miércoles, 19 de mayo de 2021

TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL (MIAMI), DE ADDHEMAR H.M. SIERRALTA - AÑO 13 Nº 424, DEL 19 DE MAYO DE 2021

 
 
TIEMPO NUEVO 

Internacional 

  Por Addhemar Sierralta 
 
Año 13 Nº 424
 

  Miami 19 de mayo de 2021

 

 

 

A FAVOR DE LA ÉTICA DE LA RESPONSABILIDAD.

 

Por Hugo Neira (Perú).

 

Publicación de “El Montonero”, que edita el autor, y que compartimos con ustedes porque creemos es uno de los mejores artículos en esta época de riesgos. ”Queremos democracia para más grandes reformas”.

         

Dejémonos de fingimientos y sutilezas, el país democrático está a punto de colapsar. La descomposición reina en el Perú. La segunda vuelta está cantada. No se juega la victoria o la derrota de la derecha o de la izquierda sino algo mayor, trascendente, la nación misma, la patria, la Soberanía. Cuántos pueblos marchan hacia sus libertades en este planeta pese a considerarse comunistas, ¿y entre nosotros hay ciudadanos que votarán a favor de un marxismo-leninismo trasnochado? Y quieren eludir que si eso ocurre, es el fin simple de la libre expresión o el de tener una humilde tienda o un negocio privado. Todo va a ser Estado. Pase lo que pase en las urnas, los peruanos van a mirar de frente el profundo laberinto que es el incompleto Estado y también su sociedad. En general creemos que nuestro mal, que es el desorden, proviene de los políticos y eso es una manera de librarnos de la culpa. La corrupción, que ha sido la bandera de varios personajes que llegaron a Palacio, está sembrada en toda la sociedad, arriba, al medio y abajo. Pero si se vota a favor de Perú libre, y se instala un régimen despótico —con el gobierno de unos cuantos, con una nomenklatura como en la Rusia soviética y el actual poder en Venezuela, la situación de anomia y enriquecimiento ilícito alcanzará niveles increíbles.

 

El abismo que se puede abrir de aquí a unas semanas ha comenzado desde hace veinte años. Un periodo de crecimiento imposible de negar, en el 2001, un 58% de pobreza y en 2017 un 21%. Sin embargo el rumbo político siguió siendo incierto, el camino a la modernidad no se inició, y seguimos con una producción primaria, la de siempre, extracción minera y algo de agricultura. Somos sin duda un caso especial. Cuanto más exitosa era la economía abierta, mayor era el rechazo político. Sin embargo algo parecido ya había ocurrido en nuestra historia. Jorge Basadre, el más lúcido historiador del Perú republicano, ante el aumento de la riqueza tras la derrota en la Guerra del Pacífico, producido de 1900 a 1930, califica ese periodo como «el auge falaz». 

 

Por mi parte, a mi retorno de Europa, encontré una economía peruana que crecía, al punto que el FMI ubica la del Perú, de 1990 a 2016, entre las mejores. Por mi parte, no lo vi así. Y llamé a esas décadas «la prosperidad del vicio». No es una clasificación sin bases. He aquí lo que ocurrió en Perú, a lo largo de los inicios del siglo XXI.

 

En esas décadas «el desencanto económico fue mayúsculo, la desconfianza en los políticos al tope. Las encuestas recogían esas emociones que no se confiesan». Todo esto dije en una entrevista para Brecha, Montevideo, 2011. Lamentablemente anticipaba la desilusión de los peruanos con la democracia. Esa decepción paradójica en Perú, no convencía al FMI, pero en la población era el 60% del peruano de a pie. Y a ese disgusto cotidiano en las capas sociales populares, se suman los escándalos de todo tipo, como la habilidad de Odebrecht, empresa brasileña, para seducir buena parte de la clase política, cosa que también logró en otros países (el Brasil del gran Lula, que no dejaba de ser una suerte de subimperialismo, y no por azar el caso de Odebrecht se hizo público gracias a que lo desvelaron los norteamericanos). El poder en Lima —esa suerte de Mónaco que ignora la vida de las provincias— se volvió una Sodoma y Gomorra. Los diarios, los medios, el lugar de las maniobras y actos ilícitos fueron grabados en audios y dados a conocer en la TV. Y acaso, en ese momento, el sistema de partidos políticos se desmorona por su descrédito. Centenas de políticos, funcionarios, periodistas y jueces. Como sabemos, tanto los sociólogos como los politólogos y psicólogos, una crisis moral, en sociedades donde no se ha terminado de salir de la pobreza y el subdesarrollo, puede provocar una regresión autoritaria en las urnas. Y ese es el momento de los radicales, tanto de derechas como de izquierdas. Un gran historiador europeo ha dicho que contrariamente a lo que se cree, en la historia hay momentos decisivos. Desde la muerte de César a nuestros días. 

 

Lo que puede pasar ahora no es la primera vez, tiene un antecedente. Hugo Chávez, en vida y presidente, asoma en la vida peruana apoyando a Ollanta Humala. Pero comete un error, llama al candidato Humala «el buen soldado». En ese instante, los peruanos, bien que mal, confiaban en gran parte en su sistema de economía abierta, y entonces, votaron por el otro candidato, Alan García, que había hecho un gobierno muy discutido, en medio de la guerra civil desencadenada por Sendero Luminoso poco tomada en cuenta. (Llegó a ocupar gran parte del territorio, por poco no gana). Volviendo a las elecciones del 2006, Alan García ocupa el espacio del «mal menor». Y así consiguió su segundo gobierno, que a partir de una economía abierta fue una de los mejores que tuvo el Perú. Disminuye enormemente la pobreza. Pero el malestar continuaba y Ollanta insiste en el 2011. Su partido se llamaba «nacionalista». Gran parte del electorado vio en él un exmilitar y un mestizo, por lo tanto, cercano tanto al fantasma de la repetición de un militar en Palacio a la manera de Velasco. Esas elecciones eran para cambiar el sistema neoliberal. Pero Ollanta, a los 3 o 4 meses de gobierno, se rinde ante «una hoja de ruta». Las grandes reformas quedaron para un futuro impreciso. 

