LA LUZ VALLEJIANA DE LA POETA
LUZ ELENA SEPÚLVEDA
Por: Samuel Cavero Galimidi
(Presidente de AEADO)
De Luz Elena Sepúlveda, poeta colombiana singular, se podría hablar muchas cosas interesantes. E imaginar muchas otras más. Su vida me parece de novela. Y digo “de novela”, porque hay mucho por descubrir en cada capítulo de su vida. Cómo es, por ejemplo, que la hace mujer viajera, impenitente, transgresora del tedio y la rutina. Qué hizo que se dedicase a la poesía. Ella misma, con su sonrisa y serenidad, es poesía metafísica. Me pregunto: ¿Qué la hace emprender larguísimos viajes? ¿Y en busca de qué le motiva volver, una y otra vez, hasta el Perú y Santiago de Chuco, habiendo en el mundo tanto por conocer?
A veces la imagino desnuda, desnuda de sentimientos y epifanías, deteniendo el tiempo, hablándome de su país, de su familia, de su niñez, de sus sueños y amores.
Más que a César Vallejo, que en verdad (y no se rían, porque es cierto) le conocemos todas su obras, sus amores, su poética transgresora, así su vida trágica entre Santiago de Chuco, Trujillo, Lima y Europa, así su impronta poética vanguardista, en la poeta Luz Elena Sepúlveda no pasa lo mismo, quien nos presenta su último libro de crónicas y poesía UN TRIS DE CAFÉ EN SANTIAGO DE CHUCO. Hay quizá un hilo conductor de una gran historia, de muchas historias, de sentimientos y sueños, que se entretejen en sus libros.
Luz Elena Sepúlveda, nació en Medellín (Colombia). Luz Elena, valgan verdades, es Socióloga, Magister en Educación – Psicopedagogía y Especialista en Docencia Universitaria, Poeta; autora también de los libros: “Un alma hecha paisaje” 2013. “La brújula de Luz” 2015 y “Extasiada de mundos” 2016.
Si uno abre su libro comprobará que, en las solapas de este hermoso libro, Luz Elena Sepúlveda ha participado en numerosos festivales, antologías literarias, encuentros literarios, recitales y su recorrido por el mundo, cual Berenice, hada cibernética, se ha dejado sentir.
Como incansable viajera Luz Elena Sepúlveda, sin ser diplomática de carrera, se hizo embajadora cultural ad honorem y ha viajado por muchos países, conociendo bien varios continentes y poetas famosos, pues ha atravesado como pocas escritoras en Latinoamérica remotos países, incluso parte del Asia y África, escribiendo sobre lo que ha podido percibir de estas culturas y de los personajes literarios que ha conocido con grandes emociones.
Luz Elena Sepúlveda, una poeta colombiana muy querida e intransferible, tan cautivadora como su querida Medellín, ha estado invitada a participar en numerosos Encuentros, ferias de libro, y su presencia dentro de los Encuentros Capulí Vallejo y su Tierra se ha dejado sentir con aprecio, bondad y donosura. Invitada, a los Encuentros nacionales e internacionales de Escritores y poetas: “Mujeres Poetas de Colombia” en Roldanillo (Valle) “Poesía por la paz” (Antioquia) “Con la Palabra”( Valle del Cauca) Invitada a la India para Leer “Un alma hecha paisaje” en la Academia de Letras de New Delhi (India) y en la Biblioteca de Norwalk (Connecticut -Usa) 2013. Hizo lecturas, en el ll Encuentro Internacional de Escritores en la Guajira (Colombia) 2013 y “Tras las huellas del poeta” en (Chile) 2014, fue invitada, al Encuentro de “Poetas y Narradores de las Dos Orillas” y al 3° Congreso Americano de Literatura en Punta de Este-Maldonado (Uruguay) 2014 y en San Rafael (Argentina) 2014, Invitada además a presentar “La Brújula de Luz “ al Segundo Congreso Internacional de Literatura por la identidad de los pueblos y la paz en Guayaquil (Ecuador) 2015: En Medellín, llamada la Capital de la Primavera, su ciudad, se ha presentado en diferentes espacios culturales; participó además del festival de poesía de Tolú y del Séptimo Encuentro de escritores y Artistas de Tarija Bolivia 2015 que organiza año a año el destacado escritor René Aguilera Fierro; donde obtuvo el reconocimiento como Embajadora Universal de la Cultura.
