INSTITUTO DEL LIBRO Y LA LECTURA,
INLEC DEL PERÚ, Y CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
CONMEMORACIÓN 19 DE DICIEMBRE
HOMENAJE A EDUARDO DE LA CRUZ
PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA
ANIMADOR DE UN SUBLIME MAGISTERIO
Por Danilo Sánchez Lihón
1.
Un día como hoy, 19 de diciembre, hace tres años, murió Eduardo de la Cruz Yataco, animador de un magisterio sublime, el de la creatividad literaria de niños y jóvenes. ¿Cómo iniciar un perfil?
Éramos varios profesores ligados al tema del lenguaje y la comunicación que trabajábamos, junto a profesionales de las ciencias sociales y áreas afines, en el Departamento de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Agraria, La Molina, por la década del 90.
Entres otros laboramos allí: William Hurtado, Eduardo Urdanivia, Marcia Alcázar, Eduardo de la Cruz. En las reuniones de coordinación, de 30 o más profesores, había que ser precisos, atinados y escuetos.
En una de esas sesiones Eduardo de la Cruz presentó el informe de su asistencia al X Encuentro de la Asociación Peruana de Literatura Infantil llevado a cabo en la ciudad de Huancayo y de su participación en dicho evento.
2.
Fue tan prolijo, minucioso y vehemente en su informe, contando aspectos de organización, detalles acerca de las exposiciones, las polémicas desatadas en torno a esto y aquello, las posiciones de las diversas corrientes en pugna, que resultó conmovedor escucharlo.
Fue total la identificación y hasta el arrobamiento del auditorio. Lo único en contra fue que a consecuencia de ello se postergaron temas que era urgente analizarlos y resolverlos, posponiéndose informes y la toma de acuerdos sobre el acontecer del departamento.
Uno de los profesores afectados por un trámite no atendido, a modo de desahogarse por la inmensa atención dedicada, hizo a un colega la siguiente pregunta y a la vez comentario:
– ¿Te parece pertinente un informe tan largo y detallado sobre un certamen de literatura infantil que no tiene ninguna relación con los asuntos propios de nuestro departamento?
– Sí, claro, a mí me ha parecido interesante, –le respondió su interlocutor–. Porque, al final, ¿todos somos niños, no?
3.
Con lo que quiero graficar que era un apasionado, convencido y militante del tema de la literatura infantil, que lo exponía y defendía en todo ámbito.
Consideraba que no había ningún otro contenido ni asunto más significativo, urgente e imprescindible en la cultura de nuestro país. Y para él, que dominaba muy bien otras materias y especialidades, en las cuales ha dejado importantes aportes, como en la lingüística, sin embargo la literatura infantil era su total y pleno desvelo.
Y en este punto creo que el tenía mucha razón, si se lo considera a la luz de la trascendencia de la lectura en la infancia y de la mayor proporción de población infantil que conforma nuestra sociedad.
En literatura infantil y juvenil él es autor de relatos, ensayos y antologías; asiduo y acucioso investigador, infatigable animador y uno de los promotores del movimiento que en los últimos años ha impulsado el proceso de la Literatura Infantil y Juvenil en el Perú hacia niveles estelares.
4.
Y dentro del ámbito de la literatura infantil el tema más específico de su dedicación fue el de la creatividad literaria de niños. Tema discutible, polémico, arduo, pero en el cual era él uno de los adalides.
En este espacio es autor de varias obras relacionadas con la motivación e incentivo a niños y jóvenes hacia la creación de sus propios cuentos y poemas.
Sus propuestas las fue logrando a través de talleres especializados que él mismo avizoraba y dirigía y donde supo motivar con técnicas que luego puso a disposición de los profesores de Educación Primaria y Educación Secundaria de nuestro país.
En el 4º Congreso Latinoamericano de Lectura y Escritura realizado en agosto de 1997 en Lima, por la Asociación Peruana de Lectura y la Asociación Internacional de Lectura, y que reunió a una nómina ilustre de personalidades de América Latina, a él le cupo desarrollar una conferencia magistral sobre creatividad literaria de niños y jóvenes.
5.
Pero, en la exposición inmediatamente anterior, titulada “Presencia de la literatura en la escuela”, a cargo de una renombrada especialista, se desestimó totalmente el rol de los niños y jóvenes como creadores de literatura.
Y en ella se expresaron términos muy duros, refiriéndose a quienes sostenían la existencia de luna literatura hecha por niños.
La réplica, en la conferencia magistral de Eduardo de la Cruz, titulada “Literatura infantil desde la perspectiva de niños y jóvenes”, fue tan acertada, principista y contundente, a favor del niño como creador de literatura, que hubo una ovación cerrada, atronadora y de pie para Eduardo.
