencias de vida con todos los que lo
visitaban, está inmensamente vacío desde su partida, lugar sagrado donde
ahora se concentra el reino infinito de Dios.
Aquí,
desde la ventana de la habitación escucho cantar al viento, amigo
inseparable que me trae los aromas y los sones chiquianos del ayer;
elevo la mirada y entre las nubes está al volante de su camión azul,
surcando los caminos del Edén.
LOS GUERREROS DEL MAIZ.
Por Alfonsina Barrionuevo Perú).
Hubo
una época en que “el cielo” o Hanaq Pacha fue un inmenso campo de
batalla, donde legiones de legítima estirpe guerrera se enfrentaban
convulsionando la bóveda celeste con los rayos, truenos y relámpagos que
producía el choque de sus lanzas.
Su
coraje avasallador, la fuerza poderosa de sus músculos, el ardor de su
sangre que hervía como lava de volcanes, eran el orgullo del creador de
las tormentas que se regocijaba contemplando el grandioso espectáculo.
Hasta que un día se detuvieron súbitamente y una aura azul despejó el
firmamento, al cesar el tronar de sus enfrentamientos.
“Nos
sentimos fatigados, déjanos sentir la dulzura del reposo”, se
dirigieron suplicantes al señor de la guerra. Pero éste, indignado,
considerando que había sido traicionado con este acto de cobardía, los
echó del Hanaq Pacha, los condenó a vivir en la tierra para siempre
convertidos por una eternidad en miserables plantas silvestres, de hojas
en forma de lanza para que recordaran sus antiguas hazañas y frutos
cargados de espinos donde depositó la hiel que nació en su corazón.
Así
estuvieron largo tiempo, sobrellevando su desgracia, hasta que el Padre
Sol tuvo hambre y bajó al Kay Pacha o “tierra en que vivimos”, cogiendo
sus espinosas mazorcas. Al contacto de sus manos cósmicas sus granos
erizados de púas perdieron su rispidez y su acíbar para tornarse en algo
tierno, suave y dulce.
Agradecido
por haberle dado sustento éste lo bendijo, diciéndole: “Fruto generoso,
tú que fuiste mi alimento cuando yo te necesitaba, serás lo mismo para
los hombres, y en mi fiesta estarás como sagrada ofrenda”.
Desde
entonces, en el Inti Raymi que se celebraba en homenaje al astro,
agradecidos por darles vida y calor, los Inkas y todos los habitantes
del Tawantinsuyu “comulgaban” con el sanqhu, un panecillo de maíz que se
untaba con la sangre de las alpakas blancas que sacrificaban pidiéndole
un año venturoso.
Esta
historia se vincula con el proceso de la domesticación del maíz peruano
que puede tener dos centros importantes en nuestro territorio, los
Andes Centrales y los Andes del Sur. El descubrimiento del maíz nativo
efectuado por el arqueólogo Duccio Bonavía en Huarmey, Lima, donde el
viento remueve las dunas con manos nerviosas, es el paso más
trascendente que se ha dado hasta hoy para definir su origen.
Los
antiguos moradores del lugar, según afirma después de largos años de
investigación, tostaron hace más de 4,000 años un maíz reventón en una
ingeniosa “sartén” de piedra o de arena caliente, obteniendo las
conocidas “palomitas de maíz” o “pop corn” prehistórico. Este maíz
confite, de granos chiquitos, no era de allí sino que procedía del
Callejón de Waylas donde habría sido domesticado mucho antes y donde
existen varias razas vivas de maíz silvestre, según aseguraba haber
visto el sacerdote arqueólogo Soriano Infante.
Su
transporte a Huarmey se hacía a lomo de llama y la gente lo guardaba en
silos dentro de la arena donde se conservaba perfectamente. Práctica
que continúan hasta ahora algunos agricultores como un sabio legado de
sus antepasados. Su hallazgo en un horizonte muy temprano, precerámico,
descarta la afirmación de que el maíz peruano pueda ser oriundo de
Mesoamérica. En los Andes existieron cunas o “centros” propios de
domesticación que nos dan la paternidad de nuestro maíz con más de cien
razas entre domesticadas y silvestres...
