TIEMPO NUEVO
Internacional
Por Addhemar Sierralta
Año 13 Nº 439
https://tiemponuevonews.wordpress.com/
Miami, 28 de septiembre de 2021
ABIMAEL GUZMÁN EL OSCURO SENDERO FINAL.
Por Humberto Jara (Perú).
Artículo publicado en el diario El Comercio de Perú y que vale la pena compartirlo con ustedes.
En 86 años de vida el único domicilio fijo que tuvo fue una celda que habitó durante 29 años en una prisión de máxima seguridad. Desde su nacimiento fue siempre un forastero. Nació en una casa fugaz en La Aguadita, en Mollendo. A los días fue al poblado de El Arenal a casa de la abuela materna con el estigma de ser hijo furtivo de un padre que se negó a reconocerlo. A los seis años apareció en Sicuani porque la madre fue tras un comerciante árabe que no lo acogió. A los ocho años fue entregado a un tío en Chimbote y a los once recogido por familiares maternos a cambio de ser sirviente en una casa en el puerto del Callao. Cuando cumplió quince años, una señora chilena, Laura Jorquera, casada con su padre, fue la madrastra que lo acogió porque ella recogía a los hijos de las aventuras de Abimael padre.
Las ajenas casas de paso siguieron en su traslado a la ciudad de Ayacucho donde alquilaba un lugar cada vez que lo echaban de otro por las detenciones policiales a causa de los tumultos que organizaba en la Universidad San Cristóbal de Huamanga. Después vino la clandestinidad y la vida en escondites. Siempre un forastero. Un hombre sin arraigo ni afectos. Cuando esas experiencias ocurren, llega un momento en que un hombre necesita elegir. O entiende las circunstancias de su vida y busca la reflexión y el equilibrio o prefiere sucumbir al rencor y al resentimiento. Guzmán eligió el odio. Un odio violento que no le permitió tener ningún arraigo y, así, su único domicilio constante, pero siempre ajeno, terminó siendo una celda de concreto y acero. A Guzmán lo retrata una sentencia escrita por García Márquez: “Se sentirá forastero en todas partes, y eso es peor que estar muerto”.
En las aulas de la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa conoció a Miguel Ángel Rodríguez Rivas, un catedrático que le abrió las puertas a una excusa para convertir su rencor en política: el marxismo-leninismo. Fue la chispa que encendió la pradera de su fanatismo. Cuando llegó a los escritos de Mao Tse Tung —pensamiento excluyente y represor feroz— su exaltación se convirtió en idolatría cuando visitó tres veces la República Popular de China y fue adiestrado en política y acciones militares. Abimael Guzmán lo relataba así: “Cuando terminábamos el curso de explosivos, nos dijeron que todo se podía explosionar; entonces, en la parte final cogíamos el lapicero, reventaba; nos sentábamos, también reventaba; era una especie de cohetería general, eran cosas perfectamente medidas para hacernos ver que todo podía ser volado si uno se ingeniaba para hacerlo”.
En 1980, cuando decidió el “inicio de la lucha armada” de Sendero Luminoso. Abimael Guzmán era ya un fanático poseído por una psicopatía y dispuesto a que “corran ríos de sangre para instaurar la República de Nueva Democracia”. Fueron doce años de demenciales atrocidades primero en la sierra sur y luego en Lima. Los cartuchos de dinamita usados en la minería se convirtieron en un arma para volar por los aires torres de alta tensión que cortaban el servicio de luz eléctrica, puentes, carreteras, casas y edificios con inocentes ocupantes adentro. A falta de balas en sus fusiles y revólveres, los militantes de Sendero Luminoso utilizaban machetes, cuchillos y piedras para dar muerte a pobladores inocentes en el campo, a pequeños comerciantes en las ciudades provincianas y a autoridades en macabras parodias llamadas “juicios populares”.
Después, Guzmán ordenó asaltos cruentos en las ciudades —en su demencia decía avanzar del campo a la ciudad— y el registro de esos doce años es atroz: mujeres embarazadas destripadas; niños sacrificados como niños-bomba con cartuchos de dinamita atados al cuerpo; cadáveres volados en pedazos como si no bastará su asesinato. Viudas, huérfanos, mutilados. Doce años de horror que cesaron cuando fue capturado el 12 de septiembre de 1992 por valerosos policías que integraban el Grupo de Inteligencia (GEIN).
Después de la captura de Abimael Guzmán Reinoso, se abrió otra desdicha: los peruanos no supimos aprender las lecciones que dejó ese fatal periodo generado por el senderismo. Nadie quiso entender que, guste o no, el horror no debe ser olvidado porque la necia naturaleza humana busca la comodidad del olvido para eludir la realidad. En cambio, en los últimos veinte años, los alucinados herederos de Abimael Guzmán percibieron que usando la permanente pobreza de la sierra podían obtener réditos políticos con la excusa del “Pensamiento Gonzalo” —una mentira porque no existe una sola línea doctrinaria de Abimael Guzmán—. Así, en el año de la muerte de Guzmán, lograron arribar al gobierno de Perú con votos de la pobreza pero con la paradoja de contar con el apoyo de sectores de clase media urbana cuya grotesca ignorancia les impidió entender que Sendero Luminoso significa para este país cuerpos apilados en morgues, muerte en las calles, horror, desesperación. Hoy los seguidores de Abimael Guzmán se disfrazan de demócratas pero la paternidad que le deben al cabecilla senderista no los libera.
