sábado, 17 de julio de 2010

CONTROVERSIAS PINGLISTAS - POR DARIO MEJÍA - MELBOURNE / AUSTRALIA

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CONTROVERSIAS PINGLISTAS

Por Dario Mejía

En el mes que se celebra el nacimiento de Felipe Pinglo, quien nació el 18 de julio de 1899 en los Barrios Altos, se recuerda al bardo inmortal por las maravillosas composiciones que nos dejó y que enriquecieron el cancionero popular. Pero, también viene a la memoria ciertas controversias que se han dado a través de los años con respecto a algunas de las composiciones que le pertenecen o que, sin pertenecerle, le fueron atribuídas por otros.

Del Maestro Pinglo se ha hablado muy bien, engrandeciéndolo como se lo merece, pero también se habló mal de él ya que no faltaron los que lo calificaron de plagiario, sin tener pruebas suficientes para calificarlo de dicha manera. Pienso que está en nosotros el buscar la verdad sobre ciertas composiciones sobre las que pueda haber controversia, buscando pruebas escritas porque estoy seguro que debe haberlas en algún lugar, donde aún no se ha buscado e investigado, o quizás no se le dio la importanca debida.

En los últimos tiempos, han aparecido nuevos trabajos que aplicando otros métodos de investigación, y los recursos que aporta la tecnología, han profundizado más en estudios hechos hace muchos años, aclarando algunos conceptos que estaban equivocados o sobre los que había cierta duda o se conocía casi nada. Apoyemos dichos trabajos que nos van aclarando la historia de nuestra música popular.

Amalia o Amelia

Felipe Pinglo compone su primera canción en 1917, el hermoso vals "Amelia", cuya musa nunca pudo ser identificada, pero se cuenta que fue una muchacha de su barrio y el primer amor de Pinglo. Este vals ha sido interpretado y grabado por muchos Pinglistas.

Por otro lado, a través de los años se ha hablado mucho de otro vals "Amalia" o "Amelia", contándose que pertenece la letra a Pinglo y la música a Nicolás Wetzell. Sin embargo, a pesar de haber sido nombrado por dos de sus biógrafos, muy reconocidos como historiadores de la canción criolla, nadie lo ha escuchado y ello ha creado la duda sobre el mismo, sobre si existió o no.

Acompañando un álbum de discos editado por la disquera "Virrey", en 1965,
Ricardo Miranda Tarrillo escribió una biografía de Felipe Pinglo Alva y en la misma señala lo siguiente: "Aquel mismo 1926, Felipe accede al pedido de su amigo el laudista Nicolás Wetzell, y escribe los versos para la música del vals 'Amalia' dedicado por Wetzell a su madre."

Años más tarde, Ricardo Miranda Tarrillo, en su libro "Música criolla del Perú, Lima 1989, vuelve a repetir lo dicho en 1965, pero añadiendo algo más: "El primer vals que compuso Wetzell en 1926 estuvo dedicado a su madre, Amalia. La letra la puso Pinglo. No es conocido porque su ejecución demanda concentración y estudio, debido a las complicadas variantes de su línea melódica."

Aurelio Collantes manifiesta lo mismo en su libro "Pinglo Inmortal", Lima 1977, añadiendo que fue en el "Callejón del Fondo" adonde Nicolás Wetzell acudió en busca de Pinglo para que le escribiera unos versos para su vals "Amelia", dedicado a su señora madre. "Esta pieza no es conocida por lo complicada de su ejecución", señala Collantes.

Nicolás Wetzell daría su versión de los hechos en una entrevista que le hizo el periodista Raúl Vento, publicada en el suplemento VSD de La República, el 1 de abril de 1983. Wetzell cuenta: "Yo tenía una composición 'Amalia' dedicada a mi madre. Por ese tiempo todavía no musicalizaba. Felipe se enteró de 'Amalia' y me dijo que él iba a poner la música. Pero ya estaba enfermo. Siempre me decía: 'toca Amalia', 'toca Amalia'. En una de mis visitas al hospital Dos de Mayo lo encontré en el patio. Estaba en una silla de ruedas. 'Nicolás', me llamó enfebrecido, '¿Y Amalia?. Dame la letra', para calmarlo le recité la letra. El hacía apuntes en un cuaderno y tarareaba una música. 'Felipe, lo harás cuando te repongas. Ahora descansa', le dije al ver su esfuerzo. 'No', me respondió, 'sigue'. Pero no seguí más. Se lo llevaron. Fue el último día que lo vi. Esa noche murió".

