“CANTOS DE AMOR”
Rodolfo Ascencio Barillas
Quiero volar en los cielos de tus caricias
Y cruzar los horizontes púrpuras de tu ocaso
Y surcar el sol que destellan tus ojos,
Cual golondrina se oculta en los espacios de tu cuerpo
Y en los arcanos suspiros de tu aliento
Y en los sollozos estuosos de tu boca
Y en la efímera primavera de tu aroma
Y en el mórbido rocío de tus besos…
Hoy he mirado las lumbreras de tus ojos
Y los espejos de tus delicados cristales
Y los sueños de tus afrodisiacos besos
Y los vientos que vuelan hasta tu pecho.
Hoy te brindare el sabor lírico del encanto
Y te soñare en la ternura de tu dicha
Y en la honra de tus fragantes embelesos
Y en la dulzura indómita de tu aliento…
Eres mi tierna mariposa de las rosas
Y el polen que aprisionan los pistilos
Y la hierba exótica de tu apresta beldad
Y yo te siento en la luna, en las flores
En los exultados amores, en los crepúsculos
En las fuentes, en los tiernos dolores
En la epifanía, y en los tormentosos ardores
Eres el agua que brota de tu manantial
Y la luz que vence la nebulosa oscuridad
Y las espumas que navegan en tus suspiros
Y el silencio incauto de tu aposento
Y el fútil recuerdo de tus espavoridos alaridos
Y el céfiro que se cuaja hasta tu ventana
Y la luna que se impregna en tu cristalino llanto
Eres el catre inconexo de las flores
De mortales dolores y de tristes pesares,
Y el impoluto manjar de tus rubores
Y el ínclito parecer de tus colores
Y la triste agonía de tus dolores
Y el férvido pesar de tus candores
Así te soñé en la brisa de tus amaneceres
Y en el halito fugaz de tus pasiones
Y en la depopulación de tus prístinas prisiones
Y en la incólume seda de tus lascivas emociones
Yo te ame, mi mariposa del viento, y de mi amor
Y de mis soledades donde viven tus encantos
Y las tiernas caricias de tu pecho
Y que me causan los eternos desvaríos
En el sueño de tus ambivalentes embelesos…
“INSIPIENCIA”
Rodolfo Ascencio Barillas
Quiero volar en los cielos de tus caricias
Y cruzar los horizontes púrpuras de tu ocaso
Y surcar el sol que destellan tus ojos,
Cual golondrina se oculta en los espacios de tu cuerpo
Y en los arcanos suspiros de tu aliento
Y en los sollozos estuosos de tu boca
Y en la efímera primavera de tu aroma
Y en el mórbido rocío de tus besos…
Hoy he mirado las lumbreras de tus ojos
Y los espejos de tus delicados cristales
Y los sueños de tus afrodisiacos besos
Y los vientos que vuelan hasta tu pecho.
Hoy te brindare el sabor lírico del encanto
Y te soñare en la ternura de tu dicha
Y en la honra de tus fragantes embelesos
Y en la dulzura indómita de tu aliento…
Eres mi tierna mariposa de las rosas
Y el polen que aprisionan los pistilos
Y la hierba exótica de tu apresta beldad
Y yo te siento en la luna, en las flores
En los exultados amores, en los crepúsculos
En las fuentes, en los tiernos dolores
En la epifanía, y en los tormentosos ardores
Eres el agua que brota de tu manantial
Y la luz que vence la nebulosa oscuridad
Y las espumas que navegan en tus suspiros
Y el silencio incauto de tu aposento
Y el fútil recuerdo de tus espavoridos alaridos
Y el céfiro que se cuaja hasta tu ventana
Y la luna que se impregna en tu cristalino llanto
Eres el catre inconexo de las flores
De mortales dolores y de tristes pesares,
Y el impoluto manjar de tus rubores
Y el ínclito parecer de tus colores
Y la triste agonía de tus dolores
Y el férvido pesar de tus candores
Así te soñé en la brisa de tus amaneceres
Y en el halito fugaz de tus pasiones
Y en la depopulación de tus prístinas prisiones
Y en la incólume seda de tus lascivas emociones
Yo te ame, mi mariposa del viento, y de mi amor
Y de mis soledades donde viven tus encantos
Y las tiernas caricias de tu pecho
Y que me causan los eternos desvaríos
En el sueño de tus ambivalentes embelesos…
“INSIPIENCIA”
Rodolfo Ascencio Barillas
¡Oh! vida que me niegas el derecho de vivir dignamente
Y de suspirar en los montes libremente
Y de soñar en el mundo piadosamente
Y de esperar el éxito desesperadamente.
