PRESENTACIÓN DEL POEMARIO
Sombras y Nebulosas II
de Elcira Ponce Romero
Comentan:
Ana María Intili
Ernesto Ráez
José Beltrán Peña
Martes 17 de agosto del 2010
7:30 pm
En el ICPNA de Miraflores (Av. Angamos Oeste 120)
LA POESÍA DE ELCIRA ROMERO Y SU VICEVERSA
"Yo era niña y sin saberlo
cogí en mis manos la pena,
con ella jugué de niña
y con ella fui creciendo..."
ADELA MONTESINOS
A CÉSAR VALLEJO
Por Elcira Ponce Romero
Abril, cuarto mes del año
un mes divino te percibo
quizás porque el cuatro es
un número sagrado
que simboliza a Dios.
En abril murió
Miguel de Cervantes Saavedra
paradigma de la lengua castellana
nos trajo de la mano
y nos hizo querer
a un viejo caballero
y a su fiel Sancho.
Abril es mes fatal
para los poetas,
César Vallejo
murió en abril
un jueves con aguacero
y el mismo lo anunció.
Un poeta nunca muere
su voz rasga
el tiempo, la vida
y las cosas,
luces y trazos profundos
¡Para seguir viviendo o morir
PERÚ DE MI ALMA
Por Elcira Ponce Romero
Tienes una topografía
femenina, encantadora,
y por ello siento que te guía
un alma de mujer,
de gran fortaleza espiritual
como tuvieron las
Precursoras de la Independencia
que lucharon por la libertad
y las mujeres que ahora
luchan por los derechos humanos
y un futuro mejor para
nuestro país.
Perú
tierra prodigiosa
mi alma vibra
al escuchar tu nombre.
Admiro la adversidad
de tu rica naturaleza
tu Costa generosa
tus maravillosos valles
oasis de vida y esperanza.
Tu Sierra plena, imponente
tu extraordinaria Selva.
Perú
tienes también
una historia milenaria
nos asombra y enorgullece.
Perú
amada patria
me envuelvo en ti
y mi canto se hace fervor,
es el canto de una peruana
que te ama con devoción.
cogí en mis manos la pena,
con ella jugué de niña
y con ella fui creciendo..."
ADELA MONTESINOS
El presente poemario es de palabra limpia y sencilla, austera y honesta, va construyéndose en el día a día. Por eso su metáfora es amena, cotidiana, acompaña como las cosas permanentes de la vida y cumple con el rito de un proceso de constante re-escritura. De allí el título del libro, Sombras y Nebulosas II. (Lima, Ediciones Amantes del País, 2010).
En su conformación el texto es un continuo. Los poemas se encuentran reunidos alrededor de otros más breves, los cuales a modo de reflexión, metáfora o eje temático, da lugar a temas universales como son el amor, el olvido, la ironía, la belleza, la muerte. Es el caso del poeta y cineasta Pablo Guevara y del decimista, Pedro Rivarola, maestros y amigos de la autora; así como el dedicado a nuestro vate universal, César Vallejo.
El poema inicial, el que se constituye en pórtico, nos advierte el sentimiento de dolor que representa para el yo lírico, la conciencia de "inermidad" del ser humano, la ambivalencia absurda de la vida. Escuchémosla: La poesía puede ser suave / como la brisa que nos acaricia / dramática y tormentosa como / un hielo candente //. Breve, intenso, el texto nos señala el contenido de enorme tensión y el acento reflexivo por el que transitaremos durante su lectura.
El que da título al libro tiene un tono que se propone inocente cuando dice: Oigo rumores citadinos / nocturnos / deslizar de carros / piar de pájaros / esta noche / primaveral, ya calurosa //. Es el inicio, con el que irrumpe canturreante y da cuenta del entorno. Pero el yo poético lleva un hielo candente en su interior, cuando a continuación, expresa el desasosiego: Agitada / no puedo dormir / y antes que la angustia me atenace / prefiero escribir / para darle a mi soledad nocturna / un poco de luz. Nos estremece el realismo que expresa, asimismo la belleza que encierran los versos. Evoca ya sombras, ya nebulosas y el yo íntimo, así, aterido, no claudica y recorre al orden primigenio, cual es evocar el ritmo natural de la vida. De esa luz interior / profunda, íntima / comprender / hace / desde tiempo atrás // que la vida se desenvuelve en ciclos / y como el cosmos, / tiene un lado luminoso / y otro oscuro.
La distribución espacial del poema en dos columnas, contribuye a una estructura que al estilo de contrapunto, nos evoca la expresión visual en peldaños a modo de una escalera, puede ser leído desde el primer verso al último o bien partir del último para alcanzar así el primero. Esto al igual que el día a día constituye su viceversa. Lo hace con maestría, y el lector, de advertirlo, de intentar de esta manera la lectura, adquiere expresión en profundidad, trayectoria y relieva el mensaje implícito que lleva y desea comunicar.