Ha muerto Rubén Manuel Abimael Guzmán Reinoso. En un país de cultos fúnebres donde la muerte abre compasiones irracionales, inventa virtudes inexistentes, improvisa apologías irrespetuosas, uno se pregunta a dónde van los criminales tras su muerte. En la “Divina Comedia” de Dante, se dice que habitan el séptimo círculo del infierno en un río de sangre hirviente vigilados por centauros armados de arcos y flechas. No sé si así sea. Pero las decenas de miles de muertos victimados en los doce años de horror, merecen una flor de respeto en sus tumbas.
ARGENTINA: SE CAE “DE MADURO”.
Por Enrique Guillermo Avogadro (Argentina).
Lo disparatado es el mayor crimen contra los dioses. Sófocles.
Hace algún tiempo, en las redes se viralizó un video en el cual Delcy Rodríguez, vicepresidente de la trágica Venezuela, anunciaba que, por un decreto presidencial que ordenaba pausar los contagios, se levantaban todas las restricciones sociales debidas al Covid durante un fin de semana, y otro, del propio Nicolás Maduro, adelantando un mes la Navidad. Pueden haber sido falsificaciones, pero los penosos hitos comunicacionales del “pajarico chiquitico” le otorgan credibilidad. El Gobierno argentino, aún en estado de estupefacción por el feroz cachetazo que le fue propinado en las urnas durante las PASO, se inspiró en su amigo bolivariano para concebir un nuevo disparate e intentar recuperar votos y, por un decreto de necesidad y urgencia del Presidente Nada, levantó de sopetón las medidas de precaución que había instaurado, con mano de hierro, el 23 de marzo de 2020.
Pretende, obviamente, que olvidemos los 115.000 muertos en soledad, el direccionamiento infecto en la compra de las vacunas, el vacunatorio VIP, los negociados con insumos sanitarios y alimentos, las 200.000 empresas huidas o cerradas y la pérdida de puestos de trabajo, la fallida expropiación de Vicentín, la inflación de 50%, el generalizado empobrecimiento y las escuelas y universidades sin clases, la liberación de asesinos y violadores, las fiestas en Olivos, el crecimiento exponencial del narcotráfico y la consecuente inseguridad, la reeditada guerra contra el campo, los argentinos varados en el exterior y tantos otros efectos dañinos de sus malintencionadas políticas.
Además de confirmar embarazos, comenzó a desparramar papelitos de colores (antes eran billetes) en los territorios claves (connurbano bonaerense, La Pampa y Chubut), incrementando el gasto hasta el infinito, con el fantasma de la hiperinflación a la vuelta de la esquina. Por si eso fuera poco, muchos caciques peronistas regalan electrodomésticos y bicicletas para comprar los esquivos votos –4 millones- que no acompañaron al oficialismo en las PASO; ¿funcionarán esas coimas para que los ciudadanos revisen sus preferencias? Pero esta vez, la bomba que están cebando sin duda explotará en sus propias manos, ya que restarán dos años de este raro experimento (Fernández²) que, demás está decirlo, “sinceramente” voló por los aires la semana pasada, con la última carta pública de la emperatriz patagónica.
Después de militar activamente contra la reapertura de los colegios que dispuso Horacio Rodríguez Larreta, el Gobernador de la Provincia, Axel Kicillof, heredero dilecto de Cristina Kirchner y odiado por los intendentes, abrió todas las escuelas y dispuso que se dieran clases los sábados; parece que, muy oportunamente, descubrió que los chicos no se contagiaban. ¿Qué harán, al respecto, Roberto Baradel y sus “trabajadores de la educación”, que aúllan en la Ciudad de Buenos Aires para no volver a sus tareas?
Por su parte, el Presidente Nada, en un remarcable acto de heroicidad, despidió a sus más fieles escuderos y aceptó ser intervenido por la PresidenteVice que, recurriendo a un verdadero tren fantasma, colocó en la Jefatura de Gabinete a Juan Manzur, el Gobernador de Tucumán, tan experto en ahogar y luego robar empresas privadas, en fraudes electorales y en sociedades non sanctas con el laboratorio medicinal más sospechado de la historia; y para no andarse con chiquitas, en el Ministerio de Seguridad al renombrado Aníbal Fernández, de frondoso prontuario, un nombramiento que complica aún más la relación con la Iglesia Católica y los evangelistas; hubiera debido recordar que la frontal oposición de los religiosos le costó la Gobernación a la que aspiraba, en 2015, este nefasto personaje.
Esas dos movidas, sumadas a las presencias de Eduardo Wado de Pedro (Ministro del Interior), Alejo Ramos Padilla (Juez Electoral de la Provincia de Buenos Aires) y Daniel Bejas (Juez de la Cámara Nacional Electoral), nos deben preocupar, y mucho, en relación a la posibilidad de un fraude masivo en el Conurbano bonaerense, un territorio en el que Cristina Fernández creyó tener el voto cautivo y que, el 12 de septiembre, le demostró que no era así.
Piense qué se juega la PresidenteVice en esta oportunidad: nada menos que el quórum propio en el Senado y hasta la primera minoría en Diputados; hasta ahora ya tenía complicado el camino hacia la impunidad, que pretendía asfaltar con su “democratización” del Poder Judicial, la colonización de juzgados y cámaras con miembros de Justicia Legítima, y con la remoción del Procurador General, Eduardo Casal, el jefe de todos los fiscales federales. Si se repitieran los guarismos de las PASO, ese esencial objetivo abortaría y quedaría expuesta en los múltiples juicios penales que la tienen como procesada. El peronismo también estará apostando mucho en noviembre, porque muchos de sus liderazgos en provincias y municipios han sido puestos en riesgo con la reciente expresión popular, y la probabilidad de perder el control de las legislaturas y concejos deliberantes es enorme.
