jueves, 3 de noviembre de 2011

111 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN POLÍTICA DE SANTIAGO DE CHUCO - FELIZ CUMPLEAÑOS MAESTRO DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

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CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA


Construcción y forja de la utopía andina


2011, AÑO DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

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José María Arguedas - Imagen: Jorge Núñez del Prado



NOVIEMBRE:


MES DE LA GESTA DE TÚPAC AMARU; LOS DERECHOS DEL NIÑO;

VIDA Y EJEMPLO DE J.M. ARGUEDAS Y MANUEL SCORZA



CONFERENCIAS Y SIMPOSIOS SOBRE CULTURA ANDINA

AULA CAPULÍ:


Tacna 118, Miraflores.
Cuadra 3 de la Av. Angamos Este
Entre Av. Arequipa y Paseo de la República


Planta de capulí, florece a la entrada del Aula Capulí


PRÓXIMAS ACTIVIDADES:


SÁBADO 5 DE NOVIEMBRE


REFLEXIÓN Y HOMENAJE
AL MOVIMIENTO PRECURSOR

DE TÚPAC AMARU Y MICAELA BASTIDAS


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Túpac Amaru y Micaela Bastidas ; Imagen: Nalo AB


Se agradece su gentil asistencia



oooOooo


CALENDARIO DE EFEMÉRIDES

3 DE NOVIEMBRE:

DÍA DE LA FUNDACIÓN POLÍTICA DE SANTIAGO DE CHUCO


PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA

NOVIEMBRE EN LA VIDA Y EN LA MUERTE



Por Danilo Sánchez Lihón


"Y si luego encontramos de buenas a primeras,
que vivimos" César Vallejo


1. Zumba en las espigas

En noviembre es mi cumpleaños.

Dos días antes, el primer día del mes, cae feriado por celebrarse el Día de Todos los Santos.

Y en la víspera es evocación y jaculatoria por el Día de Todos los Muertos.

Y el día tres en que nací, por coincidencia del destino, se rememora la fundación de la Provincia de Santiago de Chuco, mi pueblo.

Entonces en la mesa hay cuy ¡con graneado de mote de trigo! Lavado y pelado en ceniza por ti misma, mamá, en los arroyos del Pozo Sagrado.

Y los granos de trigo mientras, le quitas las limallas de carbón en que se ha cocido, con el agua límpida que corre, se asienta bajo el líquido transparente como huevecillos de peces subyugados y translúcidos de un color verde amarillo como el oro hechizo.

Y cuando se lo come duro y suave, crudo y frío, lo vamos cogiendo con la mano helada a puñados exactos del fondo de la batea donde lo pelas.

Y al llevarlo a nuestra boca es como sorber por vez primera el agua original de los manantiales. Y el viento que zumba en las espigas doradas de los campos.


2. Y avanzan saltando

Al mediodía la casa huele a plantas silvestres. Y a bosques de naranjos en flor.

Y es porque has empezado a zahumarla, sacando brasas del fogón y poniéndolas en un trozo de callana o teja.

– ¿Por qué zahumas la casa, mamá?

– ¡Porque hoy día naciste, y los aromas son espíritus!

Encima dejas caer desde tus manos cáscaras de limas secas al sol. Sobre eso colocas semillas de alhucema, trompitos de eucalipto, que mis hermanas juntan en los caminos. Y una ñisca de romero.

Entonces cerramos puertas y ventanas. Y dejamos que el humo empape las paredes, los muebles y la ropa de dormir que queda fresca y fraganciosa.

– Esto te ayudará a tener sueños hermosos y visiones apacibles. –Dices.

Y yo te adoro, por lo tierna, dulce y bonita.

A media mañana y en la tarde cruzan multitudes de loros por el cielo límpido o anubarrado:

– ¡Criap!, ¡criap!, jcriap!

Es su griterío. Y avanzan saltando como voladores incipientes, aleteando como si se tropezaran y se fueran a caer desde la bóveda celestial.


3. Por primera vez

Ahí viene entonces el extravío de mi padre, quien sale al corredor, y después al patio. Y haciendo visera con la mano empieza a vivarlos y a contarlos de cinco en cinco:

¡Gracia que él tiene para eso! Es su curiosidad y desvarío. Le encantan estas parvadas de loros que él los cuenta con precisión asombrosa.

– Diez, quince... treinta, sesenticinco... noventa... ciento cinco, ciento treinta... ciento noventa y siete loros. –Concluye.

Y que aletean alocados, viniendo de las chacras de Quenre a sus dormideros en Chacomas.

Pero, ¿por qué los cuenta? ¿Acaso por delirio? ¡No! Por un detalle sencillo en el cual se trasluce el alma de maestro de papá. Lo hace para saber cuántos loros recientes hay en la bandada. Porque esos loros flamantes, niños o adolescentes que hoy día han salido a aprender, a valerse por sí mismos y a enfrentarse a la vida, son su desvelo.

– Ayer contamos... ¿cuántos?... aquí anoté con mi tiza sobre esta piedra. Eran: ciento ochenta y ocho. Quiere decir que hay nueve loros más y que hoy, por primera vez, han salido con el grupo. Esto es: que ya van a aprender, a enfrentarse, a luchar por la vida.

¡Y eso exorciza a la muerte!


4. Vigilante y ensimismado

– Pero, pasan tantas bandadas, papá. Esta puede ser otra, distinta a la que contaste ayer.

– Se conoce por el chillido, hijo. Cada bandada tiene distinto llamado y consigna, de lo contrario se confundirían cuando bajan juntas a una sementera.

Y es que mi padre también es músico. ¡Y eso exorciza a la muerte!

Ya a media tarde tintinean las esquilas de los bueyes que arrastran algún árbol derribado para leña. Y que arrastran hacia algún solar espacioso.

– ¡Para leña no! –Me corrige mi prima Amelia–. La leña la rajan en el mismo campo en donde pueden saltar las astillas. Y allí la secan.

– Entonces, ¿para qué son esos maderos?

– Para vigas de la sala, el comedor o los dormitorios de alguna casa que se está construyendo.

¡Y eso exorciza a la muerte!

Allí van los toros con las cabezas levantadas con el yugo. Y braman, arriados por un gañán vigilante y ensimismado.


5. Un día como hoy

En la noche se oye el acorde de la mandolina que toca papá, abstraído en no se qué insepultos pensamientos.

Quizá porque ayer fuimos al cementerio a visitar a nuestros ancestros, sobre los montículos en donde están enterrados.

Llevamos coronas de flores hechas de papel crepé negro y blanco, con hojas de platina dorada, en torno a un aro de alambre, en donde se enrollan tallos, frutos y capullos.

Las llevamos los niños colgadas a un carrizo fresco. Y van en lo alto como estandarte por la calle estupefacta.

Si son varias las enlazamos y entre dos primos o hermanos, cogiendo de cada lado el borde del palo, las coronas van tendidas al centro cual si lleváramos el corazón del difunto.

Hemos atravesado todo el barrio San José y ya estamos en el obelisco, en las afueras del pueblo.

Este monumento es en honor a quienes bregaron porque Santiago de Chuco fuera provincia. Aquí están sus nombres: Gerardo Calderón y Tomás Ganoza, precisamente un día como hoy, 3 de noviembre.


6. He aquí la puerta

Ahora, ya subimos por un sendero flanqueado por inmensos árboles añosos, que se han acostumbrado a llorar y gemir de ver el paso de los ataúdes y tras de ellos a la gente compungida.

A este lugar en que estamos se lo denomina Las Pozas porque en un breve declive del suelo se retiene el agua que llueve y aquí permanece apenas irisada por la brisa.

Es la mitad del camino entre las últimas casas del pueblo y el cementerio que está hacia lo alto, sendero solemne, bajo el frescor de los eucaliptos.

Por eso, hay una expresión entre nosotros que dice:

– ¡Ha regresado de las pozas!

Que alude a que un enfermo ha estado tan grave que convalece después de haber estado a mitad del camino entre la vida y la muerte.

Pero, he aquí la puerta del camposanto, que es una reja de fierro con dos capillas hacia los costados. Y que hoy día están abiertas y dejan ver los catafalcos.


7. Pero, ¿aquí era?

Y adentro del panteón, un campo florido, pleno de mostazas, retamas, juncos, hierbas, flores e infinidad de cruces esparcidas.

Algunas con coronas como estas que llevamos, pero ya envejecidas. Y en cuyos maderos los nombres de los difuntos se han borrado para siempre.

Se ubica el cementerio en la colina más alta y transparente, con el perímetro en hexágono de pirca de piedras enfiladas, sombreada de eucaliptos y cipreses.

Crecen entre los nichos yertos ramajes de hierbas silvestres.