Su
nombre tiene relación con la leyenda de Saramama, una hermosísima
doncella, a quien perseguía sin darle tregua Kuru, el hechicero. En vano
habló con su padre, quien apenas nombró al hechicero, se negó a
seguirla escuchando por el enorme aprecio que le tenía. Tampoco le
sirvió recurrir a su madre que tenía a Kuru como hombre de gran corazón.
Ni siquiera fue efectivo su deseo de ingresar al Aqllawasi del Qosqo.
El
cerco se iba cerrando poco a poco y tuvo miedo. Apartó de su lado a los
mozos que pudieron amarla y alejó también a sus amigas. Mucho pensó
hasta que decidió buscar la ayuda del propio astro. “¡Oh, Padre mío,
padre de mis mayores!”, invocó desde la cima de su cerro tutelar. “¡A ti
me ofrezco! Cada día me siento más débil en esta lucha con Kuru, el
hechicero. No quiero asomarme al fondo de sus ojos donde crecen los
abismos. Quiero huir de su sombra maléfica que oscurece mi vida. ¡Tú
Señor, que tienes poder sobre la tierra apiádate de tu hija y cambia su
destino!”
En
el paraje solitario la presencia de Kuru sobresaltó a la doncella. Si
el Padre Sol no la escuchaba llevaba un puñal para hundirlo en su
pecho. Mas, de pronto, un rayo de oro bajó de las alturas y sintió una
dulce laxitud y luego un torrente de sangre nueva que se precipitaba por
sus venas, su cuerpo adquirió una esbeltez inusitada, sus brazos se
estiraron hasta transformarse en unas hojas verdes y transparentes.
El
Padre Sol accediendo a sus ruegos la convirtió en la planta del maíz.
Kuru cayó desesperado a sus pies, convirtiéndose en un gusano que suele
aparecer cuando se acerca el tiempo de su cosecha, aunque siempre llega
tarde.
De “Perú: Mundo de leyendas”.
EL HADA DEL VIOLÍN.
Por Andrés Fornells (España).
Algunas
de las cosas algo especiales que de niño me sucedían a veces, supongo
se debía al hecho de tener por padre a un mago. Mi padre encerraba
mujeres dentro de una caja muy pequeña, tan pequeña que sus ayudantes
solo cabían dentro de ella convertidas en un dado. La caja él la
atravesaba con varias espadas. Los espectadores gritaban horrorizados.
Él sonreía divertido, daba unos elegantes pasos de baile, saludaba
tocándose el ala de la chistera, a continuación, sacaba las espadas una a
una, con mucha parsimonia, y finalmente abría la caja y las mujeres
salían ilesas.
Una
de ellas, llamada Lurdes, fue tan amable a mi petición de que me
enseñase los agujeros que le habían hecho las espadas de mi padre que se
desnudó mostrándome que ninguno de los agujeros de su cuerpo eran de
espadas. No albergué duda alguna de que estaba diciéndome la verdad. Le
di las gracias por haberse quitado la ropa, le dije que era preciosa y
ella me mostró con una amplia sonrisa le había gustado mi merecida
admiración.
Tengo
de esa época de mi niñez un recuerdo muy especial, prodigioso. Una
noche me despertó el dulce sonido de un violín. Salté de la cama y fui
hasta el salón de nuestra casa, donde, en varias estanterías cargadas de
polvo mi padre tenía un gran número de libros esotéricos y, sentada en
un sillón frailuno descubrí que quien tocaba aquel bello y antiguo
instrumento de cuerda era un hada.
Era
la primera vez que mis maravillados ojos veían una de estas criaturas
mágicas. Supe que era un hada porque tenía alas y era bellísima. Sus
cabellos era como haces de sol ondulados igual que los puñales malayos.