 

El enigma peruano. ¿Veinte años de descontento social y a la vez de auge económico? Lo primero que podemos pensar es que el descontento de una gran mayoría de peruanos proviene del olvido de las necesidades. Pero los datos estadísticos muestran lo contrario. No solo la pobreza había disminuido, «la vida de una familia popular había cambiado sustancialmente: del 67% que tenía un hogar con alumbrado eléctrico en 1996, en el 2009 sube a un 86,4%. A nivel rural —talón de Aquiles de la sociedad peruana— las viviendas con disponibilidad de áreas de saneamiento pasan de un 43% en 1993 a un 60% en el 2008. El malestar no podía deberse, pues, a un crecimiento exclusivamente para las capas medias y ricas. En fin, una hipótesis razonable es que el menudo pueblo no había visto crecer dinero en sus bolsillos. Pero otra vez, los datos son desconcertantes. En 1980, el ingreso per cápita es de 890 US $. En el 2009, es de 4'200 US $. Y en el 2017, es de 6'541 US $. Estos índices los exponen el Banco Mundial e Images Economiques du Monde, edición 2017.

 

Ante el descontento en el periodo de crecimiento, puede haber otra hipótesis razonable. Acaso un proceso inflacionario o tal vez una deuda externa exuberante. Es el caso de algunas naciones como la Argentina y sus famosos fondos buitre, pero el Perú ha mantenido en su política monetaria y cambiaria una seriedad inconmovible, debido al buen manejo del Banco Central de Reserva. Al punto que más tarde, hubo recursos para el momento crítico de la pandemia. Entonces, ¿los empleos? Tan poco es eso. Mientras se triplicaba el PBI, aumentaba la demanda privada y pública en esos 20 años de bonanza. Hubo más población y gente activa, la PEA pasó de 13,4 millones a 14,8 en el 2009. Para decirlo en pocas palabras, la evolución económica y social del Perú ha sido inversamente proporcional al aumento de la confianza en los políticos, las instituciones y el Estado. 

 

Desechada la economía y la sociedad donde aparecieron clases medias emergentes, es preciso buscar en otros espacios, más cerca acaso de las mentalidades y lo subjetivo. Una de las interrogantes, en la sociología de movimientos sociales de descontentos, puede no ser de orden económico sino de otro, moral y étnica. Lo llamaríamos los sentimientos de injusticia. Su protesta y rebelión no proviene necesariamente de los partidos políticos. No es casual, en este caso, que en la primera vuelta quien ha alcanzado la mayor votación ha sido un líder campesino y a la vez, profesor de primaria, para asombro del resto de la sociedad peruana, Pedro Castillo. Podemos investigar mucho más esa fuerza colectiva, otros actores, otras estrategias. Pero sin olvidar que en la primera vuelta, los aspirantes a la presidencia no representan las «grandes mayorías» como lo han sido las elecciones del 2016 con PP Kuczynski, del 2011 con Ollanta, del 2006 con Alan García, y del 2001 con Alejandro Toledo. Y más bien por el parlamento, Valentín Paniagua en el 2000, ante la fuga y renuncia de Alberto Fujimori. ¿Se buscaba algo nuevo? La mayoría de los expresidentes, del 2001 a la fecha, han pasado por «prisiones preventivas». Si se suma a ese descalabro la pandemia y sus muertes, se entiende que la ocasión de unas elecciones era y es la peor. ¿Cómo razonar serenamente? Las pasiones personales o colectivas siempre están presentes en las decisiones políticas, pero esta vez, al máximo.

 

No olvidemos que el Perú está en un continente en que el sentido de pertenencia —la identidad para decirlo de otra manera— se está perdiendo en sociedades cada vez más fragmentarias, a raíz de los efectos socioeconómicos del neoliberalismo. Y entre ellas, el Perú es acaso el más fragmentado. En el Perú siempre ha habido un mosaico de perspectivas. Es muy difícil todavía hablar de la «sociedad peruana». El Perú se explica por ser, en términos de comportamientos y mentalidades, por lo menos dos grandes culturas. La criolla y la andina. Ambas provienen de los desechos del Tahuantinsuyo, la Conquista, el periodo colonial, la República en el XIX en manos de los blancos y los conflictos etnopolíticos en el curso del siglo XX. Dos grandes culturas que cohabitan y que tienen reivindicaciones y vocaciones diferentes. Si el neoliberalismo produce grandes brechas en sociedades que llevan siglos de cohesión, ¿qué se puede esperar de un país tan complejo como el peruano, donde la cohesión social es lo que menos interesa? Una vez más, dos índices escalofriantes. Aunque subían los ingresos —antes de la pandemia— la cohesión que necesita la nación disminuía. El Perú es el país que menos cumple en su obligación tributaria. Y en las encuestas que se han hecho, para vivir bien, el tipo de formación universitaria preferida, en Bolivia y en Perú, es una carrera corta para el 39% contra un 40% que prefiere una buena formación para un buen trabajo. Y en cuanto a buenos conocimientos —que significaría que se preparan para dar un salto a la sociedad industrial y posindustrial— solo un 3% en Bolivia y apenas un 7% entre los jóvenes peruanos.

 

Con tal mentalidad, el Perú no saldría nunca de lo que se llamaba el Tercer Mundo. Las grandes obras como las que necesita el país —ferrocarriles, carreteras para los dos millones de campesinos propietarios después de la Reforma Agraria de 1969— no entraban en las agendas del Estado. Hasta que vino la pandemia.

 

Es y sigue siendo un gran mal. Pero nos abrió los ojos. Descubrimos entonces que no éramos el país que estaba a punto de entrar a la OCDE. Nos dimos cuenta de que lo que llamábamos 'los informales' era una solución siempre inestable y momentánea. Y de pronto, que la pandemia, por las cuarentenas, hacía perder millones de puestos de trabajo y a la vez, mataba familias enteras con casas pequeñas o insalubres en las capas pobres de la sociedad. Descubrimos que nuestra organización social era precaria, tanto como el Estado y la sociedad. Y que muchas cosas deben reformarse, siempre y cuando sigamos teniendo libertad y el Perú sea de los peruanos.