Respecto a su libro UN TRIS DE CAFÉ EN SANTIAGO DE CHUCO se debe decir: son crónicas poéticas y poemas, con aromas de mujer y café, en homenaje al vate universal César Vallejo. Nos dice ella: “Con este libro intento ingresar a la sombra del vate universal en su homenaje con 54 poemas colmados de sensibilidad”. Yo diría “a la luz”. Efectivamente, Vallejo es un poeta de enorme luz y sombras. Que lo haga desde las sombras hacia su luz imperecedera como lo hace Luz Elena Sepúlveda, es ya un gran reto.
Luz Elena nos cautiva desde sus primeros poemas. Hay esencia de gran naturalismo preciosista y de una poesía con realismo. El naturalismo y el realismo son una especie de realidad de lo más cercano a la realidad. Y no cuenta con elementos de ficción literaria, de fantasía, dentro de estos versos. Sus poemas nos transmiten la clara representación de la realidad, tal como la poeta los observa, percibe y siente.
La poeta ha podido sentir y percibir detalles tan especiales de la naturaleza, como en Emile Zola, gran impulsor del naturalismo, que vale la pena tenerlos muy en cuenta y felicitarla. Ya entrando en lo que podría llamar los demás poemas, la parte medular de su libro da un giro hacia el realismo y la reconstrucción poética, la poeta reconstruye desde su poesía las propias memorias de César Vallejo intentando ser original y auténtica, doliéndose de la propia humanidad, dolorosa, sufriente, del poeta santiagochuquino. En buena cuenta este libro es la materialización del lenguaje y la memoria.
Si alguien quisiera hacer un estudio mayor de su poesía creo que debiese partir desde los títulos de cada poema y desde la biografía y memorias de César Vallejo. En cada título hay la esencia de lo que es cada poema del libro. Por ejemplo, están los títulos: Camino a Santiago de Chuco, charcas andinas, cruzando pueblos ancestrales, oda a las papas, regueros bañan la sierra, hacia Huamachuco, homenaje a la casa museo César Vallejo, oda a los maizales, la danza de los payos en Santiago. ¡Y así! Son 54 poemas de variada composición estrófica, de verso libre, en un ánimo de revivir lo que ella vivió con pasión, ternura y fruición. Es una buena manera de seguirla, de conocer además sus hondos sentimientos, para luego ingresar a cada uno de esos poemas escritos en verso libre.
Su poesía también es, en sí misma, un peregrinaje poético cultural espiritual hasta Santiago de Chuco, que lo ha hecho en la vida real con tremendo amor y pasión ya varias veces, recibiendo además importantes reconocimientos desde Capulí y la propia Municipalidad de Santiago de chuco, que honran su trayectoria literaria.
Así pues, la distinguida poeta colombiana Luz Elena Sepúlveda recoge, en sus crónicas y poemas, momentos vividos dentro del peregrinaje con Capulí Vallejo y su Tierra. ¡He allí el mérito mayor!
Leyéndola, uno se imagina lo vivido por la poeta y por otros poetas que la acompañaron en el peregrinaje cultural. Leyéndola, uno percibe su amor, su identificación adhesión por todo lo que es César Vallejo, el mayor poeta peruano por su reconocimiento mundial y su dedicación poética.
En ese sentido Cesar Vallejo forma parte de los grandes poetas hispanoamericanos que renovaron la poesía. César Vallejo, como sabemos, está considerado el máximo exponente de las letras de Perú y como uno de los más importantes innovadores de la poesía del siglo XX. Abarcó casi todos los géneros literarios: poesía, narrativa, guiones de teatro y diversos ensayos. Además, realizó una labor periodística escribiendo crónicas y artículos. César Vallejo, del cual somos fervientes admiradores (aunque no imitadores), está considerado el máximo exponente de las letras de Perú y como uno de los más importantes innovadores de la poesía del siglo XX. Abarcó casi todos los géneros literarios: poesía, narrativa, guiones de teatro y diversos ensayos. Además, realizó una labor periodística escribiendo crónicas y artículos.
Este libro, que recomiendo su lectura y la felicito a Luz Elena Sepúlveda por emprender desde las crónicas y la poesía no sólo un trascendental viaje espiritual, sino también poético, con un gran homenaje al mundo andino peruano y al poeta César Vallejo en toda su esencia espiritual. Y quién también debía felicitar a Luz Elena es MINCETUR, es decir el Ministerio de Turismo, por hacer en nuestro país un maravilloso turismo cultural.