Todo eso nos obliga a imaginar qué estarán dispuestos a hacer para evitar una derrota que, por ahora, parece inevitable; es decir, si recurrirán a ese fraude masivo o si, directamente, desatarán graves episodios de violencia callejera antes de las elecciones para justificar que el Poder Ejecutivo recurra al estado de sitio y, con esa excusa, al menos diferirlas por algún tiempo. Para generar un caos importante, bastan 500 energúmenos decididos o drogados y, de éstos, cuentan con muchos más: los criminales liberados, los barrabravas, los soldaditos del narco, etc. Los nuevos funcionarios, en especial Aníbal y Manzur son expertos en una y otra especialidades; el primero, ahora peligroso jefe de la Gendarmería y de la Policía Federal, fue fundador de Hinchadas Unidas Argentinas, Intendente de Quilmes en el peor momento y gerente general –los dueños, siempre los Kirchner- del narcotráfico y, el segundo, se formó como funcionario político en La Matanza y perfeccionó su profesión de tramposo en el Tucumán del violador José Alperovich, donde todos recuerdan a qué métodos recurrió “Superman-zur” para garantizar su propia entronización como Gobernador.
La sociedad, nuevamente, ha optado por la República y la democracia y, sé que está dispuesta a luchar para conservarlas. Y lo hará, sin duda, ejerciendo, con jóvenes aguerridos para hacerlo en las zonas más calientes, un férreo control sobre los votos y evitar que, como tantas otras veces, se le robe su futuro. Espero que la dirigencia opositora, que debe recuperar la centralidad pública, hoy en manos del Frente para la Victoria por su fractura expuesta, requiera para las elecciones la presencia de veedores internacionales, en especial informáticos.
…. DIOS ERA VENEZOLANO …
Por Marjorie Vázquez (Venezuela).
Escrito por una Ex Profesora de Geografía de VENEZUELA en el Colegio Salesiano Pio XII. Artículo de Anazulay.
En más de 36 años que tuve como profesional de la docencia generalmente le dije a mis alumnos: que cuando Dios hizo a Venezuela DIOS ERA VENEZOLANO, porque en sus 916.445 Kms2, sin incluir un poco más de 159.000 Kms2 de la Guayana Esequiba, tiene todo para ser un país desarrollado.
La puso en una posición geográfica envidiable, se puede comunicar con todos los continentes por vía marítima, ya que se encuentra en las puertas del mar Caribe y está cerca del canal de Panamá.
A pesar de estar en las puertas del mar Caribe en los últimos cien años han pasado más de mil huracanes violentos en el océano Atlántico y solo ocho han rozado nuestras costas.
También somos un país sísmico por estar atravesada por dos fallas geológicas a nivel mundial como es la placa de Sur América y la del Caribe, se puede incluir otras más pequeñas como la de Boconó, San Sebastián, el Pilar y sin embargo son pocos los sismos de grandes proporciones que hemos tenido.
Tenemos gran cantidad de minerales, grandes reservas de oro de aluvión y veta, bauxita, cobre, níquel, hierro, plata, plomo, mercurio, uranio, coltán descubierto recientemente, zinc, calcio, magnesio, diamante, caolín, fosfatos, sal, yeso, entre otros.
En cuanto al petróleo los hay de todo tipo y las mayores reservas de petróleo pesado y extra pesado del mundo se encuentran en la Faja Petrolífera del Orinoco FPO.
Este petróleo se procesa en el criogénico de Jose y en once refinerías. Llegamos a tener la refinería más grande del mundo como es el Centro de Refinación de Paraguaná que fue la fusión de las refinerías de Amuay y Cardón.
Les dije a mis alumnos, en son de broma, que el único mineral que no había en Venezuela era kriptonita lo que debilita a Superman. Recientemente se descubrió en nuestro país una de las reservas más grande del mundo de thorium, mucho más potente que el uranio, no aparece en la tabla periódica.
Tenemos todos los tipos de oro: amarillo, negro, azul, blanco, verde, marrón.
En cuanto a la hidrografía tenemos el salto de agua más alto del mundo como es el salto Ángel con casi un kilómetro de alto y como dijo alguien, eso es como si San Pedro estuviese orinando del cielo.
Está bañada por una cantidad de ríos siendo el principal el Orinoco, del cual nace un río que es el único en el mundo que une dos cuencas hidrográficas, el Brazo del Casiquiare que une la cuenca del río Amazonas y el Orinoco.
El río Caroní, único río en el mundo que tiene cinco represas de energía hidroeléctrica: el Guri, (tercera represa de energía hidroeléctrica más grande del mundo) Macagua I, Macagua II, Caruachi y Tocoma.
El Relámpago del Catatumbo, fenómeno meteorológico que se encuentra en la zona suroeste del lago de Maracaibo, registra la mayor densidad de descargas eléctricas del mundo, sesenta por minuto, por lo tanto se cree que regenera l a capa de ozono, por esta razón pasó a formar parte del Libro Guinness de los Récords.
Tenemos todos los climas: selvas, bosques, sabanas, semiáridos, montaña, páramo y nieve, estos climas se encuentran en una gran cantidad de paisajes, parques nacionales, monumentos naturales, playas que no tienen que envidiarle a ninguna en el mundo.
Dentro de estos escenarios se pueden nombrar: tepuyes como el Roraima, Kukenán, Autana, Auyantepuy, Akopán, la Gran Sabana, Canaima, Quebrada de Jaspe, el Tobogán de la Selva, pico Bolívar cubierto de nieve durante todo el año, la cueva del Guácharo, cerro Santa Ana, los Médanos de Coro, Morros de San Juan, Mochima, Los Roques, Morrocoy, la Tortuga, solo por nombrar algunos .
