De pronto en el escenario apareció cabalgando un brioso alazán, surcando con destreza los cerros de Pancal, con su fusil al hombro, poncho habano con rayas claras, sombrero y bufanda blanca; era nada menos que el mismísimo Luis Pardo, que luego de bailar, apoyar al pobre y enamorar a las hermosas pastoras, cargaba con ellas surcando montes y cumbres, en esa arriesgada caminata por cataratas y flores de la cantuta; finalmente fue cercado y terminó muerto, luego de pasar Cajacay. Como recordándonos su historia y el final de sus días, nos cantó guitarra en mano:
Por las cumbres, por las alturas
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Luego de ver y saludar al legendario Luís Pardo en enero del 2009, tuve que reconocer que los hombres emprendedores hacen mucha falta en nuestro país y en nuestros pueblos, son los que hacen, sin necesidad de saber mucho. El paradigma del presente, del saber y no hacer, debe ser cambiado por el de haciendo, encontrar el progreso en base al trabajo.
Las obras de los grandes hombres históricamente se han hecho con más sudor que inspiración. La obra de CARLOS ORO destaca, porque le pone sentimiento, corazón y dedicación. Y sobre todo generando empleo, empleo en base a la industria cultural, cosa que es innovativa. Él sabe a quiénes solicitar apoyo para culminar sus obras, como este video que nos regala en homenaje al justiciero chiquiano Luis Pardo. Si todos tuviéramos las mismas agallas de emprender obras a pesar de las dificultades, otra sería nuestra situación.
Por eso Carlos Oro, mereces muchas felicitaciones, porque nos enseñas, que para hacer videos no se necesita ser egresado de la mejor escuela de cine, así como para escribir no se necesita tener el rótulo de escritor sino HACER, que es la forma de desbrozar barreras y romper mitos.
Fuente:
La Pluma del Viento y la Voz del Tío Vlady (Mensaje propalado en el programa de Vladimiro Reyes el dia lunes 02 de 10:40 a 11:40 pm)
BLOG DE ACUCHO:
http://chiquianyerupaja.blogspot.com/2009/02/lo-que-vale-el-hacer.html
FIESTA DE CARNAVALES
DE CARLOS ORO
01 FEB 2009
WAYRA QANTUTA CALDERÓN PALACIOS
Wayra en Cuspón, con sus padres Marquito e Yrma