CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
2013 AÑO
EVANGELIO VALLEJO DE LA SOLIDARIDAD
Y UNIVERSALIDAD DEL MUNDO ANDINO
NOVIEMBRE, MES DE LA GESTA
DE TÚPAC AMARU; LOS DERECHOS
DEL NIÑO; VIDA Y EJEMPLO DE
J.M. ARGUEDAS Y MANUEL SCORZA
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
ACTO DE ADHESIÓN
A CÉSAR VALLEJO Y A SU TIERRA
SANTIAGO DE CHUCO CAPITAL
DE LA POESÍA DEL PERÚ
CONVOCADO POR:
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA Y EL
VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN
DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL
MAYOR DE SAN MARCOS
PARQUE UNIVERSITARIO
SALÓN DE RECEPCIONES
VIERNES 29 DE NOVIEMBRE
7 PM.
INGRESO LIBRE
SE AGRADECE
SU GENTIL ASISTENCIA
CON LA PARTICIPACIÓN DE:
CASTILLO MENDOZA, CARLOS
NORIEGA TORERO, RAMÓN
RAMÍREZ BAUTISTA, BERNARDINO
ROJAS GALARZA, CARLOS
RUIZ PAREDES, MANUEL
SOTOMAYOR, FREDERIK
TÁVARA CÓRDOVA, FRANCISCO
VÁSQUEZ VEJARANO, WALTER
YOVERA BALLONA, JULIO
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VALLEJO
UNIVERSAL
Y EL CARIÑO
A SU TIERRA
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
LA RELACIÓN
ENTRAÑABLE
DE C. VALLEJO
CON SU TIERRA
Danilo Sánchez Lihón
1. Inherentes
a su ser y estar
En Santiago de Chuco noviembre ya es mes de lluvias. Y después de cada chaparrón los huertos y los campos se desperezan y brota fecundada la simiente. Y hasta los animales en los apriscos balan y cacarean afirmando la subsistencia. Y es que características paradigmáticas de la vida y obra de César Vallejo, válidas para el Perú y el mundo del presente, es su identidad y pertenencia al mundo andino, en contenidos y valores como:
a) El sentimiento de hogar.
b) La emoción de infancia
c) El amor a la tierra.
Contenidos todos estos esenciales que en nuestro poeta fueron inherentes a su ser y estar en el mundo, y que permanecen palpitantes y tangibles en su obra poética, narrativa, ensayística y en todas aquellas otras expresiones que él tuvo, como el teatro y el periodismo.
Él nunca tuvo jamás una sola palabra de reproche a su pueblo Santiago de Chuco. Ni siquiera en conversaciones o alusiones íntimas sea con sus amigos o con su esposa Georgette. Más bien señalan que siempre tuvo palabras de enorme identificación y añoranza. Y esta identificación profunda que tuvo César Vallejo con su pueblo es importante resaltar como mensaje a la juventud.
2. Quien
se acuna
Porque estas vertientes, justamente, resultan extrañas de defender hoy en día en que predomina y nos seduce el desapego, lo que sabe a deletéreo y cosmopolita.
Por ser así, hagamos de todo ello una militancia y una fe a seguir, ahora y siempre, cual es defender el sentimiento de hogar, la emoción de infancia y el amor a la tierra.
Porque a César Vallejo se lo siente y se lo vive verdaderamente como alguien que se aferra a su fogón, a su poyo familiar y a su alero aldeano, quien se recuesta candoroso sobre el azul de su cielo nativo.
Se lo reconoce como a un hombre que se arropa en el poncho campesino y rural de los labriegos y peones de su pueblo, identificándose con sus gozos y sufrimientos.
Se lo adivina como aquel que se acoge y se abriga bajo el rebozo de su madre, doña María de los Santos Gurreonero, pero también de su padre árbol, laguna, sol o montaña.
Quien se acuna con su madre tierra, la Pacha Mama atávica, protectora y que nos consuela acogiéndonos otra vez en su seno.
Conmueve ver cómo él se sumerge y atiene tanto a sus tradiciones.
3. El poyo
en que dejé
Fue también quien mantuvo hasta sus últimos instantes su sentimiento y emoción de hogar, de familia, de casa. ¡Y de niñez!
Las personas mayores
¿a qué hora volverán?
Da las seis el ciego Santiago,
y ya está muy oscuro
Madre dijo que no demoraría.
Aguedita, Nativa, Miguel,
cuidado con ir por ahí, por donde
acaban de pasar gangueando sus memorias
dobladoras penas,
hacia el silencioso corral, y por donde
las gallinas que se están acostando todavía,
se han espantado tanto.
Mejor estemos aquí no más.
Madre dijo que no demoraría.
4. Fue
tan herido
Y continúa para al final reclamar:
Aguedita, Nativa, Miguel?
Llamo, busco al tanteo en la oscuridad.
No me vayan a haber dejado solo,
y el único recluso sea yo.