"¿Y qué pasó con 'Amalia', don Nicolás?", le preguntó Raúl Vento. "Lo guardé, lo dejé igual. Fue mi homenaje a Felipe", respondió Nicolás Wetzell.

Felipe Pinglo murió el 13 de mayo de 1936 en su casa de la calle Penitencia, en los Barrios Altos. Con lo que contaría Nicolás Wetzell a La República, se comprueba que el vals "Amalia", que también lo han llamado "Amelia", si existió, aunque la letra le pertenecía a Wetzell y Pinglo le estuvo poniendo la música. Pero Wetzell no lo dio a conocer, guardándolo como si fuese un tesoro, ya que le recordaba al amigo que partió de este mundo a temprana edad. Wetzell se llevó la composición dedicada a su madre a su tumba.

Bouquet y Aurelio Collantes

En el LP Bodas de Oro de la Música Peruana, Vol. III, editado por FTA (Fabricantes Técnicos Asociados S.A.) a fines de los 60, Aurelio Collantes escribe en la portada posterior una breve introducción a los temas o compositores que allí se presentan, señalando lo siguiente: "(...) a Felipe Pinglo le atribuyen canciones que él nunca dijo que eran de él, sino que las interpretaba, tal es el caso del vals 'Bouquet', que firma el argentino Flores Cayo, según pieza musical del año 1938."

En su "Documental de la Canción Criolla", Lima 1972, Aurelio Collantes vuelve a repetir lo mismo sobre el vals Bouquet: "Referente al vals argentino 'Bouquet' que se le atribuye al preciado compositor, sabemos que el trío 'Mastra' se lo enseñó, cuando estuvo en Lima, allá por 1932 y que el verdadero autor es el compositor platense Armando E. Soto Cayo, creador también del vals 'Adiós-Adiós' que equivocadamente damos por nacional. Este documento consta en la pieza editada por Carlos Maldonado en 1938."

Cabe mencionar que Collantes basó sus afirmaciones guiándose en partituras publicadas por la casa Editorial de Carlos Maldonado, a fines de los 30, en las cuales aparecía el nombre de Armando Soto Cayo. Sin embargo, no reparó en que Soto Cayo había escrito solamente las partituras de dichas canciones, mas no era el autor de las mismas.

Del mismo modo, con el vals "Adiós, adiós" Collantes se equivocó ya que Elías Ascuez Villanueva, en el semanario Cascabel del 1 de febrero de 1936, ya había denunciado lo siguiente: "Los argentinos han robado muchas canciones nacionales - Así, 'Adiós, adiós, mis ojos ya no vuelven' y 'Si dos con el alma', han sido convertidos en tangos". El vals que Elías Ascuez se refirió inicialmente es "Adiós, adiós", que fue grabado por las Hermanas Gastelú (Disco Victor 67009 - Lado A), apareciendo dicha grabación en el Catálogo de Discos Victor de 1915-1916.

Con respecto al vals Bouquet, dicha afirmación de Collantes, sobre el vals aquel, generó muchos comentarios adversos entre los que conocían la vida y obra del Maestro Pinglo y, ante la contundencia de pruebas al respecto, Collantes tuvo que rectificarse, haciéndolo en su libro "Pinglo Inmortal", Lima 1977, donde, refiriéndose a Bouquet menciona: "Inexplicablemente la Editorial de Carlos Maldonado del Pasaje Carmen, hoy Correo, publicó en 1938 una pieza para piano, firmada por Armando Soto Cayo, autor también del valse 'Adiós-Adiós'."

Collantes rectificó su error con Bouquet, pero insistió en equivocarse con "Adiós, adiós".

Al respecto, el historiador Manuel Zanutelli, en "Felipe Pinglo... a un siglo de distancia", Lima 1999, señala que Bouquet se publicó en la edición No. 96 de "La Lira Limeña", de 1931, sin nombre de autor. Pero en el No. 118 de dicho cancionero, añade Zanutelli, Bouquet tiene las iniciales F.P.A., con una línea explicativa advirtiendo que fue corregido por su autor.