 

¿Por qué digo esto? El Perú sigue siendo un país con recursos que no existen en otras sociedades. Entonces, la votación de la segunda vuelta, en junio, no es un tema únicamente peruano. Lo que me inquieta es la geopolítica continental. Por mi parte, no es que el partido Perú Libre sea comunista, lo admitiría si fuera la decisión de los ciudadanos. Aunque sea una regresión. Pero eso no sería sino el primer paso a algo peor: volveríamos a ser colonia. Cuba ha logrado algo increíble. Colonizar y dominar otra república latinoamericana. O sea, Venezuela. Pero ni la una ni la otra tienen lo que tiene el Perú, pese a sus problemas. Tenemos en los Andes cuatro enormes cuencas, Cusco-Puno, Junín y Huancayo, y la cuenca de Cajamarca. Lo que puede producir una de esas cuencas puede alimentar las hambrientas La Habana y Caracas. Eso quieren, pero no comprando sino dominando. Y entonces, los campesinos que votarán por PL serán los nuevos yanas de sus nuevos conquistadores. Estamos en el siglo XXI, la cuestión de la globalización hace que nuestras opciones políticas dejen de ser nacionales. Y entonces, lo que se juega, el 6 de junio, no es si gana la pareja Pedro Castillo y el señor Cerrón. La cuestión es si perdemos la Soberanía. Si volvemos a tener virreyes. Años atrás, Nicolás Lynch escribió ¿Qué es ser de izquierda?. Y establece dos tipos de organización: izquierdas autoritarias e izquierdas democráticas. Hoy, las últimas se han esfumado. Solo quedan las primeras. El Apra era una suerte de socialdemocracia en un país de indios, criollos y mestizos. 

 

Entonces, ¿qué nos queda? La nación como salvación. Pero eso nos va a costar un esfuerzo enorme. Nuestra crisis no es solo la salud, la pérdida de empleos, sino una crisis de lo peor, una crisis ética. El gesto que nos salve es de contenido ontológico. Sí, pues, es filosófico y moral. No somos un país acostumbrado a la filosofía, tuvimos uno que otro curso y por lo general, profesores de filosofía. Pero hoy, al borde del abismo, tenemos que elegir entre la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad. Fue una idea de Max Weber. Y las mismas ideas luego, en el filósofo alemán Jonas. Es simple y terrible. ¿Los peruanos serán los siervos de los cubanos? ¿Es así el fin histórico del Perú? Hemos llegado a esta situación acaso porque tuvimos una serie de presidentes improvisados, salvo un par de políticos, Paniagua y Alan. Y hoy es preciso un esfuerzo enorme, de orden moral y patriótico.

 

No es fácil olvidar por un momento la convicción. Muchos de mis amigos y colegas no admiten de ninguna manera a Keiko y a su fujimorismo. Los entiendo. Yo mismo, nunca lo fui. Pero queda la ética de la responsabilidad. Queda lo que puede hacer la pareja Castillo-Cerrón, que tiene tales propósitos que se niega a declararlos en debates electorales. Son un agujero negro, lo digo como metáfora. En el cosmos existen pero no sabemos qué tienen dentro. Por lo demás, la ironía que el Perú se pierda justo para su Bicentenario...

 

Cuentan que Diderot —el ilustrado francés que crea la Enciclopedia— había escrito una carta titulada «Carta para ciegos». Ese es mi caso. No entienden algunos que las patrias acaso no son inmortales. ¿No desapareció Yugoslavia, fragmentada entre serbios, croatas, montenegrinos y musulmanes, etc? Cuando la situación es extrema, el alma misma sufre de imponerse a sus propias creencias, en nombre de algo trascendente. Fue el caso del encuentro entre el presidente Roosevelt, Churchill y Stalin, en secreto y peligrosamente, en Yalta. Eran tres hombres de Estado que se detestaban. Para Stalin, el inglés conservador que era Churchill era alguien que hubiera mandado a matar inmediatamente. Lo mismo Churchill que estaba al tanto de los crímenes de Stalin que había fusilado a la guardia vieja bolchevique, la gente de Lenin. Lo mismo el americano. Pero la guerra y la política son así. Por encima de todo, había que vencer a Hitler. Este caso, muy conocido, puede que nos ilumine. A veces hay que hacer lo que no nos gusta, en nombre de la patria. 

 

Sí, en nombre de la patria. Yo les digo, cuando mi padre súbitamente tuvo un infarto, yo estaba en Francia y era Navidad, y muchas gentes volaban para encontrar sus familias. Y no puedo olvidar a la funcionaria de Air France en aquella noche buscando una ruta, que fue la de salir de Francia a Canadá y de ahí a otro avión en los Estados Unidos, y al fin, Lima. Mi padre ya había muerto. Me reclamó hasta el último minuto. Ahora mismo me saltan las lágrimas. El féretro se lo echaron a la espalda mis camaradas del CEDEP, Pancho Guerra García, Carlos Franco,... Pues bien, tan duro como la muerte de un padre es la muerte de tu país. Lo digo porque este es el riesgo que corremos. No quiero creer que desapareciera el Perú porque unos cuantos ciudadanos que no evaluaron el riesgo de perder la patria. Por esto, en esta columna que puede ser de adiós, insisto en que la ética de la responsabilidad es la solución. No hay otra. Tendremos entonces el tiempo necesario para las grandes reformas que la sociedad y el Estado necesitan. 

 

Podemos hacerlo sin desenterrar el modelo de Lenin e imponerlo en un país, que mal que bien, ya se ha acostumbrado al uso de la libertad. Lenin tenía sus razones, en una Rusia de campesinos mujik que adoraban a su zar. Queremos democracia para más grandes reformas. El Perú ha perdido varias ocasiones. Después de Velasco. Después de la caída de Abimael Guzmán. La pandemia nos ha abierto los ojos. Y también la presión del candidato Castillo. En política y en el pensamiento, existe la tesis y la antítesis. Hoy es escuchar a los que quieren cerrar Congresos, empresas privadas y lo que sea. En ese caso, el partido Perú Libre cae en el mismo defecto que el resto de los partidos y tendencias peruanas. Se maneja nuestra vida pública no incluyendo sino excluyendo. Tomar el poder y ejercerlo como un sultán, es algo que nos ha ocurrido a cada rato y nos ha llevado a nada. Luis Alberto Sánchez nos describe un «Perú adolescente». Esperamos que por un milagro, el joven presumido se porte como un adulto. Pasando el mal rato de votar por lo que no nos gusta con tal de salvar la patria.

 

09 DE MAYO DEL 2021

 

 

 

LA OTRA EXPROPIACIÓN, LA MENTAL.

 

Por León Trahtemberg (Perú).

 

Del blog del autor publicamos esta nota de importancia para los peruanos.

