TIEMPO NUEVO
Internacional
Por Addhemar Sierralta
Año 11 Nº 359
Miami 6 de octubre de 2019
HACIA UN PAÍS DE VERDAD
(Narración)
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
Era un país de fantasía. Allí se soñaba que Dios era nativo y nos regaló la maravilla de las maravillas. Tener costa, sierra y montaña. Además un mar excepcional, paisajes hermosos, una rica fauna y flora. Es decir un paraíso con agua, nieve, desiertos, junglas, un pasado de orgullo, papas, lúcumas, yucas, variedad de peces, frutas deliciosas, es decir lo máximo. También contaba con minerales como el oro, plata, cobre, zinc, etc.
Parecía que todo lo mejor se concentraba en aquel lugar privilegiado.
Pero algo no caminaba o no encajaba en aquel esplendoroso territorio. Todo no podía ser lo máximo.
Desde miles de años la gente era dominada por los denominados hijos del sol, luego por los conquistadores venidos de Europa, y de dominio en dominio, de esclavitud en esclavitud, nació la desconfianza, la lucha por liberarse unos de los otros, se dieron dominadores y dominados, se generaron abusos, odios y rencores. Se ejercía la discriminación y nació la envidia y el poner zancadillas a quien destacaba. En realidad un conglomerado de seres humanos, que viviendo en un pseudo paraíso, se olvidaron de hacerlo desarrollar con inteligencia y con amor.
Y este país, después de mucho batallar, empezó tímidamente a crecer. Pero nuevamente grupos desquiciados, con ideas foráneas no aplicables, intentaron hacerlas prevalecer. Unos de derecha, otros de izquierda. Pero aunque los mayoritarios, aquellos que querían ver el progreso y la paz se mantenían siempre silenciosos, temerosos, tal vez por los rezagos de antaño.
Tanta belleza, tanta riqueza y prevalecía el temor, muchos engaños se daban para asustar a la mayoría trabajadora. La ignorancia de muchos y la maldad de algunos pocos dirigentes volvían a generar caos y temores.
Y ese país de fantasía dormía y dormía. Tal vez Dios, que tanto le había dado, se cansaría de la forma en que su gente actuaba.
Y Dios, un día, miró al interior de ese país de las maravillas. Y dijo a su gente: “Pongan amor y no odio, trabajen sin envidia y ayúdense todos, sean blancos, negros, cholos, chinos, vengan de donde vengan…estudien, sean solidarios, sean buenos padres y madres, cuiden con cariño a vuestros hijos, hagan de los matrimonios cuna de ejemplo y estabilidad. Sean industriosos produzcan lo mejor que tengan y procuren crecer como seres humanos que es más importante que tener recursos naturales o bellezas en los paisajes. Y manténganse siempre agradecidos y amantes de Dios”.
Y se silenció la voz de Dios. La gente escuchó y empezó a entenderse. Dejaron desavenencias y maltratos, trabajaron en concordancia y unidos para mejorar a cada ser viviente y buscar un bien común en libertad. Floreció el amor y entonces el país dejó de ser una fantasía.
¿POR QUÉ NO?
Por Enrique Guillermo Avogadro (Argentina).
"Sueña René Favaloro un país que nunca fue".
Eduardo Falú
El lunes, la divulgación del porcentaje (35,4%) de pobreza que afecta a la población produjo un verdadero tsunami en la clase política, la misma que se ha mostrado incapaz de encontrar una solución al problema desde hace décadas; es más, quienes forman parte de ella son los verdaderos responsables de esta situación, ya que el descontrolado gasto público y la consecuente inflación son los factores que más inciden para agravarla.
Resultaría ideal que, además, se transformara en un terremoto que sacudiera la conciencia de todos, en especial la de aquéllos que, desde la industria (reclamando sostener inicuas protecciones) y el sindicalismo (como los camioneros de Moyano o los pilotos de Aerolíneas Argentinas), luchan diariamente por mantener sus privilegios y prebendas sectoriales, en claro desmedro del bienestar general.
La oportunidad en que se conoció el dato -a sólo 27 días de las elecciones nacionales- habla bien de la honestidad de un Gobierno que ha decidido pagar el costo de decir siempre la verdad, aún cuando ésta, tan negativa, afecte en lo inmediato sus chances de revertir el resultado de las primarias. Evidentemente, en Mauricio Macri se ha hecho carne una frase de Jorge Luis Borges: "siempre el coraje es mejor"; todos recordamos su ahora penosa apelación para que se lo juzgara al final de su gestión, precisamente, por el nivel de pobreza.
