Por Florencio Bernabé Gonzales (*)
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El 12 de diciembre 2008, se celebró el día Contra el Cambio Climático, y a la vez finalizó en Poznan – Polonia la XIV Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP14), cumbre del clima; y, antes de la decisiva COP15 de este año en Copenhague 2009, planteamos las interrogantes sin respuesta:
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¿Qué va a hacer para reducir las emisiones de uno de los países que más se alejan de sus compromisos según el protocolo de Kioto?
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¿Qué postura va a adoptar Europa, Japón, China, India, China y EEUU ante el mundo en las trascendentales negociaciones internacionales sobre cambio climático del año 2009?
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¿Cómo va a encajar todas estas piezas en la actual crisis económica y financiera?
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Nos encontramos en un momento crítico en el que a la urgencia por la acción para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y así la magnitud del calentamiento global, se suma la dificultad de lograr un acuerdo internacional en un momento de crisis económica y financiera global.
Incluso la Agencia Internacional de la Energía acaba de hacer un llamamiento por una revolución global en el modelo energético a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en la que Perú acaba de ingresar como uno de los 45 Estados con una “economía emergente y poderosa”, según fuentes oficiales, aunque ellos nos califican de “país amigable y emergente”, pero no perdamos de vista nuestra condición de país proveedor de materia prima en mayor proporción, con la mayor contaminación y depredación de sus recursos naturales, propensos a sufrir consecuencias mayores de la crisis económica y climática.
Incluso la Agencia Internacional de la Energía acaba de hacer un llamamiento por una revolución global en el modelo energético a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en la que Perú acaba de ingresar como uno de los 45 Estados con una “economía emergente y poderosa”, según fuentes oficiales, aunque ellos nos califican de “país amigable y emergente”, pero no perdamos de vista nuestra condición de país proveedor de materia prima en mayor proporción, con la mayor contaminación y depredación de sus recursos naturales, propensos a sufrir consecuencias mayores de la crisis económica y climática.
Pensamos que la crisis económica y la crisis climática van de la mano y que debemos buscar soluciones conjuntas, aprovechando la crisis económica para arreglar el clima, aprovechando la necesaria acción frente al cambio climático para reactivar la economía.
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Sabemos que esa revolución será difícil, pero ya podemos imaginar que es posible. Las principales medidas de reducción de emisiones, como el ahorro energético, conllevan directamente un ahorro económico. Por otra parte, las tecnologías limpias, lejos de ser un lujo que no podemos permitirnos en este momento, son necesarias para reducir las emisiones de carbono y mejorar la eficiencia energética, una medida a su vez imprescindible para recuperar la economía asumiendo las limitaciones que impone la fragilidad de la atmósfera de nuestro planeta. Un 70% de las tecnologías necesarias para esta revolución ya existen y además son rentables a mediano plazo. A esto se sumarían los necesarios cambios de hábitos, no tecnológicos. Por tanto, no es cuestión sólo de economía, sino de liderazgo.
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Por ello,
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Pedimos a nuestro Gobierno que se adhiera a otros gobernantes latinoamericanos proveedores de materias primas que decidan asumir el liderazgo en la acción frente al cambio climático, se formen bloques para exigir a los países industrializados en el seno de la OCDE, no debemos mendigar.
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Pedimos a nuestro Gobierno que haga lo posible por poner en marcha lo que Ban Ki-moon ha llamado el "Green New Deal", un gran acuerdo mundial para llevar a cabo una revolución global hacia las energías limpias. Una reforma mundial que eliminaría algunas de las causas de la crisis y que a su vez reactivaría la economía en su conjunto.
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Y pedimos que en todos los paquetes de medidas anticrisis de los Gobiernos se prioricen las inversiones en energías limpias y la reducción de las emisiones de carbono.
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Aunque es la primera vez en ocho años que Estados Unidos asiste a la cumbre anual sobre cambio climático, entre acuerdos y desacuerdos los países en vías de desarrollo limitarán sus emisiones recién el 2020,
El compromiso de Pozdam, donde países como China e India tendrán que limitar sus emisiones entre un 15 y un 30 por ciento para esa fecha. Canadá, Japón, Nueva Zelanda, Australia y Rusia bloquearon cifras.
Donde unas 140 organizaciones de 45 países, rechazaron a que el Banco Mundial maneje los recursos destinados al cambio climático.
Las organizaciones, que dijeron cuentan con el apoyo del bloque G-77 de países pobres mas China, acusaron al organismo financiero internacional de ser el generador de contaminación más importante del mundo, por incrementar su apoyo a proyectos de combustibles fósiles.
Donde unas 140 organizaciones de 45 países, rechazaron a que el Banco Mundial maneje los recursos destinados al cambio climático.
Las organizaciones, que dijeron cuentan con el apoyo del bloque G-77 de países pobres mas China, acusaron al organismo financiero internacional de ser el generador de contaminación más importante del mundo, por incrementar su apoyo a proyectos de combustibles fósiles.
Esto representaría un conflicto de intereses, según se especificó en la declaración que detalló que el Banco Mundial financió entre 1997 y 2007, a 26 grandes proyectos que generaron emisiones de dióxido de carbono, incrementando en el último año en un 94 por ciento el apoyo a planes de gas, petróleo y carbón.
Asimismo, acusaron al BM de tener un papel importante en el proceso de deforestación, y “es promotor de los agrocombustibles y de la explotación forestal”. Precisamente, la reducción de emisiones procedentes de la deforestación y la degradación de los bosques parece ser uno de los pocos puntos que progresaron en Poznan.
Según un estudio realizado por la Comisión Europea, el costo de una reducción del 50 por ciento de la deforestación mundial en 2020, costaría entre 20 mil y 25 mil millones de dólares.
En Kioto, Río de Janeiro y Pozdam, una vez más las cosas a medias, auguramos mejor en Copenhague, la crisis económica y crisis climática apremian urgentes soluciones.
Lima, Enero 20 de 2009
(*) Presidente de APPU-HUAYHUASH
(*) Presidente de APPU-HUAYHUASH
Asociación Peruana de Protección, Defensa y Desarrollo de la Cordillera Huayhuash
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