Danilo Sánchez Lihón
El genio comienza
las grandes obras,
pero solo el trabajo y
el tesón las culmina.
Joseph Joubert
1. El espejo
del lago
Situada
a 48 kilómetros de Las Vegas en los EE.UU., la Presa Hoover es una de
las mayores glorias de la ingeniería humana. Se cuenta entre los diez
mejores
logros de la construcción del hombre durante todo el Siglo XX; ubicada
en el Cañón Negro del río Colorado y se construyó en el peor período de
crisis económica de Norteamérica, como un desafío y una manera de
hacerle frente a las adversidades. Asomarse al
farallón desde donde se la divisa es un espectáculo inenarrable que
impacta e impresiona hasta el punto de quedar estupefactos.
Lo
primero que asombra es contemplar la pared parda de la represa que
tiene una altura de 221 metros, una anchura de 200 metros en su base y
15 en su cima
o corona, que es una carretera. Al principio se la percibe inclinada
pero después reconocemos su forma ovoidea. Hacia adelante lo que inspira
es contemplar el lago de un azul oscuro profundo, con las líneas de
demarcación acerca de hasta dónde está permitido
navegar fuera del peligro de ser absorbidos por los succionadores que
llevan el agua para mover las turbinas.
Sobrecogen
también las armaduras de fierro inclinadas hacia el lecho del río y
sosteniendo los cables por los cuales se conduce la energía eléctrica
desde
las turbinas situadas en lo más hondo del río. Sorprenden igualmente
las cuatro torres de captación de agua que emergen ya desde el espejo
del lago. Y hacia el fondo un puente en arco construido para permitir la
circulación de vehículos en una de las vías
troncales de transporte que atraviesa estos estados. Admira también las
esculturas de los cinceladores y perforadores de huecos para poner la
dinamita, y que yacen colgados en lo más empinado de las rocas.
2. La majestad
de la piedra
Pero
también a mí me atrajo al descender las escalinatas ver un par de
gaviotas vivas y en sus escarceos amorosos. Y la hembra de ellas
buscando un lugar
del farallón dónde poner su huevo recién concebido, ambas sobrevolando
dichosas en el aire, para luego posarse en uno de los acantilados entre
tanto estupor. Durante un momento reconocí cómo un pichón desde su nido
mínimo, humilde e íntimo aleteaba aprendiendo
a volar, ante tanta inmensidad natural y ante este portento construido
por la mano del hombre.
Otras
dos gaviotas que yo me entretuve en mirar tejían brizna a brizna su
refugio en lo más alto de la peña, donde asombran las paredes de la roca
de inmensos
bloques rojizos, con algunas grietas de vértigo por donde se desliza el
agua y crecen los helechos.
¡Un
par de gaviotas exiguas, como es la vida en el firmamento, hecho de
roca viva! ¡Dos avecillas volando inocentes en el contorno y que se
posan en los
cables de alta tensión sin que les pase nada y sin saber que es un río
impetuoso el que corre bajo sus pies! Y luego salen sobrevolando el lago
y bajo el cielo azul y sereno de esta hora, entretenidas únicamente en
sus raptos de amor y prolongando la cadena
de oro de su especie.
Cerca
hay una estatua dedicada a los escaladores de estos precipicios,
prendidos de sogas y maromas desde los farallones, con los taladros en
ristre desmoronando
todo lo que fuera flojo cascajo. Amarrados a cuerdas, y que pese a ser
de fierro fundido, siguen allí trabajando con sus martillos neumáticos,
donde impresiona la majestad de la piedra que horadan y puesta en carne
viva.
3. Millones
de hectáreas
Hasta
aquí hemos venido la delegación de Capulí, Vallejo y su Tierra, y que
días antes en el mes de marzo del año 2015, hemos participado de las
jornadas
sobre César Vallejo llevadas a cabo en la Universidad Lehman de New
York y en la Brigham Young University de Utah en Los Lagos Salados,
incursionando como nos habíamos propuesto en una visita a la Presa
Hoover, y que es portento de la ingeniería y maravilla
tecnológica en el mundo entero.
Es
ella una obra descomunal abierta al turismo, situada en el límite entre
los estados de Nevasca y Arizona en la parte sur occidental de Estados
Unidos.
Es una de las más grandes represas e hidroeléctricas mundialmente, y
que produce energía dotando de luz eléctrica a tres estados y
permitiendo irrigar millones de hectáreas de terreno antes áridos. Pero
no solo eso, sino que la inundación de las aguas antes
causaba serios y graves estragos en las tierras cultivables y en las
poblaciones asentadas a las orillas del río.
Es
así que en la mañana del 30 de marzo viajamos desde Las Vegas en dos
autos, dispuestos y ya preparados a iniciar nuestra excursión. En uno
vamos Jaime
Sánchez Lihón, quien maneja un vehículo del año, 4 por 4 y hecho para
todo terreno, Bárbara su esposa, Juvenal Sánchez Lihón y, además, el
suscrito. En otro vehículo van Harvey y Jackeline Mills, y su hija
Sarita, como también Rosita Sánchez Lihón.
4. Todo abierto
y accesible
En la visita a la Presa Hoover otra lección es como todo se lo puede convertir en turístico y en lección pedagógica.
En
primer lugar, llama la atención cómo la cresta de la represa es un
puente de una carretera troncal. Y cómo a su vera hay hasta
estacionamiento para
autos. Ni se diga miradores para uno y otro lado. Y tiendas
comerciales.
