Poetas: Carlos Garrido, José Vargas y Ernesto Kahan
ARRESTOS DE UN GRAN PROVOCADOR
POR: MARIETTA CUESTA RODRÍGUEZ
Poeta ecuatoriana
CARLOS GARRIDO CHALÉN, es un nombre que se escribe con mayúsculas en el mundo del periodismo y la literatura mundial: Abogado, periodista, distinguido Promotor Cultural Latinoamericano, es, sin lugar a dudas el Poeta y Escritor más laureado a nivel nacional e internacional. Desde 1976, ha desempeñado diferentes e importantísimos cargos administrativos en Empresas Públicas y Privadas en Lima, Trujillo y Tumbes, desde cuya frontera escribe en “Correo”, y para “Fortín Mapocho”, uno de los diarios más emblemáticos de Chile y el Continente.
Triunfador en varias Bienales Poéticas, su nombre está signado para que se le ostente con orgullo en Clubes, Círculos Literarios, Excelencias Educativas, Encuentros Nacionales e internacionales. Sus libros se estudian en diversas Universidades del Mundo y su obra creativa, es analizada por grandes Comentaristas e Historiadores.
Antalogado internacionalmente en Argentina, España, Cuba, Estados Unidos, Colombia, México, Chile, tiene en su haber una docena de libros publicados y varios por editarse. Sus canciones triunfadoras en diferentes certámenes nacionales e internacionales, así como sus Poemas, están grabados en Cds. y declamados por expertos en la materia de varios países. Hace tres años fue seleccionado en Uruguay, como uno de los doce poetas más excelentes de América Latina.
Desde hace veintiún años, se desenvuelve como Presidente Ejecutivo de la "Unión Hispanomundial de Escritores", Institución de prestigio mundial que se ha ido ampliando y ganando su espacio aceleradamente; y fue Representante a nivel mundial de los herederos legales del inmortal "César Vallejo". Por su espíritu sensible, sencillez y a la vez poderosa calidad literaria, por su actitud conciliadora, por su labor fructífera y fecunda en bien del arte, la cultura y la literatura de su país, extendiendo sus ramas hacia el Continente, en 1997, el Instituto Nacional de Cultura (INC) del Perú, se enaltece al nominarlo "Patrimonio Cultural Vivo de la Nación” y, con su magnífica trayectoria, la que he resumido "a como de lugar" porque es vastísima, al cumplir sus 50 años de escribir Poesía y de la buena, irrumpe desde el territorio del Periodismo al que ha dedicado con éxito toda una vida, para publicar su obra titulada “Puntada de Zapatero”, que es una recopilación pulcra de sus mejores artículos publicados precisamente en los Diarios “Correo” de Tumbes Perú y “Fortín Mapocho” de Santiago de Chile, que se honran en tenerlo entre sus columnistas.
Mi empeño es destacar algunos rasgos de la magnífica trayectoria de Carlos Garrido Chalén. Antes lo hice por ese contenido con sabor a magia, de su obra poética "Confesiones de un Árbol", que trascenderá el tiempo y el espacio, porque en él, estéticamente, menciona su origen, su defensa ecológica, su naturaleza amante del paisaje y de la vida, porque decir ÁRBOL, como lo dice este distinguido poeta, es decir vida, eternidad y promesa. Y este "SER-ÁRBOL" homenajeado por las auroras y los mirlos, convertido en "SER-HUMANO" impacta con sus imágenes literarias impresionantes incluidas en una metáfora gigantesca, que conlleva su especialísimo estilo, de envolvernos con sus versos "En el sueño vegetal del mundo", en el íntimo y melódico lenguaje de las aves y de los geranios, de los eucaliptos y de las gaviotas; para traernos con sus poesía el viento, con aromas de jacintos en el alba. Y así, lo vuelvo a repetir, el ser humano, mensajero de los arroyos y los jazmines, compartiendo las lágrimas de la bruma y el insólito cansancio del camino, en cuanto fue un árbol que sirvió de sombra, de alimento y consuelo a las magnolias, a las aves y a las ranas, ahora es un hombre que atraviesa las calles "ebrio de urbanismo", "abarrotado de atavíos", arrumando la Historia de la Vida, inventando los Secretos Países para los relegados del destino, para "los amantes, que se aman en secreto" para las gaviotas que llevan en su interior "la voz del viento marino".
Ahora este HOMBRE, es un ser, cuyo poemario, se ha convertido en un arquetipo para todos los árboles del mundo, que se conjugan para abogar por su verdor y la esperanza de continuar atrayendo el frescor de la lluvia, mirando desde la copa de sus ojos, la llanura, apretujándose en el bosque, en la selva, en la montaña.
Ahora, el Arbol-Hombre, está "ebrio de civilización" habiendo sido "inquilino del mar " para jurarle amores a la brisa, para intentar ponerle fin al llanto de las madres, de la magnolia entre nardos y cisnes. Abandona la presencia silvestre, y ahora, como el autor mismo lo reitera "es un inventor sin invento" que anhela inventar mensajes de amor para volar palomas de la paz por todo el mundo "para que las guerras se peleen con armas, pero de juguete" inventando un planeta sin pólvora, sin abismos, sin alimañas para "los que nacerán mañana”. E irrumpe esta vez con un libro como “Puntada de zapatero”, que nos sorprende por esa fuerza vital confrontadora, en ocasiones irreverente contra el statu quo, que juega con el idioma para subyugarnos y entretenernos con sus méritos de gran provocador y a la vez para retarnos a ser consecuentes con esa lucha solitaria y sin cuartel que libra con las armas de su limpieza de manos y de corazón contra la deshonestidad y la corrupción y contra toda forma de abuso que atenta contra el hombre y el Planeta.
En “Puntada de Zapatero”, Carlos Garrido Chalén, quien goza de mucho aprecio en nuestro país y en muchos países del planeta por su obra talentosa, entra sin golpear la puerta a una serie de temas que otros no se han atrevido a tratar; y los analiza sobre la base de una ironía fina y un trato de ceramista del idioma, que al final es un producto de su inteligencia sensible, que sólo se somete a la verdad, aunque duela. Sabemos por eso que esta nueva obra del abogado, periodista y poeta peruano, podrá servir a hombres y mujeres de todas las latitudes, para confirmar la verdad de un periodismo vital, necesario y honesto, que debe contribuir a que nuestros pueblos reconstruyan los muros de su moralidad perdida.
Poeta Marietta Cuesta Rodríguez
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