14 DE FEBRERO DÍA DE SAN VALENTÍN
Víctor Castro Achuy
Víctor Castro Achuy
Los campos se perfuman como las manos amantes
para acariciar un día que no pasa en el correr
del agua o en el correr del tiempo.
La ciudad se adorna para festejar con regalos, fiestas
y escapadas, dando inicio así a rituales del enamoramiento.
También, fresco, rápido y dulce como fruta en su punto.
Todo una locura de Amor ciego por Ella :
las musitas, la esposa, la compañera, la trabajadora, y la amante,
que siendo la distante puerta,
a veces resulta siendo la primera rosa, como resucitándonos,
como dándonos agua en un desierto olvidado de Dios.
Y, transformando nuestra vida en alegre baile de Selva amazónica.
En la ciudad, mientras un aire me habla con música,
miro tus divinos ojos pardos y no eres rostro que desaparece.
Eres solo una mujercita con secreta danza dolorosa en su cartera
como aquellos prisioneros pintados por Botero.
Mis pasos plantados en conocido paradero, te sienten.
A diario sonríes en mi algarrobo de norteño desierto.
Pero, sin ti, la ciudad duele como arena en los ojos.
Los buses, pasan y pasan. ¡Ay! Tristeza de tarde.
Sin ti, sólo me queda la música del mar
traída por una juventud que pasó como sueño.
Pequeño regalo que camina por labores de pueblo.
Y, creció a todo sol, y con carreras al dulce río.
¿Por qué la ciudad no brilla como siempre
permaneciendo su frío, su clima de sombras?
Porque conmigo pasea un dolor que sangra :
¡Esos besos perdidos, que en viejo hostal te nombran!
Laredo, Trujillo, PERÚ