Dedicado a mi Padre, el Dr. David I. Samanez
(www.asolapocuscoinmortal.org)
PADRE, por el torrente de mi sangre
va tu nombre enraizado en mis arterias,
tu corazón palpita en mi pecho,
con tus ojos yo miro las estrellas.
Me enseñaste a explorar el infinito
i desplegaste hacia el azul mis alas,
de tu mano corría por los campos
sin medir, ni minutos, ni distancias...
Por ti aprendí a admirar todo lo bello:
la tierra, el sol, lo verde de los prados,
los árboles, el agua rumorosa
i la gracia pequeña de los pájaros.
Tú, me diste este nombre que tengo,
que es un escudo de LUZ en las batallas,
él me sirve de mágico conjuro,
para escalar las líricas montañas.
DIOS te bendiga PADRE eternamente,
eres el alto i luminoso faro
que me guía por siempre
en mi camino...
Cusco, 19 de junio de 2010
(www.asolapocuscoinmortal.org)
PADRE, por el torrente de mi sangre
va tu nombre enraizado en mis arterias,
tu corazón palpita en mi pecho,
con tus ojos yo miro las estrellas.
Me enseñaste a explorar el infinito
i desplegaste hacia el azul mis alas,
de tu mano corría por los campos
sin medir, ni minutos, ni distancias...
Por ti aprendí a admirar todo lo bello:
la tierra, el sol, lo verde de los prados,
los árboles, el agua rumorosa
i la gracia pequeña de los pájaros.
Tú, me diste este nombre que tengo,
que es un escudo de LUZ en las batallas,
él me sirve de mágico conjuro,
para escalar las líricas montañas.
DIOS te bendiga PADRE eternamente,
eres el alto i luminoso faro
que me guía por siempre
en mi camino...
Cusco, 19 de junio de 2010
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Edición y fotografías del Cusco: Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
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