Esa actitud resulta contrastante con las frescas imágenes que todos tenemos de Anímal Fernández sosteniendo, sin siquiera ponerse colorado, que en Argentina había menos pobres que en Alemania, y de Axel Kiciloff, que pretende convertirse en el próximo Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, afirmando que se había dejado de medir la pobreza porque implicaba "estigmatizar" a los afectados.
La multitudinaria manifestación de las Barrancas de Belgrano del sábado pasado, con el cual se inició un raid de actos similares en todo el interior del país, y el inesperado resultado de las elecciones provinciales de Mendoza, el domingo, acompañado por algunas municipales en esa y otras provincias, que marcaron una fuerte reversión de lo sucedido en las PASO, retemplaron el ánimo de quienes, aún no adhiriendo a Cambiemos, están desplegando un descomunal esfuerzo para evitar que se pierdan las libertades, el respeto y la institucionalidad que han impregnado la vida de la República los últimos cuatro años, y los enormes avances en materia de infraestructura y en la relación con el mundo.
Es que todo ello demostró que aún es posible esquivar el sino trágico de este raro país que, lamentablemente y pese a los dos siglos que lleva en ello, aún no ha logrado transformarse en una nación. Todos somos conscientes de las dificultades que deberemos enfrentar, pero ya sabemos que, aunque improbable, no es imposible llegar a un ballotage y, si lo conseguimos, de infligir a la canalla corrupta -que manda, como lo demostró en las huelgas de pilotos aéreos y en los acampes callejeros- una derrota homérica.
El primer efecto colateral trascendente sería terminar con la incipiente impunidad que las veletas del edificio de Comodoro Py parecen garantizar para los mayores ladrones -funcionarios, gremialistas y empresarios- de la historia argentina, traducida en demoras ya injustificables en el comienzo de los juicios orales, libertades cuestionables y extraordinarios privilegios para los imputados. Tal vez también produzca realineamientos en el Poder Judicial, incluyendo a la propia Corte Suprema de Justicia, que ha comenzado a cogobernar el país, con fallos de neto contenido político, de un modo por demás extraño.
Si el kirchnerismo, con esa eventual derrota, finalmente desapareciera del escenario político o quedara reducido a una mínima expresión, podrían darse las condiciones -que Cambiemos ahora aceptaría sin dudar- de llegar a un gran acuerdo con la oposición peronista, para compartir con ésta la responsabilidad de establecer políticas de estado permanentes que, a futuro, terminen con la persistente decadencia nacional. Debieran dirigirse a disminuir la pobreza, acabar con la inflación, y realizar las indispensables reformas tributarias, laborales y jubilatorias que permitan reducir drásticamente el insoportable gasto público, encarar la modernización del sistema educativo y abrir, gradualmente, la economía.
Porque cualquier análisis serio de la realidad concluye en que, quienquiera que sea el próximo Presidente, deberá hacer las mismas cosas: bregar contra una crisis recurrente, renegociar la enorme deuda, dejar de gastar lo que no se tiene, posicionar racionalmente a nuestro país en términos geopolíticos. Y todo eso deberá hacerse en un mundo convulsionado por innumerables y crecientes conflictos bélicos y comerciales, con liderazgos cada vez más cuestionados e imprevisibles, y que se encamina a una recesión peor que la que lo afectó en 2008; es decir, donde habrán desaparecido todas -aún las más extravagantes, como la imaginada China-, fuentes de financiación.
Los desafíos serán de tal magnitud, que resultarán en la obligación de participar a las diferentes fuerzas políticas porque, a esta altura de los acontecimientos, la disolución nacional -incluyendo un final violento- claramente ha dejado de ser una entelequia.
Bs.As., 5 Oct 19
GOLPES DE ESTADO EXITOSOS Y LÍDERES
“AUTOPROCLAMADOS” EN PERÚ…
UN BREVÍSIMO REPASO.
Por Jomra (Perú).