Y ha sido buscando entre las mostazas y leyendo en las cruces, que no hemos encontrado los nombres borrosos por las lluvias de nuestros ancestros, por más que hemos doblegado geranios ya crecidos y otros recién nacientes.

– ¡Tiíta!

– Aquí está enterrado nuestro papacito, pero la cruz ya no existe. La lluvia la ha tumbado. Desapareció su rastro, fíjense.

– Pero, ¿aquí era?

– Aquí, pué. Y ya no está. –Y todos ayudamos a buscarlo.


8. Con los pies descalzos

– Aquí, bajo mis pies que no dejan ver estas hierbas está la tierra abultada. Pero ya ni se ve. ¡Así se borrará hasta el recuerdo! Fíjense, ¡cómo es la vida y cómo es la muerte!

Desde este lugar y hacia arriba se miran los bordes translúcidos de los cerros. Y, ya cargadas, las nubes que se agitan. Pero, qué hermosura los bordes del horizonte, ¡cómo rompen sus aristas en el crepúsculo infinito! ¡Y eso exorciza a la muerte!

Repentinamente atruena un relámpago furtivo. Se escuchan pasos apurados que se deslizan. Todo queda en silencio, todo se desploma. Y la lluvia se precipita.

Entonces, la vida se esconde y acurruca. Pronto ya zapatea el agua en el suelo. – ¡Es tempestad! –Dice mamá–. ¡Corramos a recoger el maíz, el lino y las ocas que he puesto a secar en el techo!

Y empieza a retumbar el cielo y a correr por el centro de la calle un cauce barroso.

Felizmente de niño pude caminar con los pies descalzos por las acequias que hace la lluvia en las calles, como lo hacen los niños y niñas sin padres.

A ellos los mayores los compadecen. Sin embargo, pudieron hacerse en base a su esfuerzo hombres de bien. ¡Y eso exorciza a la muerte!


9. Un compás celeste

Felizmente tuve padres que me permitieron ir como ellos chapoteando y sintiendo la tierra y sus tres reinos: el vegetal, el animal y el mineral.

Y el agua lamiendo y borboteando, barrosa y después cristalina, rozándonos los tobillos y subiendo a ratos hasta las rodillas.

Así, felizmente, pude absorber el universo entero, con sus cumbres como sus bajíos; las nubes sublimes y los mares ignotos, recogidos en el correr del torrente de las acequias.

¡Y eso exorciza a la muerte!

Para luego, cuando escampa, colgamos ilusos desde lo alto de la escalera del arco iris que se alza desde el manantial más cercano.

Y sube sobre los techos rojos en una redondez perfecta, hecho con un compás celeste y lleno de una luminosidad ingrávida.

Felizmente pude como los niños y niñas sin padres –yo los tengo– arroparme en lo alto del mirador con la neblina blanca que en copos sube desde las hondonadas, nos envuelve y hasta ahora nos abriga el alma.


10. La lluvia que comienza

De ese modo nos ha sido permitido internarnos en ella, para que hasta ahora de repente ni yo mismo sepa donde buscarme para poder encontrarme en el misterio de sus gasas y tules desplegados hacia el fondo y hacia lo alto en el firmamento.

¡Y eso exorciza a la muerte!

Neblina que cubre también con su gasa compasiva el borde de las esquinas, las faldas coloridas de las mujeres de mi pueblo, acurrucadas hacia el fondo de las veredas.

Cubre los poyos de las cocinas y el verde luminoso de los cerros y confines que nosotros hemos dejado.

Y que están esperando que algún día volvamos desde lejos a develar su hondo misterio.

Y cuando siento y pienso en todo ello, sé que la muerte no existe.

Quizá únicamente prevalece el hecho de que todo cambia, se transforma y revierte.

En el torrente de esta calle que se precipita al río y este al mar y vuelva a caer en la lluvia que comienza.


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FELIZ CUMPLEAÑOS


MAESTRO DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

QUE DIOS BENDIGA SU OBRA EN BIEN DE LA HUMANIDAD


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Danilo Sánchez Lihón, un corazón que late saludable, construyendo y forjando la utopia andina, como eje propulsor de las obras maestras de Vallejo, Arguedas y Mariátegui.


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Manifiesta revelación de que los sueños peruanos se hacen realidad, y perviven en la memoria del mundo, eternamente". Nalo Alvarado Balarezo


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VALORACIÓN Y ADHESIONES


RAUL ACO CATALDO

Danilo pareciera que vino a este mundo con una misión muy puntual, cual es construir y construir cada día y noche nuestro claustro materno, no sólo para él sino para todos.

Lamentablemente, los que pueden leerle somos pocos, una insignificancia en esta Tierra.

El claustro que él erige nos vuelve a cobijar en nuestro origen y en la perspectiva del futuro en el compromiso de construir un mundo mejor.


LUIS ALBITRES MENDO


Desde que conocí a DANILO en Trujillo, hace muchos años ya, él siempre ha dispuesto de numerosas inquietudes culturales, pero principalmente se caracteriza por su pasión por la literatura y su profundo amor a Santiago de Chuco y al PERÚ.

El mensaje ideológico de Capulí es trascendental. Después de Dios y la familia, amar al PER
Ú por sobre todas las cosas y luego, tratar de revivir y difundir al máximo la arcadia andina y sus valores.


LUIS ANAMARÍA


Ajeno a todo tipo de poses de “gran artista” o de consumado intelectual, pese a que lo es, Danilo Sánchez Lihón impulsa amorosamente la literatura infantil, y es creador y conductor del movimiento Capulí, Vallejo y su tierra.

Además de poeta, narrador, ensayista y educador, desde del año 2000 lleva a cabo el peregrinaje a la tierra del poeta universal, en una caravana cultural integrada principalmente por jóvenes, artistas, poetas, músicos, cantantes folclóricos, siendo el corazón del peregrinaje la visita al hogar de quien escribiera los Poemas humanos y España, aparta de mí este cáliz.

Para “El peregrino”, sobrenombre que calza perfectamente a su persona, la palabra está ligada no solo a la promoción cultural sino también al trabajo docente con jóvenes, niños y con presos de alta peligrosidad, desde que la Cruz Roja Internacional le confiara desarrollar cursos en los penales de nuestra ciudad capital.

Con él discrepamos en la visión casi religiosa, de apóstol, con que presenta y sustenta a nuestro poeta Cesar Vallejo. Sin embargo, no puedo negar su honestidad, su solidaridad, el amor entrañable hacia su padre y a su pueblo, Santiago de Chuco, como al Perú y a los seres humildes del planeta.

Toca a todos nosotros leer y profundizar en el estudio de la poesía de “El peregrino”, valorar y secundar sus esfuerzos por hacer que el bien, la verdad y la belleza, como él preconiza, sea lo que nos integre a los seres humanos.


ANDRÉS ARRIOLA BADARACCO


LITERATO CON PASIÓN

BUEN PAISANO DE VALLEJO

“CAPULÍ” ES EL FIEL REFLEJO

DANILO SÁNCHEZ LIHON


Educador del Perú

Con la vocación de artista

Su nombre ya está en la lista

Como escritor de virtud.

Ejemplo en la juventud

Que lo admira con razón

Por su alma y su corazón

Muy ligada a la lectura.

Posee una alta cultura

LITERATO CON PASIÓN


Varias universidades

Disputan por su docencia

Que es un saber de excelencia

Por sus grandes calidades.

Conoce muchas ciudades

Porque ha viajado parejo

Hacia el continente viejo

Luego del Perú profundo.

Es recreador del mundo

BUEN PAISANO DE VALLEJO


Como prosista y poeta

Publica sus creaciones

De relatos y canciones

Desde su tierra secreta.

Nos cuenta su gran receta

Leyendo y dando consejos

Al niño, joven y añejo

Cumple grandiosa misión.

Su tierra es de promisión

“CAPULÍ” ES EL FIEL REFLEJO


Sus inicios literarios

Se dan en la Universidad

Fue San Marcos su verdad

Con amigos solidarios.

En los setenta son varios

LA INTELECTUALIDAD DE AYER

Poetas que con pasión

Le comparten su afición

Por el verso y por la prosa.

Que poco a poco desglosa

DANILO SÁNCHEZ LIHON


FRECUENTÓ EL “PAL’E CONCERT”

Y “EL PALERMO” CON AFÁN

CONOCIÓ A MARTÍN ADÁN

COMPARTIENDO LOS CAFÉS.

INFLUYÓ MUCHO EN SU VIDA

SIENDO ASÍ CORRESPONDIDA

SU INSPIRACIÓN Y TALENTO.

CON PRODUCCIÓN EN AUMENTO

HOY SU OBRA ES RECONOCIDA.



GERARDO AYZANOA

Y es que Danilo no puede eludir su esencia de maestro y de poeta.