 

En la campaña electoral ha surgido nuevamente la idea de expropiar o nacionalizar las grandes empresas productoras de energía y bienes básicos, “porque el estado sabe mejor que los privados gestionar esos recursos y utilidades para el bien común”. Más allá de la falsedad que  eso significa en términos de las experiencias peruanas históricas y actuales, me quedó la preocupación por esa otra expropiación menos visible que el estado peruano ha hecho desde la independencia y que rara vez se menciona. Es la expropiación de la capacidad de pensar con inteligencia, libertad y autonomía, convirtiendo a los peruanos en súbditos de los gobiernos de turno, -elegidos en base a slogans y promesas sin mayor consistencia-, más que en ciudadanos competentes que analizan sus opciones y aspiran al bien común. Para ello han utilizado la educación escolar como instrumento del subdesarrollo mental que ha venido atrofiado por generaciones la capacidad del pensamiento inteligente, crítico, creativo y autónomo de buena parte de los alumnos de la escuela peruana pública y privada.

 

Han sido escolares -ahora adultos y votantes- que han estudiado historia, pero no han logrado   entender y participar en disolver los conflictos sociales que estallan continuamente en el fracturado Perú. Se sorprenden con la asociación entre gobernantes y corrupción, cuando ésta ha existido en todos los gobiernos desde el inicio de nuestra historia, liderada por los propios gobernantes y/o su entorno cercano, sin mayor censura ciudadana.  Han estudiado literatura, pero no entienden la relación entre relatos como el de Paco Yunque y los borbotones emocionales observados en los procesos electorales. Han estudiado matemáticas y el ABC de la economía, pero no logran darse cuenta que la suma de 10% PBI+ 10% PBI no calza dentro de un 15% del PBI, y que el control de precios genera escasez y eleva esos mismos precios (además de incentivar el contrabando). Han estudiado biología, pero no tienen idea de cómo actúa un virus ni cómo y por qué hay que protegerse del contagio.

 

Han estudiado física, pero no tienen idea de por qué la crecida de los ríos produce inundaciones de quienes viven en las zonas bajas por las que se desbordan los ríos o porqué las construcciones en arenales y suelos porosos son tan frágiles. Han estudiado química, pero no asocian lo aprendido con el efecto tóxico y depredador que tiene arrojar desperdicios, inclusive de minerales, a los ríos o mares. Han estudiado educación cívica, pero no logran entender y asumir que los servicios públicos están para atender las necesidades de los ciudadanos y no al revés, y que la responsabilidad social de los funcionarios públicos se expresa resolviendo los problemas de la gente y no siendo abusivos o indiferentes a ellos. 

 

De la mano con lo anterior, no han sido educados para confrontar lo que anda mal y ser   militantes en el intento de cambiar las cosas dentro de los causes legales y democráticos, ya sea en el rol de gobernante, empleador, funcionario, burócrata, educador o militante político, empezando con su propia conducta y la de su entorno.  

 

No deja de ser llamativo el asunto de que es el mismo canal mental unidimensional no cuestionador el que permitió a Abimael Guzmán meterse en la mente de miles de seguidores para adoctrinarlos fácilmente y convertirlos en repetidores de slogans, -porque su mente no estaba educada para verificar la validez de sus argumentos y confrontar ideas-. Esto sigue vigente hoy, cuando mucha gente asume como posibles una serie de planteamientos  electorales inconsistentes, irrealizables e incompatibles con la vida democrática, y ven la actividad política como una guerra más que una oportunidad para la construcción colectiva de una sociedad capaz de progresar y resolver sus problemas.

 

Ese el costo de una educación que hace competir a los alumnos unos contra otros y compararlos según notas para ver quién es mejor y quien peor, quién gana y quién pierde, creando un ambiente de conflicto y bullying más que de colaboración, construcción colectiva y búsqueda del bien común. Ese es el costo de una educación retrógrada, autoritaria, dogmática, que sacrifica el cultivo del pensamiento libre, crítico y el desarrollo de una ciudadanía democrática y sensible a las necesidades del prójimo, en aras de convertir a los alumnos en solucionadores de exámenes de opción múltiple de las denominadas áreas básicas, que dicho sea de paso, ni siquiera logran aprender.

 

La reforma educativa que requerimos no es solo la del cambio curricular. Es principalmente la del enfoque pedagógico que debe girar del autoritarismo vertical de pensamiento único e insensible a las diferencias que nace del Minedu y llega hasta la mente de cada alumno, hacia el de la valoración democrática de la diversidad, la inclusión, la responsabilidad social y el cultivo del pensamiento crítico, autónomo y divergente.    

 

 

 

YO NO SOY COMUNISTA.

 

Por Víctor Raúl Haya de la Torre (Perú).

 

Escrito por el fundador y líder del APRA, en 1965, y que cobra vigencia en estos momentos. Agradecemos el aporte de nuestro amigo Julio Suárez Lorca.

 

YO NO SOY COMUNISTA; porque el comunismo es la negación de la libertad del hombre, y el hombre se distingue del animal en que el hombre es libre y el animal no puede serlo. El animal puede ser amaestrado por un domador, por un jinete, por un pastor, gañán, cabrero, chalán o volatinero, pero libre no podrá ser nunca. El comunista es como un animal amaestrado, que puede hablar como un loro papagayo, que puede hacer creer que actúa libremente como un mono o un perro domesticado, que puede dar la impresión de que "piensa" como una bestia de circo; pero ni piensa, ni habla ni se mueve libremente. El comunista es un esclavo del pensamiento y de la conducta con los cuales le enseñaron a proceder bajo el látigo del domador que lo somete.

 

YO NO SOY COMUNISTA; porque el comunismo se basa en una filosofía que hoy está en revisión, en crisis. El marxismo se llama "materialismo o determinismo histórico". Y hoy, por los descubrimientos de la gran revolución científica que ha traído al mundo las teorías de los "cuantas" de Plank, de "La Relatividad" de Einstein y del "indeterminismo" científico han sido completamente revisados. Si "la materia" ha dejado de ser lo que era en la ciencia decimonónica, "el materialismo" también ha dejado de ser lo que era.  Y si el "determinismo" científico de Newton (que Hegel y Marx aplicaran a sus filosofías) también ha sido recusado por el antideterminismo o la "teoría de la incertidumbre" en a nueva física, entonces el marxismo ha perdido sus bases. Con otras palabras: si la materia está en discusión, el materialismo también lo está. Y si el determinismo ha sido contradicho por la ciencia de hoy el marxismo determinista también está en el declive de la ciencia obsoleta ya negada y superada.