Publicado el 17 de julio de 2006 by Iomra 30 Comments, que compartimos ante los recientes sucesos políticos peruanos y que sirva –en forma amena- para ver la triste historia nuestra que se repite y repite. “Jomra es el acrónimo de José María Rodríguez Arias (mi nombre real) y es el apodo que suelo usar en esto de Internet y el nombre con el que firmo mis dibujos desde hace ya bastante tiempo (inicialmente como JoMRA, pero tanta mayúscula no me gustaba nada).
Soy el autor de la presente Contextopedia, de Una Bitácora de Jomra y además formo parte del equipo de De Igual a Igual, soy uno de los promotores de la más o menos abandonada iniciativa Voto Voluntario Ya, y uno de los culpables del Proyecto: Buscando a Nemo, digo, a Longinus Rex. Tras el cierre de ”De Jomra para el Mundo”, y un (largo) paseo por servicios como DeviantArt (cuenta que ya no actualizo) coloco mis perpetraciones seudoartísticas en Garabatos de Jomra.
Se supone que debo explicar algo más, quién soy y qué opino, muy por encima, de ciertos temas para que esto sirva como referencia real y una lectura de principios… todo se andará. Por ahora sólo concluir con: Nací en Lima en 1982 y soy licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca y en Ciencias de Trabajo por la Universidad de Valladolid, además, claro, de trabajador por cuenta ajena y voluntario en otros proyectos. Aunque ni mis estudios ni mi trabajo me definen, pero es algo que normalmente se pregunta y contesta”.
Hay algunas búsquedas con las que entran a esta Bitácora que me dan ideas para escribir algunas entradas, esta vez alguien buscaba (posiblemente para hacer un trabajo/tarea) un resumen de todos los golpes de Estado en Perú (en concreto un compatriota entró con la búsqueda "golpes de Estado en resumen de Perú hasta la actualidad"), y ya que estamos cerca a nuestro aniversario independentista (dícese de la declaración de independencia), me parece una buena excusa para hacer un resumen de los golpes exitosos en Perú.
Porque son muchos, tanto líderes autoproclamados como golpes de Estado (y autogolpes, marca registrada peruana), los que han llevado la batuta de nuestro país, donde casi siempre han gobernado para sí, y cuando no pasaba esto, han metido la pata hasta el fondo. Nuestra historia republicana (de 1821 para adelante, siendo generosos) es un despropósito de ingobernabilidad, de rateros y de asesinos varios, que, a fin de cuentas, nos han ido hundiendo en la miseria a gran parte de la población de nuestro país.
Nadie Sabe para quién trabaja
En fin, supongo que como primer líder autopoclamado habría que mencionar a José de San Martín, cuyo cargo fue designado por el Ejército Libertador (que él comandaba). Nuestro libertador (quien proclamara el discurso de independencia del Perú), nacido en Misiones (Argentina), tuvo el cargo de Protector (entre agosto del 1821 a septiembre de 1822). En este caso hay que entender que éramos una colonia Española, no se pueden plantear elecciones "independentistas" en un entorno tan hostil como lo era el Imperio Español a las reivindicaciones independentistas de sus colonias.
Entramos en un breve periodo de inestabilidad, tras un golpe de Estado el Congreso designa Presidente del Perú a José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, la primera persona en asumir el cargo de Presidente del Perú (con todas sus letras, sus antecesores tuvieron títulos como el de Protector, Supremo Delegado, Presidente del Consejo de Gobierno). Presidente entre el 28 de Febrero de 1823 al 23 de Junio de 1823 (sí, duró más bien poco). Depuesto por Antonio José Sucre (que durante algo menos que un mes hizo de Presidente, aunque su título, realmente, fue el de Jefe Supremo del Ejército).
José Bernardo de Tagle (marqués de Torre Tagle), por segunda vez asumiría el poder supremo de Perú, designado esta vez por Sucre. Así es, el líder del ejército Peruano decidía quien tenía que ser el líder civil del País, y no al revés como se supone que funcionan las democracias (o países que intentan parecerlo, al menos). No lo cuento como "Golpe de Estado", porque, aunque no lo parezca, estamos en una época pre-independencia. Así pues, el puesto de Bernardo de Tagle era casi "interino", mientras Bolívar se aparecía para hacerse con el poder supremo del Estado (fue designado por el Congreso del Perú en 1824, todo sea dicho), quien designaría a los Gobernantes del país (con distintos títulos, siempre por debajo de él mismo).