Temas abstractos relacionados con la epistemología y la semiótica son tratados por él didáctica y estéticamente en sus obras, donde la sencillez del texto determina que sus proposiciones sean comprendidas fácilmente.

Pero es gracias a la vena poética que siempre caracterizó su producción bibliográfica, que su estilo se adorna con un hálito de belleza expresiva. Mucho del impacto de sus textos se debe a que combina magistralmente los géneros de la poesía, el ensayo e incluso la concepción gráfica de sus imágenes, reforzando la vitalidad de su mensaje.

Certeramente también, por ejemplo, Danilo se ubica en el signo de nuestro tiempo que es el del conocimiento y la información, reconociéndolos como los recursos más valiosos y económicamente más rentables en los procesos de producción, tanto material, social, como cultural.

Y postula que basado en ello, la humanidad pueda organizar diversos, paradigmas, cosmovisiones y “ethos” culturales, que mediante la acción educativa sean trasmitidos y recreados para el aprovechamiento de las nuevas generaciones.

Sus libros están destinados por eso al deslumbramiento de nuevas tareas en lo político, lo social, lo económico y cultural. A propósito de él, viene a mi memoria un poema del poeta alemán, William Holderlin, quien en la angustia de los pocos años que le tocó vivir expresó:

Un signo somos;

Un símbolo del pasado que nos impulsa:

Una realidad acuciante en nuestros días;

Una promesa de vida para el mañana;

Una fe inquebrantable para cumplirla;

Una fuerte voluntad para no perder nuestra

Identidad en las lejanías.

Por todo ello, gracias Danilo.


EMILIO BARRANTES REVOREDO

Advierto en usted una feliz conjunción del educador y el escritor, como lo revela no solo en los libros que he citado, sino en los otros que usted ha escrito.

Permítame referirme a otro libro suyo, dedicado a César Vallejo. Para mí, él es no solo el más grande poeta peruano y latinoamericano, sino el más grande poeta del idioma.

Lo admiro fervorosamente y sigo leyendo todo lo que puedo sobre él.

Lo felicito por sus obras y también por el hecho de haber nacido en la misma ciudad que nos ha dado a un tesoro de hondura humana, como es nuestro querido y admirado poeta del Perú y del mundo.

Le reitero mis palabras de encomio a su labor.


PILAR BARRÓN

El divino sol me anima a versar

para quien es un ser superior;

al poeta de viva sangre divina,


a quien le canto humildemente.

Es quien anima siempre


con su ternura intelectual

la noche esperanzadora


de mañanas letradas.

Admiro los laureles de su alma,

añoro volver a Santiago con él

y ver a todo el pueblo gritar


su nombre: ¡Danilo, corazón!


GLADYS BASAGOITIA

Querido Manuel Jesús Orbegozo:

Hermosas y conmovedoras palabras las que escribes sobre Danilo. Abrázalo en mi nombre; aunque no lo conozco personalmente, ni tampoco él a mí, admiro y releo los maravillosos relatos que escribe.

Cuando encuentro que alguien me envía algún escrito suyo, son de los pocos emails que no cancelo y que más bien conservo; y los releo con el corazón en la mano, porque me otorgan vivencias supremas, infinita ternura y honda sabiduría humana acerca de la vida.


CARLOS GERMÁN BELLI


Testimonio mi antiguo aprecio literario y estima personal por Danilo Sánchez Lihón.

Por ello, me permito adherirme al certero juicio de Alberto Escobar, quien expresa que en la obra poética de nuestro escritor se asocia “la confesión subjetiva y la gesta comunal”, como corolario de una admirable visión integradora de la realidad.

En Danilo Sánchez Lihón las entrañas de su alma son las entrañas de su tierra natal, expresadas lógicamente con llaneza estilística, y con extraordinaria sensibilidad estética.

Y es que, cuando el quehacer de la pluma se desarrolla de modo ferviente y a lo largo de toda una vida, suele a veces no ser menester el don de la probidad.

Pero si ese don estuviera presente, como bien ocurre en el caso de Sánchez Lihón, mejor todavía. Y que, en buena hora, suceda así entonces, porque quien sale ganando es el bien, por un lado, y la poesía, por otro.


OMIRA BELLIZZIO


Qué palabras y contenidos tan sublimes y nostálgicos a la vez, tan llenos de luz y esperanza en sus escritos.

No saben cómo cada una de sus letras me enseñan.

La última vez que nos vimos me llamó maestra.

Aquella vez no me sentí a la altura de los verdaderos maestros y entonces sentí cierta vergüenza.

Pero ahora estoy estudiando un Diplomado denominado “Componente Docente”, porque quiero serlo.

Y eso se lo debo a él. Que Dios lo bendiga siempre.


ALEJANDRO BENAVIDES

Sorprendente, prolífico, indesmayable, amante de su terruño, hijo de su patria, son cualidades que hacen grande a este creador, dotado de tal sensibilidad para amar la tierra, y amándola amar al hombre de su pueblo, al que sufre los abusos y atropellos de las infraternas e inhumanas minorías poderosas.

Danilo Sánchez Lihón se siente integrado a la naturaleza, que es tierra, agua, aire y fuego. Es de la conjunción de esos cuatro elementos, en los que palpita la historia, en donde radica el hilo conductor de su ternura.

Él nos entrega cada vez nuevos libros pensando en los niños y jóvenes.

En su esfuerzo por retener su tierra, su patria íntima, su Santiago querido, alimenta día a día páginas llenas de vida, añoranzas, recuerdos y esperanzas, que no sabemos ya en qué momento las escribe, pero nos ofrece siempre en internet su página en fondo lúcuma que hace la función de raíz conectada a su memoria.


LEONCIO BUENO

Escribir libros en el Perú es difícil, pero mucho más es publicarlos. A pesar de todo, hay idealistas que aumentan y que superviven. Son pocos, pero son. Uno de ellos es Danilo Sánchez Lihón.

Quien, además, ha escrito páginas llenas de ternura y de sinceridad vivencial con las que se propone no solo dar a nuestra literatura presente un aporte singular y un hallazgo muy personal, sino honrar dignamente aún más la tierra que le vio nacer y vio nacer a César Vallejo.


ROSA CERNA GUARDIA


La casa de Danilo es un duenderío, no sólo por su ubicación, su forma de castillo, el fomento de la cultura que en ella se practica, principalmente de la poesía y del cuento para niños, sino y sobre todo por el amor a la lectura que allí se cultiva, iluminada por fuera y por dentro con lucecillas que llegan de todas partes.

Da la impresión de que estamos viviendo un tiempo de hadas. Después de un sencillo programa de cuentos y de poesía, subimos las escaleras, hasta llegar a un hermoso mirador, alquimia de lugar donde convergen todos estos elementos juntos: música, luces, palabras, cariño y emoción.

Como yo llevé el libro: “Los niños del Perú y sus poetas” y por ser maestra de escuela leí un poema mío “Informe Escolar”: El protagonista del poema es nada menos que un niño, mi alumno: Danilo.

La actitud de este niño, de llevar a la escuela a diario un álbum de pájaros pintados que alborotaba a los niños, rompiendo la disciplina, hizo que yo enviara al Director de la Escuela un informe, preguntándole: ¿qué debía hacer con él?

Esto es el texto del Informe Escolar:

Señor Director:

le digo que tengo un niño en la sala

que trae a diario, debajo del brazo,

un álbum de pájaros pintados.

Han de tener alma aquellas avecillas,

porque cuando entra él

toda la clase se alborota como si tratara

de coger alguna.

El pequeño usa un idioma distinto para cada una

y sabe de memoria el orden de nombrarlas.

No le interesa nada salvo si en Cálculo

hablo de sus pájaros, en Lenguaje de sus pájaros,

en Geografía de sus pájaros.

He inventado infinidad de ciencias en torno

de las aves,

desde el dibujo en blanco al arte de echarlos

a volar en poesía.

Pero regresan a la hora de los cantos escolares.

Tanta Zoología de amor me desespera

parece que las aves bebieran mi ternura

en la imagen de todos los chicos de la sala.

Sólo a la hora de cerrarse la tarde

recoge sus pájaros dormidos,

dobla bajo el brazo su paraíso ambulante

y echa a correr como si custodiara

mil cantos invisibles.

Un día lo reñí a causa de quebrantar la disciplina;

pero sus avecillas me hicieron hueco el corazón

y despoblaron mis pupilas...

En sueños me sentí despedida de la escuela.

¿Qué debo hacer?

Si le digo que no traiga; –dice– ¿dónde podré

dejar mi abecedario?

Si le quito el cuaderno morirá de pena como

un niño abandonado

y tal vez, todas las aves inicien para siempre

una huelga de silencio.

