martes, 8 de marzo de 2011

LA MUJER EN EL VALS PERUANO - POR DARÍO MEJÍA (MELBOURNE, AUSTRALIA)

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LA MUJER EN EL VALS PERUANO

Por Dario Mejía

(Melbourne, AUSTRALIA)

"Angel hermoso a quien amar juré, / prenda querida que en mi mente estás, / paloma pura cuyo vuelo alcé, / dime ¿por qué no me amas ya?"... del vals 'Angel hermoso', conocido como el primer vals peruano con letra, que a fines del siglo XIX se lo atribuyó Abelardo Gamarra 'El Tunante' (la letra es de Luis Mariano de Larra) y la música pertenece a su prima Zoila Gamarra.

Desde que se compuso el primer vals peruano con letra, éste fue hecho pensando en la mujer. Abelardo Gamarra le entregaría la letra del vals "Angel hermoso" (que pertenecía a Luis Mariano de Larra) a su prima Zoila, una rubia muy hermosa que también era una eximia pianista, por lo que fue ella la que le puso música a los versos que la belleza de una mujer inspiraron marcando, a la vez, la activa presencia de la mujer en esa primera composición en género de vals peruano.

La mujer peruana, a través de los años, no sólo ha servido como fuente de inspiración de nuestros bardos criollos, sino que también nos ha deleitado con sus composiciones y su voz angelical que ha hecho latir, aceleradamente, muchos corazones de emoción.

Se ha dado a entender de que durante las tres primeras décadas del siglo XX, el papel de la mujer en el vals peruano no sobresalía mucho. Sin embargo, ello está errado ya que, como lo demostré en un artículo que escribí sobre "La generación femenina olvidada", en los años 10 y 20 sobresalieron las Hermanas Gastelú, las Hermanas Arata, las Hermanas Anselmi y otras mujeres más que dejaron sus voces impregnadas en varios discos de carbón que grabaron para el sello Victor. Pero, a pesar de ello, forman parte de esa generación de mujeres olvidadas por la historia de la canción criolla.

Los valses de las primeras décadas del siglo XX le cantarían a la mujer, a su hermosura y también a otros sentimientos que le hacían sentir a nuestros compositores. Felipe Pinglo, el bardo inmortal, le pondría nombre de mujer a más de veinte de sus canciones. Mujeres que fueron la fuente de inspiración de las obras de Pinglo fueron: Amelia, Angélica, Carolina, Clotilde, Dolores, Dora, Emilia, Evangelina, Haydée, Hermelinda, Herminia, Jesús, Ketty, Lastenia, Luzmila, Matilde, Pamela, Porfiria, Rosalía, Rosa Luz y Victoria.

La compositora, folclorista e investigadora Rosa Mercedes Ayarza trabajaba en forma meticulosa en el rescate de infinidad de canciones de la costa que las llevó al pentagrama con la finalidad de que perduren al paso de los años. A ella se debe que más de 300 temas del folclore costeño se conozcan en la actualidad; temas que se hubiesen perdido de no haber sido por ese amor y devoción que ella sentía por la música de su tierra.

Fue en la década de los 30 en que la mujer empieza a hacerse notar más en el vals peruano. Un día, a través de los micrófonos de la Radio Goicochea, se escucha la voz y la guitarra de una joven que entonaba los valses y rasgaba la guitarra de una manera tal que impresionó a todos los que la pudieron escuchar. Se trataba de Rosita Ascoy quien poco tiempo después, en 1936, formaría con su hermano Alejandro el dúo "La Limeñita y Ascoy" llevando, antes de terminar dicha década, nuestra música popular y su arte al extranjero.

El año 1934 vería nacer al dúo "Las Criollitas" conformado por Eloísa Angulo y Margarita Cerdeña. Sus voces se escuchaban a través de las ondas de Radio Lima y Radio Victoria. En el año 1937 destacarían "Las Estrellitas" conformado por las hermanas Luisa y Juana Estrella, a quienes dirigía y acompañaba el destacado músico y pianista Filomeno Ormeño.