También le dio a nuestro país una gran cantidad de vegetación y reservas forestales, inmensas llanuras, donde se inspiró Rómulo Gallegos en su famosa novela Doña Bárbara, exuberantes selvas y bosques, montañas, desiertos y nieve perenne.
Suelos buenos para la agricultura donde se siembra el mejor cacao del mundo y con el se elabora en Suiza el famoso chocolate Toblerone.
Pero lo mejor que le dio Dios a nuestro país fue su población gente bonachona, amigable, estudiosa, humilde, fraternal, inteligente, talentosa, altruista, caritativa, jovial, alegre, noble, bromista, incondicional, cortés, humanitaria, respetuosa, chistosa, atenta, servicial y lleno de mujeres bellas, que han dado la talla en todos los países donde han emigrado.
Esta diáspora ha traído como consecuencia la fuga de cerebro donde se han ido grandes y buenos profesionales en busca de un futuro mejor y ayudar a los que se quedaron.
Todo esto nos lleva a reflexionar que tenemos todo para ser un país desarrollado y después de ser la nación más próspera de Latinoamérica, este gobierno lleno de ineptos, ladrones, corruptos y forajidos, la llevaron a la ruina, la convirtieron en el país más pobre del continente, incluso más que Haití que por décadas fue considerado el país más pobre.
Que ironías de la vida: tanto petróleo y no hay gasolina, tantas represas de energía hidroeléctricas y se va la luz a cada rato, tanto gas y falta de gas en los hogares, tantos ríos y escasez de agua.
Todo por falta de mantenimiento, el dinero destinado para esto se encuentra en bancos extranjeros a nombre de testaferros de quienes han desangrado al país.
Tenemos fe que pronto con la ayuda de todos y de Dios saldremos de esta hecatombe y sacaremos a nuestro país adelante.
Dios no te olvides de tu pueblo, ayúdalo!.
KUKULI Y SUS SUEÑOS DE COLORES.
Por Alfonsina Barrionuevo (Perú).
De PERÚ: MUNDO DE LEYENDAS. Cabe señala que Kukuli es el nombre de la hija de nuestra amiga Alfonsina y es una magnífica dibujante y pintora.
Lima es una de las provincias increíbles de Perú. Tiene grupos arqueológicos como Caral, con más de 5,000 años, khipus con la adición sugerente de una dama del siglo XVIII y un soldado de la Guerra del Pacífico, piezas de teatro italiano y francés para llamar a la lluvia, dos santuarios, del Señor de los Milagros en Lima ciudad y de otro Cristo venerado en Huamantanga, una mística Santa Rosa y un lego que está en los altares, San Martín de Porres, cuarenta trajes de diario y danza tradicional, una sopa prehispánica que se sirve con piedras calientes y mucho más.
A Kukuli le encantó trabajar a un personajito mágico que ‘vive’ en las alturas de la carretera central. El Uchuchullko, tal es su nombre, que es el pequeño guardián de la vida silvestre. Suele jugar con los niños de la puna y marca a los animalitos recién nacidos el día del Espíritu Santo. La mirada de sus amigos es de una inocencia arrobadora como pueden ver en el dibujo. El cuento a base de la tradición oral se enriquece con sus láminas. ¡Un lujo conmovedor para un personaje fabuloso!
PIRÚA
Una interrogante con profundidad de abismos crece en torno a la palabra Perú. Así se llama nuestro hermoso país sin que haya sido posible descifrar su enigma. ¿Por qué se escondió éste nombre cuando estaba en los alfabetos de las culturas asentadas en sus pisos ecológicos? No era un vocablo cualquiera. Tampoco provenía del Darién, Caribe o Tierra Firme, es decir Centro América. Habría que ver de qué lugar ignoto pudo ser arrastrado por los conquistadores, como el vocablo ‘cacique’, utilizado para los jefes o dignatarios, cuando teníamos los propios, kuraka, apu, si ek, ala ek, malqo y otros. Perú, tal como se escribe, debía tener un origen con rango. Era preciso indagar con paciencia de qué árbol lingüístico se desprendió el nombre como una hoja viva, y en qué momento se incorporó a nuestra historia.
Hasta que me sorprendió apareciendo en mi teclado con un encanto inefable. Perú vendría de Pirúa y la palabra se suaviza, ondula, adquiere un timbre poético. Pirúa, un hombre amado por la naturaleza cuyo nominativo emerge con el arribo de los españoles al norte y es cambiado porque éstos tenían pereza de pronunciar bien ciertas sonidos vocales. La palabra Pirúa se astillaba en sus labios y la corrompieron. Más accesible fue Pirú y así figuró en sus escritos hasta devenir en Perú.
Sucedió en un tiempo sin edad, ñaupa pacha, pasando de padres a hijos y nietos. El viento decía en sus susurros Pirúa. El agua en sus murmullos cantaba Pirúa. Las flores y las enredaderas musitaban Pirúa. Las aves en sus trinos modulaban su nombre Pirúa. El trueno al resonar en las tardes canturreaba Pirúa. El rayo escribía en el aire Pirúa. El arco iris dibujaba en los arcanos Pirúa.
Cuando la gente barbuda, llegada de ultramar, preguntaba quién era el dueño de esta tierra, le respondían Pirúa, Pirúa Paqareq Manko Inka como el fundador de Qosqo. Ese era el nombre que recibió de Illa Teqse, el Hacedor, cuando le encargó cuidar las trojes donde se guardaba la flor de las cosechas: saramama, el maíz de grano como perlas; mama akso, la papa harinosa que humilla al hambre, mama kihura o panoja de kinoa cargada de potencias minerales; los tanpus que eran depósitos donde se almacenaba la ropa mejor tejida; la vajilla más preciada y las armas de guerra. Así estuvo ayudando a sus gentes hasta que su tiempo pasó y le tocó irse a un planeta azul.