Tanto revuelo vence mis palabras,

mi manera de conducir el viento,

de dirigir el nacimiento de los días;

Señor Director

Dígame ¿qué debo hacer?


CHACO GIL

Danilo Sánchez Lihón es un prolífico escritor que derrama su poética telúrica, romántica y social desde sus años jóvenes. Siempre lo tengo en mi mente, por su talento y su prodigio literario, que sigue desarrollando.

Y desde luego por mis recuerdos del gran maestro Danilo Sánchez Gamboa, su padre, a quien conocí en el centro escolar 271, en mis años mozos de 1938 a 1940.

Todos los capulíes de las huertas y comarcas florecerán en esta fresca primavera, en nuestro terruño se Santiago de Chuco, en homenaje a su salud y a su espíritu de gran peruano.

Mi abrazo alborozado.


OSCAR COLCHADO LUCIO

¿Quién mejor para darnos un testimonio fiel de lo que significa ser un maestro de verdad en el Perú que alguien que abrió los ojos viendo en su delante y sintió la ternura de un padre que era un maestro ejemplar, como lo fue Danilo Sánchez Gamboa, que su hijo escritor como lo es Danilo Sánchez Lihón?

Y no solamente un testimonio de la grandeza de vivir sino también de la grandeza de morir como maestro, haciendo honor al significado de aquella famosa frase de don Ricardo Dolorier, que expresa:

"Ser maestro en el Perú

es una hermosa forma de vivir

y es también una hermosa forma de morir".*

Y es que los escenarios que narra la obra de Danilo Sánchez Lihón no son otros que los que alimentaron, su sabia y su paisaje de acuarela, a nuestro

gran poeta César Vallejo, el bello, idílico y apacible pueblo de Santiago de Chuco.

Por sus calles empedradas, cálidas y acogedoras, desfilan los personajes que pueblan sus libros: campesinos, artesanos, pequeños comerciantes, ganaderos, maestros y, sobre todo, bulliciosos estudiantes.

Danilo Sánchez Lihón escribe con fervor, con pasión y colmado de una gran evocación, hechos que vuelven su prosa extraordinaria, atractiva y cálida para el lector y lo convierte en piezas literarias que hay que revisar de cuando en cuando, libros para recordar y mantenerlos vivos siempre en el corazón de quienes somos maestros.


JAVIER COTILLO

Danilo Sánchez Lihón hace gala de maestría literaria, de dominio temático, de elocuencia morfológica, de cadencia sincopada, de mágica historia, de sueños sociales, de inauditas irrealidades realizadas, de escenas novelescas vividas antes de escribirlas.

Escribe con el corazón y el talante de los que saben decir lo que sienten blandiendo las armas de la oralidad, la sintaxis y la “pura literatura”, como quien termina de tejer, afanoso, los hilvanes del poncho de vicuña que ha de llevar el mancebo que se desposará con la historia.

Hay una confluencia exacta entre “lo que debería ser” con “lo que és” que su maestría ha logrado, de seguro sin proponértelo, convertirlo en eso: “lo que és”.

Y, por añadidura, escrito con garra, desplante, belleza, fulgor, pasión y mística contemplación, todas juntas, como un sorbo grande y generoso que nos negamos a deglutir y lo pasamos cicateando gotas tras gotas, para prolongar en nuestra papila el dulzor, arrancados de preñados racimos.

En suma, un derroche preciso “de todo”.


ANA CUEVAS UNAMUNO

Señores Capulí, Vallejo y su Tierra:

Sigo constantemente los artículos de Danilo Sánchez Lihón, pero el último que he recibido, en verdad, me ha hecho emocionar hasta las lágrimas.

Por ello me he tomado el atrevimiento, permitido por ustedes, de publicarlo en mi blog. Acá pueden verlo: http://tejiendocuentos.blogspot.com/2011/02/quechua-una-lengua-con-estigma-y.html

Obviamente con el reconocimiento a la fuente y a su creador.

En estos tiempos, ¡hace tanta falta que surjan seres que se atrevan a desafiar las prohibiciones perversas y a rescatar lo valioso!

Una vez más, gracias por compartir historias como éstas.


PATRICIA DA LUZ

Siempre que las posibilidades me lo permitieron he participado en jornadas, encuentros, exposiciones, talleres de escritores en Argentina, mi país; en Paraguay, donde vivo; en Brasil, Uruguay o Chile.

En todos ellos he conocido a talentosos escritores y formidables personas, pero debo admitir que en ninguno de estos intercambios pude descubrir, y trabajar, por algo tan enriquecedor y esencial como lo que presenta Danilo Sánchez Lihón.

Sin dudas, una presencia como la suya, con el esfuerzo y el talento al servicio de la dignidad, es la brisa de esperanza para nuestros pueblos.

Celebro su entrega, su pluma y el modo en que consigue hermanarnos en la certeza de que no todo está perdido; que es posible estar de pie aunque nos pretendan vencidos.


JAVIER DELGADO BENITES

Y como si todo fuera poco, Danilo Sánchez Lihón ha entregado a los niños su propia casa, para compartir su biblioteca, hablar sobre poesía, descorrer las cortinas del mundo fantástico de la literatura.

Ha fundado la casa de los niños, denominada “El castillo de los cuentos”, que es visitada frecuentemente por escolares de educación inicial, primaria, secundaria, estudiantes de pedagogía y, lógicamente, maestros.

Además, ha organizado colecciones de bibliotecas básicas para niños y jóvenes denominada "Rayuela de libros” que como biblioteca itinerante se pasea por los centros educativos. Por sus grandes obras en favor de los niños, merecidamente ha sido incorporado a la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil.

Como militante Vallejiano que es, fundó hace un tiempo el movimiento cultural “Capulí, Vallejo y su Tierra”, que cada año realiza un peregrinaje de visita a su tierra natal, desde el año 2000 con el propósito es difundir los ideales vallejianos y las bondades de Santiago de Chuco. En este movimiento se organizan encuentros nacionales e internacionales pudiendo participar en ellos con ponencias, talleres, presentaciones de libros y diversos eventos.

Por la cantidad de libros publicados, Danilo Sánchez Lihón es uno de los intelectuales más inagotables de la actualidad. Ha incursionado en la poesía, narrativa, ensayo, investigación pedagógica. En fin, ha hurgado con erudición en los más diversos y disímiles rubros de las letras.

Su arquitectura literaria está nutrida de notables valores estéticos, los mismos que le han convertido en una figura indiscutible de las letras latinoamericanas de nuestros días.

Es el poeta con corazón de niño y el hombre que como nadie ha homenajeado al ilustre baluarte de la poesía universal: César Vallejo. A él, al amigo, con respeto y beneplácito, nuestro saludo, también nuestra adhesión y compromiso de seguir tras las huellas de su esfuerzo titánico.

Y he aquí, pergeñado en versos, lo que él me inspira:

Ser modesto y fidedigno

con cualidades y destrezas

con su sabias enseñanzas

hace del hombre un ser digno.


Abanico disímil y de altura

de conocimientos diversos

con su pluma abre el sendero

del mundo de la cultura.


Forjador de juventudes

y amante de los niños

para ellos va su obra

en los tiempos y latitudes.


Sus bastos saberes

los derrama en el pueblo

como insignia de las letras

hace de Santiago tierra de poetas.


Idolatra su lar querido

como todo coterráneo

por su rinconcito andino

con alma de Patria grande.


ALBERTO ESCOBAR

La visión poética de Danilo Sánchez Lihón persigue una imagen integradora que asocia la conciencia del pasado con la noción del presente, la leyenda y el testimonio, la confesión subjetiva y la gesta comunal.

Con ella busca recomponer la totalidad a través de discursos dramáticos que, como lienzos sucesivos, descubren y velan –a la vez– la impotencia lírica.


JOSÉ ESQUIVEL GRADOS

¿Quién nos ayuda a garabatear por vez primera?

¿Quién nos enseña a ser firmes y emprendedores en la vida?

¿Quién nos exhorta a recorrer solo el camino de la verdad?

¿Quién nos colma el corazón de piedad por los hombres,

Por la naturaleza y por la patria?

¿Quién nos enseña amar a Dios, al árbol, al ave y a la nube?

¿Quién nos enseña a extender la mano sincera?

¿Quién nos escucha antes que los demás?

¿Quién nos entiende con su compresión infinita?

¿Quién llena la atmósfera de la escuela con su aura de saber?

¿Quién con pluma firme escribe la lección en nuestras mentes?

¿Quién es el conductor de la transformación social?

Eso es Danilo Sánchez Lihón.