Pero no esperes la misericordia de tus detractores
Y la benevolencia de tus acechadores
Y la complacencia de tus perturbadores,
Porque siempre los malos honran a los buenos
Y los que lloran por siempre gimen
Y los que mueren por siempre aman
Y los que sueñan por siempre sufren,
Por que los hipócritas son los perdedores
Y los que ofrecen son los que nunca dan
Y los que prometen son lo que nunca cumplen,
Y son los que afaman tus tristes miserias
Y porque nunca llores lo que jamás llega
Y sueña lo que siempre esperas
Pero nunca pienses en los lamentos del fracaso
Y en el temor de alcanzar lo imposible
Y en el dolor de vivir miserablemente
Y en el hacer lo que muchos quieren
Y enl negar lo que todos ignoran.
Y en opinar lo que muchos prefieren
Y en el dolor de enfrentar tus pesares
Y en la fuerza de vencer tus temores
Y en el coraje de enfrentar tus necios errores,
Y la agonía de encontrar tus tristes dolores
Y la fantasía de soñar tus oscuros favores
Y la emoción de exaltar tus oprimidos rencores
Y la convicción de dudar tus ignotas razones
Y la pena de morir en tus caprichosas verdades
Y la ilusión de vivir en tus fingidas vanidades…
“PROHIBIDO”
¡Oh! vida que me niegas el derecho de vivir dignamente
Y de suspirar en los montes libremente
Y de soñar en el mundo piadosamente
Y de esperar el éxito desesperadamente.
Pero no esperes la misericordia de tus detractores
Y la benevolencia de tus acechadores
Y la complacencia de tus perturbadores,
Porque siempre los malos honran a los buenos
Y los que lloran por siempre gimen
Y los que mueren por siempre aman
Y los que sueñan por siempre sufren,
Por que los hipócritas son los perdedores
Y los que ofrecen son los que nunca dan
Y los que prometen son lo que nunca cumplen,
Y son los que afaman tus tristes miserias
Y porque nunca llores lo que jamás llega
Y sueña lo que siempre esperas
Pero nunca pienses en los lamentos del fracaso
Y en el temor de alcanzar lo imposible
Y en el dolor de vivir miserablemente
Y en el hacer lo que muchos quieren
Y enl negar lo que todos ignoran.
Y en opinar lo que muchos prefieren
Y en el dolor de enfrentar tus pesares
Y en la fuerza de vencer tus temores
Y en el coraje de enfrentar tus necios errores,
Y la agonía de encontrar tus tristes dolores
Y la fantasía de soñar tus oscuros favores
Y la emoción de exaltar tus oprimidos rencores
Y la convicción de dudar tus ignotas razones
Y la pena de morir en tus caprichosas verdades
Y la ilusión de vivir en tus fingidas vanidades…
“PROHIBIDO”
Rodolfo Ascencio Barillas
Sueños prohibidos, frutos de amores
Placeres de ensueños,
Que acarician el sudor de tu aliento
Insospechables traiciones
Y que exclaman su llanto
Y gritan su voz en silencio
En frías mañanas, frescas y lozanas,
Y el corazón se agita
Y se acelera motrices latidos
En medio de la exasperada amante.
Dime mujer a donde va la pasión
Después de su parco anhelo
Que devela el cansancio de la aurora.