El Expósito

Sobre dicho vals he contado anteriormente, en conversación o intercambio de pareceres con amigos. El vals "El Expósito", de Pedro Espinel, algunos se lo adjudican a Felipe Pinglo, habiendo, incluso, el hijo de Pinglo declarado en una entrevista de hace un poco más de 20 años, cuando todavía estaba vivo, de que ese vals era de su padre (publicada en "Antología de la Música Peruana" de Jorge Donayre y Lorenzo Villanueva, Lima 1987). El hijo de Pinglo se basaba en que su padre nunca conoció el amor de madre y que sus tías le recordaban lo que dijo ella antes de morir de sobreparto: "Ay hijo, cuanto me cuestas". Pero, esa suposición no la considero seria ni tampoco una prueba puesto que no mostró nada escrito que sustentara lo que decía.

Un documento que refuerza la autoría de Espinel con el vals "El Expósito" es la publicación del mismo en la edición No. 1169 de "El Cancionero de Lima", de octubre de 1937. La publicación aquella tiene el siguiente comentario: "Gran Vals Nacional. Otro éxito de Pedro Espinel el autor de 'Fin de Bohemio' cantado con éxito por el trío peruano Costa-Monteverde-Odría por Puchito del Conj. 'Los Bonaerenses' y por Salvador Oda. Cortesía de Elías Castro D." (Cabe señalar que Elías Castro hizo llegar a "El Cancionero de Lima" la letra de varias de las composiciones de Pedro Espinel. Castro era integrante del conjunto chorrillano Santa Rita).

Es a partir de esa edición de "El Cancionero de Lima" que "El Expósito" empieza a publicarse, apareciendo de nuevo en las ediciones posteriores. Parece que Espinel lo acababa de crear, tal vez en setiembre de 1937, ya que en las ediciones anteriores del mencionado cancionero no aparece el vals aquel. Tampoco se le nombra en la edición No. 1136 de febrero de 1937, donde aparece la foto de Pedro Espinel en la portada, señalándose varias de las composiciones que le pertenecen, pero no nombran "El Expósito", porque todavía no lo había compuesto.

En una de mis visitas a Lima, buscando entre periódicos antiguos, pude encontrar la entrevista que le hizo "La Prensa" a Pedro Espinel el 21 de junio de 1938, a dos años de la muerte de Pinglo. El artículo lleva como título "La Música Criolla Nacional se halla en una situación de auge alentador", página 5 de la edición antes mencionada. Espinel dice: "A partir de 'Fin de Bohemio' he tenido otros éxitos con 'El Expósito', vals; 'Bom Bom Coronado', polca; 'Dos reliquias', vals; 'Celos míos', vals; y muchísimas otras creaciones que sería largo enumerar, que los editores han ido dando a conocer al público en forma casi periódica y que, desde la radio, los intérpretes vienen propalando continuamente, pero sin que ello signifique para mí, aparte del mero aplauso y del cariño, poco o nada desde el punto de vista económico."

Muy sabido es la gran amistad y respeto que Pedro Espinel sentía por el Maestro Pinglo, por lo que pienso que no se hubiese adjudicado la autoría de una canción que no le pertenecía y, por sus declaraciones ante La Prensa, se desprende, y comprueba una vez más, que "El Expósito" le pertenece al gran Pedro Espinel.

Fe verdadera, La fe verdadera o Con la fe verdadera

Este vals viene dando vueltas por mi mente desde hace algunos años. Y es que se lo atribuyen a Felipe Pinglo en forma equivocada, es lo que pienso. Me parece que quien crea la confusión es Julio Jaramillo, cuando lo graba y señala, en la grabación aquella, a Felipe Pinglo como autor de dicho vals. Sin embargo, ninguno de los que han estudiado profundamente la vida y obra de Felipe Pinglo lo ha señalado como un vals del Maestro.

Fe verdadera, llamado antiguamente "La fe verdadera" o conocido también como "Con la fe verdadera", es un vals de la Guardia Vieja. El historiador Manuel Zanutelli, refiriéndose a valses anónimos que se escucharon durante los inicios del siglo XX, de la época llamada como la Guardia Vieja, que fueron publicados en "El Cancionero de Lima" por esos años, menciona, entre otros, el vals "La fe verdadera" (Con la fe verdadera del alma noble y pura...).

He encontrado "La fe verdadera" publicada en cancioneros de fines de los 30 e inicios de los 40 y en todos ellos figura como vals de la Guardia Vieja. Por ejemplo, en la edición No. 1381 de "El Cancionero de Lima", de setiembre de 1941, se menciona lo siguiente: "La Fe Verdadera. Antiguo vals criollo de gran éxito". Parece que alguien revivió dicho vals a fines de los 30 ya que lo he visto publicado en ediciones de esos años tanto de "El Cancionero de Lima", como "Alta Voz" y "El Cancionero Porteño"... mencionándose que es de la Guardia Vieja.