En 1829 llega nuestro primer Jefe Supremo tras un Golpe de Estado Militar en toda regla. Antonio Gutiérrez de la Fuente (militar) gobernó el Perú durante un breve mes, aunque luego sería el segundo al mando del (primer) gobierno (también llegado por el Golpe) de Agustín Gamarra. Este militar cusqueño soñaba con la anexión de Bolivia al Perú (no con un Estado Federal, como salía en los planes bolivianos). Es una época de luchas entre caudillos y militares por el control del país. Sí, igualito que ahora, 180 años no han cambiado mucho las cosas en nuestro desangrado país.
Parecía que la democracia volvería a Perú, unas elecciones, un congreso, y un "presidente provisorio" (Luis José Orbegoso) durante el periodo de diciembre de 1833 a febrero del 35. Pero en ese tiempo nos dimos el lujo de tener a otro presidente (en paralelo, durante algo menos de un mes en 1834), cuyo título fue el de Jefe Supremo Provisorio, y respondía al nombre de Pedro Pablo Bermúdez(militar). Un Golpe de Estado reconocido sólo en algunas ciudades peruanas, apoyado por Agustín Gamarra, se enfrentó al gobierno de Luis José Orbegoso y, por suerte, fracasó.
Pero el débil gobierno de Luis José Orbegoso no resistió un segundo golpe de Estado, comandado por Felipe Santiago Salaverry, General con tan sólo 28 años (título ganado en 1833). Este sujeto que combatió contra Bermúdez al lado del gobierno legítimo del Perú, pero, en algún momento se le cruzaron los cables y se fue para Trujillo, donde se sublevó.
Confederación y tal
Bermúdez mantiene el control del Sur del país y se enfrenta contra Salaverry, es apoyado por el presidente de Bolivia, Andrés de Santa Cruz, con la condición que LJ de Orbegoso permita la consecución del sueño de Santa Cruz (la que fuera Confederación Peruano Boliviana). Santa Cruz se hace con el poder en la declarada (por él mismo) Confederación Perú-Boliviana. Luis José de Orbegoso se quedaría con la presidencia del Estado Nor-Peruano (siendo sucedido por José de la Riva Agüero), mientras que en el Estado Sud-Peruano gobernarían Ramón Herrera y, en el ocaso de dicho efímero Estado, Pío Tristán.
Restauración Republicana en Perú
Se inicia una guerra civil, encabezada por Gamarra (sí, ese militar ya mentado) y con apoyo chileno. Ya que es un levantamiento contra el gobierno ¿lo consideramos Golpe de Estado? En fin, que el Congreso, una vez depuesto Santa Cruz, nombra a Gamarra como Presidente Constitucional. Es 1838 y Gamarra mata la Confederación, para iniciar una guerra de conquista y anexión sobre Bolivia. Gamarra durante la Batalla de Ingavi (18 de Noviembre de 1841) muere en combate. La muerte del líder peruano y el fracaso del ejército peruano en dicha batalla desencadena la victoria Boliviana, que consolida de esta forma su Estado y soberanía nacional.
Inestabilidad total en el mando del Perú
Juan Crisístomo Torrico, militar (para no variar), el 16 de Agosto de 1842 realizó un Golpe de Estado contra Manuel Menéndez, sucesor en la dirección del Perú tras la muerte en 1841 de Gamarra. Como dato "curioso", este militar era de los adeptos a Gamarra, pero el poder puede más que el seguidismo en este tipo de casos y se levantó contra el delegado en el cargo por Gamarra. Poco después de asumir el cargo, un 17 de Octubre de ese mismo 1842, Juan Francisco de Vidal realizó un golpe de Estado. Juan Crisístomo Torrico se exilió en Bolivia desde donde "conspiró" contra Vidal y, luego, contra Manuel Ignacio de Vivanco. Luego ejercería de Ministro de Hacienda (cuando mandaba Ramón Castilla) y embajador en Francia (hasta su muerte). Francisco de Vidal gobernó entre Junio de 1842 y marzo del 43.
El militar Manuel Ignacio Vivanco realizaría un golpe de Estado en abril de 1843 echando del gobierno a Justo Figuerola Estrada (sucesor de Francisco de Vidal), quien fuera también uno de los colaboradores de Gamarra contra la Confederación. Ya había intentado hacerse con el mando de Perú en 1841, al sublevarse contra Gamarra (y fracasar). Apoyó a Francisco de Vidal quien le otorgó el grado de General. Bueno, a lo que íbamos, tras su golpe de Estado se autoproclamó, sin ruborizarse ni un poquito, "Supremo Director de la República".
