CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
JUNIO:
MES DE LOS NIÑOS, DEL MEDIO AMBIENTE, Y DE LA IDENTIDAD ANDINA
SÁBADOS 7 PM. AULA CAPULÍ:
CONFERENCIAS Y SIMPOSIOS SOBRE CULTURA ANDINA
Santiago de Chuco
¡URGENTE!
DEFENDAMOS EL PUEBLO DE VALLEJO
Por Danilo Sánchez Lihón
DEFENDAMOS EL PUEBLO DE VALLEJO
Por Danilo Sánchez Lihón
1. Lluvia bautismal
Hoy día, lunes 30 de mayo del año 2011, hemos retornado de Santiago de Chuco los peregrinos que han integrado la caravana de Capulí 12, Vallejo y su Tierra, certamen académico y artístico realizado entre los días 27 y 29 de mayo del año en curso.
Grandes emociones, sorprendentes experiencias, solidaridades conmovedoras y cálidas, y que recibimos como una ofrenda y un regalo de la tierra y del destino a nuestras vidas.
Por ejemplo la lluvia que al llegar al pueblo legendario donde nació César Vallejo nos recibió aliada, íntima y ungiéndonos; la misma que empezó justo cuando descendimos del ómnibus e iniciamos el desfile de ingreso a la ciudad, empapándonos de pies a cabeza bajo las banderas y delante de las pancartas que portábamos.
Lluvia que en ningún momento apagó los sones de las bandas de músicos y el avivamiento de los niños que nos daban la bienvenida y que iban al centro de la calle junto a nosotros.
Lluvia bautismal que cesó exactamente en el instante en que terminaba el pasacalle de ingreso y apertura de la actividad en este lucero glorioso al pie del orbe.
Entonces, ¿por qué fue? ¿Por qué se dio así?
2. A plaza abierta
Fue puntual, precisa y oportuna, porque el tema central y el enfoque de este Capulí 12, por el cual íbamos a alegar y hacer cuestión de estado era el agua y en su defensa para la vida. Y ella quiso bendecirnos de ese modo, porque está siendo envilecida y contaminada por una compañía minera quien la ha usurpado, la detenta y la corrompe con sus relaves.
El agua así quiso ungir muestras frentes, primitiva, ingenua y amorosa como es su capricho ser, empapando nuestros pechos e inundando nuestros corazones con su golpeteo y su aliento confidente.
En plena lluvia, el primer lugar donde nos detuvimos y las bandas de guerra cesaron, fue delante de la casa de César Vallejo donde otra vez le expresamos nuestro fervor, le trajimos la cuenta de nuestros pasos y le renovamos la adhesión total de nuestros destinos.
Luego de tomar alojamiento, almorzar y ubicarnos en el escenario levantado en una esquina de la Plaza de Armas, se inició la jornada apoteósica de conciertos de honda, auténtica y enternecedora canción andina.
Empezó actuando el renombrado Dúo Heraldos Negros integrado por Jaime Guardia y Paul De la Cruz. Luego subió al escenario Josefina Ñahuis, Yesenia Alanya, Doly Príncipe, cerrando la actuación de esta noche a plaza abierta y bajo el cielo tachonado de luceros Walter Humala, con voz rijosa, banderas tremolantes y siempre arriesgando la vida.
3. Agua para la vida
Ya al amanecer le brindamos serenatas en su casa a César Vallejo; en el monumento que se alza a su memoria en la Alameda de la ciudad, al Batallón Libres de Santiago de Chuco.
Bajo la ventana de la habitación donde naciera y donde se alojó en su despedida su comando de sublevados, al comandante Luis de la Puente Uceda. Finalizamos cantándole a mi padre en el cementerio de la ciudad, al cual ingresamos trepando las tapias.
El segundo día por la mañana en el escenario de la Plaza de Armas, Ramón Noriega Torero disertó sobre los Illachucos. Manuel Ruiz Paredes sobre el ideario de Capulí, Vallejo y su Tierra y el sacerdote Reinaldo Nann, párroco de la ciudad, sobre Vallejo y el sentimiento religioso.