Julio Jaramillo nació en 1935 y empezó a grabar en los 50. Cuando graba "Fe verdadera" ya habían pasado muchos años de la muerte de Pinglo y se habían hecho algunos estudios sobre su obra... pero no se mencionaba dicho vals como de Pinglo.

¿Cómo fue que se le ocurrió a Julio Jaramillo pensar que ese vals era de Pinglo? no lo sé, pero si sé muy bien que ninguno de los que han estudiado seriamente al Maestro Felipe Pinglo ha mencionado que ese vals le pertenezca... al menos, no he encontrado ninguna referencia escrita al respecto, que así lo demuestre.

Hermelinda

Otro caso de un vals que nadie ha escuchado es el de "Hermelinda", el último vals que compuso Felipe Pinglo, pocos días antes de morir. La duda, o confusión, se origina porque se cuenta que dicho vals fue dedicado por Pinglo a su esposa, pero en la letra que se conoce del vals de ese nombre se habla de la traición de una mujer, lo cual no tiene sentido porque se supone que era un homenaje a su esposa.

Lo que sucede es que el vals "Hermelinda" que se conoce, el que habla del engaño, fue compuesto por Pinglo cuando acababa de cumplir 20 años y como todo poeta y romántico volcó a versos el desengaño amoroso que tal vez experimentó en su juventud. Según Aurelio Collantes, ese vals "Hermelinda" fue compuesto por Pinglo el 6 de agosto de 1919. La letra, en parte, dice: "Yo he reflexionado en el silencio de una noche / acerca del amor de una mujer / al cabo ha gemido mi corazoncito / al ver la felonía de una ingrata infiel..."

Unos años después, Pinglo conoce a Hermelinda Rivera y se casa con ella. Juan Rasilla Moreno señaló en el diario La Crónica del 31 de mayo de 1945 de que la esposa de Pinglo, Hermelinda Rivera, le contó que el Maestro, unos días antes de morir, le dijo: "Alcánzame mi cuaderno y un lápiz. Voy a escribir para ti mi última canción. Ella llevará tu nombre y si yo muero, que le pongan la música Vilela o Espinel". Rasilla añade: "Y con una facilidad que sorprendió a los presentes, escribió la letra del vals que sería su póstuma composición: Hermelinda."

Hermelinda Rivera no quiso dar a conocer aquella última composición de Felipe Pinglo; la guardó como el más grande tesoro de su vida. Es así que este vals, también de nombre "Hermelinda", como el que compuso a la edad de 20 años, corrió la misma suerte que el vals "Amalia" o "Amelia" de Nicolás Wetzell, nunca nadie lo escuchó; pero si existió y la misma esposa de Pinglo, Hermelinda Rivera, le contó la historia del mismo a Juan Rasilla Moreno.

Otras controversias

Se ha hablado que "El ruiseñor" no le pertenece a Pinglo, pero hay pinglistas que sostienen que dicho vals sí le pertenece al Maestro. Por ejemplo, Héctor Petrovich Agüero lo señala en su lista de composiciones de Pinglo, que fue reproducida por Willy Pinto Gamboa en su libro "Felipe Pinglo", Lima 1994. El historiador Manuel Zanutelli también lo señala como un vals de Pinglo y también lo he visto publicado en cancioneros de los 30 con el nombre de Pinglo como su autor.

A inicios de los 40, en los cancioneros que se vendían en Lima se publicaba el vals "Herminia" señalando a Pinglo como su autor. Lo he visto publicado varias veces de esa manera. Juan Rasilla Moreno lo nombra en 1945 como una de las composiciones de Felipe Pinglo (La Crónica del 31 de mayo de 1945). Zanutelli también lo señala como un vals de Pinglo. Y es que el vals aquel apareció publicado en varias ediciones de "El Cancionero de Lima", que no podía pasar desapercibido. El cancionero "Alta Voz" también lo empezó a publicar con el nombre de Pinglo como su autor. Sin embargo, una carta que fue enviada al cancionero "Alta Voz", firmada por Roque Plaza, sostenía que el vals "Herminia" le pertenecía al compositor barrioaltino de la Guardia Vieja, Guillermo Suárez.