El militar moqueguano Domingo Nieto no estaba demasiado de acuerdo con Vivanco, así que como todo buen militar peruano de la época, cometió un golpe militar (en septiembre de 1843) y se hizo con el poder (bajo el título, menos pomposo, de Presidente de la Junta de Gobierno). Murió en febrero del 44 siendo sucedido por un breve periodo por Ramón Castilla. Mientras tanto, Domingo Elías acometía un golpe de Estado en el norte del País el 17 de Junio de 1844 (en paralelo con el gobierno de Ramón Castilla, una de esas guerras civiles intestinas en el Perú). Su gobierno termina algo menos de un mes después de comenzar. Manuel Menéndez asume por segunda vez el mando del país (por un día entero). Una serie de presidentes se suceden (dos más transitorios y dos elegidos de forma no violenta).
Se acabó la calma
El Mariscal Ramón Castilla, quien fuera presidente sucesor (autoproclamado) del golpista Domingo Nieto, también presidente electo entre el 20 de Abril de 1845 al 20 de Abril de 1851, decide que su sucesor electo, José Rufino Echenique, no debía continuar en el cargo y lo echa tras un golpe de Estado en enero de 1855 (encabezando una revolución de liberales). Una insurrección acaba con su gobierno en 1857 (en 1856 Manuel Ignacio de Vivanco se sublevó, pero fracasó ante el gobierno). Ramón Castilla vuelve al poder en octubre de 1858… En realidad, el periodo fue un popurrí de guerras civiles, insurrecciones y levantamientos. Un caos.
En noviembre de 1865, tras un breve periodo de tiempo de sucesiones legales, Mariano Ignacio Prado llegó al poder tras un golpe de Estado contra Juan Antonio Pezet, proclamándose como dictador. Tras dos meses de gobierno dejó el mando del país al militar Pedro Diez Canseco para poder presentarse a las elecciones (fue elegido, por cierto). Diez Canseco da un golpe de Estado y se proclama Presidente Provisorio durante unos 8 meses.
Durante cuatro días de julio de 1872, Tomás Gutiérrez asumiría la presidencia del Perú tras un golpe de Estado (título de Jefe Supremo). Capturaron al reciente electo Manuel Pardo. El presidente Balta (elegido por el congreso y en ese momento en funciones tras la elección de Manuel Pardo) fue asesinado por orden del hermano de Tomás lo que ocasionó un levantamiento popular contra Tomás Gutiérrez, que terminaron linchándole. Su cuerpo fue colgado en una de las Torres de la Catedral de Lima. Otra vez comienza un periodo de relativa calma tras la vuelta de eso llamado "elecciones" para elegir al mandatario. O sucesiones legales, al menos.
Nos acercamos al S. XX, la guerra con Chile trae Caos.
En 1879 Nicolás Fernández de Piérola Villena aprovecha la ausencia del presidente Mariano Ignacio Prado (y el inicio de la Guerra del Pacífico) y dio un golpe de Estado, proclamándose Jefe Supremo (¡¡Cómo les gusta este cargo!!). La invasión de la capital peruana (Lima) obligó a Piérola a renunciar al cargo de Jefe Supremo, en 1881. En paralelo al gobierno de Piérola durante 1881 existió una Junta de Notables con Presidentes provisionales y todo eso, que continuó su trabajo tras la renuncia del Jefe Supremo.
Andrés Alfredo Cáceres Dorregaray (conocido como Andrés Avelino Cáceres, ya que en aquella época todos los Andrés eran bautizados también con el nombre Avelino, y sus compañeros de la escuela militar le regalaron un reloj en el cual estaba grabado el nombre erróneo, que no fue rectificado) se proclama presidente de Perú en 1883 (de forma efectiva lo fue en el centro del Perú). Es una época en que los distintos mandatarios peruanos eran apresados por la fuerza ocupante, así que de orden y elecciones, más bien poco. Miguel Iglesias Pino de Arce, poco después del cese de Cáceres el 3 de agosto de 1885, se autoproclama presidente, para que poco después el mismo Cáceres (y sus seguidores, claro) consigue la renuncia de Iglesias (que continuaron su sublevación en Arequipa) entrando durante un periodo transitorio Antonio Arenas, quien tenía la labor de convocar elecciones que son ganadas por Cáceres.