 

YO NO SOY COMUNISTA; porque una filosofía y una doctrina económica que no tienen confirmación en la realidad no pueden demostrar que son verdaderas. El marxismo hizo un diagnóstico del capitalismo del siglo XIX como si el sistema capitalista fuera estático. Su equivocación mayor consiste en que su diagnóstico sólo fue sobre la primera etapa del capitalismo, o sea, de una parte de él. Marx no imaginó que el capitalismo también debía evolucionar. Y tomó la parte por el todo. por eso, del capitalismo que Marx estudió no queda nada. Es como un médico que hace el reconocimiento de un enfermo en su adolescencia  y le receta para toda la vida. Pero el médico no se da cuenta que el joven crece y que sus recetas ya no valen cuando el enfermo se transforma en adulto, se cura de las enfermedades de infancia o contrae otras desconocidas que necesitan nuevos diagnósticos y nuevos tratamientos, entonces el médico yerra. El marxismo es como la medicina para niños y muchachos que no rige siempre para adultos. Marx fue un pediatra del capitalismo, pero este creció, se transformó y evolucionó y reprodujo. Hoy, el capitalismo super evolucionado ha dado dos nuevos vástagos de tributación, y el capitalismo de Estado que niega la libertad de iniciativa, de empresa, de trabajo, de organización sindical y regimenta la explotación del hombre por el Estado tan violentamente o más que cuando el hombre explota directamente al hombre.

 

YO NO SOY COMUNISTA; porque no soy ignorante. El comunismo es el alimento doctrinario e ideológico de que se nutren las mentes incompletamente instruidas. El comunismo niega la libertad de investigaciòn y de razonamiento y reemplaza a la autonomía del científico por la imposición del fanático. Este fanático ni siquiera sabe lo que Lenin exigía que supiera todo marxista para entender a Marx: "No se puede comprender plenamente El Capital, de Marx, y particularmente su capítulo I, sin estudiar antes a fondo y comprender toda la lógica de Hegel (Historia de la Filosofìa por A. V. Sheglav de la Acadermia de Ciencias de la URSS, traduc. Buenos Aires, Edit. Problemas, 1942, pàg. 178). ¿Qué saben estos comunistas de la Lógica de Hegel nunca traducida íntegramente al castellano? "Dime a quién convences y te diré qué sabes". Los comunistas de los pueblos mental y económicamente sub desarrollados forman los estratos más bajo e inopes de estos países. Y repiten como cacatúas lo que sus domadores o amaestrados les obligan a decir.

 

YO NO SOY COMUNISTA; porque sé que los folletones comunistas -traducidos hace más de 40 años- dicen que debió pasar, y no ha pasado. Y sus profecías son falsas. Así: 

 

- Carlos Marx dogmatizo que el empobrecimiento o "pauperización" de las clases proletarias industriales sería la primera consecuencia del sistema capitalista ... y se equivocó.

- Marx dijo que la revolución comunista estallaría conducida por las clases proletarias industrializadas, con la más alta conciencia clasista, o sea Inglaterra, Alemania, Francia ... y se equivocó.

- Marx dijo que la revolución proletaria industrial estallaría en la Europa Occidental de hoy antes de terminar el siglo ... y se equivocó.

- Luego vino Lenin que anunció que con la liberación o independencia de los pueblos coloniales de Europa los países imperiales e industrializados serían los que precipitarían la revolución proletaria industrial ... y se equivocó.

-Lenin dijo que los socialistas o social-demócratas de Europa traicionaban al movimiento social, al preconizar la acción democrática y pacífica y la coexistencia del sistema capitalista con  tendencia socialista ... y se equivocó.

- Lenin dijo que las clases obreras-industriales de Europa abandonarían a los socialistas o social-demócratas europeos y se plegarían  a la revolución rusa ... y se equivocó.

- Lenin dijo que una segunda guerra mundial atraería la revolución proletaria industrial en Europa Occidental y que los obreros de Alemania, Inglaterra, Francia y Estados Unidos, con una nueva guerra, se lanzarían a la destrucciòn del sistema capitalista ... y se equivocó.

- Lenin anunció en 1917 que en Rusia, la NEP (nueva economía política) y el capitalismo de Estado serían transitorios y que después de pocos meses o uno o de dos años vendría el comunismo en Rusia y la Revolución Proletaria en Europa ... y se equivocó.

- Lenin dijo que Rusia y China, formarían un gran frente euroasiático, compacto, solidario, unido y que Moscú sublevaría a todo Asia, porque seguirían a "La Madre Rusia" ... y se equivocó.

 

El mundo de hoy nos muestra una Rusia super capitalista estatal, que exporta capitales, negocia con el dinero, conquista mercados, se anexiona tierras, mantiene el patrón de oro y el pago de salarios "a cada uno según su trabajo", norma capitalista. A una Rusia que confiesa que la violencia ya no es "la partera de la historia" , sino la coexistencia. Es decir, la convivencia pacífica con el sistema capitalista que el comunismo anuncia destruir. A una Rusia en rivalidad enconada y profunda con la China, y una China que proclama la necesidad de la guerra y pide a Rusia que le devuelva sus tierras detentadas por los Zares. A una Rusia que acepta hoy que los métodos social-demócratas de paz, e interdependencia son los mejores, y que se rinde ante el hecho de una Europa que, en cambio, ha formado un colosal organismo democrático llamado el Mercado Común, y ha dado a los pueblos europeos prosperidad, paz, bienestar y verdadera justicia social, como la misma Rusia no ha alcanzado todavía.  

 

YO NO SOY COMUNISTA; porque no soy ateo, creo, con San Pablo que "allí donde está el espíritu de Dios, allí está la libertad".

 

Porque quiero ser libre y vivir sin dictaduras de arriba o de abajo y porque más allá de la vida y de la muerte están los eternos poderes de la energía, que rigen las leyes del universo, frente a los cuales el hombre no es sino una partícula consciente de la inmensidad inabarcable del infinito y misterioso en que vive.

 

VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE, 1965.

 

 

 

SOLO INFANTIL INGENUIDAD.

 

Por Enrique Guillermo Avogadro (Argentina).

 

La democracia había sido borrada del parlamento alemán casi sin protestas. Y los poderes otorgados a un hombre que sabe usarlos, rara vez son devueltos. John Toland.

