LUZ SAMANEZ PAZ, OBTIENE PREMIO LATINOAMERICANO
"GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ"
La Asociación de Intelectuales Latinos (ASILA), otorgó a la escritora apurimeña Luz Samanez Paz, el Primer Premio Latinoamericano "Gabriel García Márquez", por su obra "El Laberinto Andino de Arguedas", que será presentado en la Universidad Tecnológica de los Andes ( UTEA ) de Abancay.
La presentación estará a cargo del Prof. Federico Latorre Ormachea y el comentario lo realizará Humberto Collado Román de la UTEA.
La ASOLAPO Internacional Condecorará a la HIJA ILUSTRE de Apurímac, Luz Samanez Paz, con la Medalla "Centenario de Arguedas", como reconocimiento a su brillante labor desarrollada a través de sus 25 años de vida cultural.
Igualmente serán condecorados por ASOLAPO, este 5 de agosto en la Sala de Actuaciones de la UTEA de Abancay-Apurímac, los distinguidos intelectuales: Federico Latorre Ormachea y Humberto Collado Román, por su gran trayectoria cultural a nivel internacional, y la compositora y cantante iqueña Adriana García Carlos, que interpretará en wayno, la canción compuesta por Luz Samanez Paz "ARGUEDAS".
Luz, manifestó: "El haber obtenido este premio es para mí, motivo de orgullo y satisfacción y un reto para seguir adelante. Porque para mí, José María Arguedas es el más genuino representante del indigenismo en el Perú. Maneja en forma magistral la poesía y la narrativa andinas, que es uno de nuestros cuantiosos tesoros considerados como una de las fortalezas del idioma nativo, el Quechua, que brilla con luz propia. Es el humus primordial que huele a tierra mojada, a yerba fresca, a sol, a naturaleza viva, es la joyería flamígea de dioses estatales que giran al rededor del sol adorado. El pueblo andino no escapó a tan celeste, aunque totalitaria seducción, se confundió coralmente cantando en provecho exclusivo de la pachamama, glorificando el noble ejercicio de la siembra, de la cosecha, de las chaquitaqllas, con sus despachos andinos o pagos a la tierra, convertidos en ritos sagrados. Pachamama la llamaron en su dulce lengua, es decir Madre, porque eso fue y sigue siendo para los campesinos, seno originario y genital, siempre fértil. Para Arguedas, el ejercicio de la Literatura obedeció a su convicción de revelar la realidad. Una realidad que él quiso rescatar. Escribir para Arguedas, fue una misión social. Fue un narrador protagonista, era un compromiso con la verdad que se convirtió en la razón central de su vida. Quiso revalorar la raza indígena. Su suicidio con los escritos que lo contextualizan, selló con sangre ese vínculo, entre su literatura, su vida y su realidad. Él decía: "Mi muerte la sentirán las cosas. Las ch´askas darán misa en la cúpula azul del cielo y la Q´ocha se pasará las noches comiéndose las uñas. Todo estará tan triste, como un bisturí que nos corta una vena en la memoria".
Pintura: Bruno Portuguez - Foto: Nalo Alvarado Balarezo - Encuentros Arguedianos
A JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
Luz Samanez Paz
José María Arguedas, voz andina,
voz de piedra cortada a trazos
por el grave perfil del pensamiento.
Deshojas tus sentimientos,
en el aire caliente de tus narraciones
teñidas a veces de sangre.
Arguedas, eres un ser arrancado del Ande,
endurecido en la carne i en el hueso,
macerado a golpes de infortunio,
al que la tragedia escencial
de nuestra estirpe andina
le había saturado las entrañas ,
abrazándole, abriéndole en la sangre.
José María Arguedas,
tu alma dialogaba con la pachamama,
que era preludio de poemas
que se deshojaba en waynos.
Eres el hombre que este pueblo escogió
para revalorar a la raza indígena,
para cantar su tristeza i su esperanza.
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