Otra vez, época de presidentes elegidos o sucedidos de forma legal. No es que haya estabilidad, pero al menos no llegan al poder a punta de tiro limpio. Una tranquilidad que para esta entrada no resulta demasiado interesante.
Siglo XX, vuelven los golpes
El Jefe del Estado Mayor, Coronel Óscar Raymundo Benavides Larrea, encabezó, el 3 de Febrero de 1914, un golpe de Estado contra el presidente (elegido por el Congreso, del Partido Demócrata) Guillermo Billinghurst (que entre otras cosas, había decretado la jornada de ocho horas para los jornaleros del Muelle y Dársena del Callao, regulado el derecho de Huelga -¡¡reconociéndolo!!- y que, en 1913, había comenzado el plan para construir casas para obreros en Lima y Callao), la oligarquía peruana aplaudió al Coronel. Óscar convocó elecciones (no sin antes un bonito ascenso a General).
Augusto Bernardino Leguía Salcedo volvió al poder, tras un amago de fraude electoral derrocó a Pardo, disolvió el Congreso y asumió el poder provisional del país, todo ello con el apoyo de los militares (esos militares ¡¡cómo nos defienden!!). Convocó a una asamblea constituyente (¿les suena? ¿les suena?). Juró como Presidente Constitucional el 12 de Octubre de 1919 (tres meses después la Constituyente promulgó la Constitución de 1920). No hace falta recordar lo desastroso que fue el gobierno de Leguía en cuanto a los derechos de los ciudadanos, libertades y demás. Fue reelecto como presidente, aunque fue el único candidato (así era difícil no salir elegido). Y en el 29 era otra vez reelegido y ya cansaba.
Vuelven los Militares
El 22 de Agosto de 1930 el Comandante Luis Miguel Sánchez Cerro realiza en Arequipa un pronunciamiento contra Leguía (vamos, él lo encabezó, pero bien respaldado que estaba contra el presidente). El 25 de Agosto Leguía renuncia, le sucede Manuel María Ponce Brousset que dura dos días en el cargo. El Comandante Luis M. Sánchez no está por la labor de mantener gobiernos civiles y corruptos (el de Leguía fue especialmente corrupto y clientelista) y el 27 da un golpe de Estado militar.
Creó un Tribunal de Sanción para juzgar a Leguía y sus amigos, enriquecidos por la corrupción y clientelismo y que habían arruinado al Perú. Este sujeto convoca elecciones, no sin antes establecer el voto obligatorio para todos los mayores de 21 años. Dejó el cargo a la Junta de Gobierno para presentarse a presidente. Oh sorpresa, es elegido. Acusaciones de fraude.
Comienza una época de persecución a la oposición, un atentado contra el presidente (que deja a Sánchez gravemente herido), de la asamblea constituyente echó a los apristas, parte de la marina se subleva. Trujillo es tomada por apristas que son brutalmente reprimidos, siendo ejecutados tras juicios sumarios, que ya tuvieron más tiempo que otros tantos (cientos) de ejecutados de forma ilegal (sin siquiera juicio sumario). Mientras tanto, el Comandante fue ascendido a Coronel, y luego a General (qué bueno es ser presidente, en dos años subes dos escalones militares). Vamos, paz y amor. Un fanático aprista mata al General Sánchez el 30 de Abril de 1933 (poco después de la promulgación de la Constitución del 33, que prohibía participar en las elecciones a los partidos de organización internacional).
Al día siguiente el General Óscar R. Benavides era elegido presidente por el Congreso, con la misión de terminar el mandato de Sánchez. Convoca elecciones (en 1936) y mientras se contaban los votos las anula (una suerte de "cuasi-autogolpe", mantiene su puesto de Presidente aunque había acabado su mandato), a fin de cuentas, ganaba el que tenía el apoyo de los apristas y eso no podía permitirse (continuó con la represión contra los movimientos obreros y el aprista)… Pero esa es una historia que por este barrio no nos concierne. Se vuelven a convocar elecciones en el 39.