 

Recuerdo un esencial artículo que publicó, hace once años José Enrique Miguens, al que tituló 'Darse cuenta'; explicó allí el fallecido sociólogo que el nazismo, que sólo había obtenido el 33% de los votos pero había conseguido formar gobierno en 1933, presentaba al Reichstag un proyecto de ley,  obtenía el apoyo de los conservadores, y obtenía su sanción; luego, proponía otro, que era votado por los socialistas; y un tercero gustaba a los socialdemócratas. Cuando los alemanes despertaron, Adolf Hitler había concentrado todo el poder y el mundo se enfrentó a la Segunda Guerra Mundial y al exterminio de judíos, homosexuales, gitanos, enfermos, disidentes, etcéteras.

 

Después del duro cachetazo que le propinó la Corte Suprema por sus inconstitucionales pretensiones sobre la autonomía de la ciudad de Buenos Aires, el Gobierno continúa avanzando sobre la República, tal como quedó demostrado con los proyectos para postergar las elecciones –que una ingenua oposición convalidó, sin siquiera reclamar la boleta única- y, sobre todo, para otorgar al penoso Presidente (y, por ende, a su mandante) facultades extraordinarias, teóricamente circunscriptas a la salud pero, en la práctica, limitantes de las atribuciones de las provincias y de las libertades individuales, en un remedo de la Ley de Habilitación que obtuvo Hitler, en 1934, para terminar con la división de poderes.

 

Este disparate, expuesto como tal con la más elemental lección de derecho por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en la cara de Alberto Fernández durante la segunda escala del patético viaje que éste está realizando por algunas capitales europeas, sin duda será anulado a corto plazo por la misma Corte, que ya ha dejado muy en claro que no tolerará manotazos contra la Constitución y el federalismo.

 

¿Por qué Juntos por el Cambio se prestó a la innoble tarea de postergar el calendario electoral? El Frente de Todosaceptó la inclusión de una cláusula que estableció que era 'por única vez' y la oposición se quedó contenta con ese 'logro'. ¿Ignora acaso que enfrente sólo hay mafiosos que nunca respetan un compromiso? ¿En qué evidencias científicas apoyó su decisión? ¿Quién puede prever cómo estará la situación de la pandemia y de las vacunas en septiembre? ¿Olvidó que una enorme cantidad de países, muchos de ellos latinoamericanos, celebraron sus elecciones normalmente, a pesar de los contagios? ¿Por qué pudieron votar los bolivianos en escuelas argentinas, y no podremos hacerlo nosotros cuando estaba previsto?

 

El Gobierno sueña que, para la primavera, la economía estará mejor,  habrá conseguido superar su (tan corrupto) fracaso en la compra de vacunas y conseguirá las necesarias para inmunizar prioritariamente a sus huestes, como ya hizo con Carlos ZanniniHoracio Verbitsky y tantos otros ladrones VIPs; mientras tanto, continuará aterrando a la sociedad con sus sospechosas estadísticas de contagios y muertes. Podrá hacer entonces que miembros de La Cámpora y de los movimientos sociales ocupen la mayoría de los puestos de presidente de mesa electoral; en resumen, estará agregando otra pieza al cajón de herramientas disponibles para el fraude.

 

El Estado de Derecho, la Constitución y la Justicia están bajo fuego graneado sin que aparezcan demasiadas voces, más allá del periodismo y la academia, que lo pongan en blanco y negro todos los días. ¿Reaccionó a gritos la política cuando el vernáculo imitador de Jimmy HoffaHugo Moyano, extorsionó públicamente a Francisco de Narváez, nuevo dueño de Walmart Argentina, para que pagara una monumental e injustificada indemnización a sus camioneros?, ¿qué dice hoy mismo, mientras ese corrupto sindicalista bloquea a una pequeña empresa de logística? ¿Qué hizo frente al inconstitucional recorte de fondos a la Ciudad Autónoma?

 

En otro orden de cosas, ¿no percibimos que Cristina Fernández quiere que la Argentina caiga en un nuevo defaultcon el Club de París y con el FMI, además de llevar a la misma situación a las empresas a las cuales les ha prohibido pagar sus obligaciones externas? El permanente esmerilado al que somete al Ministro de Economía, Martín Guzmán, que inexplicablemente no ha renunciado aún, tiene ese propósito, y que sea el “pelotudo” Senador Oscar Parrilli su principal vocero lo confirma con creces. Y esa posición busca convertir a China en el peligroso financista de única instancia.

 

Tenemos que entender todos que a estos tipos que nos gobiernan nada les importa, con excepción de triunfar en sus grandes proyectos de impunidad y permanencia hereditaria; y que todas sus acciones, como en el ajedrez, tienen objetivos que sólo se verán varias jugadas después. Si la ciudadanía continúa cayendo en la trampa infantil de analizar cada movimiento aisladamente, cuando despierte será demasiado tarde.

 

Los sufridos lectores me preguntan qué se puede hacer para evitar este trágico final. Existe una sola respuesta: la sociedad civil debe organizarse masivamente para actuar y defender, en todos los terrenos, a la República y su Constitución, aunque ésta sea el adefesio de 1994. El mundo, y también la Argentina, están llenos de ejemplos de reacciones a favor de la democracia y en contra de quienes quieren subvertirla y transformar a cada país en una monarquía absoluta; es cierto que, muchas veces, es riesgoso hacerlo y cuesta dolorosamente caro, pero no hay alternativas. Se lo debemos a nuestros hijos y nietos, tanto como a nuestros ancestros.

 

Bs. As. 15 mayo 2021

 

 

 

RECUERDOS DEL TIEMPO.

 

Por Alfonsina Barrionuevo (Perú).

 

En medio de la pandemia y las elecciones un momento de paz. De “Perú: Mundo de Leyendas”.

 

En Pachakamilla, una waka o espacio sagrado del valle del Rimaq, que guardaba estrecha relación con el gran santuario de Pachakamaq se enseñoreó un día el Señor de los Milagros. Un Cristo brotado del dolor y la desesperanza de los negros angolas, mandingas y candonbes, que habían sido arrancados de sus hogares en el Africa para sufrir el peso de la esclavitud en América. Los portugueses traficantes de hombres ejercieron durante un largo tiempo el más vil y cruel de los oficios.