Gracias a su autor, nada es mío, la historia responde a la vieja pregunta sobre el nombre de Perú. Hasta ahora no he hallado otro cronista que la considere.
Quien inventó a Pirúa hizo volar la imaginación en aras de la necesidad de contar con un héroe fundador. El relato es novedoso entre nuestros mitos y leyendas.
La confidencia de los suyos, descendientes de los inkas y khipukamayuq, fluía en forma natural porque se sentía inspirado. Aprendió con la gente del Ande que el cielo se remecía de alegría al recibir los rayos y los besos de oro de Apu Inti, su hijo bien amado y temido. Un día de estos publicaré toda la mágica historia con nombres, pelos y señales. Ya tengo todo registrado.
NICANOR PARRA Y SU LARGO CAMINO POR LA VIDA.
Por Maigualida Pérez Gonzáles (Venezuela).
Nicanor Segundo Parra Sandoval nació en Chile, en San Fabián de Alico, el 5 de Septiembre de 1914 y falleció en Santiago el 23 de enero de 2018. Gabriela Mistral lo llamó en mil novecientos treinta y ocho adelantándose a sus futuros reconocimientos: El futuro poeta de Chile.
Estaría cumpliendo hoy 107 años de vida y nos sumamos a la alegría del pueblo chileno por haber tenido este insigne poeta, físico y matemático, galardonado muchas veces. Recibió el Premio Nacional de Literatura. El Premio Cervantes le fue otorgado: reconociendo la valía de un creador universal, junto a la necesidad de la búsqueda de nuevas formas de expresión y la exploración de las fronteras comunicativas del ser humano. Debido a su avanzada edad no pudo asistir a la premiación, asistió en su lugar su nieto, Cristóbal Ugarte. Para la ceremonia, Nicanor envió de regalo su máquina de escribir, a la que llamó “la máquina del tiempo” y un poema oculto en un sobre sellado con instrucciones para que se abriera dentro de 50 años. Recibió igualmente el Premio Reina Sofía, el Premio Juan Rulfo y el Premio Iberoamericano de Poesía, siendo elegido de manera unánime por su gran trayectoria, por su aporte al enriquecimiento del lenguaje poético latinoamericano, por su humor, su ironía, su mirada infatigablemente crítica y por la extraordinaria diversidad de sus búsquedas como antipoeta, poeta visual y traductor. El premio correspondió a sesenta mil dólares, más un diploma y una medalla. Al ser informado el poeta señaló: No es la primera vez que me dan un premio que no merezco y espero que no sea la última. Me querellaré contra quienes resulten responsables.
El poeta fue postulado al Premio Nobel de Literatura en diversas ocasiones. La primera por la Universidad de Nueva York, la segunda por la Universidad de Concepción y la tercera por la Universidad de Chile.
Nicanor fue el mayor de nueve hermanos, nació en el seno de una familia modesta sometida a la precariedad económica y a continuos cambios de residencia. Su padre, Nicanor Parra, era maestro y músico y su madre, Rosa Clara Sandoval, costurera. Ella solía cantar canciones folklóricas. Tres de sus hermanos llegaron a ser reconocidos artistas populares: Roberto, Eduardo y Violeta. Tuvo tres hijos: Catalina, artista visual, Colombina y Juan de Dios, músicos.
En 1927 ingresó al Liceo Hombres de Chillán, donde cursó hasta el quinto año de Humanidades. Luego partió a Santiago para terminar la educación secundaria gracias a una beca de la Liga de Estudiantes Pobres. Más tarde ingresó al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile donde estudió Matemáticas y Física. En 1935 publicó su primer libro: Cancionero sin nombre. Según la crítica especializada, el modelo de este poemario fue el Romancero Gitano de Federico García Lorca. En ese libro Parra incorporó la figura métrica del romance y el hablante poético como personaje de los versos, existen en sus letras elementos que prefiguran ya la antipoesía.
Regresó el poeta a Chillán para desempeñarse como profesor de Matemática y Física en el liceo donde había estudiado. Al año siguiente obtuvo el Premio Municipal de Santiago por su contribución a la Física y la Matemática. Mediante una beca viajó a Estados Unidos a estudiar Mecánica Avanzada en la Brown University y al regresar se incorporó a la Universidad de Chile como Profesor Titular de Mecánica Racional. Luego fue Director de la Escuela de Ingeniería. Más tarde, con la beca del Consejo Británico estudió Cosmología en Oxford y después de haber pasado como alumno conflictivo fue designado como Profesor Honorario de tan distinguida Institución.
