EL AMOR EN TIEMPO DE VALS
Por Dario Mejía
(Melbourne - AUSTRALIA)
El amor ha sido fuente de inspiración del ser humano por los siglos de los siglos. Nuestros bardos criollos no han podido escapar al embrujo, magia, misterio, pasión y tentación que trae consigo el amor; cantándole a su alegría, dicha y también a su desengaño y otros sentimientos que hace despertar.
Al hablar del amor expresado por nuestros bardos a través de sus composiciones, se tiene que mencionar a Mariano Melgar, el poeta patriota y romántico, quien a través del yaraví cantó y lloró la pena que lo agobiaba por no poder gozar del amor de su amada Silvia. La oposición de los padres de Silvia, a su relación con el poeta, influyó en ella para que lo rechazara. El dolor de perder a Silvia entristeció mucho al poeta y ese sufrimiento fue trasladado a sus yaravíes... "¿Por qué a verte volví, Silvia querida? / ¡Ay triste! ¿para qué? ¡Para trocarse / mi dolor en más triste despedida! / (...) Lloro... no puedo más... Silvia querida, / déjame que en torrentes de amargura / saque del pecho mío el alma herida."
El vals "Aurora", cuya letra pertenece al poeta tacneño Federico Barreto y la música a Carlos Gardel, le cantó al amor traicionado..."Aurora, me has entregado al abandono, / y yo que tanto y tanto te he querido; / ni tu negra traición echo al olvido, / ni disculpo tu error, ni te perdono..."
Dicen que del odio al amor o del amor al odio hay un solo paso. Felipe Pinglo, en su vals "Pasión y Odio", nos dejó algo al respecto... "Ayer la amaba yo, hoy mi pasión es cruel, / termina en mí el deseo de amarla otra vez. / En mi memoria está promesa de infame mujer / que el tiempo no logró a lapidar un mal querer. / (...) Las mejillas que un día mis labios colorearon, / el polvo del olvido las ha envuelto en el fango. / ¡Hoy odio a la mujer que antes idolatré!"
En el vals "Odiame", de Rafael Otero, también se puede ver algo de amor y odio. La letra de dicho vals, en parte, fue tomada del soneto "Ultimo ruego" de Federico Barreto... "Si tú me odias quedaré yo convencido / de que me amaste, mujer, con insistencia; / pero ten presente, de acuerdo a la experiencia, / que tan sólo se odia lo querido."
El odio y el amor ha dado pie para muchos temas, como el vals "Dolor y odio" de Angel Aníbal Rosado... "Así como te quise, / así te odio ahora; / tú me obligaste a ello, / no te podrás quejar."
Cuando el compositor barrioaltino Augusto Rojas Llerena tenía 15 años, en el año de 1939, se enamoró de una chica mayor que él, de 22 años, quien terminó quedándose con otro. Aquel amor trunco dio pie a que Rojas Llerena expresara el rencor que ello le produjo, naciendo así el vals "Rencor"... "Creíste que sin tu amor no iba a vivir, / mostrándome indiferente te dejé; / si me quisiste fue por burla y nada más / ahora te odio y te aborrezco con rencor."
Un amor no correspondido dio origen al vals "Hermelinda" de Alberto Condemarín... "¡Qué triste, amada mía, / los días amanecen, / qué lentas son las horas / que estoy lejos de ti! / Para calmar la duda / que tormentosa crece, / acuérdate, Hermelinda, / acuérdate de mí."
Los prejuicios de la sociedad se opone a algunos amores y el vals "El Plebeyo", de Felipe Pinglo, denuncia aquello... "Después de laborar vuelve a su humilde hogar / Luis Enrique, el plebeyo, el hijo del pueblo, / el hombre que supo amar, / y que sufriendo está esa infamante ley / de amar a una aristócrata siendo plebeyo él. / Trémulo de emoción, dice así en su canción: / El amor siendo humano tiene algo de divino, / amar no es un delito porque hasta Dios amó..."
Los celos, de otra persona o de algo, también inspiraron a nuestros bardos. El vals "Celos" de Felipe Pinglo nos habla sobre ello... "Celos tengo de esos labios tan hermosos / que depositan besitos tan intensos / y celos tengo de la brisa mañanera / que besa y besa lo que besar no puedo."