 

La waka limeña convertida en humillante galpón debió tener varios niveles, En ellos pasaban la cuarentena antes de ser vendidos según su edad y condiciones físicas. Así figura en antañones archivos de la parroquia de los Huérfanos y otras de la ciudad. En sus páginas figuran bautizos, matrimonios y defunciones de los esclavos que tuvo Lima. Allí para vergüenza de los compradores se registraban al detalle datos ignominiosos que se referían a sus características para el caso de que huyeran. Estatura, edad sugerida, calidad de los dientes, y, en la situación de las mujeres si estaban esperando un hijo, lo que aumentaba su valor.

 

La pintura del Crucificado, cuyo poder nace del amor del pueblo, está a unos metros del piso y es imposible que su autor hubiera dispuesto de un andamio. En el lugar el que estaba, hacinado con otros compañeros de infortunio, la realizó de una manera inexplicable. No pudo tener quien le enseñara a hacer ni siquiera unos trazos. No olvidemos que el galpón estaba en Pachakamilla, un antiguo templo del señorío de Tauri Chusco, kuraka del valle usurpado para dar paso a solares particulares y religiosos de la Nueva Castilla. El milagro revela que fue obra de una mano divina que guió al pintor.   

 

En el siglo XVIII uno de los fuertes temblores que sacudieron a Lima de tanto en tanto descubrió la energía protectora que irradiaba la imagen pintada en el antiguo galpón y cundió su culto. En tiempo del virrey Manuel de Amat y Juniet se modificó totalmente el galpón de  Pachakamilla y se levantó primero una humilde capilla y más tarde un solemne edificio.

 

Un día el Cristo, al que los ricos vecinos y la gente común obsequiaban preseas de oro y plata, recibió un regalo singular. El que le hicieron con fervor unas manos  morenas salvadas de una artrosis deformante. Por la enfermedad conocida como ‘el mal de la mano de garra’ la esclava Josefa iba a quedar libre pero sin medios para sobrevivir. Su historia dice que desesperada recurrió al Cristo y fue curada. En agradecimiento creó un dulce que puso a sus pies, el turrón de doña Pepa, oro y miel, que pronto se hizo famoso. Gracias a ella octubre en Lima, que es malva por el color de la Pasión, es también de oro. El turrón de doña Pepa que da trabajo a decenas de personas que lo elaboran actualmente en todo el año y se ha convertido en producto de exportación.

 

 

 

 LOS CAPRICHOS DEL EGO.

 

Por Jaime Díaz Jerez  “Vandango” (Chile).  

 

La indudable  genialidad del maestro Charles Chaplin es, una vez más, lograda irónicamente  en “el gran dictador”, película estrenada el año 1940 donde  sutilmente se  muestran  los caprichos del ego que  se ponen en juego cuando se juntan dos representantes del poder, de diferentes países  que no están dispuestos a ceder en detalles infantiles como:  adquirir más altura en la silla de la barbería o la silla más baja entre los dos en la oficina o el capricho de elegir o rechazar un tipo de comida, la forma de recepcionar al mandatario visitante, el saludo protocolar.etc. La ironía de personificar en los momentos de mayor  conflicto de la segunda Guerra Mundial (1939-1945) nada menos que a Hitler y sus caprichos del ego jugando con un globo terraqueo, demostrando  Chaplín , no solo la valentía de hacerlo sino la genialidad de ironizar las ambiciones de un mandatario y dictador alemán  que quería adueñarse del mundo por sobre los intereses de los diferentes paises de europa.

 

La gran diferencia se puede percibir en la actualidad cuando después de 16 años de enfrentar varias  crisis de magnitud, entre ellas el Covid 19, Angela Merkel doctora en Química Cuántica formada en Física  que creció bajo el régimen Comunista en Alemania Oriental, prepara su despedida  para septiembre que dejará un legado en  su cancillería y el mundo como gobernante,  que será recordada por su sencillez y efectividad dejando de lado todo capricho del ego aún teniendo poder.

 

Quizás es bueno controlar los caprichos del ego a tiempo para evitar fracasos posteriores. Más vale tomar decisiones mejor pensadas, que iniciar una cadena de errores producto de caprichos del ego, adquiridos, con elevada adrenalina por creerse superior y diferente al resto.

 

La genialidad de Chaplin no solo entrega diversión y risas, también, valores que deberian  asociar aquellos que han llenado de caprichos sus egos y sus errores son de mayor magnitud. En la película,  su discurso final que dirige a toda la humanidad como Dictador,  plagiado por un sastre que representa al ciudadano común,  se refiere a aquellos valores que todos tenemos, que la mayoría piensa y está de acuerdo pero, no siempre es considerado por los que tienen el poder y dirigen los países. El no manejo del Ego provoca que el ser humano  cada vez se aleje como  individuo, de los demás y de la realidad. Esa puede ser la explicación de aquellos que asumen cargos o nombramientos y empiezan a aparecer los caprichos que confunden calidad por vanidad, entonces,  aparecen causales para  acercarnos nuevamente al discurso final de este genio: “pensamos demasiado pero sentimos muy poco”  “en nombre de la democracia debemos unirnos todos” “solo los que no aman, odian” “la codicia ha envenenado el alma del hombre” “no desesperen, la desgracia que nos aqueja es tan solo la muerte de la codicia” “el odio del hombre pasará y los dictadores morirán” y “el poder que le arrebataron al Pueblo volverá al Pueblo” “soldados no os sometais a las bestias” y “en vuestros corazones amais a la humanidad” “los dictadores se hacen libres a ellos mismos pero esclavizan al Pueblo” frases de este genio tan vigentes como la genialidad de los que controlan los caprichos del ego.

 

 

 

 

¡AY, MAMITA DE CHAPI: SACÚDETE LAS POLLERAS!

 

Por Juan Guillermo Carpio Muñoz (Perú).

 

Glosa de sus “Anécdotas Históricas” de nuestra amiga Maigualida Pérez. (En las citas textuales de esta obra se respeta la ortografía de los originales).