Al año siguiente empieza a hacerse conocida la figura de una muchachita que por sus grandes dotes como cantante es contratada para intervenir en las películas nacionales "Gallo de mi galpón", estrenada el 16 de junio de 1938; "El guapo del pueblo", estrenada el 1 de setiembre de 1938 y "Palomillas del Rímac", estrenada el 1 de diciembre de ese mismo año. Se trataba de Jesús Vásquez quien a los 17 años ya había participado en tres películas y su voz era muy elogiada en todos los ambientes donde se cultivaba nuestra música popular. Un año después, el miércoles 19 de julio de 1939, Jesús Vásquez sería coronada como "Reina de la Canción Criolla" en una función especial realizada en el antiguo Teatro Apolo de la calle del Chirimoyo.

A fines de 1938, la canción criolla se engalana al sumarse a ella la poetisa Serafina Quinteras. Su nombre verdadero era Esmeralda González Castro, escritora y poetisa que escribió los versos de "La muñeca rota" para un concurso de la revista "Alta Voz", el cual ganó, y a los versos aquellos le puso música, en tiempo de vals, su prima Emma Castro (cuyo seudónimo era Joaquina Quinteras). En 1939, Serafina y Joaquina Quinteras nos entregarían también el hermoso vals "El ermitaño". Luego, en 1940, Serafina Quinteras escribe unos versos en homenaje a Felipe Pinglo que con música de Eduardo Márquez Talledo se convierte en el vals "Mi primera elegía", que apareció publicado en la edición No. 1331 de "El Cancionero de Lima", de inicios de noviembre de 1940. La contribución de Serafina Quinteros con el cancionero popular sería notable.

No acababa de terminar la década de los 30 cuando otra gran poetisa se incorpora a la canción criolla. Se trataba de Amparo Baluarte cuyo nombre se vuelve popular cuando los versos de su poema "Plenilunio" son musicalizados por Nicolás Wetzell y en 1940 le dedicara unos versos hermosos a la memoria de Felipe Pinglo, que con la música de Nicolás Wetzell se convirtió en el vals "Siemprevivas".

La década de los 40 fue una de las más fructíferas para la poesía de Amparo Baluarte y nuestro cancionero popular. Autora de aproximadamente 200 canciones entre valses, polcas, marineras, huaynos, himnos y otros, como pasillos y boleros, vivió inmersa en un mundo de versos, rimas, poemas y canciones.

Esther Granados ya cantaba en Radio Goicochea en 1939, pero en la década de los 40 se consagra como intérprete. ¡Qué tales voces femeninas que había por ese tiempo! A las ya consagradas en talento pero jóvenes aún de edad, Jesús Vásquez y Eloísa Angulo, se suman Alicia Lizárraga, Delia Vallejos, Yolanda Vigil "La Peruana", Rosa Passano, Yolanda Matos, Teresita Arce, las hermanas Angélica y Norma Wetzell, Celia Miller, María Jesús Jiménez "La Calandria Criolla" y muchas voces más que engrandecen la canción criolla.

A fines de la década de los 40 empieza a surgir, como compositora, Isabel "Chabuca" Granda y al empezar la década de los 50 nacería el vals peruano más interpretado en el mundo, "La Flor de la Canela". Chabuca Granda termina de hacer este vals el 7 de enero de 1950 firmándolo con esa fecha en su cuaderno. En los años siguientes Chabuca Granda llenaría el pentagrama criollo con grandes composiciones que adquieren fama mundial, pero por esas cosas del destino nuestra gran compositora fallece el 8 de marzo de 1983, fecha en que se celebra a nivel mundial el Día de la Mujer.

En los años 50, a las ya consagradas figuras se sumarían las hermanas Graciela y Noemí Polo que conformaban el dúo "Las Limeñitas"; Irma Céspedes, del dúo "Irma y Oswaldo"; Teresa Bolívar y surgiría también la figura de Alicia Maguiña quien desde adolescente ya componía hermosas canciones. Alicia Maguiña ha destacado como intérprete y excelente compositora y antes de que finalizara la década de los 50 ya había grabado su primer disco de larga duración, que incluía sus valses "Inocente amor", "Viva el Perú y Sereno" y otras composiciones de ella.