En 1954 apareció su segundo libro: Poemas y antipoemas. El poeta fue uno de los más importantes protagonistas de la literatura chilena desde la segunda mitad del siglo XX. Su inteligencia, curiosidad y capacidad de observación lo llevaron a ser un gran conocedor de la cultura que lo rodeaba, lo que lo llevó a analizar y profundizar su propio trabajo. Es considerado el creador de la Antipoesía; una propuesta literaria distinta con versos cargados de ironía utilizando un lenguaje coloquial, directo, con un ritmo que se adaptaba a la circunstancia a la que se refería, produciendo un corte radical en la poesía de América Latina. Él mismo declaró alguna vez reconociendo el impacto que su poesía causó en la literatura: La Antipoesía no es otra cosa que el ying y el yang, el principio masculino y femenino, la luz y la sombra, el frío y el calor. La poesía es crear vida en palabras, realmente eso es lo que me pareció que tenía que ser la poesía. Una vez que se acepta este punto de partida, caben muchas cosas en la poesía, no tan sólo las voces impostadas, sino también las voces naturales, no tan sólo los sentimientos nobles, sino también los otros, no tan sólo el llanto, sino también la risa, no tan sólo la belleza, sino la fealdad. Me pareció que la clave de todo el problema estaba en la palabra vida; y la antipoesía no es otra cosa que vida en palabras. Durante medio siglo la poesía fue el paraíso del tonto solemne hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa. Suban si les parece. Claro que yo no respondo si bajan echando sangre por boca y narices.
Desde entonces la producción de Nicanor Parra fue prolífica: Versos de salón, Canciones Rusas, Obra Gruesa, Artefactos, Sermones y Prédicas del Cristo de Elqui, Chistes para desorientar a la poesía, Coplas de Navidad, Poesía Política, Hojas de Parra, la Cueca Larga, que nos muestran los festivos ritmos populares chilenos y muchos más títulos. Declaró el poeta que su “maestro absoluto” fue Franz Kafka y que algunos otros autores que lo influyeron fueron: Walt Whitman, Federico García Lorca, Julio Cortázar, Gustavo Adolfo Bécquer, Ernesto Cardenal y Juan Rulfo.
La poesía de Nicanor no se parecía en nada a lo que escribían los poetas de su época. En una ocasión Pablo Neruda escuchó los versos de Parra recitados por él mismo durante una velada en su casa en Isla Negra. Al terminar la lectura felicitó al poeta y le preguntó cómo había sido capaz de escribir a partir de la nada. Neruda, personificando la antigua forma de escribir, quizás visualizó que sería la primera víctima de esa nueva escritura. Y así, los poetas se distanciaron. En una entrevista años más tarde Parra expresó: Nunca fui el autor de nada, porque siempre he pescado cosas que andaban en el aire.
Nicanor Parra fue también un escultor, un artista visual. Su obra se ha expuesto en Estados Unidos, España y Chile. Escribió y diseñó Artefactos. Según sus propias palabras se encargó de seleccionar de los textos hablados, aquellos más significativos, aquellos que contienen una mayor cantidad de energía. Por ejemplo, su artefacto USA dice: Donde la libertad es una estatua. Y en otro escribe: Yo no soy derechista ni izquierdista, yo simplemente rompo con todo. Tal vez se refería a su visita para tomar el té con la esposa de Richard Nixon que le costó la hostilidad de la izquierda chilena.
El prólogo del Catálogo de la exposición Artefactos Visuales en Madrid titulada Ocho segundos de Nicanor Parra lo escribió Roberto Bolaño que expresó: Sólo estoy seguro de una cosa con respecto a la poesía de Nicanor Parra en este nuevo siglo: pervivirá. Esto por supuesto, significa muy poco, y Parra es el primero en saberlo. No obstante, pervivirá, junto con la poesía de Borges, de Vallejo, de Cernuda y algunos otros. Pero esto, es necesario decirlo, no importa demasiado. El que sea valiente que siga a Parra. Sólo los jóvenes son valientes, sólo los jóvenes tienen el espíritu puro entre los puros. Pero Parra no escribe una poesía juvenil. Parra no escribe sobre la pureza. Sobre el dolor y la soledad sí que escribe; sobre los desafíos inútiles y necesarios; sobre las palabras condenadas a disgregarse, así como también la tribu está condenada a disgregarse. Un apunte político: Parra ha conseguido sobrevivir. No es gran cosa, pero algo es. No han podido con él ni la izquierda chilena de convicciones profundamente derechistas ni la derecha chilena neonazi y ahora desmemoriada. No han podido con él la izquierda latinoamericana neostalinista ni la derecha latinoamericana ahora globalizada y hasta hace poco cómplice silenciosa de la represión y el genocidio.
Nicanor Parra manejaba su escarabajo y expresaba: Renuncié a la literatura y me dediqué a escribir frases de los niños. Era un excelente conversador, un hombre genial sin edad definida, actual y lleno de humor, aparte de ser galante y muy cortés. Conversar con él era como aprender sin estudiar, era irse a lo profundo. En febrero del 2013 visité Isla Negra y con el poeta chileno Alfred Asís, el poeta uruguayo Enrique González y los poetas bolivianos René Aguilera y Guido Medinacelli fuimos a visitarlo para entregarle el libro Cien poemas a Nicanor, editado por Alfred, que también vive en Isla Negra, donde poetas de diversos países unieron sus letras para homenajearlo. Igualmente René, presidente de la Unión de Escritores de Tarija, le otorgaría la Medalla de Oro Castillo Azul en reconocimiento a sus letras. Creo que todos teníamos una emoción contenida, pensando si sería posible que nos recibiera, se decían tantas cosas, que no daba entrevistas, que no recibía visitas, pero con nosotros fue todo lo contrario. Gentilmente nos recibió en compañía de su amiga y ex alumna Tati.
Muy emocionado recibió la medalla y el libro. A mí me pidió que leyera uno de los poemas y yo fui un poco egoísta y leí el mío. De igual forma me pidió leer en un libro muy querido por él, el Epistolario de Diego Portales. Allí escogió una carta dedicada por Portales a la señorita Z. El contenido de la carta era jocoso y todos reímos. Luego mandó a preparar té, bailamos cueca y nos retiramos sin ganas de irnos para no abusar de su excelente hospitalidad. ¡Gracias Nicanor! ¡Conocerte y compartir contigo fue un gran privilegio para todos nosotros!