La expositora de la conferencia anterior aún presente, en un gesto de hidalguía subió al escenario a felicitar al expositor, retractándose así de todo lo que había dicho.
6.
Entre otras palabras que él dijera en aquella ocasión, como un fragmento de la réplica que hizo, recuerdo lo siguiente:
Nos pasamos la vida trabajando aparentemente en razón del niño, pero en el fondo no creemos en él. Le negamos su rol protagónico como creador. Y le asignamos funciones como las de: oír, consumir, comprender, hacernos caso, obedecer. Que ellos escuchen pero nosotros no queremos escucharlos, que ellos encuentren significados, pero nos negamos a encontrarlos en lo que ellos nos muestran y presentan. Y concluimos que no hay nada válido en lo que ellos hacen. Voy a leer unas muestras de lo que ellos han escrito y después me dirán sino no son creadores natos, significativos y auténticos.
Y es que, Eduardo de la Cruz venía trabajando desde hacía años en esta esfera, en diversos proyectos culturales y en diferentes instituciones educativas, como: Centro Cultural “Nosotros”, Colegio Mártir Olaya, Centro Educativo Jean Lebouch.
7.
Producto de esta larga experiencia y apasionado interés, son sus libros: “La mente tiene un montón de cuentos”, “Literatura fantástica de niños”, “Cuadernos de creatividad” y “Cuentos y poemas de niños peruanos, ruta de trabajo que culmina en su obra monumental: “Cuentos, poemas y dramatizaciones de niños peruanos”.
Sobre este tema estudió en Madrid con el maestro Gean Rodari, autor de “La gramática de la fantasía”, quien propone que así como hay una lógica y una ética, el hombre requiere de una “fantástica” que nos permita introducirnos por los secretos, hechizos y arcanos de la imaginación y de la fantasía.
Gracias a esta dedicación un grupo de expertos en literatura infantil, a consultas que les hiciera el Instituto del Libro y la Lectura, le confirió a Eduardo de la Cruz el Honor al Mérito a la Creatividad Literaria Infantil en el Perú.
8.
Pero, en realidad este tema lo ha ensayado y aplicado con niños y adultos.
Para ello utilizó recursos del acontecer moderno, contenidos y personajes de la actualidad, algunos incluso extraídos de los medios de comunicación, logrando que los niños escriban mitos y fábulas sobre asuntos y acontecimientos vigentes en el mundo contemporáneo.
Incluso, en los años 2005 y 2006 fuimos requeridos Eduardo de la Cruz en narrativa, César Vega Herrera en dramaturgia y el suscrito en poesía, por Cruz Roja Internacional para desarrollar una experiencia de creatividad con los reclusos de alta peligrosidad en el Penal de Alta Seguridad de Piedras Gordas, en el cono norte de Lima.
Cada domingo fue una experiencia estremecedora la que alcanzamos a vivir, como también es inolvidable los lazos de amistad que alcanzamos a tejer en las muchas horas compartidas sea a la ida o al retorno de dicho lugar, conversando de multiplicidad de cosas, hasta despedirnos ya en los paraderos de ingreso a Lima.
9.
Eduardo de la Cruz Yataco, nació en el distrito del Rímac, en Lima, Perú, en el año de 1936. Pero en realidad se sintió identificado con cada pueblo que visitaba al que consideraba como el lugar de su nacimiento.
Obtuvo el grado de Bachiller en Educación por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1984 y siguió estudios de postgrado en Lingüística y Literatura en España, Madrid y Málaga entre 1977 y 1978.
Obtuvo una beca de la Fundación Ford para llevar a cabo estudios sociolingüísticos en la Universidad de New Cork (Búfalo, EE. UU.).
Ha ocupado puestos importantes en el sector educación llegando al cargo de director de Educación Primaria y Secundaria.
Fue integrante de la Comisión de Lenguaje del Consejo Nacional de la Universidad Peruana, CONUP.
10.
Asimismo, fue miembro de la Comisión de Lexicografía de la Academia Peruana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española, en 1975 a 1982.
Enseñó cursos de Lengua, Lingüística y Literatura Infantil en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Universidad Nacional Agraria La Molina, Universidad Particular Inca Gracilazo de la Vega y Universidad Particular San Martín de Porras.
Fue fundador y presidente de la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil (APLIJ). Igualmente, fundador y vicepresidente de APELEC, Asociación Peruana de Promoción de la Lectura, y de la Asociación Peruana de Educación por el Arte, SOPERARTE.
Por esta labor permanente le fue conferido en 1991 el “Honor al Mérito a la Creatividad”, por el Instituto del Libro y la Lectura, elección realizada por quince representantes expertos en la materia.
