NUESTRO 28 DE JULIO
Por José Antonio Salazar Mejía
Para los ancashinos, especialmente los de Huarás y el Callejón de Huaylas, el 28 de julio no tiene mayor relevancia (en julio de 1821 Huaylas liberado era gobernado por el Gral. Toribio de Luzuriaga). Nosotros proclamamos la independencia ocho meses antes, el 29 de noviembre de 1820. Este es el recuento de esa gesta.
Mientras el Ejército libertador se encontraba en Huaura, el General huarasino Toribio de Luzuriaga y Mejía, el único peruano que ostentaba este alto rango en el Ejército libertador, a fines de 1820 se ofreció a venir para sublevar a su tierra pues entendía la importancia estratégica del apoyo de Huaylas a la causa libertaria, pero es requerido para un asunto de crucial importancia: los patriotas en Guayaquil corren peligro de ser exterminados y requieren urgente ayuda militar; San Martín no ve a otro militar con mayor aptitud para ir en socorro de los guayaquileños que Luzuriaga, es por ello que no puede venir a cumplir tarea tan gloriosa.
El 23 de noviembre de 1820 parte de Huaura con dirección a Huarás un contingente de 250 soldados a órdenes del Coronel Enrique Campino. Su misión era reclutar a 800 jóvenes para incorporarlos al servicio del Ejército Libertador. El 26 estaba en Marca y cruzó la Cordillera Negra el día 28, estableciendo su cuartel a 10 Km. al sur de Huarás. Los patriotas huarasinos se pusieron en contacto con Campino y le informaron detalladamente sobre la situación existente.
El 23 de noviembre de 1820 parte de Huaura con dirección a Huarás un contingente de 250 soldados a órdenes del Coronel Enrique Campino. Su misión era reclutar a 800 jóvenes para incorporarlos al servicio del Ejército Libertador. El 26 estaba en Marca y cruzó la Cordillera Negra el día 28, estableciendo su cuartel a 10 Km. al sur de Huarás. Los patriotas huarasinos se pusieron en contacto con Campino y le informaron detalladamente sobre la situación existente.
La Villa de San Sebastián de Huarás estaba defendida por 70 soldados de infantería y cinco compañías de milicias, lo que hacía un total de 600 hombres, todos ellos al mando del Coronel español Clemente Lantaño.
Al amanecer del 29 de Noviembre de 1820, Enrique Campino al mando de una avanzada compuesta por 50 soldados, sorprende a los defensores realistas, atacándolos a bayoneta. Los huarasinos, que se organizaron convenientemente, acompañaron el ataque organizando una enorme algazara, lo que desconcertó aún más a los realistas pues creyeron ser atacados por tropas inmensamente superiores. Por ello, al ver caer los primeros muertos, presurosos alzaron la bandera blanca en señal de rendición.
Al amanecer del 29 de Noviembre de 1820, Enrique Campino al mando de una avanzada compuesta por 50 soldados, sorprende a los defensores realistas, atacándolos a bayoneta. Los huarasinos, que se organizaron convenientemente, acompañaron el ataque organizando una enorme algazara, lo que desconcertó aún más a los realistas pues creyeron ser atacados por tropas inmensamente superiores. Por ello, al ver caer los primeros muertos, presurosos alzaron la bandera blanca en señal de rendición.
Apenas fueron capturados Lantaño, sus oficiales y tropa, el Coronel Campino se dirigió presuroso a Carás, pues recibió el informe que en la víspera los patriotas de Huata y Huacra (hoy Pueblo Libre) habían lanzado el primer grito de libertad en el Callejón de Huaylas y se enfrentaron a las tropas realistas acantonadas en Carás.
Mientras tanto Huarás era un hervidero. Los miembros de la Junta Patriótica organizaron la solemne proclamación de la independencia. Al medio día de ese glorioso 29 de noviembre, Juan de la Cruz Romero, Sebastián Beas, Juan de Mata y Andrés Ramón Mejía, blandiendo la gloriosa bandera que semanas atrás fuera creada por don José de San Martín juraron la Independencia de Huarás, haciendo solemnes votos para impedir a riesgo de la propia vida, el retorno de las tropas realistas a la Villa de Huarás(1).
Acto seguido se eligió como Gobernador de Huarás al patriota Juan de Mata Arnao, quien realizó la solemne Jura de la Independencia. Él fue la primera autoridad del Huarás Independiente. Entregó el mando tres meses después ante el Presidente del Departamento de Huaylas, el General Toribio de Luzuriaga y Mejía.
En los días siguientes, Campino retornó a Huaura llevando 900 reclutas voluntarios que se enrolaron al Ejército Libertador.
Tal es la gloriosa gesta de nuestro pueblo.
¡Gloria eterna a los patriotas que nos legaron la libertad!
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