Autora: Olinda Ramírez Soto
Amigos que compartimos momentos buenos y malos,
la siembra de nuestra amistad se fortaleció con el tiempo;
pusimos nuestros corazones, la mano amiga se engrandeció
y con un franco abrazo las penas se convirtieron en sonrisas
Cuando el tiempo pase y se cierne la soledad de nuestras vidas,
los hijos crecerán y viajarán para surcar sus propios caminos,
allí donde la quietud del semblante se note y el caminar se haga lento,
volveremos a encontrarnos para recordar y fortalecer nuestra gran amistad.
Amigos que compartimos momentos buenos y malos,
la siembra de nuestra amistad se fortaleció con el tiempo;
pusimos nuestros corazones, la mano amiga se engrandeció
y con un franco abrazo las penas se convirtieron en sonrisas
Cuando el tiempo pase y se cierne la soledad de nuestras vidas,
los hijos crecerán y viajarán para surcar sus propios caminos,
allí donde la quietud del semblante se note y el caminar se haga lento,
volveremos a encontrarnos para recordar y fortalecer nuestra gran amistad.
Oli
Ser humano de telúrica pluma que llena de emebeleso el alma con sus esperadas crónicas. Hoy retorna a este pequeño espacio literario, con un himno a la amistad que se fragua como el acero en el tiempo y el espacio.
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XVII AEPA - CHIQUIÁN ENE 2009
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