Por la tarde sostuvieron ponencias: Antonio Morillo García acerca del agua para la vida, Fabio Gallo sobre Vallejo y la educación, Javier Delgado Benites sobre Artemio Zavala y el sindicalismo; José Cruzado sobre Vallejo y la ecología, y Heriberto Galindo sobre Vallejo y Georgette.
Hubieron declamaciones extraordinarias como de la niña del 6º Grado de la I E. César Vallejo: Milagros Gabriel Custodio, recitando de modo magistral el poema Pedro Rojas de España, aparta de mí este cáliz.
4. Honda preocupación
En la segunda noche de conciertos estuvieron en el escenario el Conjunto Sentimiento Perú y la agrupación El arte y la revolución, propios de Santiago de Chuco.
Luego ingresó el Dúo Wayra, conformado por Doly Príncipe y Mónica Cuadra. Cantaron después Jesús Palomino, Sila Illánez y Margot Palomino, para cerrar con broche de oro el cantante y trovador local Canifo, dando paso a las danzas del lugar. Eran ya las doce de la noche y se iniciaba el velorio con rezadores aldeanos en memoria de los 30 años del fallecimiento del Maestro de Niños: Danilo Sánchez Gamboa.
El día domingo participamos de una misa, especialmente encargada en la Iglesia Matriz, fuimos protagonistas del izamiento de la bandera y de la ceremonia de entrega de distinciones a los asistentes de esta caravana.
En esta actuación del último día de nuestra estadía, el alcalde provincial, Sr. Juan Gabriel Alipio, hizo varios anuncios uno de los cuales nos llena de honda preocupación. ¿Cuál es?
Según su propia información pronto se abrirá una calle proyectando la alameda o pasaje Calderón que desembocará en la tradicional vía del Comercio o Jirón Bolognesi, y uniéndose en forma longitudinal con la antigua calle Leoncio Prado que va a dar al Pozo Sagrado.
Expresó que estas obras se iniciarán en un plazo perentorio.
5. Defender el patrimonio
En su discurso el alcalde enfatizó que cuando volvamos a Santiago de Chuco será muy bonito. Que ya estará hecha aquella arteria que dividirá en dos el más hermoso bloque colonial que conserva aún su trazo rectangular, dentro del damero central, desde época antigua.
Esto motivó de inmediato nuestro público rechazo a tal medida porque significa además de atentar contra el plano original de la ciudad, derribar la antigua cárcel en donde ocurrieron los sucesos del 1 de agosto del año 1920, en los cuales participó César Vallejo y también desaparecerá de un plumazo la casona donde nació Luis de la Puente Uceda.
Sorprendido de mis palabras en plena ceremonia pública el alcalde expresó que le extrañaba mi rechazo, puesto que nadie se había opuesto hasta entonces a dicho proyecto, reiterando que ninguna persona ha reclamado nada ante lo que se propone hacer, que lo volvió a reiterar como algo inminente.
Manifestó que todos han asentido y están de acuerdo con la cercenación. Que con el debido respeto hacia mi persona disentía de mi desacuerdo. Y que va a quedar muy bonito.
6. Y se detuvo
La autoridades que debería defender el patrimonio es la propulsora de su exterminio.
Además, ¿qué es bonito, pregunto yo? Frente a la identidad ¿cabe alentar algo que se sostenga sobre esa base de que va a quedar bonito? La identidad está mucho más allá y queda mucho más lejos y hondo que un concepto incierto y cuestionable de lo bonito.
De repente bonito nos parezca Miami, por decir algo. Entonces, ¿hay que parecernos a esos modelos de la alienación que nos imponen los centros de poder y toda la baratija de los medios de comunicación?
Pero allí mismo expresé tajantemente que sí hay instituciones y personas que se oponen a tal medida. Que hace diez años quiso perpetrarse esa idea y tal despropósito se detuvo ante el clamor de hombres egregios de la cultura de nuestro pueblo.