Murió, en Lima, el 19 de diciembre del año 2007.
11.
Principales obras:
Literatura fantástica de niños. Lima: EDIPROCSA, 1993.
Reúne la larga experiencia del autor en el desarrollo de experiencias de creatividad literaria. La sólida formación lingüística de Eduardo de la Cruz le permite precisar científicamente los pasos metodológicos y proyectar los significados implícitos en estas actividades.
Leyendas y mitos peruanos. Lima: San Marcos, 2004.
Es un conjunto de leyendas y mitos que conforman el imaginario colectivo de las comunidades ancestrales del Perú. Aparecen los dioses y hombres de la antigua mitología de la costa, la sierra y la selva peruanas, rescatados de la tradición oral, como “La leyenda del río hablador”, “La leyenda de la papa”, “El toro encantado”, “Pachacámac hace temblar la tierra”, y “El origen de las razas”, entre otros.
Cuentos, poemas y dramatizaciones de niños peruanos. Lima. Ed. San Marcos, 2002.
De esta obra diremos lo siguiente:
12.
Este es un libro valioso, porque:
a. Es un libro juego, basado en una experiencia auténtica que está hecha por los niños y en base a su capacidad de jugar con el lenguaje y la palabra, en base a la capacidad que tienen ellos de inventar relaciones, mundos y sistemas, pero con la fuerza absoluta de creer en lo que piensan y dicen.
b. Es un libro revolucionario, porque en él el centro mismo de la acción creadora y educativa es el niño y no la asignatura, ni el texto escolar, ni el profesor, sino la persona humana con lo más profundo y raigal que ella tiene: su mundo interior, sus sueños, sus fantasías.
c. Es un libro participativo, en el cual han intervenido muchos autores, ni siquiera en equipos sino todos; en donde cada quien ha dado su versión y su natural forma de ver el mundo, sin consultar, negociar ni conciliar. Como en un jardín, cada flor obedeciendo a su ser, pero en conjunto haciendo un paisaje lleno de hermosura.
13.
d. Es un libro aventura, porque se lanza al espacio más distantes, alejados e infinitos: el de la abstracción, el de las ideas puras, que solo la mente recorre y por lo cual nos arriesgamos poniendo en juego nuestra propia integridad.
e. Es un libro íntimo, porque casi siempre ocurre que cuando nos atrevemos a ir por ese mundo estamos solos y hasta, a veces, no podemos hablar de él porque ha de ponerse en duda nuestra propia razón, se nos ha de cuestionar por un sueño.
f. Es un libro abierto, en oposición a tantos libros cerrados, a tanta lectura sectaria, infame y egoísta. Es abierto porque reboza generosidad y prodigalidad, porque todo nos lo ofrece y nos lo da.
14.
g. Es un libro comunión entre el padre y el hijo, entre el profesor y sus alumnos, en donde el niño ofrece lo mejor de sí, su mundo interior, su capricho vital y el padre o profesor lo recogen como un don, y de aquello que comúnmente se desecha, se menosprecia y pisotea.
h. Es un libro misterio, sobre las ocurrencias de la mente, los hechizos de la razón y de la pasión, los trastrocamientos del mundo y la realidad, de aquello que si el niño lo dice en la calle, en la mayoría de centros educativos, y lamentablemente, hasta en la mayoría de casas, sin duda será para recibir burlas, de casi todos y de manera despiadada.
i. Es un libro de fe, en el hombre y sus sueños, en su angustia como en sus alegrías, que solo es posible después de creer en el niño, en valorar su mundo y su realidad, y que es imposible hacerlo si no hay un compromiso con la sociedad, su futuro y su destino.
15.
Todo esto es algo que resulta muy evidente y fácil de notar en Cuentos, poemas y dramatizaciones de niños peruanos, en donde lo que cada niño ha escrito es algo muy suyo, muy personal, casi diría intransferible.
Y hasta, a veces, ininteligible para otro, porque responde a la peculiar forma de ser de su creador pero que, lo hemos comprobado, vale también para los demás, por la adhesión que la composición suscita entre otros niños.
He allí el milagro educativo de estos ejes y propuestas en los cuales trabajó Eduardo de la Cruz, he allí un botón de oro de la educación en la comunicación profunda y reverente de profesor y alumno, en donde cada uno tributa al otro lo mejor de sí, fruto de la educación creadora que tantos años y esfuerzo está costando hacer que se reconozca y se practique en el Perú.
He allí un hito que la historia registra con letras de oro como una muestra de su sublime magisterio.
Texto que puede ser reproducido citando autor y fuente
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