Gracias por tu lectura y recuerda compartir con los más jóvenes la historia de los hombres de América.
ELLA SE LE QUEDÓ ENCERRADA EN EL ESPEJO (MICRORRELATO).
Por Andrés Fornells (España).
Rómulo era un joven romántico, sentimental y soñador. Durante una semana no se presentó al trabajo. En la empresa donde prestaba sus servicios quisieron averiguar las causas de su absentismo laboral y lo llamaron repetidas veces por teléfono, inútilmente. Los vecinos, extrañados por esta circunstancia y porque habían dejado de verle, llamaron a su madre.
—No queremos alarmarla, señora; pero su hijo ha dejado de ir a trabajar y hace días que no le vemos. Le avisamos por si existe la posibilidad de que le hubiese ocurrido alguna desgracia dentro de su apartamento. Desde que lo abandonó su mujer estaba muy raro. No nos devolvía el saludo, andaba como sonámbulo y parecía no estar más en este mundo.
—Ay, Señor, marcho a la estación de autobuses inmediatamente. Y no permita Dios haya cometido este hijo mío alguna barbaridad –temió aquella angustiada madre–. Estaba tan locamente enamorado de la insensata de su mujer, que se le ha hecho insoportable su abandono.
Tras dos horas de viaje, la preocupada madre llegó a la vivienda de su hijo y entró allí con la llave que ella tenía. Lo primero que vio nada más entrar, fue lo sucio y abandonado que estaba todo. El miedo a una posible tragedia invadió su corazón. ¿Encontraría a su hijo muerto?
Abrió la puerta de su dormitorio y allí estaba él, delgadísimo (llevaba más de una semana sin comer) sentado en una silla delante del gran espejo del armario ropero, inexpresivo su rostro y con los ojos extraviados, fijos en la brillante superfie azogada.
—¿Qué te ocurre, hijo de mi alma? —le preguntó profundamente asustada por su depauperado aspecto.
—Nada. No me ocurre nada, mamá. Estoy aquí con Alba. La tengo encerrada en el espejo y no quiero separarme un instante de él para que ella no pueda cumplir su amenaza de marcharse y dejarme solo. La quiero tanto que, si la perdiera, me moriría de tristeza.
La pobre mujer, rompiendo en sollozos, se puso a buscar en su móvil el número de un psiquiátrico.
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
Hace algo más de 50 años un accidente de aviación conmocionó al Perú y el mundo . Este cuento de Addhemar H.M. Sierralta, en parte testimonial, nos recuerda una historia real.
Parecía de noche y el viento soplaba sin cesar. La tormenta obligaba a que los pasajeros se colocaran el cinturón de seguridad. Faltaba poco para llegar a Pucallpa y Ana María recorría el pasillo del avión para calmar a los pasajeros más nerviosos. Ella había pasado situaciones parecidas al volar sobre la selva peruana y era una de las aeromozas más preparadas de la compañía. Cerca del ala, una jovencita de unos 17 años, con lentes, se abrazaba a su madre. Tenían tipo extranjero. Les dijo que no se preocuparan porque todo pasaría.
En realidad en sólo unos minutos estarían aterrizando, si es que podemos, pensó Ana María. Ojalá pase la tormenta y podamos salir de Pucallpa al instante. Aún me falta comprar un par de regalos. En eso se remeció el avión y sintió como caer al vacío. La gente gritaba.
Quien debería estar ahora es la gorda pero la conchuda se hizo la dormida. Ya me las pagará. Además su marinovio, el capitán, la va a requintar. Bueno ... me falta comprarle a mi tía y a mi vecinita que pasará la Navidad en casa ... ojalá regresemos antes de las tres de la tarde y podré alcanzar algunas tiendas abiertas.
Siempre los 24 de diciembre son agotadores para quienes compran sus regalos a último minuto. Otro remezón del avión y se abrió un compartimiento sobre la madre e hija que continuaban abrazadas. Se acercó a cerrarlo y vio que entre bolsos de mano y paquetes de regalo había un panetón "D'Onofrio". Le dió algo de hambre. Ya era más del mediodía. Cerro el compartimiento, miró su reloj : 12 y 35 de la tarde.
Creo que hay unas tajadas de queque en el repostero. Y se dirigió hacia la zona de alimentos del avión ... seguro que si fuésemos a Talara los comeríamos con Addhemar ... cerró sus ojos mientras caminaba y pensó en los ojos verdes de su amigo especial ... en su próximo viaje a Australia ... allí hay más hombres que mujeres y tal vez encuentre novio ... que lástima que mi ojiverde se casara ... y se hizo la noche para todos.
Un rayo con su enorme fuerza destructora rompió la aeronave en mil pedazos ... Ana María no llegó a saciar su hambre ... los ojos verdes de su amigo daban vueltas .... vio colores rojo, plata, amarillo, sintió un calor inmenso y luego le pareció estar sobre el verde manto, volando como una ave... Felíz Navidad escuchaba en coro ... el rostro de su madre, de su padre, de toda su familia giraba alrededor de ella. Luego todo se hizo negro. Llegó la eterna noche de verdad.
Mi bella ricitos negros hubiera sido una buena esposa. Cuando la conocí, en uno de mis tantos vuelos en LANSA, me obsequió con la mejor de sus sonrisas y sus ojos negros, penetrantes, grandes como los de un cervatillo tierno, se hacían chinitos cuando reía. Eran ojos brujos, hipnotizadores. Su cabello largo, a veces con cola de caballo, otras recogido, era luminoso, sedoso y de un negro intenso como la noche. Pero siempre sobre sus mejillas y antes de sus orejas pendían, bamboleantes, sus ricitos negros con los que ella jugaba coquetamente. Y yo aprendí a descifrar los mensajes que ellos me brindaban. Una piel canela aporcelanada y un talle esbelto, como de reina de belleza, completaban la real hembra que era Ana María.