El General Manuel Arturo Odría Amoretti realiza un golpe de Estado militar(llamado por él mismo como "Revolución Restauradora") contra el presidente electo José Luis Bustamante y Rivero (desterrado tras el golpe) en 1948, aprovechando la inestabilidad política causada tras la ilegalización del APRA. Por supuesto que un militar como él no sería menos que sus antecesores, se dedicó a perseguir a comunistas, dirigentes obreros, apristas, y demás. Reprimió todo lo que pudo, y algo más. Dejó el cargo para presentarse en las elecciones (1950) en las que fue arrestado y deportado el único contrincante que tenía, el General Ernesto Montagne (apoyado por la Liga Nacional Democrática). Si es que ¡¡¿¿Cómo se le ocurre presentarse a unas elecciones??!! Como si el Perú de entonces fuera libre… Aish.
Lo único rescatable como positivo de esas elecciones (supongo que no hace falta que diga quién las ganó) es que seis años después se convocarían otras, en las que ganaría Manuel Prado y Ugarteche. En las elecciones del 62 ningún candidato obtuvo el preceptivo tercio de los votos necesarios para que el tinglado funcionara correctamente, 10 días antes del final del mandato de Manuel Prado y Ugarteche se produce un Golpe de Estado Militar mediante la cual Ricardo Pérez Godoy se hace con el poder del Estado (una Junta Militar es la que gobierna). Dura un año en el cargo y es sucedido por otro militar. Quien convoca elecciones (anula las anteriores, las del 62, aduciendo un fraude en las mismas…).
Últimos tiempos
El Presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el General Juan Velasco Alvarado, derrocó, mediante Golpe de Estado Militar, al presidente electo Fernando Belaúnde Terry el 3 de Octubre de 1968. Los seguidores de Acción popular fueron reprimidos, entre otros muchos.
Uno de los miembros destacados del gobierno de Velasco, el General Francisco Morales Bermúdez, se sublevó, llevando a cabo un golpe de Estado Militarcontra la dictadura el 29 de agosto de 1975, proclamándose como Presidente Constitucional de la República del Perú al día siguiente (manda narices, un presidente constitucional que no ha sido elegido de forma constitucional en un régimen anticonstitucional). Comienza la transición a la democracia.
Dos presidentes seguidos terminaron sus mandatos, no sin problemas (el terrorismo, la corrupción, pobreza extrema, inflación de aúpa, etc.) y en 1990 fue elegido presidente Alberto Kenya Fujimori Fujimori, el 5 de Abril de 1992 se saltó toda separación de poderes y la constitución vigente para llevar a cabo un autogolpe de Estado, con el apoyo de Montesinos y del Ejército. Cerró el Parlamento, echó a todos y convocó una constituyente. Entre el 92 y el 95, el título de Fujimori fue de "Presidente del Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional", esto es, fue un gobierno golpista con todas las letras. En noviembre de 1992 sorteó un intento de golpe por parte del General de División Jaime Salinas Sedó y otro, en octubre del 2000, de Ollanta Humala.
Conclusiones
Es raro que el gobierno de Toledo no haya sufrido un golpe de Estado (exitoso, quiero decir, ya que el Mayor en Retiro Antauro Humala se levantó en el 2005 contra el gobierno), sobre todo por la baja aceptación que tenía, nadie pudo alzarse como caudillo contra un presidente, que aunque nadie quería, tampoco metía mucho la pata (dejaba pasar las cosas y tenía un puntito inútil de populismo).
En fin, esto se ha extendido más de lo deseable, nuestra historia republicana es un sinrazón de guerras por el poder, de reacciones contrarias a los cambios sociales, de persecución, de… de todo lo que no puede catalogarse como "bueno". Ahora podríamos estar hablando de los últimos 25 años como de sucesiones entre presidentes electos, sin verdaderas crisis políticas en plan guerras civiles ("de las de antes") a pesar del conflicto armado (contra el MIR, SL y MRTA), pero no es tan fácil, tuvimos entre medias un presidente que dio un golpe de Estado a su propio gobierno, y que se presentó a las elecciones cuando constitucionalmente no podía (por más Ley de interpretación auténtica que sacara, ese tipo de leyes no pueden sacarse), que ocasionó un pequeño vacío de poder tras la renuncia de Fujimori, recuperando una cierta normalidad política que, esperemos, continúe un buen tiempo (no desde un punto de vista continuista, está claro que necesitamos urgentes cambios sociales y políticos, pero sin abruptos que no han beneficiado nada en todo este tiempo).