Es realmente un ser singular:

Paciente como Job,

Visionario como el profeta,

Adalid de la ciencia y la justicia,

Escultor de corazones,

Promotor del amor,

Devoto de la solidaridad,

Amigo y confidente,

Tolerante como Jesús,

Luminaria de la cultura,

Paradigma de los niños, y

Líder social.

Es sinceramente todo eso

el maestro Danilo Sánchez Lihón


CARLOS GARCÍA CURAY

Agradecido en el tiempo, mi ser se insufla de saber cuando lo leo y lo escucho, porque aprendo de él.

En su versatilidad genera, en sus palabras y en las innumerables conferencias, llevadas a cabo en Capulí, Vallejo y su Tierra, virtud y pasión.

Es fuente de conocimiento y sabiduría.

Yo le agradezco de todo corazón tal esfuerzo. Y mucho más encomiable al enseñarnos a amar aún más a nuestra querida patria.

Como demócrata que soy me siento feliz y conmovido con la exquisitez de cómo escribe y describe a personajes vitales de la vida social, cultural y cotidiana.

Por los valores que se traslucen en sus diversos escritos. Y la pasión con que dirige Capulí, Vallejo y su Tierra.

La llama de la amistad, el respeto y el conocimiento fluye en él. Y flamea con dignidad todo fervor y todo gran valor.


CELINA GARRIDO

Estimados señores del Plan Lector:

Qué hermoso lo escrito por Danilo Sánchez Lihón sobre ¡un balde de agua!

Tocó mi corazón y entró la nostalgia. Gracias por compartirlo.

Los acompaño desde mi pueblo Cafayate, Provincia de Salta, Argentina.

Un abrazo fraterno.


ANGEL GAVIDIA

Me aúno al saludo que, desde esta luminosa ventana andina, lanza nuestro querido Nalo al Maestro Danilo Sánchez Lihón.

Sí, pues, qué bien calza en Danilo el grado de Maestro, esforzado Maestro, con su santiaguinismo y su insobornable militancia vallejiana a cuestas, repartiendo pedacitos de pan fresco a todos, desde el horno de su formidable corazón.

Danilo es un combativo militante del vallejismo y de la santiaguinidad sin imposturas.

Es, además, un maestro de estirpe.

¡Salud, maestro! y que nos ponga cuy o cuya para comerlos fritos con los fieros rocotos de los temples, (cito de memoria, perdonadme).


CESAR GONZALEZ BECERRA

Porque los oropeles de la ciudad capital no han logrado arrancar de su mente y de su corazón los “cerros horizontales de sus penas”, como dijo Vallejo.

En él siempre están sus cerros, su cielo color añil surcado por nubes, como si fuera su corazón. Sus valles verdes de trigo, de cebada, ¡sus papales!

Sus baladas, son su pan. Sus recuerdos son raíces que lo aferran, lo aseguran a los pezones ubérrimos de esa pletórica tierra.

Lo sostiene su inocente amor a la mujer andina de junco y capulí.

Los bramidos de viento de sierra, son su música; su alegría.

Santiago de Chuco, donde un día ya lejano, como todo ser humano fue arrojado desnudo a la tierra, que hoy grita su nombre sin importarle ningún otro destino.

Marcha en el lomo de la tempestad al seno de su terruño natal a justificar ante el tiempo su ausencia.

¡Qué de secretos placeres no sentirá cuando después de tanto tiempo y tan largo viaje pone las plantas de sus pies en el suelo amado!

¡Qué de alegrías espirituales, que quizá no logran cauterizar las heridas causadas por el tiempo y la distancia!

¡Qué de tesoros no acumulará con sus sentimientos desboscados: fresca brisa, la fragancia de sus flores; la frescura de las cristalinas aguas de sus riachuelos; la umbría sombra de sus bosques.

Él no dejará que sus ancestros duerman el sueño del olvido y juntamente con ellos, donde quiera que se halle, hablará de su amado Santiago de Chuco, cuya ausencia le arranca lúgubres notas y versos de dolor.

Mi corazón vate al unísono del suyo. Por eso me uno a su convocatoria y a su proclama.

Y confiado aúno mi alma al lado de la suya.


RICARDO GONZALEZ VIGIL

En Danilo Sánchez Lihón se ofrece el poema como crónica o acta atenta a la "versión de los vencidos".

Persigue, como anota Alberto Escobar, "una imagen integradora que asocia la conciencia del pasado con la noción del presente, la leyenda y el testimonio, la confesión subjetiva y la gesta comunal".

Este designio creador de Sánchez Lihón se conjuga con la reelaboración de cantos y relatos de la tradición oral de los Andes y la Amazonia:

Crío una mosca se vertebra conforme a la estancias de un famoso huayno, así como sus cuentos se nutren de argumentos creados por indígenas.

De otro lado, Sánchez Lihón indaga las tribulaciones urbanas del hombre de pueblo y el fuego lacerante del amor, alcanzando un hálito visceral, delirante, onírico.


ALICIA JARAMILLO

Qué grato es leer sus apreciaciones, la belleza con que fluyen sus palabras, combinando aspectos conceptuales y filosóficos profundos en expresiones tan exquisitamente sencillas.

De dicha manera se muestra y evidencia no solo la tremenda sensibilidad que tiene como ser humano sino también su gran calidad profesional.

El aporte que hace, refiriéndose a vivencias ocurridas y los comentarios respecto a aspectos saltantes de la vida, contrastado ello con la esencia misma del ser humano, me impresionan y conmueven.

Yo le agradezco desde lo más profundo de mi corazón, pues es un símbolo de lo mejor que tenemos.

Que Dios le siga bendiciendo con esa luz que proyecta desde su mente y desde su alma.


MARCIAL JARAMILLO

Fragancia de jazmines de tersos capullos

Respiraba el ambiente a tu alrededor

El sol de la mañana en Santiago de Chuco

Se despejó ampliamente el día que naciste

Dorando esplendoroso las enhiestes cumbres

Y la alegría se hizo en tu digno hogar.


Donde quiera que yo esté, cerca o distante,

Aferrada a mi mente llevo siempre tu imagen

Nacida en el colegio donde te conocí.

Imberbe eras aún en el "Santiago el Mayor"

Lima te atrajo y te fuiste a estudiar a fondo

Otros pueblos, otras gentes, hoy te reclaman.


Sientes la vocación de escritor y la vives

A lo largo y ancho de la patria y más allá

Narrando eres formidable más que en el verso

Cada tema tuyo esta premunido de amor,

Humanidad y belleza a la "Santa Tierra"

En la narrativa eres un "Ciro Alegría"

Salvando las diferencias estilísticas.


Libros bonitos han salido de tu pluma

Irán a deleitar a todos los lectores

Hambrientos de cultura e información

Obraste con gusto literario al escribir

Nos queda ahora felicitarte y aplaudirte.


JOSEFA LORA RISCO

Una grata sensación de bienestar nos aflora al leer y releer cada cuento que escribe Danilo Sánchez Lihón. Su mensaje nos libera de tantos estereotipos que nos sujetan, aprisionan y esclavizan. Al leerlo por el contrario, me siento avasallada por un sentimiento puro y limpio, que generalmente se mantiene oculto y aún hasta se olvida al llegar a la edad adulta.

Gracias Danilo por hacer sentir en mí la armonía y belleza de lo sencillo, de lo simple. También por la oportunidad de sentir y reflexionar con la lectura de tus cuentos.

Y en pensar lo diferente que sería hoy nuestro mundo si desde los primeros años de la infancia, y en particular desde los primeros años de la escuela, los niños fueran estimulados a ejercitar los diferentes tipos de comunicación existentes: el lenguaje corporal, el verbal, el escrito.

Entonces, se sentarían así las bases para que su expresión diera rienda suelta a esa maravillosa imaginación que, surgida de sus propias vivencias e impregnada de todos aquellos puros sentimientos que corresponden a su vida de infantes, los llevara a encontrar mejores caminos hacia su felicidad.


SANIEL LOZANO ALVARADO

En un balance o panorama de las letras santiaguinas Danilo Sánchez Lihón se erige como una de las figuras de mayor relieve y trascendencia. Su fecundidad y versatilidad literaria es asombrosa, incesante y prolífica en la

concepción, producción y promoción cultural, a tal punto que resulta realmente difícil determinar con exactitud el volumen de títulos publicados hasta hoy.

En nuestros días, su veta creadora constituye el torrente de una expresión sin parangón posible. Efectivamente, el escritor produce tanto en cantidad como en calidad. Su inquietud parece obsesionada por no dejar cabos sueltos.

Constantemente está explorando y dando a conocer nuevos espacios y vías. No tiene tregua y continuamente pasa de uno a otro tema y proyecto. Su vida discurre entre lecturas, libros, conferencias, sueños, ilusiones, despertares, nuevos proyectos y cada día, una nueva y creciente producción.