Sus ojos eran dos círculos de cielo con estrellas, su nariz un pellizco
de aurora y su boca una amapola risueña. Cuando conseguir superar mi
extraordinaria sorpresa le pregunté, galante:
—¿Qué haces aquí, bonita?
—¿No me has escuchado? —me respondió burlona.
—Te lo he preguntado porque nunca te había visto antes —le contesté muy formalito.
Ella
dejo de darle al violín, me dirigió una mirada llena de curiosidad,
seguramente por el pijama con lunitas que yo llevaba, comprado por mi
madre en las rebajas de unos grandes almacenes, y se interesó por mí:
—Oye, ¿tú qué quieres ser de mayor, niño?
—Pues todavía no lo sé —le respondí indeciso.
—¿Quieres
ser millonario quizás? Yo podría ayudarte. Conozco todos los números
que serán premiados en la lotería, una semana antes de que se premien.
—No, no, si fuese rico viviría temiendo todo el tiempo a los ladrones.
—¿Quieres ser sabio?
—No, porque los tontos y los ignorantes, que forman una enorme multitud, me odiarían.
—Vaya, eres difícil de contentar. ¿Qué quieres ser entonces?
—Me gustaría ser feliz —le confesé con la mayor sinceridad.
—Eso
es realmente difícil. Todo lo más que puedo hacer es darte un consejo.
Intenta ser buena persona y, no todo el tiempo, pero de vez en cuando
serás feliz.
Y aquí sigo haciendo caso de lo que me aconsejó el hada del violín.
(Copyright Andrés Fornells)
PEPITO Y SUS AMIGOS.
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
Mini
pieza teatral escrita para las comunidades de Ventanilla (en especial
pueblos jóvenes) que aún viven en condiciones precarias.
Personajes:
COCO: un niño como de 11 años..
LALITA: niña, su amiga de la misma edad
En una escuela del arenal en un auditorio de padres de familia y sus hijos que asisten a dicho plantel.
COCO : Buenas tardes niñitas y niñitos…a sus mamás y papás también, buenas tardes y que tengan un lindo día. ¿Quieren que les cuente una historia?....¿Siiiiiii?....pero antes quiero presentarles a mi amiga Lalita….pasa Lali y saluda…
LALITA:
Hoooooooolaaaaaa a toos ustedes a los chiquititos, a los grandecitos y a
los viejecitos….un besoooooooteeee para cada uno…
COCO: Ya ya ya Lalita…no tanto beso que si gaista…hemos venido a divertir a todos no a besarlos…
LALITA: Lo que pasa es que tu eres un cascarrabia Coquito…
COCO: No me digas eso, es que siempre hay que aprovechar el tiempo…y los niños quieren ya que les cuente algo…¿ verdad???
LALITA; Está bien, está bien….tu ganas…y ¿ qué les vas a contar hoy a nuestros amiguitos ???
COCO: Ahhhhh…escuchen con atención porque es algo interesante. Esta es la historia de Pepito un niño como ustedes, un niño como muchos…un niño, bueno.
LALITA : Oye, oye, oye ¿ cómo es un niño bueno ?
COCO:
El que obedece a su papá y a su mamá…quiere a sus abuelitos y a los
vecinos y sus compañeritos de colegio y estudia mucho, hace sus tareas y
….
LALITA:¿Existen niños así???
COCO: Por supuesto que sí…hay muchos niños buenos…¿ verdad chicos????
LALITA:¿Y también habrá niñas buenas ???
COCO: Claro, clarinete, saxofón….hay niñas buenas…¿ verdad chicas???
LALITA: Y en esta historia… ¿ solo es Pepito el bueno?
COCO: Mira Lalita, también está su hermanita María…
LALITA: Eso eso está bueno ¿ …sabes que una chica en la historia la vuelve más bonita?
COCO: ¿ Y por quéeeee la vuelve más bonita a la historia??
