CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
2013 AÑO
EVANGELIO VALLEJO DE LA SOLIDARIDAD
Y UNIVERSALIDAD DEL MUNDO ANDINO
JUNIO, MES DE LOS NIÑOS,
DEL MEDIO AMBIENTE, DE LA GLORIA
DE ARICA Y DE LA IDENTIDAD ANDINA
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IMÁGENES DEL FESTIVAL TRILCE
DE LA CANCIÓN, LA POESÍA Y DANZA ANDINA
DEL XIV ENCUENTRO INTERNACIONAL ITINERANTE
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
EN SANTIAGO DE CHUCO, EN MAYO DEL AÑO 2013
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
LUNES 17 DE JUNIO, 2013
9.30 A.M.
DÍA DE CÉSAR VALLEJO
EN EL CALLAO
CONMEMORACIÓN DEL VIAJE
DE CÉSAR VALLEJO A PARÍS
INSTITUCIONES ADHERENTES:
– MUNICIPALIDAD DE SAN MIGUEL
– MAMMALIA, COMUNICACIÓN Y CULTURA
– ASOCIACIÓN DE CHALANEROS DEL CALLAO
– DIARIO CALLAO
– POESÍA EN EL PUERTO
– EMBAJADA POÉTICA DE SAN MIGUEL
MUELLE DÁRSENA
DE EL CALLAO
PLAZA GRAU
DE EL CALLAO
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CONVOCATORIA
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
LIMA:
MARTES 20
Y MIÉRCOLES 21
TRUJILLO
JUEVES 22
SANTIAGO DE CHUCO
VIERNES 23
SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
DEL MES DE MAYO
PÁGINA WEB
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Teléfonos Capulí:
420-3343 y 420-3860
99773-9575
capulivallejoysutierra@gmail.com
dsanchezlihon@aol.com
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ADHESIÓN
Y HOMENAJE
A OSWALDO
REYNOSO
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
OSWALDO
REYNOSO
VOLCÁN Y TÓTEM
NACE EL 10 DE ABRIL
Danilo Sánchez Lihón
“Y si luego encontramos,
de buenas a primeras,
que vivimos”
César Vallejo
1. A la hora
de los brindis
Cuando Oswaldo Reynoso presentó su libro “Los inocentes” en el bar Palermo el año 1961, en una mesa del fondo solo y apartado, combinando con el gris de las paredes opacas, salvo sus ojos insomnes y sobresaltados, permanecía hierático Martín Adán.
Oswaldo, fornido y rozagante fue e invitó al legendario poeta a acercarse para tener el honor de tenerlo sentado entre las sillas que formaban el ruedo.
Sin embargo, le manifestó que iba a estar atento a la ceremonia de presentación del libro, pero desde ahí; desde su mesa de siempre.
Y así fue. No se movió, envuelto en su gabán oscuro, lustroso a la luz del fluorescente y raído; ya sin botones por la intemperie y apenas sujeto por un imperdible.
La obra Los inocentes fue presentada por José María Arguedas.
Después de realizado el programa y a la hora de los brindis Oswaldo fue y le obsequió un libro dedicado al autor de Travesía de extramares, La rosa de la espinela y La mano desasida..
2. Quería
decirle
Volvió a la semana y encontró a Martín Adán sentado en la misma mesa con los ojos abstraídos y en una especie de éxtasis, barbado y sucio, esta vez ya no delante de una botella de cerveza sino de un vaso y una botella de pisco transparente.
Trató de acercarse, pero observó que no miraba pese a que tenía los ojos abiertos.
Otro día estuvo sentado largo rato en una mesa frente a él, como para que lo viera. Y lo llamara para escucharle algún comentario acerca del libro presentado y que él le había ofrecido conmovido y reverente.
Pero nada sucedió. Martín Adán no mostraba que quisiera hablarle. Oswaldo de algún modo quería decirle que él aprendió a escribir a los doce años de edad leyendo La casa de cartón.
Ella es la obra juvenil de Martín Adán que escribió en su cuaderno de colegial, y que se publicó al año 1928 con prólogo de Luis Alberto Sánchez y colofón de José Carlos Mariátegui.
3. Todo
y de una sola vez
Pero el maestro no lo llamaba y no quería reconocerle pese a que aparentemente lo veía.
Pasaron tres, cuatro semanas. Y siempre lo encontraba en la misma mesa.
Y con aquella actitud ausente, catatónica, rígida. Y casi inerte, pero con los ojos deslumbrados en vigilia o en ensueño.
¿Veía? ¿Sentía? ¿Era consciente? ¿O dormía con los ojos abiertos?
Ya un día pasó impaciente a su lado. Lo saludó y apenas Martín Adán respondió con un saludo gutural.
A la quinta semana Reynoso no pudo más. Se acercó a la mesa. Martín Adán lo miró fijamente. Y lo invitó a sentarse.
Pidió un vaso y lo llenó del pisco definitivo, terminal y contundente que él estaba bebiendo.
Cerró la botella y le hizo el gesto que lo tomara íntegro. ¡Todo y de una sola vez!
4. El veredicto
de un oráculo
Pasaron los minutos en silencio. El licor hacía efecto en el cuerpo y en el alma de Reynoso.
Y entonces ya estuvo decidido. Y con él el coraje puesto para preguntarle:
– Martín Adán: ¿Ha leído mi libro que le obsequié?
– Sí, lo he leído.
– Quiero saber su opinión, maestro. Yo aprendí a escribir leyendo La casa de cartón.