Hay dos detalles que debo mencionar. El primero es que Guillermo Suárez falleció a temprana edad en 1922 y se le atribuye el vals "La Cabaña", que también se lo atribuyen a Alejandro Sáez, siendo la autoría de Sáez la que más ha prevalecido. El otro detalle es que hace poco, respondiendo a un comentario sobre algo que había escrito, conté que en "El Cancionero de Lima" No. 1265, Agosto 1939, se publicó el vals "Ultimo Ruego" figurando entre paréntesis "Odiame" y el siguiente comentario: "Vals criollo. Letra y música de Roque Plaza, su verdadero autor". La letra publicada es del soneto "Ultimo Ruego" de Federico Barreto, publicado en la revista Actualidades el 21 de setiembre de 1903. Como se conoce muy bien, parte de la letra del vals "Odiame" de Rafael Otero fue tomado del soneto "Ultimo Ruego" de Federico Barreto, pero lo que, pienso, se ignoraba es que años antes, en 1939 (cuando Otero acababa de cumplir 18 años), alguien más ya le había puesto música de vals al soneto de Barreto. La foto mostrando dicha publicación la compartí en aquella oportunidad.

Volviendo a "Herminia", Roque Plaza, al parecer un criollo de la Guardia Vieja, señala en su carta de que fue muy amigo del ya finado Guillermo Suárez y que el vals en discusión ya tenía como 30 años (se habría compuesto a inicios de la década de los 10), por lo que no era admisible que Pinglo lo haya escrito. También menciona que el cantante Catter puede certificar lo que sostiene.

Es aquí cuando viene a mi mente lo que sobre Pinglo dijo Collantes a fines de los 60: "le atribuyen canciones que él nunca dijo que eran de él, sino que las interpretaba". Es por ello que pienso que se debe investigar más sobre este vals para despejar la duda que dejó la carta que fue enviada al cancionero "Alta Voz" a inicios de los 40.

Datos no mencionados

Cuando Pinglo se encontraba muy enfermo, sus amigos estaban a su lado acompañándolo en esos momentos difíciles de su vida. Uno de ellos, el cantautor Eduardo Villanueva del Conjunto Luces, le compuso un vals que lo tituló "Felipe Pinglo". Dicho vals fue publicado por "El Cancionero de Lima" No. 1095, de inicios de Mayo de 1936, cuando Pinglo estaba todavía vivo, señalándose que era cantado con mucho éxito en cines y teatros. En el vals aquel se resalta al compositor, se menciona que está enfermo y se pide que lo visiten, como un reconocimiento a su obra.

Para terminar por ahora, porque uno puede pasarse horas de horas contando sobre el Maestro, debo mencionar unos avisos que encontré y llamaron mi atención. En la edición No. 1145 de "El Cancionero de Lima", Marzo 1937, se publica un aviso en la página 7 anunciando una gran velada literario-musical, organizada por el Centro Social Musical Felipe Pinglo, que se iba a llevar a cabo el sábado 24 (marzo 1937) de 11 p.m a 5 a.m. en su local del Jirón Huánuco 347 (Colmillo) - Principal. "Gran Orquesta. Damas: Invitación especial", termina diciendo el aviso aquel.

Otro aviso publicado en la página 3 de la edición No. 1259 de "El Cancionero de Lima", Junio 1939, por el Centro Social Musical Felipe Pinglo, señala que la sección femenina de este Centro había organizado su Primer Gran Baile Social que, con motivo de su instalación y en honor del club Atlético Córdova, que había campeonado en fútbol, se iba a celebrar el sábado 1 de julio (1939), empezando a las 11 de la noche, en su local, Huánuco (Colmillo) 347 principal. "La parte musical correrá a cargo de la Orquesta La Rosa", señala el aviso aquel.

Estos avisos tienen su importancia porque cuentan detalles no muy conocidos, como que fue a mediados de 1939 que se instaló la sección femenina del Centro Social Musical Felipe Pinglo. También señalan una dirección del Centro Social Musical Felipe Pinglo que siempre la obvian cuando cuentan la historia de dicho Centro: Jr. Huánuco 347 - Principal, Barrios Altos.

Felipe Pinglo sigue dando que hablar y lo seguirá haciendo mientras haya un corazón peruano latiendo por su canción criolla. Pinglo es el más grande compositor de música criolla, hasta la fecha, y su obra nos deleita y hace sentir orgullosos de él; de todo lo que nos dejó y enseñó por ese gran amor que él sentía por la música de su país. Sigamos valorándolo como el Maestro se lo merece.


Dario Mejia



Melbourne, Australia

dariomejia999@yahoo.com.au

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