BARRENDERA A MUCHA HONRA
Por Sixto Sarmiento
Mientras la ciudad duerme, anónimas personas, con los ánimos envidiables, en silencio, se ponen al hombro la enorme responsabilidad de preparar la ciudad para que amanezca presentable, limpia de desperdicios que usted y yo dejamos sobre las calles: son nuestros trabajadores de limpieza. Son nuestros héroes que libran una batalla con la poderosa arma de su humildad. La mayoría de ellos son nuestros vecinos: ellos trabajan horas enteras sin importar las condiciones del clima, inseguridad e insalubridad. El poeta Miguel Hernández escribió como si describiera a nuestros trabajadores de limpieza quienes van por la vida haciendo de tripas corazón: “Por las calles voy dejando/ algo que voy recogiendo: pedazos de vida mía/ venidos desde muy lejos/ Voy alado a la agonía/ arrastrándome me veo en el umbral, en el fundo latente de nacimiento”.
En sus encallecidas manos y en su propia dignidad van cicatrizando marcas de una sociedad que no le guarda respeto y que muchas veces llegan a lindar con el desprecio, siendo el maltrato el corolario extremo de no verlos como conciudadanos. ¿Cuesta brindarles nuestro saludo? ¿Es tan difícil? Ellos se darán por bien servidos si tan solo lo respetamos, porque en esta viña del Señor todos somos iguales, más allá de nuestra presumida condición económica u otra condición trasnochada.
La importancia de su trabajo está asociada a la propia vida de las ciudades. Ahora recuerdo a una de ellas, una amiga respetada y muy culta, ejemplo para su familia y la comunidad, quien libra con su trabajo una desigual, a veces solitaria batalla por mantener nuestra ciudad limpia. En ella veo a una profesional a carta cabal cuyo mayor título logrado es ser una “Barrendera a mucha honra”. – como me lo recuerda siempre-. ¿Recuerdan la película “El barrendero” con Cantinflas? Cuánta verdad en su mensaje, este debe llevarnos a entender la valía de esta sacrificada profesión: “En nuestras escobas está la salud del pueblo, somos revolucionarios de la salud, somos la barrera contra la contaminación porque una ciudad limpia nos dará funcionarios limpios…porque para barrer la basura política y social nos faltarían escobas”.
Hoy, que celebramos el Día Internacional de los Trabajadores, aspiro para ellos mejores condiciones de trabajo, protección y seguridad, también equipos que hagan más humano su trabajo, equipos modernos que hace tiempo la tecnología ha resuelto y que nuestras autoridades no les proveen. Pero sobre todo aspiro y exijo respeto y consideración por su sacrificada labor en primera línea.
Fuente:
https://www.expreso.com.pe/opinion/barrendera-a-mucha-honra/