Sé que, en el fondo de su fisonomía tierna y noble, y de una delicada bondad, bulle y se agita todo un torrente, de caudal desbordante y desbocado. La vida de Danilo es escribir. Ese es su destino.

Y publica no sólo la cosecha propia sino también la de otros autores guiados por un horizonte común, como es el desarrollo espiritual y cultural de los niños y jóvenes del Perú y de otras latitudes.

Por eso. creo que por el volumen de su obra y por la indudable calidad de sus creaciones, ha trascendido ya a su tiempo y a su espacio regional, con proyecciones al proceso cultural de nuestra patria.

De manera específica, la literatura infantil y juvenil, incluida la creatividad literaria y la promoción de la lectura, tienen en él a uno de sus más claros paladines.


AÍDA MARCUSE

Danilo Sánchez Linón, fino poeta y escritor que ha consagrado la casi totalidad de su obra a los niños, siente su tierra. Es de Santiago de Chuco, un lugar mítico que, más que una ciudad, parece un sueño.

Danilo es del Perú profundo, de cada terrón de su suelo, de cada colina que trepó de niño, de la atalaya que corona su casa y sobresale del pueblo como un vigía atento, siempre vigilando por los apus que lo rodean y lo protegen de los peligros que aguardan más allá del pueblo.

Los cuentos que publica están escritos en un idioma leve como un soplo de viento. Dicen lo que tienen que decir, nada más, y nada menos. Nada sobra en ellos. En ellos no puede suprimirse ni una palabra, las hay las que son imprescindibles.

En él la fuerza de la acción y del sentimiento reemplaza a los adjetivos. Cada una de sus palabras está cargada de emoción poética, viva como un leño encendido.


FÉLIX NAKAMURA HINOSTROZA

Le debo mucho después de haberlo leído, primero sobre Georgette Vallejo y, después, en cuanto a Luis de la Puente Uceda.

En ambos casos mis labios seguían las letras y mis ojos surcados de lágrimas me llevaron a esas imágenes increíbles de nuestra historia y que con mucho amor nos enseña.


JULIO NELSON

A principios de los años sesenta alternábamos en el patio de Letras de San Marcos Juan Ojeda, Danilo Sánchez Lihón, Juan Cristóbal, Hildebrando Pérez Grande, entre otros.

Danilo era callado y hasta algo tímido. Sabíamos que era de Santiago de Chuco y una noche de tragos Juan Ojeda me dijo: "Danilo es tan callado porque la pasa meditando sobre el carácter de su obra. Es paisano de Vallejo y eso gravita enormemente en su alma; su compromiso es serio".

Yo viajé a Europa y a mi regreso cada uno había tomado su rumbo en la vida. Supe que Danilo trabajaba en la amazonia. Pero Ojeda estaba en Lima y me dio a leer el primer poemario de Danilo, Las Actas.

Luego volvimos a encontrarnos, por última vez, con Ojeda, en el verano de 1973, y comentamos el segundo libro de Danilo, Scorpius. Y convergimos con Ojeda en la idea de que Danilo era un ortodoxo, aunque original continuador de Vallejo.

Ortodoxo porque había recogido de forma ceñida la protesta vallejiana y original porque al hermetismo de Vallejo Danilo oponía una sólida transparencia, que ha ido cristalizándose con el curso del tiempo.

Y que aparece ya en él como una virtud cabal, que hace recordar a Constantino Cavafis, quien armó su gran poesía con los términos y giros del habla cotidiana.


RAMÓN NORIEGA TORERO

El aporte de Danilo Sánchez Lihón a la cultura y educación es el ejemplo de un proceso permanente e indoblegable en continua ascensión. Es una obra pareja y siempre progresiva desde sus primeras acciones en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde estudiara y obtuviera su grado académico y título profesional.

Que se funda y sostiene en sus primeras iniciativas y libros publicados y desde sus primeros participaciones en eventos culturales, consecuente siempre con sus principios, sin dar lugar al escándalo, a la impostura ni a la búsqueda de protagonismo ni mucho menos de figuración o publicidad.

Caracteriza el trabajo de Danilo Sánchez Lihón el ser paciente, silencioso y de búsqueda permanente de valores en la niñez y en la juventud, en la educación y en la cultura, en las personas y en la comunidad.

Reluce una trayectoria de calidad y constancia en la creación de una obra educativa ejemplar. Su obra, con tener perfiles de alta y trascendente significación, es a la vez sencilla y de carácter práctico. Nos anima a hacer actividades, nos enseña cómo diseñarlas y llevarlas a cabo y nos da las

orientaciones y objetivos que con ellas se logran alcanzar. Es en la docencia y en la creación de la palabra escrita un maestro intenso, noble e integral.

Por las razones expuestas, por el análisis y el panorama que nos ofrecen las obras y la trayectoria en el campo de la educación que Danilo Sánchez Lihón ha publicado, a lo largo de su trayectoria magisterial para bien del Perú, Danilo Sánchez Lihón es un ejemplo no solo para la intelectualidad responsable de nuestro país sino sobre todo para la juventud y niñez en todo tiempo y en todo lugar.


MANUEL JESÚS ORBEGOZO

Cualquiera de nosotros que intente sostener quién es un escritor que sigue la sombra de César Vallejo, no dudará en afirmar que se trata de Danilo Sánchez Lihón. Por supuesto que nadie osará comparar sus calidades literarias porque eso sería mucho atrevimiento, pero sí su sentido de la vida provinciana, sí la formalidad de su lenguaje, su cultura, la emisión de sus sentimientos, hasta de sus efectos y de sus defectos.

En términos generales, si hay alguien capaz de caminar detrás de César Vallejo, de estar siguiéndole los pasos o pisándole los talones literaria y humanamente, ese es, siempre lo será, Danilo Sánchez Lihón.

Todos sus libros son conocidos por nosotros, porque los hemos leído desde la A hasta la Z, tienen una ternura muy marcada, un clima telúrico, un vaho que no puede ser otro que aquel que envolvió los años infantiles y juveniles de nuestro poeta universal.

Yo no quisiera excavar más la mina de oro que es la narrativa de Danilo Sánchez Lihón, que constituye un tierno y grandioso aportes a la literatura nacional para uno de los sectores más importantes de la sociedad: la niñez. Veo, sin embargo, que aquí hay una trampa sutil.

Sus libros no están dirigidos sólo a los niños-niños, sino también a los que fuimos niños. Danilo nos aconseja ser valientes y regresar sin ningún temor a recordar nuestra niñez. Veremos cuántos nos acogemos a su exordio. Felicitaciones y gracias Danilo Sánchez Lihón, amigo, paisano liberteño, santiaguino, hombre del mundo.


ELVIRA ORDÓÑEZ

La evolución en el tiempo de la poesía de Danilo, denota un deseo de despojarse de alcanzar una desnudez clarificadora. Si observamos su lenguaje en uno de sus primeros libros, en Scorpius, por ejemplo, se expresa con símiles, metáforas y en general su verbo está recreado a través de símbolos. Libro de mucha unidad y largo aliento.

Pero, como decíamos, Danilo desea despojarse y que su mensaje sea cada vez más directo. Siento como si nos dijera, puedo tener esta voz pero también esta otra. Y si soy el intelecto depurado también soy la confesión íntima de mi profunda levedad y mi intemperie. Si se alquimia en mi verbo un universo metafórico también mi voz es tan clara como el agua y tan libre como el viento.

Poeta de vida y de palabra; sincero hasta el límite de sí mismo, es también dueño de una prosa fecunda.

Dentro del lenguaje directo con que nos trasmite Danilo su mensaje sentimos su angustia y su clarificarse. Su afirmarse en sí mismo, con aparente serenidad a través de ese otro yo o de el ángel guardián que lo va sosteniendo pero con un trasfondo que nos hace pensar que el hombre es gladiador de sombras, que lucha contra sus fantasmas cuerpo a cuerpo y en el caso del poeta, que los vence son su palabra.

Sus fantasmas a veces son incorpóreos, pero otras toman cuerpo en las reales dificultades de la vida. En sus textos está representada esa guerra interna del hombre y ese vencerse y vencer las tormentas que asolan hasta que se aquieta el tumulto interior y resplandece la luz.

Y nos dice al final el poeta a través de la voz del ángel a quien lo evoca y que lo representa: Descansa. Todo ya pasó y mira: hay otro universo.


MANUEL PANTIGOSO

Creo firmemente que la poesía de Danilo Sánchez Lihón, por su hondura, por su mensaje de humanísimas esencias, ha de quedar registrada en los panoramas literarios, y grabada también en nuestros corazones.