Ellos, aquella vez, se opusieron con una campaña resonante a través de los medios de comunicación de Trujillo, y alzaron su voz de protesta a través de volantes y artículos que se publicaron en periódicos de la ciudad de Trujillo, dirigidos por Eladio Ruiz Cerna, nuestro insigne pintor, y Hermes Torres Pereda, editor de la revista Santiago de Chuco y su Feria.
7. Informe urgente
Dicha campaña la hicieron agrupados en el Patronato Cultural de Santiago de Chuco, asociación civil con personería jurídica inscrita en la Oficina Regional de La Libertad, entidad creada con el fin de salvaguardar el patrimonio de nuestro pueblo, que emitió un pronunciamiento tajante ante una iniciativa como esa.
¿Cómo es posible que la historia se la olvide tan pronto y las autoridades tengan tan poco criterio acerca de lo que es valioso? Santiago de Chuco vale por lo que es, tal como es sin introducir nada extraño. Y es su esencia la que hay que hacerla fulgurar aún más todavía.
En mi alegato, dicho en plena actuación de entrega de reconocimientos, y que contó con la presencia de funcionarios del Municipio Provincial, del Gobernador de la Provincia, de los representantes del Colegio de Ingenieros de La Libertad e integrantes de la delegación de Capulí, Vallejo y su Tierra, sostuve lo siguiente:
Que además esa iniciativa significaría desaparecer dos monumentos históricos, la cárcel donde ocurrieron los sucesos del 1 de agosto de 1920, decisivos en la vida de César Vallejo, y la casa de Luis de la Puente Uceda, bienes que deberían más bien restaurarse, funcionar como museos y centros cívicos que animen la vida cultural en nuestra ciudad.
8. Por eso, convoco
Ahora presento este informe urgente para que se tomen acciones y no avance un proyecto que al parecer tiene ya todos los visos de ser una decisión tomada y pronta a ejecutarse.
Detengamos esta obra de barbarie. El pueblo donde nació el poeta universal es una urbe típica y genuina que hace tiempo debió ser declarada como intangible.
Un pueblo como Santiago de Chuco por su historia, por ser el ámbito vital en el cual se desarrolló gran parte de la vida del poeta, tiene todas las prerrogativas para ser declarado patrimonio universal, siempre y cuando su identidad permanezca sin adulteraciones.
Si logramos conservar su fisonomía y su esencia se puede conseguir tal estatus por su historia, significación en el arte y su ancestro.
Por eso, convoco a crear una corriente de opinión para defender la integridad y el patrimonio urbano de Santiago de Chuco, ahora amenazado por la propia autoridad municipal.
Hace poco gracias a la iniciativa de un ciudadano con sentido común, el profesor Amancio Toledo se detuvo el cambio de las tradicionales bancas de mármol que adornan el perímetro de la Plaza de Armas.
Se opuso tenazmente ante esa medida arbitraria evitando que se destruyeran esas hermosas bancas históricas, que las donara la Federación de Estudiantes Santiaguinos presidida por Luis de la Puente Uceda.
Ahora toca decir a voz en cuello: ¡No, a desaparecer el rectángulo central de la ciudad de Santiago de Chuco!
9. Manifiesta tu rechazo
¡No!, a desaparecer la cárcel en donde está impresa la memoria de César Vallejo.
¡No!, a desaparecer la casa del héroe del pueblo Luis de la Puente Uceda en Santiago de Chuco!
¡No!, a alterar el centro urbano de Santiago de Chuco por donde caminó, se inspiró, dio serenatas y luchó César Vallejo.
Y así como él y el comandante que emitiera su grito libertario en Mesa Pelada, Felipe y Abraham Arias Larreta, los hermanos poetas Santiago y Julio Pereda Hidalgo. Y tantos héroes y luchadores sociales como Artemio Zavala y Carlos Miñano Mendocilla.