 

Como la Mamita de Chapi quiere y protege por igual a todos sus hijos y les perdona sus pecados, siempre ha recibido con los brazos abiertos a todos los que la visitan y como una gallinita clueca los protege y acolpacha bajo su manto y vestido. Así parece que sucedió en 1937, una semana antes de su fiesta del 1 de mayo, en que le llegaron, juntitos, sus hijos más contaminados por el mal y con las uñas más largas, si no leamos:

 

Desaparecieron los rateros de esta localidad. Se presume que se fueron a Chapi. La Policía de Investigaciones y Seguridad que recibió orden de capturar a todos los rateros conocidos de la localidad, para evitar que hagan sus fechorías en Chapi con motivo de la próxima festividad de la Santísima Virgen que se venera en dicho santuario ha fracasado en su intento, pues se ha comprobado que no existen sus guaridas ni otros lugares conocidos, presumiéndose que ya viajaron ayer a Chapi. (El Pueblo 24 Abril, 1937).

 

Güeno, pué, segurito que cuando llegaron los policiyas a Chapi, también hijos de la Mamita, algún confianzudo de ellos le dijo: ¡AY, MAMITA DE CHAPI: SACÚDETE LAS POLLERAS! Y la satisma Mamita de todos los arequipeños le respondió a los policiyas: ¡Y USTEDES SACÚDANSE LAS MOLLERAS PA´QU´I´OTRA NO SE LES ESCAPEN, POR SUS REDOMADAS FLOJERAS!

 

Texao. Arequipa y Mostajo. La Historia de un Pueblo y un Hombre. Tomo VII. Pág. 161

 

 

 

LOS CALCETINES DE LA BUENA SUERTE (MICRORRELATO).

 

Por Andrés Fornells (España).

 

Es del dominio público que muchos deportistas de élite son extremadamente supersticiosos. Que muchos de ellos creen, de un modo ciego, absoluto, que ciertas cosas consideradas insignificantes por otras personas son para ellos de una importancia su-prema, capital.

 

John Plustomeito era un afamado jugador de golf. Con cierta frecuencia ganaba torneos en los que tomaba parte y, cuando no se alzaba con el triunfo quedaba clasificado entre los primeros.

 

John Plustomeito estaba casado con una mejicana llamada Juanita Perales, una mujer bellísima e inteligente que era directora de un exitoso laboratorio de cosmética. Ella se ocupaba, habitualmente, de preparar a su golfista esposo el equipaje cada vez que él salía de viaje para tomar parte en un torneo de golf.

 

Un mes de abril, John Plustomeito se presentó en Toronto donde iba a tener lugar el más importante campeonato de golf de aquel año. En este campeonato iban a tomar parte los mejores jugadores del mundo, ansiosos por ganar el substancioso premio económico en juego y, además, el extraordinario prestigio que lo acompañaba.

 

Llegado a la habitación del lujoso hotel donde se hospedaría durante varios días, John Plustomeito descubrió, al deshacer su equipaje, que su mujer había olvidado po-nerle, entre las prendas que precisaba, sus calcetines de la buena suerte, sin los cuales jamás había querido jugar porque con otros calcetines sus actuaciones resultaban catastróficas.

 

Indignadísimo llamó a su esposa y le exigió con muy malos modos que alquilase un avión privado y se los trajese sin falta. Juanita Perales poseía un notable amor pro-pio. Le recriminó que le hubiese levantado la voz y le advirtió, a pesar de haberle él pedido perdón por haberse excedido en su enfado, que ella no volvería a darle otra oportunidad de poder ofenderla.

 

Horas más tarde Juanita Perales descendió del avión alquilado, tomó un taxi y se presentó en el hotel donde se hospedaba su marido. Él la saludó cariñoso, trató de besarla, ella se lo impidió de un firme empujón, colocó encima de la mesita de noche unos papeles y le ordenó tajante al tiempo que le entregaba un bolígrafo:

 

—Firma ahí donde veas que hay una crucecita.

—¿Qué es esto? —quiso saber él, perplejo.

—Nuestro divorcio.

—Pero yo no quiero divorciarte de ti. Yo te quiero, Juanita. Yo te quiero muchísi-mo.

—Me importa un pepino que me quieras o no. Me has gritado, me has faltado al respeto y eso no se lo consiento yo a nadie. ¡Pero a nadie!

—Yo no quiero firmar —se resistió él.

—Firma o tiro tus famosos calcetines de mierda dentro del inodoro y los perderás para siempre.

John Plustomeito lo dudó un solo instante. Reflexionó. Él podía renunciar a algunas cosas que apreciaba, pero a perder sus calcetines de la buena suerte nunca.

—Firmaré y luego, tranquilamente arreglaremos este pequeño problema surgido entre nosotros —decidió.

 

Cuando hubo puesta su rúbrica en todos aquellos documentos, Juanica comprobó que todo estaba de acuerdo con su propósito, dejo caer encima de la cama los calcetines que tan importantes era para su marido, y haciendo oídos sordos a las súplicas su-yas de que se quedase con él, abandonó la estancia dando un violento portazo.

 

Cinco años más tarde, John Plustomeito continuaba pidiendo a su exmujer que regresase con él, que la echaba desesperadamente de menos, que le daría sus calcetines de la buena suerte para que los quemase en castigo por haber éstos sido la causa de la rotura de un matrimonio que a él lo hacía inmensamente feliz.

 

La respuesta de ella seguía siendo la misma todo el tiempo: No quería saber nada de él, pues era inmensamente feliz con Pedro Palotieso, un boxeador que la amaba con locura, tanto con calcetines puestos como con los pies desnudos, y se peleaba con cuantos dudaban de que ella era merecedora de ganar un premio Nobel de química.

 

 

 

MAÑANA.

 

Por Adhemar H.M. Sieralta (Perú).

 

Cuando el destino del país está en juego compartimos este poema que pone el dedo en la llaga. Esperemos que los peruanos sepamos votar en esta segunda vuelta.

 

 

MAÑANA

 

¿ Alumbrarán nuevos soles

las esperanzas de barro ?.

¿ Pero será un barro hermoso

capaz de ser porcelana eterna

como vasijas romanas ?.

 

Tal vez de elementos

por siglos escondidos

den fruto excelente

cuando nuevas luces los guíen.

 

O al forjarse las obras

se conviertan muy duros

cual fragua perenne

que nos recuerde la piedra.

 

Todo se espera

si despreciamos al cieno

que hoy nos rodea

y no ayudamos a que sea bueno.

 

Pero pensemos hermanos

que somos de barro

aún no formado en su destino.

 

¿ Serán esos soles los que esperamos ?.

O puede que sean tan malos

como el que hoy soportamos.

 



 
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Fuente: 
TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL

 
Addhemar Sierralta
 
Año 13 Nº 424 del 19 de mayo de 2021
 
 

 

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