Lo más interesante de ella, no era precisamente su belleza, sino aquel espíritu de servicio y gran corazón que mostró siempre. Una inteligencia y espiritualidad que cautivaban a poco de charlar con mi ricitos, como le decía con cariño.
Por esos días había conocido en Talara a quien sería mi esposa. Ana María cuando llegaba en sus vuelos a esa ciudad me pasaba la voz por teléfono y yo de inmediato iba a verla al aeropuerto. En algunas oportunidades subía al avión a tomar un trago o un refresco con ella. Otras lo hacíamos en el comedor y bar del aeródromo. Sabía que me gustaban los dulces y me guardaba algunas rebanadas de queque tipo inglés.
En verdad nos sentíamos muy atraídos. Incluso, en uno de mis viajes a Lima, me invitó al departamento de su amiga, una sobrina del general Málaga Prado, quien condujo la toma de Talara aquel 9 de octubre de 1968. Era frente al Campo de Marte. Me presentó, también, a sus compañeras aeromozas y la más amiga era la gordita, quien tenía una relación sentimental con uno de los capitanes, padre de una chica casada con un ingeniero de Talara. Casi siempre su amiga y el aviador coincidían en los vuelos.
Demás está decir que nos teníamos un especial cariño. Ella comprendió lo de mi matrimonio y se puso felíz cuando nació mi primer hijo. Por eso, junto con una prima y otra amiga aeromoza, querían irse hasta Australia a "cazar maridos", como lo decían bromeando y con alboroto. Ana María, mi ricitos, fue por mucho tiempo mi correo para los envíos de cartas y dinero a mi esposa y mi mamá, quienes residían en Lima.
Tu hijo es precioso, me dijo emocionada un día. Lo conocí, se parece a ti y me besó en los párpados. Ojalá tenga mi hijo y sea tan bonito, agregó.
Jamás tuvo un disgusto conmigo, nunca estaba de mal humor, era muy cariñosa y comprensiva. "Señorita Santisteban, podría reemplazar a fulanita, la necesitamos para un vuelo especial ...", y ella siempre dispuesta, como ocurrió aquel día, víspera de la Nochebuena de 1971.
Muchas semanas después de la desaparición del avión, en el que viajaban 92 personas, todos pensaban que no había sobrevivientes. Dios quiso que una jovencita se salvara. Era Julianne Koepcke, de 17 años, una alemana que viajaba con su madre para pasar Navidad con su papá, un especialista en vida natural. Sobrevivió gracias a sus conocimientos de la selva, inculcados por sus padres, y a una bolsa de panetón que le sirvió de alimento junto con frutas y hortalizas que recogía en su terrible recorrido por la selva.
Mi ricitos debe seguir volando. Debe seguir soñando con viajar a Australia y tener un hijo como el mío. Algún día comprará los regalos pendientes y degustaremos queques con bebidas gaseosas en su nave en la eternidad. Lo único seguro es que en cada viaje que realizo ella me atiende, me cuida, me da ánimo. Me habla de mi familia, de mis hijos, que debo cuidarme. Que se siente orgullosa de lo que he logrado y que está reconfortada al saber que siempre tuvo razón : "Valió la pena conocernos ... los momentos vividos fueron hermosos ... y sabes - me dice con ternura - tus hijos son los míos".
La tormenta pasó. Lo obscuro se hace luz y aparece el sol esplendoroso, lento, es otro mediodía como aquel 24 de diciembre. Concluyo de escribir y siento que Ana María está a mi lado, coqueta, sonriente, con sus ojos achinados y deja que juegue con sus rizos negros. Durante mi sueño, de la última noche, ella no se cansó de decirme : "Addhy ... escribe sobre mi ... acuérdate de tu ricitos ... " Cierro mis ojos y las lágrimas quieren brotar ... tonto, estoy bien, los niños grandes no deben llorar ... y una sensación extraña sobre mis párpados y un aliento delicioso me dice que está besándolos como cuando conoció a mi hijo. Ricitos, tampoco me equivoqué contigo ... gracias.
UN GRAN AMOR.
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
Un poema escrito por el autor en sus años juveniles.
UN GRAN AMOR
Yo tuve un amor, un gran amor
con mi dolor lo formé, muy bello
con mi sufrir se marchó, muy triste.
Fue un amor puro, un solo amor
puro como la nieve más blanca
y en mi alma jamás morirá.
Yo tuve un amor, un gran amor
con alegría me amaba, que dicha
con sangre en los ojos partió, que pena.
Fue un amor puro, un solo amor
puro como devoción divina
y en mi alma jamás morirá.
Yo tuve un amor, un gran amor
con que ternura besaba, tan suave
con ojos muy tristes se me iba, tan niña.
Fue un amor puro, un solo amor
puro y fuerte como el marfil sereno
y en mi alma jamás morirá.
Yo tuve un amor, un gran amor
con una muy fina voz me hablaba, que buena
con una no se que melancolía se fue, que noche.
Fue un amor puro, un solo amor
como el rielar de una estrella santa
y en mi alma jamás morirá.
Yo tuve un amor, un gran amor
conmigo empezó su vida, tan dulce
conmigo acabó su vida, tan breve.
Fue un amor puro, un solo amor
como sólo ella sabía amar
y en mi alma jamás morirá.