Porque él se quedó atrapado en una casa paterna en la cual vivió pensando hasta el final de sus días, puesto que otra casa no la tuvo: todos saben cómo luego de salir de Santiago de Chuco él solo vivió en hoteles y en cuartos de alquiler. Y no porque no tuviera recursos. Con Georgette vendieron el departamento que ella tenía en el centro de París.
Y fue así porque no podía pensar en otra cosa que no fuera su casa familiar de cuando él fue niño, pudiendo ver claramente en esto cómo fue tan herido en esa condición de infancia.
Él mismo nos lo atestigua así:
el poyo en que dejé que se amarille al sol
mi adolorida infancia...
El poyo en que dejé que madure, que se eternice y se haga inacabable mi adolorida infancia.
5. A la teja
mayor
O en los Poemas humanos, que fueron escritos al final de su trayectoria vital y se publicaron póstumamente, se empieza con el titulado “El buen sentido”, cuyas primeras líneas son las de un hijo que dice:
Hay, madre, un sitio en el mundo que se llama París. Un sitio muy grande y lejano y otra vez grande.
Y entre las últimas líneas de poesía que él escribió se encuentran éstas:
Salid niños del mundo, id a buscarla!
Refiriéndose a España como signo de madre y a los hombres en su grandeza de niños.
Siempre ha de conmover comprobar que un genio como él, para serlo no tuvo que abjurar ni de su manta de bayeta ni de su muro familiar, sino más bien aferrarse a ello.
Asiéndose muy bien a la teja mayor que sobresale de la cumbrera del techo de su casa natal.
6. Reunidos
a una mesa común
Que un genio como él supiera reconocerse en el polvillo del carrizo horadado por el negro moscardón de los aleros, cayendo al trasluz del sol, es conmovedor.
Que una mente brillante como él tenga el coraje de asumir todo aquello que a los demás avergüenza, es para todos enaltecedor.
Que un ser acrisolado como él tuviera el coraje de reivindicar su fogón, de reafirmarse en el grumo de tierra o de pan en la mesa, el aura de la repisa junto al horno de la casa familiar, es vibrante.
Como pueden ver minucias, pero por las cuales se nos ofrece y decanta la vida. Y que es lo que hace que él sea grande y un poeta del amor, de la acción y militancia heroica y, sobre todo, de un mundo por reivindicar.
Aunque, como todo genio, hondo y abismal en sus reflexiones y actitudes fue, a veces, “un bloque de hielo sobre su amapola”. Y un oír: “No seas así”. Con el mundo dentro de sí en pleno conflicto y ebullición.
7. Mensaje
valioso
Pero él murió pensando en su casa, en su poyo, en su horno y en su fogón.
En el yantar de todos los hombres reunidos a una mesa común, desayunados todos.
César Vallejo escribió su gran poesía no descartando ni su nacionalidad ni su origen sino defendiéndolo y haciendo de ello una bandera. Diciendo:
¡Sierra de mi Perú, Perú del mundo,
y Perú al pie del orbe; yo me adhiero!
Y acrisolándolo hasta convertirlo en una veta de oro puro, en un diamante como aquellos que cristalizan nuestras abruptas montañas.
Mensaje valioso para nuestras vidas, de parte de alguien que fue y volvió de más allá y de más acá, del fondo de lo que otros pudieron haber ido, pero conservando algo prístino.
8. El amor
unánime
¿Cuál es? ¿Y qué es? ¿En qué radica? En que nunca dejó de ser niño.
Quizá porque siéndolo siempre y verdaderamente es el modo cómo podemos comprender y ser sabios en la vida.
Él fue también apasionado, generoso y luchador. Alguien que amó sin medida, porque fue amor el que también recibió a manos llenas en su tierra y fuera de ella.
Estos valores constituyen el magisterio mayor y trascendente de Vallejo para esta hora que vive el Perú y el mundo.
Pero él también nos enseña a mirar y amar la calle que nos hermana y nos une en un destino común y solidario con todos los hombres de la tierra.
Nos enseña a ser capaces de redimir la muerte con el amor unánime de todos.
Ahora que creemos que moderno es autoproclamarse ciudadano del mundo y despotricar del suelo nativo.
9. Bandera
que flamea
Ahora que creemos que para alcanzar universalidad hay que sacar pasaporte de extranjero.
Ahora que creemos que triunfar es no tener sentimientos por el terruño, salvo los de crítica acerba y despiadada.
Ahí está César Vallejo para mostrarnos con toda su inmensidad que se es genio sin negar nuestra gotera, nuestro palo de escoba, ni nuestra piedra de origen.
Es decir, los signos visibles e impalpables de lo que somos de manera intransferible y que es nuestra identidad solo desde la cual podemos compartir, comulgar y ser solidarios con el mundo.
Es César Vallejo quien nos convoca con su dimensión universal, entrañable y telúrica con un mensaje de amor humano absoluto y total hasta el martirio.
De allí que él es estandarte y bandera que flamea desde este universo hacia otros universos, como puede ser la misma eternidad que la horada y taladra y siembra en ella una luz.
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CONVOCATORIA
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
LIMA:
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Y MIÉRCOLES 21
TRUJILLO
JUEVES 22
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SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
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