La década de los 60 nos traería a Nedda Huambachano, Maritza Rodríguez y Cecilia Bracamonte, quien destacó como intérprete desde muchachita. También a Lucha Reyes "La Morena de Oro del Perú" quien alcanzó la fama como intérprete sólo a fines de esa década y la mantuvo hasta el día de su partida el 31 de octubre de 1973, fecha que coincidió con la celebración del Día de la Canción Criolla.

En los 70 surgen Tania Libertad, Cecilia Barraza y Eva Ayllón. Los años siguientes nos traerían a Bartola, Susana Baca, Lucía de la Cruz, Lucila Campos, Lucy Avilés y las hermanas Iraida y Pilar Valdivia.

El criollismo se sigue cultivando y surgen también nuevas voces en el firmamento criollo como Julie Freundt y Fabiola de la Cuba. La canción criolla se viste de gala con las voces de Claudia Aguirre, Marlene Guillén, Mayra Guzmán, Rosa Flor, Victoria Villalobos, Vilma Chávez, Katherine Cuadros, Jeannete Castro, Carmen Cruz, la cantautora Olga Milla, Ketty Villaverde y muchas voces femeninas más que siguen engrandeciendo nuestro acervo popular costeño.

No podemos dejar de reconocer el aporte que han hecho a la canción criolla mujeres como Bartola Sancho Dávila, Gina Dean, Ana Renner, Victoria Santa Cruz, María Gladys Pratz, Carmen Pinglo, Rosa Gutiérrez "Fetiche", Lourdes Carhuas y tantas mujeres más cuyos nombres se escapan a la memoria en estos momentos, pero que gracias a ellas podemos sentir que se acelera el latido de nuestros corazones cuando escuchamos un vals peruano... alimentan nuestras almas con sus composiciones y nos hacen suspirar de emoción con el sonido angelical de sus voces.

Nota del autor:

"La mujer en el vals peruano" fue escrito el 7 de marzo de 2007, como un homenaje a la mujer peruana en el Día Internacional de la Mujer, habiendo sido reproducido en diversos medios de comunicación. Lo actualicé el 4 de marzo de 2011 debido a que, después que lo escribí, se dieron a conocer dos datos que estaban mal en la historia de la canción criolla. El primero lo dio a conocer el Dr. José Antonio Lloréns a fines de Octubre de 2009, cuando encontró que la letra del vals "Angel hermoso", que Abelardo Gamarra lo hizo pasar como suyo, fue tomada de un poema escrito a mediados del siglo XIX, siendo su verdadero autor Luis Mariano de Larra.

Lo otro que tuve que cambiar lo di a conocer yo mismo el 8 de marzo de 2010, como homenaje al día de la mujer. Se trata de "La generación femenina olvidada" que brilló en el cancionero criollo en las décadas 10 y 20 del siglo XX. Resulta que todos los historiadores se saltearon dichas décadas de la canción criolla. Ninguno le dedicó unas palabras a las mujeres que surgieron en el cancionero criollo durante esos años. Como pude recopilar grabaciones hechas por ese grupo de mujeres olvidadas, es que hace un año escribí sobre esas mujeres dejadas de lado por la historia, dando a conocer la lista de grabaciones que hicieron y compartiendo un par de grabaciones, el vals "Adiós, adiós" que las hermanas Gastelú grabaron el 5 de setiembre de 1913, saliendo a la venta en 1915, y la canción "María de Jorge Isaacs" que las Hermanas Arata grabaron el 12 de setiembre de 1917, saliendo a la venta en 1919.

A la actualización le aumenté tres nombres más de mujeres que vienen brillando en el cancionero criollo que, pienso, seguirán escribiendo, con su calidad artística y personal, más páginas gloriosas en la historia del criollismo y, como lo mencioné, muchos nombres escapan a la memoria que si pudiésemos tener una base de datos con el nombre de todas esas mujeres que han escrito la historia del criollimo con su arte, pues tendríamos muchísimas páginas por escribir. A todas ellas, las presentes y las que ya no están con nosotros, mi más eterno agradecimiento por alegrarnos los días con su arte y hacernos la vida más interesante y feliz.


LAS ESTRELLITAS


DELIA VALLEJOS
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Fuente:

Dario Mejia



Melbourne, Australia

dariomejia999@yahoo.com.au

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