domingo, 16 de diciembre de 2012

CUENTO DE NAVIDAD: CORI EN LIMA - POR PILAR BARRÓN TELLO (AEPA-FILIAL LIMA)


CUENTO DE NAVIDAD:

CORI EN LIMA

Por Pilar Barrón Tello

Llegaron los días maravillosos de la Navidad y Cori, la niña del Manu, viajó a Lima para visitar a su amigo Francisco. Eran las cinco de la tarde, Aída regaba las masetas de bonsáis en la entrada de su casa.

- Buenos días,¡qué lindos los bonsáis! vengo del Manu, soy Cori.

- Hola Cori, soy Aída, te esperábamos desde el mes pasado. Francisco está regando los bonsáis adentro de la casa, vamos, se va a alegrar mucho al verte.

 - Gracias Aída –dijo Cori.
 
Cuando Francisco vio a Cori, sonrió, corrió hacia ella y la abrazó con mucha alegría.

- Hola Cori, ¿por qué tardaste tanto en venir a Lima?

- Tarde porque vine en carreta tirada por caballos, la gasolina que utilizan los aviones y buses ensucian el medio ambiente y deterioran la capa de ozono.
 
- Entonces el próximo año viajaremos al Manu en carreta. Estamos dedicando todo nuestro tiempo al cuidado del planeta azul. Cori, mira mis bonsáis.
 
- ¡Están hermosos tus bonsáis, Francisco! ¡Frutas divinas! carambolas, kiwis, mandarinas, te felicito.

- A mí me gusta la sandía pero no se pueden cultivar bonsái de sandías –agregó Aída.

Luego Cori dijo:

- Tampoco se pueden cultivar bonsáis de melones  ni de zapallos porque pesan mucho, les voy contar: cada once mil años hay un calentamiento global que es un fenómeno natural. Consiste en que el Sol se acerca muy ligeramente a la Tierra durante quinientos años. Ya han ocurrido siete calentamientos globales o tal vez más. Al principio la raza humana era de gigantes. Cada calentamiento global se fue achicando porque tenían que esconderse en cuevas y cavernas durante cientos de años. En el último calentamiento global, es decir once mil doscientos años atrás, la raza humana medía entre dos y tres metros y sus alimentos eran grandes, solamente comían alimentos del tamaño de sus manos, sandías, zapallos, melones, etc.  En el calentamiento global que estamos viviendo, la raza humana es más pequeña y consumimos alimentos del tamaño de nuestras manos, mandarinas, manzanas, melocotones, kiwis, tunas, etc.
 
-¿Y qué paso con la gente gigante? –preguntó Aída a Cori.

- Los gigantes rompieron la cadena alimentaria, se comieron todas las frutas, las aves y los animales, y luego se extinguieron. Después nuevamente se inició la creación de la raza humana. Ya saben, cuiden los alimentos de las aves y de los animales, y no coman animales porque ellos cuidan el equilibrio de la naturaleza, tal vez podamos corregir el fenómeno natural si corregimos nuestros actos en la Tierra y la cuidamos en lugar de acabarla, bueno, me encantó verlos, amigos míos.

- Gracias por tus consejos Cori, saluda a tu familia –se despidió Francisco.

- Chau Aida, chau Francisco, los espero el próximo año en el Manu y ¡FELIZ NAVIDAD!

- Chau Cori, ¡FELIZ NAVIDAD! –dijo Aída.

Cori salió de la casa de Francisco y regresó a la maravillosa selva del Manu en una carreta tirada por caballos.

FIN


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WET - DÓNDE ESTARÁ MI PRIMAVERA

NO PUEDO ARRANCARTE DE MÍ

WET - BUENOS DÍAS TRISTEZA

WET - LUNA DE MIEL

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Chiquián - Oswaldo Pardo Loarte

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Chiquián