ESCARABAJO
Autor: Félix Antonino Vidal Vidal
Un artista pequeñito,
bajo capa negra y dura,
está construyendo un mundo,
sin aspirar llegar al cielo.
Es el artista escarabajo
que, en su diario rodar,
va sembrando esperanzas
que la vida no siempre ofrece.
t
Recorre por el camino,
rodando con paso lento,
una esfera como la Tierra,
como la Luna, como el Sol.
Rueda y rueda en silencio,
con sus patitas oscuras,
sin medir que algún intruso
pueda estropear su trabajo.
El pequeño escarabajo,
más negro que el silencio,
más negro que la propia noche,
rueda su esfera, rueda.
Construye su mundo
rondado y rodando, sin descanso,
soñando como el poeta,
en un insospechado destino.
Pág. 57
PASTORITA
y
Autor: Felix Antonino Vidal Vidal
Si la oyeras cantar
cuando se peina,
si vieras su cabello trenzado
y su piel color de manzana.
4
Es la niña de ojos tristes,
pastorita dulce y tierna,
caminando tras su manada
y el perro fiel a su costado.
5
Es la niña de pintaibata
sonriendo a escondidas,
que se pone color granada
cuando digo que es mi reina.
6
Si la vieras en la cocina,
preparando sus manjares,
endulzando con su mirada
y manos angelicales.
u
Si la vieras bailando
vestida de palla o de anti
en las fiestas patronales,
cual muñeca de porcelana.
i
Es la niña de mi tierra,
flor silvestre, muy hermosa,
que en su pecho guarda un tesoro
y en sus ojos dos luceros.
t
Pág. 85
t
y
CANTO A MI PUEBLO
u
Autor: Félix Antonino Vidal Vidal
r
Nací aquí,
tocando las raíces de
tus centenarios cedros
y se meció mi corazón
en la pasión perfecta
del amor de Dios.
t
Aquí crecí
sobre la hierba fresca,
sintiendo el murmullo
de tus encantadas aguas,
creí aquí, como flor silvestre,
sonriendo cual fúlgidas estrellas.
t
Aquí escuché del humilde
su prédica de hermandad y de trabajo,
y sentí el más tierno amor
musitando en mis oídos.
t
Al llegar la primavera,
mi corazón se abrió como una flor
y en la fecunda copa de tu sombra,
despertó mi canto en cada nido.
t
Cuánta lluvia ha caído sobre mí
y cúanto fuego ha ardido a mis pies,
y cuánto más hondo ha sido el silencio,
más claro el latido de mi corazón.
y
Me lejé de tu lado, recuerdo,
arrancado por los brazos de la urbe,
pero en cada recodo de mi existencia,
grabé tu nombre con tinta y sangre.
y
Hoy, escapando del bullicio de la urbe,
he venido a buscar tus valles, tus ríos,
tus huertos, tus aguas calientes
y la delicia de tus panes.
i
He venido a encontrarme con mi pueblo,
a encontrarme a mí mismo
enredado en la profundidad de tus raíces.
Quiero sentir ese aroma sólo tuyo,
embriagando mis sueños y mi credo.
y
Pág. 13 y 14
Fuente:
t
Poemario CANTO A MI PUEBLO del Dr. Félix Antonino Vidal Vidal, dedicado a Pomabamba, la hermosa y hospitalaria "Ciudad de los Cedros".