Eres mi amante y mi amada
Y mi eterna enamorada,
Y la roca de un acantilado
Y las olas que aumentan mis dolores
Y que se ahoga mi garganta en tus océanos
Y que envuelve en la intensa emoción de tu canto
Y que vive en un torbellino de llanto
Y que muere en una tempestad de lamento,
Cuando mi amor desborda en la agonía de tu aliento…
Sueños prohibidos, frutos de amores
Placeres de ensueños,
Que acarician el sudor de tu aliento
Insospechables traiciones
Y que exclaman su llanto
Y gritan su voz en silencio
En frías mañanas, frescas y lozanas,
Y el corazón se agita
Y se acelera motrices latidos
En medio de la exasperada amante.
Dime mujer a donde va la pasión
Después de su parco anhelo
Que devela el cansancio de la aurora.
Eres mi amante y mi amada
Y mi eterna enamorada,
Y la roca de un acantilado
Y las olas que aumentan mis dolores
Y que se ahoga mi garganta en tus océanos
Y que envuelve en la intensa emoción de tu canto
Y que vive en un torbellino de llanto
Y que muere en una tempestad de lamento,
Cuando mi amor desborda en la agonía de tu aliento…
“MORIR”
Rodolfo Ascencio Barillas
Yo quiero morir en el instante de tus besos
Y en el calor ardiente de tu pecho
Y el instante insufrible de tus brazos,
Mientras la noche cae en la fría hierba
Y duermes con la paz cristalina de tu canto
Y amaneces en el capullo de la rosa
Y enloqueces en el pudor que desata
Y en las cadenas que maltrata,
Así muere el devenir que presiento
Y la locura que nos mata
Y la soledad que a veces me atormenta
Y la tristeza que perdura
En el corazón de la mujer ingrata;
Y morir es volver a vivir
Y vivir quizás es morir,
Y mi amor es el precio de la muerte
Y la vida es el pecado que pervierte
Y yo voy muriendo en tu triste aposento
Y en el fuego inexorable de tus lamentos…
Yo quiero morir en el instante de tus besos
Y en el calor ardiente de tu pecho
Y el instante insufrible de tus brazos,
Mientras la noche cae en la fría hierba
Y duermes con la paz cristalina de tu canto
Y amaneces en el capullo de la rosa
Y enloqueces en el pudor que desata
Y en las cadenas que maltrata,
Así muere el devenir que presiento
Y la locura que nos mata
Y la soledad que a veces me atormenta
Y la tristeza que perdura
En el corazón de la mujer ingrata;
Y morir es volver a vivir
Y vivir quizás es morir,
Y mi amor es el precio de la muerte
Y la vida es el pecado que pervierte
Y yo voy muriendo en tu triste aposento
Y en el fuego inexorable de tus lamentos…
“MISERIAS”
Rodolfo Ascencio Barillas
Sabara, dulce selva que me acobija
Y me envuelve en la miseria de tu pelvis
Y me abriga en los escondrijos de tu mente
Y me incita en la codicia de tu regazo
Y me atolondra en las fibras de tus labios,
Pero eres hermosa con el velo de luna
Y con tus esmeraldas de estrellas
Que acobija mi rehabilitado leito
En el connubio de tus besos
Que hoy estremece en el oasis de tus pasiones
Y que deshojas los árboles de tu primavera
Y que zumbas en la fragancia de tus mieles.
Rodolfo Ascencio Barillas
Sabara, dulce selva que me acobija
Y me envuelve en la miseria de tu pelvis
Y me abriga en los escondrijos de tu mente
Y me incita en la codicia de tu regazo
Y me atolondra en las fibras de tus labios,
Pero eres hermosa con el velo de luna
Y con tus esmeraldas de estrellas
Que acobija mi rehabilitado leito
En el connubio de tus besos
Que hoy estremece en el oasis de tus pasiones
Y que deshojas los árboles de tu primavera
Y que zumbas en la fragancia de tus mieles.
ESTAMPAS DE EL SALVADOR (Editado por Nalo Alvarado Balarezo)