LALITA: Muy sencillo…las mujeres siempre ponemos sentimiento, amor, inteligencia, bondad…
COCO: Ya ya ya….no te pases…en esta historia María tiene su historia…
LALITA: Bueno Coquito ya me diste curiosidad…empieza la historia de Pepito y María.
COCO:
En verdad verdad esta historia es de Pepito, María y sus
amiguitos…ellos vivían en una casita chiquita y bonita muy cerca de
aquí…¿ y sabes quiénes eran sus amiguitos??
LALITA: Ni idea tengo.
COCO:
Eran sus animalitos y mascotas…y los querían mucho…vivían papa,, mamá,
Pepito, María y sus animalitos o sea sus amiguitos, todos en un solo
dormitorio…
LALITA: ¿ Todos en una sola habitación??
COCO: Si, porque su casa era chiquita y no tenían mucha plata.
LALITA: Y sus amiguitos los animalitos ¿quiéeenes eran?
COCO: Ahhhhh…ellos tenían un perrito, un gatito, dos gallinitas y un gallo…
LALITA:¿Y cómo se llamaban ?
COCO: El
perrito era Nerón, el gatito Michifuz, y a las dos gallinitas les
pusieron de nombres Ale y Ali…ah y el gallo se llamaba Pimpín.
LALITA: ¡¡¡Qué bonitos nombres !!!
COCO: Si…y
estos amiguitos eran muy queridos en la familia…tanto que todos dormían
juntos …el perrito cuidaba, el gatito no dejaba ratón vivo, las
gallinas ponían huevos diariamente y el gallo cantaba haciendo de
despertador.
LALITA: No me digas…
COCO:
Si te digo…pero había un problema. Aparte de la suciedad que hacían los
amiguitos animalitos…como durante el día salían a pasear por las
cercanías…cuando regresaban a la casa venían sucios y nadie sabía si
estaban contaminados, es decir si portaban o traían bichos o
enfermedades. Y ocurrió que un día Pepito amaneció con la barriga que
le dolía.
LALITA: ¿ Qué le pasó a Pepito?
COCO: Se había contagiado de una infección muy fea…se puso mal del estómago…le dió fiebre…no quería comer…
LALITA: Pobre Pepito.
COCO: Pero
también su mamá, que esperaba un hermanito o sea estaba encinta, perdió
al bebé, se murió…y el médico le dijo que fue por una enfermedad
contagiada por el gato…fue muy penoso.
LALITA: Ay qué penita…¿ y luego que pasó?
COCO:
Para remate de males a su hermanita María, quien era muy juguetona con
Nerón, el perrito le pasó sus pulgas y la niña sufrió mucho…
LALITA: Ay Coquito, no sigas con la historia que me da ganas de llorar…
COCO: No llores Lalita. Un
día llegó una persona a la casita de Pepito y María y al darse cuenta
del problema con sus animalitos le dijo a sus padres que deberían tener a
los animalitos fuera del dormitorio. Así lo hicieron y con unas
maderas construyeron un corral para las aves, Ale y Ali así como Pimpín
pudieron vivir en el patio y ya no ensuciaban la habitación. A Nerón le
pusieron una almohada cerca a la puerta y al Michifuz le pusieron una
cajita con arena y otra almohada, también afuera.
LALITA:¿Y eso fue bueno??
COCO: Claro que si…el dormitorio estuvo más limpio, no se presentaron más enfermedades y todos vivieron felices.
LALITA: Ay qué lindo…eso me gusto.
COCO: Bueno,
ese era el cuento amiguitos…así que paren la oreja papás y mamás y
cuiden de sacar a sus animalitos fuera del dormitorio y las
camas….también es mejor no besar a los animales porque no sabemos qué
habrán comido o lamido…así que mis queridos amigos, grandes y
chiquitos,…para disfrutar de sus animalitos hay que tomar siempre
precauciones y todos vivirán felices y sanitos.
LALITA: Qué linda historia Coquito…¿ les gustó chicos y chicas????
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TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL
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Addhemar Sierralta
Año 10 Nº 335 de 18 de septiembre de 2018