Llama
la atención e impresiona favorablemente cómo hay casetas de servicios. Y
cómo desde sus bordes se puede divisar la pared de la represa oblonga y
curvada, con una proyección que da espanto verla.
Y
cómo desde allí se puede asomar a ver y contemplar el lago que se ha
formado y que lleva el nombre de uno de los ingenieros y propulsores de
la represa,
cual es: Elwood Mead.
De
cómo el lago mismo, que ha resultado ser el lago artificial más
gigantesco de los Estados Unidos es un espacio de recreación para los
veleros, yates
y lanchas con las cuales se realizan visitas turísticas de los pequeños
poblados a su vera. así como se llevan a cabo competencias deportivas.
Es
decir, todo es abierto, practicable y accesible. Claro que hay reglas.
¡Por supuesto que rige un respeto absoluto a las normas estipuladas! Y
cómo a
cada paso hay guías y vigías por todo lado y contorno.
5. Museo
dinámico
Pero
no es el mundo cerrado por prohibiciones ni por miedos obsesivos. Al
contrario, por uno y otro lado se encuentran restaurantes, hoteles,
servicios
diversos. No es un mundo de atajos, de barreras y puertas cerradas o
muros infranqueables.
Miles
de personas lo visitan y da la impresión que todo está abierto al
turismo. Así, descendemos en un ascensor para treinta personas hasta
debajo del
agua del río. Y vemos y recibimos explicaciones acerca de cómo
funcionan las turbinas, los generadores, los canales de suministro y
desaforo del agua.
En
donde todo resulta ilustrativo y didáctico. Y a todo paso mediante
carteles y murales de traza la historia de cada aspecto y se dan
explicaciones sobre
uno y otro tema, vinculados a la electricidad, a la física de los
elementos y a las condiciones geológicas del terreno.
Hay
módulos y materiales para que los niños manejen y comprendan los
fenómenos y procesos, y apliquen los principios de la ciencia y la
tecnología. Por
ejemplo, acerca de cómo están construidas y funcionan las bovinas; o de
cómo se han considerado los principios de gravedad para cada aspecto y
detalle de la tierra y el agua.
Y
hay salas que cumplen el rol de museos dinámicos en donde se pueden
manipular pequeños artefactos para conocer cómo se enciende la chispa
eléctrica,
y cómo se acumulan esta en los condensadores.
Pero
también la delegación en pleno recorrimos en helicóptero la Presa
Hoover. Y sobrevolamos con espanto el lago azulino en un moscardón leve
como una
mariposa.
6. La razón
de su nombre
Es
desde el aire de donde se aprecia que esta es una presa de hormigón de
arco-gravedad, como la pared de un huevo de gallina o de paloma, cuyo
exterior
da cara a la presión de las aguas represadas, con cuatro torres que se
hunden en el espejo del lago y por donde se captan las aguas que
ingresan a los canales para mover y dar impulso a las turbinas.
De
cómo está ubicada en el curso del río Colorado, en la frontera entre
los estados de Nevada y Arizona, de tal modo que frente a frente hay dos
relojes:
uno a orillas de Nevada y que da la hora que rige en este estado, y
otro con una hora distinta que rige para el estado de Arizona.
La
construcción de la Presa Hoover comenzó en 1931 y fue terminada en
1936, dos años antes de lo previsto. Cuenta con 17 generadores de
producción de 4
mil millones de kilovatios de electricidad al año, y que abastece a 1.3
millones de hogares norteamericanos. Riega dos millones de hectáreas de
tierra y lo visitan siete millones de personas al año.
Se
lo llama Hoover en honor a Herbert Hoover quien jugó un papel
fundamental para su construcción, primero como Secretario de Comercio y
después como presidente
de los Estados Unidos. Se tuvo que solucionar un problema que generaba
conflictos, cual es cómo se iban a distribuir las aguas que se
almacenan, pues en el curso del río Colorado estaban involucrados varios
estados y se temía que California acapararía dicho
caudal. Justamente fue Herbert Hoover quien fue el gran conciliador y
artífice de un acuerdo histórico, llegando a un arreglo equitativo con
los representantes de Arizona, Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah y
Wyoming.
7. Símbolo
de una Nación
Aunque
ahora hay otras represas igualmente gigantescas en el mundo, durante
mucho tiempo Hoover Dan fue la represa más grande del planeta, pero que
aún
es insuperable en la maravilla que causa por su magnificencia. Y sobre
todo por la hazaña humana que en cada acto y gesto entraña su
construcción.
Porque
se hizo en la época de la gran depresión norteamericana, cuando Estados
Unidos estaba quebrado. Y se hizo como una respuesta a la crisis, a la
falta
de trabajo y al agobio de la población por la quiebra financiera de la
sociedad estadounidense. Se hizo lo más grande y gigantesco que se pudo,
cuando el hambre, la miseria y el desánimo asolaban.
En
el fondo ella es una obra moral. Es un acto de coraje, de
extraordinaria y genuina valentía y esperanza. Es ella como una
respuesta a la crisis, y para
dar empleo a una población que carecía de todo.
¿No
es esto grandioso? ¿No es todo esto una muestra de valor supremo y de
cómo hay que afrontar cada adversidad? He aquí por qué es Estados Unidos
la potencia
mundial que es. Porque sabe de la laboriosidad de su gente en los
momentos más difíciles y aciagos.
Aquí
no trabajaron migrantes asalariados. Lo hicieron los propios
norteamericanos y en las condiciones más duras y adversas. Y estuvo
lista dos años antes
de lo planificado. Es ella el símbolo del gigantesco espíritu de toda
una nación.
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