Martín Adán se sirvió lentamente otro vaso de pisco, en la misma proporción que había servido a Oswaldo, y lo bebió de un solo trago. Pasaron otros tantos minutos:
– ¿Y qué le parece mi obra, maestro?
Oswaldo tenía el alma pendiente de un hilo.
Iba a escuchar el veredicto de un oráculo, de una montaña, de un océano.
5. Aprecio
y amo
Martín Adán, luego de mirarlo larga y profundamente, le dijo
– Tu libro me ha dado miedo.
– ¿Miedo, maestro? ¿Miedo, usted?
– Miedo no de mí, sino de ti.
– ¿Miedo de mí, maestro? ¿Por qué?
– Porque vas a sufrir mucho.
Martín Adán se sirvió otro vaso y ya no quiso hablar más
– Y así ha sido. –Dice Oswaldo Reynoso–. Y reitera:
He sufrido horrores y sigo sufriendo. Pero amo mi país y yo no me voy de aquí. Aquí me quedo.
Aquí me quedo porque esta es mi patria. Y aquí estoy con mi gente.
Estoy con la gente que aprecio y amo.
6. Me encanta
amanecer
Estoy con los pobres, con los honestos y derechos. Estoy con la gente que sufre y son buenos. Estoy con los honrados y quieren lo mejor para su país.
Jamás he claudicado en nada y he desechado todo tipo de acomodos y conveniencias.
Soy feliz bebiendo una cerveza con mis amigos.
Estoy con los jóvenes que me muestran su cariño y a quienes yo también quiero y respeto.
Y admiro a mis amigos.
Tres valores orientan mi vida: el cariño, la belleza y la ética.
Me siento contento rodeado de los escritores jóvenes y mucho más si son de provincia.
Quienes se acercan a consultarme acerca de sus obras, y con quienes me encanta amanecer conversando.
7. Al final
de un camino
Así es Oswaldo Reynoso, el más grande narrador vivo del Perú. Quien hace sentir a los jóvenes que él los valora y los acompaña en su trayectoria literaria como amigo
Y ellos sienten orgullo de alternar con un escritor famoso, reconocido a nivel internacional.
Y cuyas lecturas de sus libros lo hicieron siendo adolescentes, casi niños, y que ahora son fervorosos de su persona y de sus obras.
Él viaja a todo certamen al cual se lo invita desde provincias. En todo evento regional de literatura está presente.
Y allí lo esperan sus amigos expectantes y orgullosos. Sus “manchas” de admiradores que lo festejan entusiasmados hasta las lágrimas.
Estos artistas y escritores es fácil imaginar lo que sienten al estar con él:
Sienten que alcanzan a llegar a una meta, al final de un camino y a coronar una cumbre, cual es sentarse a conversar nada menos que al lado de Oswaldo Reynoso.
8. Y
es cierto
Y Reynoso a sus 82 años es invencible, monolítico, inagotable, para conversar, para contar anécdotas. Para ello es abierto, generoso, cordial. Sabe ser amigo. Utiliza su fama ya ganada para ayudar.
De esa manera demuestra su amor al Perú, que es ferviente y leal. Disfruta y se deja llevar. Es un tótem.
Hace poco se presentó una señorita a hacerle una entrevista y le preguntó:
– ¿Qué premios ha ganado?
– Ninguno. –Le dijo.
– ¿Cómo?
– Ninguno. ¿Por qué cree que el escritor escribe para ganar premios?
– ¿Ninguno?
– Yo jamás me presento a un concurso.
Y es cierto. Y absurdo. Es como si alguien que albergara una fe necesitara un premio.
9. Expurgando
en una realidad
Oswaldo Reynoso nació en Arequipa el 10 de abril del año 1931. Estudió en esa ciudad en los colegios de los Hermanos Cristianos y de San Francisco.
Inició estudios de Letras en la Universidad de San Agustín pero a la muerte de su padre se trasladó a Lima para cursar la carrera magisterial en la Universidad Nacional de Educación, La Cantuta, donde se desempeñó después como profesor de Literatura.
Con su obra Los inocentes es iniciador de la literatura de tema urbano con personajes adolescentes en donde el lenguaje que expresan incorpora a la literatura la jerga juvenil limeña.
En su obra En octubre no hay milagros su universo se expande para abarcar la sociedad criolla y sus diversos estamentos sociales, expurgando en una realidad social confusa, hiriente y fragmentada.
Ha tenido la experiencia de 12 años de residencia en China. Otras obras suyas son: El escarabajo y el hombre, En busca de Aladino y Los eunucos inmortales.
10. Un volcán
coronado
Al borde de la muerte y en la víspera de una delicadísima operación quirúrgica y estando en China le pidió a su amigo Juan Morillo que si ocurría lo peor incineraran su cuerpo y él trajera sus cenizas a nuestro país. Conturbado Juan asintió prometiéndole que cumpliría su deseo.
– Pero hay algo más. –Le dijo–. Quiero que mis cenizas la esparzas en el cráter del Misti.
Ante la sorpresa de Juan, quien se devanaba en cómo cumplir ese deseo, agregó:
– Sí Juan, en el mismo cráter del Misti, para ver si así erupciona.
Extrayendo lo que en este diálogo hubiera de jocundia y dándole el significado que aquel tenso momento propicia, ello nos revela la personalidad ígnea y convulsa de Oswaldo.
Él ahora vive con la dignidad de un volcán coronado de una nieve blanca e impoluta en su frente
Texto que puede ser reproducido
citando autor y fuente
Teléfonos: 420-3343 y 420-3860
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Instituto del Libro y la Lectura: inlecperu@hotmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
Nalo Alvarado, Juan Benavente y Oswaldo Reynoso