Y en su prosa, desde el ardor de la oralidad, desde la sagrada luz de la fantasía y de la magia; desde, en fin, el fuego de la palabra va la memoria colectiva del sueño, buceando en la intimidad del agua, hacia el rescate de nuestra identidad creadora, con las raíces afincadas en la tierra y las hojas escudriñando el cielo.

Es la realidad de la magia develando la magia de la realidad.


WALTER PEÑALOZA RAMELLA

Danilo Sánchez Lihón, promotor y director del Instituto del Libro y la Lectura; acoge a los niños en su casa, que es un castillo encantado, y los motiva a leer. Él es poeta, escritor y maestro, preciosa conjunción que configura a todo auténtico maestro, ya que todo verdadero docente ha de ser un ser creativo y enamorado del arte y las formas culturales.

Él ha escrito muchos libros que para mí constituyen un deleite su lectura, no sólo por la prosa cuidada y llena de emoción que Danilo sabe desplegar, sino porque erige al niño como la presencia suprema en la vida.

Dedicando todo su esfuerzo y su desvelo a encontrar una relación feliz y promisoria con estos “milagros” y “maravillas” de la existencia como él los considera y los valora.

Y de esa búsqueda nace, como cabría suponerlo, su apasionante aventura.


JOSÉ PABLO QUEVEDO

El legado del mundo andino y su obra telúrica recorre todas las férulas de Danilo Sánchez Lihón, hombre auténtico, autor social, escritor y poeta que tiene un conocimiento profundo de ese ámbito y recorre muchos de sus espacios.

Siempre con él se conversa acerca de César Vallejo y su obra, pero también de Santiago de Chuco, la cuna de nacimiento del poeta universal. Los poemas de Vallejo emergen como estandartes de un combate necesario para este tiempo lacerado.

Pero, la obra de Danilo Sánchez Lihón también está referida a muchos de los próceres luchadores, escritores y poetas, cuyos legados han determinado una consciencia histórica de este mundo comunal y solidario.

También este poeta y escritor, trabaja para los niños, y ha dedicado muchos libros de cuentos, canciones, y hasta dibujos, que el mismo los muestra en su bella casa, la cual parece salida de un cuento de las Mil y una Noche.

Él está convencido, que los principios básicos y la praxis del mundo andino son resistentes al tiempo y a la vida, y que ellos nos conducirán a un mundo más humano y solidario, ya que sus enseñanzas nos sirven más que todos los códigos de justicia del mundo “civilizado”.

Sus ensayos y trabajos uno los puede recibir semanalmente en forma gratuita a través de la revista virtual “Capulí” y se acumulan en diversos blog del Perú y el mundo.


ERNESTO RÁEZ MENDIOLA

Acostumbrados como nos tiene Danilo Sánchez Lihón a sus publicaciones de registro vario, en ellos testimonia, evoca y conduce al encuentro de ese raro espécimen en proceso de extinción que es el educador, conductor de almas y él mismo un alma dispuesta a prolongarse e inaugurarse perpetuamente diferente en el alma de sus alumnos.

Danilo Sánchez Lihón no es de los que escriben y publican un libro de vez en cuando, sino que es alguien que ya nos tiene acostumbrados a renovados encuentros de reflexión, cuando nos convoca en torno a sus producciones o a inquietantes cuestiones de interés nacional.

He aquí que ya tenemos una flor de alegría más para colorear nuestro jardín. He aquí a un multiplicador de peces y panes, que hoy clama en el desierto de la indiferencia o del desamparo, frente a la abundancia despilfarradora.

Y estos gestos se agradecen, porque la mínima dosis de optimismo inoculada, es hoy una transfusión de energías renovadas que nuestra salud ética reclama.

Tengo la sospecha de que Danilo también ha hecho de esta labor su fuente de recolección de pequeñas alegrías, porque el ritmo y el tono de su hablar se ha ido haciendo cada vez más a la atmósfera propia de los estados de poesía.

En ellos la palabra actúa como anzuelo que pesca en los humanos ríos, la dimensión mágica de la existencia humana, como aspecto esencial del trayecto

vital en sus libros, escritos por un protagonista de la historia y un combatiente en batalla.

Su literatura no es solo testimonio sino canto de aeda, de trovador o de haravicu, como estoy seguro que preferiría Danilo que lo llame, adelantándose al monumento que algún día se erigirá a sus esfuerzos, por la permanencia y el crecimiento de una literatura con identidad en el Perú.

A su dilecta amistad me junto reverente, para una vez más recoger unas cuantas florecillas para mi personal jardín de las delicias. Por todo eso saludo el mensaje de amor filial y pedagógico que portan las páginas de sus libros.

Y, porque el mejor futuro es el presente, reitero a mi amigo Danilo Sánchez Lihón, sembrador de rosas blancas, mi admiración y cariño. Y de mi jardín interior he recogido también yo una flor, y se la entrego, esperando que todos ustedes porten en sus manos la suya.

RAPICHA

Militante solitario que regalas, incansable, tu palabra a anónimos lectores que ingresan, desde diferentes lugares del planeta, de día o de noche, en sus casas o en cabinas, a saciarse de tu verbo. Tenaz difusor de tu infancia serrana a los profanos de hoy, muchos que nunca vivieron en el campo, y que no terminan de imaginar “la parva”, algo tan desconocido como ver duendecillos desnudos bañándose en el río, o pisar la luna.

Con tus efemérides les recuerdas aquello que aprendieron en primaria y lo disfrutan, palabra por palabra, en una clase magistral de historia. No es sólo el hacer del personaje, es el ser, su entorno, sus vivencias, ese ayer que se convierte, transmutado por la fuerza de tu prosa, en un hoy.

Con tu poesía los conmueves, los estremeces, los arrancas de su cuadro abúlico. En cierto momento, en un rinconcito de su ser, un rayito incorpóreo de sol se infiltra en ellos, al sentir la mirada fija de un bebe o de una niña que vende caramelos. Les comunicas, aun por un momento, turbación, ternura, antes que regresen a su consabida “compañía” del celular o Facebook.

¿Tú te imaginas, Danilo, cuánto estás haciendo al dar Send en tu computadora? ¿Sabes cuántos pares de ojos leerán esas letras, que se van filtrando, invisibles en el espacio cibernético y que, en ese preciso instante, son recibidas por tus fieles lectores? No creo que llegues a percibir la intensidad de esos rayos que disparas por doquier, ni que imagines cómo cada uno de esos seres valora tu constante presente.

Quizás muy pocos te lo agradecen pero, de alguna manera, son muchos para los cuales, tus mensajes son ilustración, son un oasis en su desierto camino y, hasta consuelo y compañía. En nombre de muchos de esos xxx@xxx te digo: ¡Gracias, militante solitario!


LUIS ALBERTO RATTO

Danilo Sánchez Linón es un exponente de toda una generación intelectual que muy pronto se vio comprometida con su tiempo. Nacido en la tierra de César Vallejo y de Luis De la Puente Uceda, ese ámbito y esos nombres signaran su camino. No es de extrañar entonces que la literatura y la inquietud social, dos formas de soñar en el Perú, hayan constituido y constituyan, hasta hoy, su diario compromiso con el vivir.

Muy pronto Danilo se convierte en fedatario de un tiempo que es, por desgracia, todo el desgarrado tiempo de la patria; y, hecha poesía su protesta, plañen sus acllas denunciando la colección de iniquidades de esos " pájaros negros de la desdicha"; porque el poeta, profeta desgarrado, ha visto "lagrimear a la tierra en los sótanos de las ciudades”. Quizás por eso, en su primer opúsculo poético, que tituló Las Actas, dejó constancia del oprobio, no para exorcizarse sino para dar testimonio de su más decidida entrega a las justas causas.

A diferencia de quienes sólo se han nutrido del Perú en los libros, Danilo lo recorrió tratando de encontrarse en sus parajes recónditos de la sierra y la selva, para hallar sus propios silencios interiores y el deslumbrante resplandor de apasionados fuegos.

De allí ha de nacer Scorpius, un tríptico que camina desde el mito y las alucinaciones, hasta Mesa Pelada donde una letanía a Luis de la Puente Uceda posa tiernamente el corazón del héroe en el seno de su pueblo.

La actividad de Sánchez Lihón en torno a la palabra se interna también por otros meandros en busca de comunicación. En ellos siempre es ensimismado, introvertido y celoso guardián de su mundo interior. Y en su búsqueda encuentra al niño como protagonista insigne.

Para ellos diseña Danilo Sánchez un planteamiento que sólo un poeta –y Danilo es como el que más– puede hablarnos con derecho de los niños. Porque para entrar al mundo infantil de la magia y del ensueño a rescatar su sonrisa, hace falta siempre la travesura de una imagen insólita y el volatín de una jitanjáfora audaz.