Pueblos como Santiago de Chuco son intangibles y las autoridades debieran ocuparse en que se mantengan genuinos e incólumes.
Defender esto es defender el patrimonio de nuestros pueblos y de nuestra nación, como lo vengo sosteniendo en artículos que hace tiempo eché a circular y que a continuación reenvío.
Ciudadano de esta y otras partes del mundo, manifiesta tu rechazo escribiendo al jefe de relaciones públicas del Municipio Provincial:
walterparedes71@hotmail.com y envía copia al correo:
planlector@hotmail.com
Al pueblo de Santiago de Chuco se le respeta, se lo ama, y se venera con unción.
PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA
Casa de César Vallejo en Santiago de Chuco
LOS TESOROS QUE ENCIERRAN NUESTROS PUEBLOS
Por Danilo Sánchez Lihón
Casa de César Vallejo en Santiago de Chuco
LOS TESOROS QUE ENCIERRAN NUESTROS PUEBLOS
Por Danilo Sánchez Lihón
1. Razón de ser frente al mundo
Los pueblos son nuestro patrimonio y constituyen nuestra identidad más preciada.
Deben ser por eso inalienables.
Defender su fisonomía propia, original y genuina, es defender su esencia, su entraña y su alma, sin lo cual no somos nada.
No se puede por tanto derrumbar en ellos un muro, una ventana ni una teja, sino más bien salvarlos.
No se puede en ellos cambiar el nombre de sus calles sino ahondar más en su significado.
No se puede sustraer un azulejo sino hacer que luzca mejor, ni siquiera deshacer el mandoble de un balaustre sino sujetarse más de él.
Ni siquiera una piedra puede ser menoscabada; menos desgajado de cuajo un balcón o una ventana.
¡Todas estas son presencias venerables, hieráticas y sagradas!
2. Son blasones
Debemos conservar de ellos su estirpe de pueblos nobles, de prestancia sin par y de raigambre sin límites que se hunde en el tiempo.
No eliminemos ni el tiempo ni la historia impregnada en ellos porque son blasones.
No convirtamos los pueblos andinos en barriadas, ni en la peor expresión de un suburbio, imitando construcciones foráneas.
No los troquemos en tugurios desalmados ni construyamos casas de lunas polarizadas como cubos inhumanos.
¡Esa es la consigna! ¡Ese debe ser el juramento!
3. Son el espíritu de los cerros que aún nos redimen
El Perú es un país único y significativo por su identidad. No estropeemos lo mejor que somos y tenemos.
Nuestros pueblos del interior del país son conmovedoramente hermosos.
Son diamantes en el alba.
Son el legado excelso y silencioso de nuestros antepasados, que aún nos protegen.
Son el espíritu de los cerros que aún nos redimen.
Y lo que es un legado se valora, lo que es un recuerdo adorable se conserva, lo que es una herencia se atesora.
Y se defiende hasta con la vida.
4. Sin alterar la esencia ni la raíz primigenia
Tampoco se trata de mimetizarse en el pasado.
No es el sentido inmovilizarse en una arcadia. No es el fin permanecer inertes.
Sería desquiciado no cambiar nada. ¡Al contrario!, cambiemos mucho y pronto.
En primer término, cambiemos la actitud indolente e ir a reconstruir nuestra casa nativa.
Inclinémonos reverentes a adorar y recoger sus piedras que están regadas por el suelo.
Volver a escuchar el trino del zorzal en el tejado y su mensaje de esperanza.
¡Y hay que mejorar!, que es el mejor cambio.
Hacer que todo luzca mejor, pero sin alterar la esencia ni la raíz primigenia que nos da sentido frente al mundo.
5. Olvidarnos sería no tener tumba digna y apacible
Hay un tema pendiente en nuestras vidas cual es el de retornar a nuestros pueblos de origen y encontrar allí lo perdido.
Sin eso no somos nada.
Es más: sin eso no podemos morir, sería cobardía.
Sería quedarnos a deambular por siempre y como almas perdidas.