Pedro Espinel también toca el tema de los celos en su vals "Celos míos"... "Cuantas veces aguardando yo impaciente / a la mágica beldad de mi soñar / mundo y vida he tenido ante mi frente / en amable y elocuente meditar. / Mas de pronto una duda me ha azotado, / destruyendo la pureza de mi ser, / atrofiado por los celos he dudado / del afecto de tus mimos de mujer."
Angel Aníbal Rosado colabora con más celos con su vals "Mis celos"... "La angustia de no verte me atormenta, / me hiere con el dardo de la duda, / mil cosas, mil sospechas me devoran / haciendo de mi vida un martirio."
La espera, esa penosa y larga espera que el amor muchas veces nos hace pasar a todos, no pasó desapercibida por nuestros bardos criollos. Eduardo Márquez Talledo, en su vals "Alma de mi alma", toca el tema de la espera... "Ven, que ya no puedo resistir / la eterna condena de esperar. / Eres la razón de mi existir / y la inspiración de mi cantar. / Ven, porque sin ti me moriré, / ven, alma de mi alma, ven a mí; / ven, que de rodillas te diré / que mi amor es sólo para ti. / La noche avanza y solo estoy / porque mi amada no vendrá..."
El compositor Nicolás Wetzell pidió que lo esperen con su vals "Espérame"... "Espérame, / ¿no ves que me alimenta tu calor? / Espérame, / ¿no ves que moriría sin tu amor? / Escúchame / las últimas palabras que por ti / han brotado de mi enfermo corazón."
La espera desespera y el compositor José Escajadillo, en su vals "Cada día", nos lo da a entender... "Ven, que yo me muero de esperar, / ven, que ya agonizo de llorar; / vuelven las gaviotas a pasar / y este verano no vendrás."
La alegría y dicha de haber sido bendecidos con el amor, ha sido cantada muchas veces por nuestros bardos. Erasmo Díaz Yuiján le cantó a su amada con su vals "Cariñito"... "Desde hace tiempo / enamorado, enamorado estoy / de un cariñito que es mi gran felicidad / y desde entonces reina en mis cantares, / mis pensamientos, / mi corazón."
Alberto Haro también muestra la alegría que brinda el amor en su vals "Prenda mía"... "Nunca creí / que un beso de tus labios, mi bien, / me diera tanta dicha, prenda mía. / Quiero entregarte la llave de mi corazón / para adorarte siempre, alma mía."
La dicha del amor y lo que se siente cuando se está enamorado es expresado por Mario Cavagnaro con su vals "Vivir enamorado"... "Hoy te has quedado aquí, / no lo puedo creer, / por fin son para mí / tu vida y tu querer. / Por fin mi corazón / no muere de ansiedad, / por fin tanta ilusión / se vuelve realidad."
Oscar Avilés nos habla de la bendición del amor con su vals "Bendito amor"... "Navegando en la barca de la vida / muchos sufren sinsabores y amarguras, / pero todo se compensa en esta vida, / si se encuentra el verdadero amor. / Navegando en la barca de la vida / he sufrido sinsabores y amarguras, / pero todo se compensa en esta vida, / ya encontré el verdadero amor."
Dicen que el verdadero amor es eterno. Cuando se ama, comprende, entiende y siente a la otra persona con toda el alma y el corazón, el amor puede durar toda la eternidad, y ello es lo que nos transmite Buenaventura Muñoz con su vals "Eternidad"... "No es mi amor para siempre, / es solamente, / hasta que las estrellas se hagan viejas...". El Maestro Buenaventura Muñoz, de una manera muy hermosa, expresa que ama eternamente ya que pasarán muchísimas generaciones y las estrellas seguirán irradiando luz, belleza y juventud. "(...) pues mi amor es medido, / limitado, / durará sólo hasta que el sol se enfríe."
La magnífica intérprete Ketty Villaverde le pone sentimiento y su estilo personal al vals de Buenaventura Muñoz, resaltándolo aún más con su hermosa voz...
http://www.youtube.com/watch?v=t2NcvIvma50
Hay mucho material para seguir hablando sobre el amor y como influyó en las composiciones de nuestros bardos criollos, así como también como influyeron o calaron en el público dichas composiciones. El amor siempre dará que hablar, claro que se espera que sea algo bueno lo que traiga a nuestras vidas; pero si ello no ocurre o por esas cosas de la vida se muere la ilusión y el amor, entonces habrá que cantar el vals "Se acabó y punto" de Félix Pasache... "Si todos los sueños que soñamos juntos, / no se realizaron, se quedaron truncos, / no hay que hacer un drama, / se acabó... y punto."
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