Lo malo es que la amenaza militar, o por parte de Militares (estén o no retirados) continúa ahí, la tenemos encima. Es un lastre que será difícil de salvar en un país hundido en la miseria, en la corrupción, en amiguismos y clientelismos y en tradiciones en que eso de democracia no es que suene utópico (no sólo la formal, sino la sustancial), sino que la población (parte de la misma) ve en el autoritarismo la necesaria salida a nuestros problemas, por tanto, ven en la no-existencia del Derecho (entendido como los poderes sometidos al Derecho) un buen método (cuando es el más ineficaz de todos), ojo, y eso no es anarquismo (no se confundan).
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CLUB PERUANO DE LA FLORIDA CELEBRARÁ DÍA
DE LA CANCIÓN CRIOLLA EL PRÓXIMO SÁBADO 26.
Con un gran día de campo el Club Peruano de la Florida festejará el próximo sábado 26 –a las 12 y 30 p.m.- el Día de la Canción Criolla, que se celebra el 31de octubre de cada año.
Este almuerzo campestre, al que está invitada toda la comunidad del Sur de Florida, se llevará a cabo en la Hacienda la Capullana, 20250 SW 155 Ave. Miami, FL 33187 y será amenizado por el grupo Miami Fiesta Criolla de Orlando Robles. Asimismo se relizará un hermoso desfile de caballos de paso peruanos.
Se podrá degustar, en el almuerzo, papa a la huacaína, seco al estilo norteño y picarones criollos. Las reservaciones se pueden hacer llamando al (786) 294-1813 con Catterina Cúneo. Los tickets son de $60.00 (no socios), $55.00 (socios) y $20.00 (menores de 10 años).
La Junta Directiva del Club agradece, anticipadamente, su asistencia para pasar una tarde agradable y que perdurará en el recuerdo de las familias.
LA MUJER QUE SE CONVIRTIÓ EN GUITARRA
(MICRORRELATO)
Por Andrés Fornells (España).
(Copyright Andrés Fornells)
Hubo una vez un músico llamado Rafaelillo, que amaba de un modo tan exagerado a su guitarra que a todas horas estaba con ella, tocándola, acariciándola, escuchándola y sacándole los más bonitos sonidos que moraban en sus entrañas de madera, y, entretenido en todo esto no dedicaba tiempo alguno a cualquier otra actividad.
Carmelita, su mujer, que la pobrecita lo amaba con inmerecida locura, padecía tanto con el nulo caso que su marido le hacía, que embargada por la tristeza lloraba mañana, tarde y noche. Cierto día, bien aconsejada por su preocupada madre, que sufría sabiéndola desdichada, fue a visitar a la bruja Anastasia que se había ganado merecida fama con su extraordinaria maestría para convertir en posible, lo imposible.
Carmelita contó a la maga, entre sollozo de profunda tristeza, la causa de su infortunio.
—Vamos a darle una solución a tu problema, bonita —compadecida de ella la hechicera sacó un frasquito del interior de un armario donde guardaba varios de ellos y se lo entregó dándole las siguientes indicaciones—: Muchacha, antes de ponerle siete gotas de este mágico elixir (cada una de ellas por las siete columnas que sostienen el firmamento), en la comida o en la bebida que le des a tu desconsiderado marido, después de mantenerla dentro de tus bragas, lo más pegado posible a la flor tuya que tan abandonada y triste la tiene él últimamente. Hazlo así y dentro de poco tiempo verás cómo se produce en tu esposo un cambio espectacular.
Carmelita puso siete gotas (cada una de ellas por las siete columnas que sostienen el firmamento) dentro de la botella de vino tinto que, entre el almuerzo y la cena, su marido se bebía
La pócima surtió efecto a los dos días. Transcurrido ese tiempo, el guitarrista arrojo lejos de él su instrumento musical creyendo que era una bicha, animal que para muchos supersticiosos trae malísima suerte. Y a continuación, viendo a su mujer convertida en guitarra, comenzó a tocarla como nunca antes la había tocado. Con una delicadeza, con una ilusión, con una ternura, con un arte, que ella se derretía de placer entre sus brazos.
Moraleja: Debemos creer en la magia, porque solo con su ayuda podremos convertir en posibles los imposibles.
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Addhemar Sierralta
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