Expresando de la poeta, pero también de un yo que se entrega, íntimo, inocente, participativo, deseo manifestar que ella, con acierto, ha logrado hacer de su vida un oasis, de su soledad una compañera y de la amistad una virtud.
Saludo esta nueva entrega, la tercera, de la poeta Elcira Ponce Romero. Deseo que su auspicioso viaje literario continúe, para seguir compartiendo lo mejor de su poesía.
En su conformación el texto es un continuo. Los poemas se encuentran reunidos alrededor de otros más breves, los cuales a modo de reflexión, metáfora o eje temático, da lugar a temas universales como son el amor, el olvido, la ironía, la belleza, la muerte. Es el caso del poeta y cineasta Pablo Guevara y del decimista, Pedro Rivarola, maestros y amigos de la autora; así como el dedicado a nuestro vate universal, César Vallejo.
El poema inicial, el que se constituye en pórtico, nos advierte el sentimiento de dolor que representa para el yo lírico, la conciencia de "inermidad" del ser humano, la ambivalencia absurda de la vida. Escuchémosla: La poesía puede ser suave / como la brisa que nos acaricia / dramática y tormentosa como / un hielo candente //. Breve, intenso, el texto nos señala el contenido de enorme tensión y el acento reflexivo por el que transitaremos durante su lectura.
El que da título al libro tiene un tono que se propone inocente cuando dice: Oigo rumores citadinos / nocturnos / deslizar de carros / piar de pájaros / esta noche / primaveral, ya calurosa //. Es el inicio, con el que irrumpe canturreante y da cuenta del entorno. Pero el yo poético lleva un hielo candente en su interior, cuando a continuación, expresa el desasosiego: Agitada / no puedo dormir / y antes que la angustia me atenace / prefiero escribir / para darle a mi soledad nocturna / un poco de luz. Nos estremece el realismo que expresa, asimismo la belleza que encierran los versos. Evoca ya sombras, ya nebulosas y el yo íntimo, así, aterido, no claudica y recorre al orden primigenio, cual es evocar el ritmo natural de la vida. De esa luz interior / profunda, íntima / comprender / hace / desde tiempo atrás // que la vida se desenvuelve en ciclos / y como el cosmos, / tiene un lado luminoso / y otro oscuro.
La distribución espacial del poema en dos columnas, contribuye a una estructura que al estilo de contrapunto, nos evoca la expresión visual en peldaños a modo de una escalera, puede ser leído desde el primer verso al último o bien partir del último para alcanzar así el primero. Esto al igual que el día a día constituye su viceversa. Lo hace con maestría, y el lector, de advertirlo, de intentar de esta manera la lectura, adquiere expresión en profundidad, trayectoria y relieva el mensaje implícito que lleva y desea comunicar.
Expresando de la poeta, pero también de un yo que se entrega, íntimo, inocente, participativo, deseo manifestar que ella, con acierto, ha logrado hacer de su vida un oasis, de su soledad una compañera y de la amistad una virtud.
Saludo esta nueva entrega, la tercera, de la poeta Elcira Ponce Romero. Deseo que su auspicioso viaje literario continúe, para seguir compartiendo lo mejor de su poesía.
Ana María Intili.........
A CÉSAR VALLEJO
"El dolor me agarra, hermanos hombres,
por detrás, de perfil,
y nos aloca...".
CÉSAR VALLEJO
por detrás, de perfil,
y nos aloca...".
CÉSAR VALLEJO
Por Elcira Ponce Romero
Abril, cuarto mes del año
un mes divino te percibo
quizás porque el cuatro es
un número sagrado
que simboliza a Dios.
En abril murió
Miguel de Cervantes Saavedra
paradigma de la lengua castellana
nos trajo de la mano
y nos hizo querer
a un viejo caballero
y a su fiel Sancho.
Abril es mes fatal
para los poetas,
César Vallejo
murió en abril
un jueves con aguacero
y el mismo lo anunció.
Un poeta nunca muere
su voz rasga
el tiempo, la vida
y las cosas,
luces y trazos profundos
¡Para seguir viviendo o morir
PERÚ DE MI ALMA
Por Elcira Ponce Romero
Tienes una topografía
femenina, encantadora,
y por ello siento que te guía
un alma de mujer,
de gran fortaleza espiritual
como tuvieron las
Precursoras de la Independencia
que lucharon por la libertad
y las mujeres que ahora
luchan por los derechos humanos
y un futuro mejor para
nuestro país.
Perú
tierra prodigiosa
mi alma vibra
al escuchar tu nombre.
Admiro la adversidad
de tu rica naturaleza
tu Costa generosa
tus maravillosos valles
oasis de vida y esperanza.
Tu Sierra plena, imponente
tu extraordinaria Selva.
Perú
tienes también
una historia milenaria
nos asombra y enorgullece.
Perú
amada patria
me envuelvo en ti
y mi canto se hace fervor,
es el canto de una peruana
que te ama con devoción.
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