SANTIAGO RISSO

Danilo Sánchez Lihón lleva en su morral nueve poemarios, y su chalina roja abriga otros noventa y tantos libros. Nace en Santiago de Chuco y quizás sea un hermano menor de César Vallejo, inhallado en el macizo, pero dulce, poyo de su hogar. Yo le rindo homenaje a su poesía que revela su universo de vida: una verdadera bitácora creativa y fraterna.

Mora en un castillo de sueños y torres desde donde en noches claras se alcanza a estar en el firmamento. Sus versos confirman que Danilo trasciende su tiempo y espacio y deja de ser una figura generacional para situarse en la esencia y el corazón del ser humano.

Ahora la bandera de su poesía flamea, con lenguaje sencillo, entrañable y cotidiano, en niveles de honda filosofía latinoamericana que trasunta su original propuesta poética y, sobrecogedoramente vital.


FERNANDO ROJAS MOREY

Con ojos de niño,

nos miras, Danilo;

con ellos sonríes,

nos amas de nuevo

o lloras de pena;

fulguran cual rayo

si miras el mal.


Tus ojos de niño

otean paisajes,

recuerdos que anidan

allá en las montañas,

engaste del cielo,

Santiago del alma,

tu tierra natal.


Tu vista repasa

la vida del pueblo,

sus muchos pesares,

la fiesta escarlata,

los rostros amigos,

la pícara suerte,

con micas de sal.


Danilo, los pobres

tus iris perfilan:

están en los Andes,

orillan las urbes,

hurgando en las calles

o huellan incautos

el seco arenal.


Por eso tus ojos

traspasan el tiempo,

se tornan profetas,

proclaman radiantes

la fe, la esperanza,

y avivan la lucha,

la gloria inmortal.


Y así tu mirada,

Danilo, poeta,

con prístina lumbre,

es sima profunda,

es cielo infinito

arroyo inasible,

que irrumpe en el valle

y duerme en el mar.


ROBERTO ROSARIO VIDAL

Pocos escritores de nuestros tiempos pueden mostrar con orgullo, como Danilo Sánchez Lihón, los méritos que lo adornan. Poeta, narrador, editor, ensayista, además de meticuloso investigador y promotor de la literatura infantil peruana, con gran reconocimiento en el país y en el extranjero. Una larga lista de aventuras literarias orientan el camino del escritor en que Danilo se convierte, estimulado por la lectura y la investigación que se tornan en aprendizaje de vida.

Vida extraordinaria la del poeta que hila los versos para tejer poemas. Trabaja con la palabra como el pescador que construye sus redes para tenderlas en el mar y cosechar peces. Como el agricultor que borda semillas que transforman el horizonte en pinceladas de colores vivos, que ondulan en las tardes convertidos en caña, maíz y trigo.

Granos de oro, de versos, de relatos, narraciones que hacen volar la imaginación sin límites ni fronteras. Tienen razón quienes dicen que los artistas poseen algo de Dios, porque han heredado su maravillosa dote de creadores. Pero son pocos los elegidos, porque el camino para alcanzar tal nivel en la escala jerárquica del arte, requiere mucho trabajo, estudio, esfuerzo y cruces sobre el Gólgota.

Pero al fin, flagelados pero puros, sus manos son capaces de trasmitir destellos de luz maravillosa que los profanos llamamos poesía, arte, literatura. Y lo celebramos sorprendidos, satisfechos y orgullosos de sus logros tal como ocurre, transportados por la magia de la palabra, con Danilo Sánchez Lihón.


LUZ SAMANEZ PAZ


Noble y dulce poeta y escritor

canta su poesía como un ruiseñor,

bella melodía, un almendro en flor

y vive amando y siempre soñando

un mundo mejor...


TEODORO SÁNCHEZ ROSALES

Danilo Sánchez Lihon, fundó la institución cultural denominada “Capulí, Vallejo y su Tierra”, movimiento que tiene como propósito cultivar en los niños, jóvenes y población en general, la identidad hacia la tierra, para que reconozcan que en su lar nativo existen valores supremos. El caso de Santiago de Chuco con el poeta César Vallejo, luchadores sociales como Luis de la Puente Uceda, sindicalistas organizadores del pueblo como Artemio Zavala, entre otros.

En este movimiento se encuentran personas connotadas que vienen cultivando cultura y tradición desde hace 12 años, alentando a sus integrantes a escribir y publicar libros, a estar en escenarios para ser oradores, expositores, declamadores, poetas representativos de la tierra de Santiago de Chuco.

Realizan actividades en Lima, Trujillo, Huamachuco e incluso en el extranjero, como en Barcelona, donde han realizado actividades con “Capulí, Vallejo y el Mundo”. Actualmente por su trabajo profesional Danilo está radicado en Lima junto a su familia. Desde allí nos da mensajes como este:

“...Tenemos que elegir lo que es esencial y trascendente, y hay que dejar todo aquello que es trivial. Hay que superar el desaliento; y que siempre forjemos lo mejor para nosotros mismos y para lo demás. Y espero que mi Santiago de Chuco, sea un pueblo orgulloso de sí mismo, un pueblo que conserve sus tradiciones, su identidad, que no se pierdan sus tejados, sus casas de adobe, sus balcones de antepecho, sus puertas de madera, sus calles empedradas.”


PABLO UCEDA

En mí apartado rincón capitalino, he tenido el placer de leer algunos libros del escritor santiaguino Danilo Sánchez Linón. Al leerlos ha renacido en mí la venturosa época de mi infancia, y adolescencia en Santiago de Chuco, nuestro querido terruño. He vuelto a sentir su latido y a embelesarme con su inolvidable y hermoso paisaje, voluptuoso y melancólico a la vez, de tremenda fuerza espiritual y hondo sentimiento. Han surgido en mi mente felices recuerdos, abrochados con nudos de dulzura y de nostalgia.

En las páginas de sus libros aparecen palpitantes la tierra y la niñez de nuestro genial poeta y relieva las originales expresiones de Vallejo, llenas de candor, de ternura y de dolor. Y también los ricos matices del habla de nuestro pueblo: "Cebadales, trigales, cosa buena", expresión ponderativa; "habráse visto", delicado reproche; "bueno, pues", aceptación sumisa; "Pero, bueno, bueno", titubeo y decisión.

Danilo ha logrado una óptima cosecha, fruto de estudio, dedicación, de amor profundo a nuestra tierra, de esfuerzo y perseverancia. No exagero al expresar que en el frondoso y recio árbol de su producción poética el sentimiento de Vallejo, aflora transparente, cristalino, palpitante, como gotas de rocío sobre el verde de "pecíolos mancos".

Anhelo que en nombre de estas obras las manos dispersas de los actuales moradores de Santiago de Chuco se junten, para trabajar por el bien de Santiago, para hacerlo grande y preservar su identidad, amarlo profundamente, proyectando este sentimiento a los demás pueblos que forman nuestra nación y a la humanidad, aprendiendo a ser solidarios.


EDUARDO URDANIVIA

En gran medida la de Danilo es literatura didáctica, porque busca enseñar al lector algunos modos de ser distintos a los que tiene; es literatura moralizante,

porque transmite valores que la moral imperante en nuestra sociedad considera como metas normativas del comportamiento.

Pero es a la vez literatura en el sentido más puro del término, pues el manejo del lenguaje transparenta al escritor seguro de su oficio, al poeta que es Danilo. Y, también, es literatura que se desliza libre y segura por las vertien-tes del folklore.

Cumple, pues, tan variadas funciones que bien puede decirse que los libros de Danilo son una buena muestra del "dulce et utile" horaciano, de aquella literatura que aspira a enseñar deleitando.

Gracias a Danilo por acercar mundos originarios hasta nosotros, gracias por permitirnos pensar y vivir el Perú cada vez con mayor amplitud y hondura, y gracias por tu palabra siempre tan hermosa y segura de sí misma.


MANUEL VELÁSQUEZ ROJAS

Danilo Sánchez Lihón, santiaguino de origen y vocación es, sin duda, el intelectual que con sus textos de prosa evocativa, que van desde la descripción de leyendas y narraciones populares hasta los propios recuerdos biográficos y familiares, ha logrado crear un Santiago de Chuco inmortal, porque la palabra que es poesía vence al tiempo.

Su poesía no es de continentes, sino de contenidos, vale decir que más importancia le otorga al desarrollo de sus significaciones o sentidos, que a la delicada elaboración de los recursos expresivos o retóricos. Es una poesía rápida, fuerte y con impacto, que más denuncia, que enuncia.

A él reitero mi cálida felicitación y a su tierra natal, Santiago de Chuco, que registra el esplendor de sus voces poéticas: que han nacido de los puquiales cristalinos, han crecido con los majestuosos cerros, y se han esparcido por los vientos del mundo como palabra eterna.



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