A RODOLFO ASCENCIO BARILLAS
Por Luz Samanez Paz
RODOLFO, Poeta de El Salvador,
que vuelcas tu alma en tu pluma,
para ti le pido al cielo
las bendiciones de DIOS.
Eres en ser especial,
que nació para cantar
los versos más bellos,
que arrullan nuestro soñar.
Con pasión i con ternura,
con la más honda emoción,
das al mundo tus poemas
que siente tu corazón.
I por eso has alcanzado
la cumbre de tu ideal,
que es entregar tu alma
por la PAZ UNIVERSAL.
RODOLFO, Poeta de El Salvador,
que vuelcas tu alma en tu pluma,
para ti le pido al cielo
las bendiciones de DIOS.
Eres en ser especial,
que nació para cantar
los versos más bellos,
que arrullan nuestro soñar.
Con pasión i con ternura,
con la más honda emoción,
das al mundo tus poemas
que siente tu corazón.
I por eso has alcanzado
la cumbre de tu ideal,
que es entregar tu alma
por la PAZ UNIVERSAL.
.
Rodolfo Ascencio Barillas
Poeta Salvadoreño
Embajador de ASOLAPO, El Salvador
Director de Prensa Internacional de ASOLAPO, con sede en el Cusco, PERÚ
Director de Imagen de la Organización de Prensa Latinoamericana
Poeta Salvadoreño
Embajador de ASOLAPO, El Salvador
Director de Prensa Internacional de ASOLAPO, con sede en el Cusco, PERÚ
Director de Imagen de la Organización de Prensa Latinoamericana
Miembro de la Asociación Nacional de Escritores del Perú y América
“NUESTROS PUEBLOS HERMANOS UNIDOS EN EL ARTE Y LA POESIA”
.
SOLITARIO
Rodolfo Ascencio Barillas
¿Quién escuchará los lamentos de mi boca?
¿Dónde estarán los azules versos de mi alma?
¿Quién recibirá el aliento de mis palabras?
¿Dónde estarán las ilusiones de mi vida?
Y los hermosos sueños de la infancia
y las flores de los bellos prados….
¡Qué se hicieron los recuerdos de mi padre!
¡ Y las dulces caricias de mi madre!
¿Dónde está el silencio de mi alma?
Y las alegrías que brillaban en mis ojos
¿Dónde está, el río, la piedra, el camino
y las madreselvas en flor?
¡No, nadie conoce mis tristezas¡
y los mares de mi llanto
y la indescifrable soledad de mi alma;
y los que la conocieron, no están,
ni están las huellas de sus pasos,
ni los suspiros de su pecho,
porque todo ha pasado,
pasó la lluvia de las montañas,
pasó el rocío de las madrugadas,
pasó la aurora de tus ojos,
y la lejana niñez de la inocencia,
que también se ha ido;
y al correr los años,
mi herencia fue bendecida
porque desde mi juventud
guardé Los Mandamientos de Dios
en la vida, y en mi poesía
a pesar de mis largas noches de dolor
¿Quién buscará en mi sol un poco de calor?
¿Quién encontrará los tesoros de mi corazón?
Pero, yo que siempre amé con locura
y cultivé los senderos de la paz,
y esperé la eterna noche,
para besar el cometa con mis ojos,
y abrazar las luces que pintan las estrellas,
no obstante sus espinas fueron bellas,
porque todo se había ido
en el diluvio del tiempo,
a pesar del mundo indiferente
yo te seguiré amando hasta la muerte…
¿Dónde estarán los azules versos de mi alma?
¿Quién recibirá el aliento de mis palabras?
¿Dónde estarán las ilusiones de mi vida?
Y los hermosos sueños de la infancia
y las flores de los bellos prados….
¡Qué se hicieron los recuerdos de mi padre!
¡ Y las dulces caricias de mi madre!
¿Dónde está el silencio de mi alma?
Y las alegrías que brillaban en mis ojos
¿Dónde está, el río, la piedra, el camino
y las madreselvas en flor?
¡No, nadie conoce mis tristezas¡
y los mares de mi llanto
y la indescifrable soledad de mi alma;
y los que la conocieron, no están,
ni están las huellas de sus pasos,
ni los suspiros de su pecho,
porque todo ha pasado,
pasó la lluvia de las montañas,
pasó el rocío de las madrugadas,
pasó la aurora de tus ojos,
y la lejana niñez de la inocencia,
que también se ha ido;
y al correr los años,
mi herencia fue bendecida
porque desde mi juventud
guardé Los Mandamientos de Dios
en la vida, y en mi poesía
a pesar de mis largas noches de dolor
¿Quién buscará en mi sol un poco de calor?
¿Quién encontrará los tesoros de mi corazón?
Pero, yo que siempre amé con locura
y cultivé los senderos de la paz,
y esperé la eterna noche,
para besar el cometa con mis ojos,
y abrazar las luces que pintan las estrellas,
no obstante sus espinas fueron bellas,
porque todo se había ido
en el diluvio del tiempo,
a pesar del mundo indiferente
yo te seguiré amando hasta la muerte…
.
El 7 de Julio de 1958 nace en la Ciudad de San Salvador, El Salvador,
Rodolfo Ascencio Barillas, hijo amado de don Cosme Ascencio Luna y Doña
María Hortensia Barillas de Ascencio. Rodolfo Ascencio, reconocido poeta
a nivel internacional, es amante de los demás géneros literarios y de
la Filosofía.