Y en pena por las calles sin que ninguna sea nuestra calle.
Olvidarnos sería no tener tumba digna y apacible.
Sería ser parias en la muerte infinita.
Mucho peor que cualquier forma y expresión que se conozca de ser parias en la vida s ser parias en la muerte, y ello ocurre si no se vuelve allí donde se naciera.
6. En sus aleros permanecen tangibles los sueños
Nuestros pueblos encierran un tesoro invalorable. ¿Cuál es él?
¡Ser diferentes! Ser originales. ¡Y tener alma! ¡No la matemos, deformándola!
O dejando que cualquier intruso o avenido la corrompan.
Los tejados, las puertas, el artesonado de los balcones no pueden ni deben ser derruidos, reemplazándolos por ladrillos, fierros, latas y vidrios.
Los nuestros son pueblos testimonios, documentos del espíritu, constancias del alma, testimonios sagrados, códices sublimes.
Son mástiles en el alba. Verdaderos prodigios; no los hagamos pocilgas.
En sus aleros permanecen tangibles los sueños y moran en sus cumbreras los duendes benignos de nuestra infancia, ángeles candorosos con sus quenas y tamboriles.
7. Afiancemos nuestro canto
Todo en ellos es maravilla, éxtasis y utopía. No los convirtamos en cubiles, guaridas o cuchitriles.
Porque, adoptando lo que no somos nos convertimos en indigentes y míseros.
Imitando lo de afuera nos volvemos desheredados y esclavos. Hacerlo es aceptamos ser ladrones infames, porque es no valorar lo nuestro.
En cambio afirmando lo nuestro y afianzando nuestro canto, seremos señores y dueños de nuestro destino.
Por eso: deploremos esos edificios que parecen cubos superpuestos y barriles de ácidos, aceites y venenos.
Deploremos esas rejas en las ventanas que parecen cárceles.
8. Se nos derrama a manos llenas
Deploremos que en vez de las puertas de madera se estén poniendo rollos de calamina que van convirtiendo las casas en tabucos y las casonas en ferreterías.
En donde terminamos convertidos en chatarra.
Deploremos la dejadez de permitir que las calles se muestren de cualquier manera.
De pensar que la apariencia de una esquina no es importante cuando en ellas ocurren las citas de amor sublime. ¡Y donde ocurren las serenatas!
Si no tuviéramos identidad tendríamos que emprender una búsqueda apasionada y fervorosa por siquiera avizorarla.
Pero la tenemos y se nos derrama a manos llenas por entre los dedos. No la destruyamos.
9. El destino glorioso que el porvenir nos debe
Amemos el paisaje de nuestros pueblos primigenios con amor seguro y confiado.
Conservemos el patrimonio de nuestras danzas, canciones, costumbres.
Las procesiones.
Las bandas gemebundas que aún deambulan azoradas con sus sones.
Sigámoslas reverentes por las esquinas, quizá con los ojos colmados de lágrimas.
Las alfombras de flores hechas por nuestras madres para el paso de la procesión ¡nosotros no las pisemos!
Desempolvemos los libros y volvamos a contar las leyendas primigenias.
Todo para forjar el destino glorioso que el porvenir nos debe por lo mucho que hemos sufrido.
10. Cuando entre ellas brotan las flores
Levantémonos en pie de lucha en la defensa de la autenticidad de nuestras casas, calles y poblados.
Una ventana cerrada hace décadas pendiente de un muro es un espíritu guardián, un hada, una divinidad estremecida que está tendiéndonos las manos.
Movilicemos las conciencias, apelemos a la militancia de las instituciones educativas contra el sida de las construcciones espurias.
Veneremos nuestros tejados, los balcones, los patios empedrados.
Posemos suavemente la mirada en las puertas, las escaleras de las casas, los antepechos que dan al cielo límpido o anubarrado.
Tendamos los brazos y el alma a todo el paraíso que estalla en las junturas de unas piedras, cuando entre ellas brotan las flores.
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