UNA IGLESIA DE 148 AÑOS, LA DE MI PUEBLO
Por Fransiles Gallardo Plasencia
La nueva iglesia de nuestro pueblo de Magdalena, me explica el profesor Arturo Gallardo Plasencia, el historiador de nuestro pueblo, se construyó en setiembre de 1872; luego de un pavoroso incendio del pueblo viejo, sucedido el 04 de agosto de ese año; 13 días después de celebrar las fiestas de Santa María Magdalena.
Magdalena, nuestro pueblo, continúa con su explicación, fue españolamente fundada el 22 de julio de 1566, por el Capitán Juan Fuentes y el fraile Juan Hurtado; cambiando el nombre de Pachaca de Qallu o Callau por el de “Pueblo del Común de los Indios de Santa María Magdalena de Lachán (Pachán).
Mi pueblo, nuestro pueblo, oficialmente tiene 465 años de fundado, orgullo me explica el historiador Arturo Gallardo Plasencia; pero es más antiguo aún. Tiene ascendencia inca y talvez pre inca. Ahí están sus restos arqueológicos por estudiar.
En su inédito libro: Magdalena Historias y Leyendas” al cuan tuve acceso, el profesor Gallardo, cuenta:
El Pueblo Viejo de Magdalena estaba situado cerca al río Grande y en tiempos antiguos se suscitó un pavoroso incendio que asoló a la población, cuyas causas de se desconocen.
“El trágico hecho fue muy espantoso, no dejó una sola casa, la humareda se levantó muy alto por el cielo, las cenizas eran arrastradas por los vientos, lejos, muy lejos del pueblo; el resplandor, dicen, pudo verse desde mucha distancia.
Ayudaron a la candela: la zona con siembras y bosques que rodeaban el pueblo, las casas hechas de con carrizo, caña brava, maguey y techos de paja; además de los ventarrones muy fuertes de los meses de julio y agosto.
Todo se convirtió en cenizas.
La gente lloraba, todo lo habían perdido, pedían arrodillados por ayuda del cielo, muchos quisieron salvar los santos de la iglesia, especialmente a la Santa Patrona.
Todo fue inútil, la iglesia era un horno. un cerrar de ojos, todo se convirtió en llamas.
En los instantes que la iglesia era abrasada por las llamas, mucha gente vio a una paloma que salió de entre el fuego y voló por el cielo, unos dicen rumbo a La Fila, otros al Trinchera.
Decían que era la Santa convertida en paloma, la que salió de la iglesia en llamas.
Al día siguiente, la gente removía las cenizas con la finalidad de reconstruir sus casas.
En estos trabajos se hallaba la gente, cuando llegó una poblana, a la improvisada casa del alcalde, para decirle que:
Desde la madrugada bajo el frondoso árbol maychil, se hallaba una señora muy hermosa, visiblemente cansada y triste; con el vestido algo chamuscado, al igual que sus cabellos y con el rostro algo tiznado, pero el vestido se parecía, al de la Santa que llevaba el día del incendio.
-“Te pido buena mujer, que hables con la gente buena del pueblo, para que en este sitio levanten el pueblo nuevo y aquí en este árbol, construyan una iglesia, luego la señora, volviéndose una paloma desapareció.”- contó llorando la poblana.
Alguien llegó con la noticia que había visto a una paloma en la copa del maychil.
Constituidos en el lugar, vieron a una paloma; luego de aletear y contorsionar el buche, el pescuezo y la cabeza, abrió su pico y gorjeó, luego levantó vuelo perdiéndose en el cielo.
Fue esta señal que los poblanos esperaban.
Inmediatamente, con sogas atadas, trazaron el nuevo pueblo.
Primero, fue el lugar para la iglesia, el cabildo y la plaza; luego en el perímetro las casas particulares.
Después de 148 años, nuestra vieja Iglesia de adobe y calamina se está deteriorando.
Necesita su reconstrucción.
Se ha formado un Comité, presido por el Ingeniero Miguel Godoy Quiroz y el Párroco de Magdalena Miguel Núñez, con el Asesoramiento del Obispado de Cajamarca y una Organización Católica Italiana.
Hace unos días, en una reunión estuvieron dos arquitectos del Obispado. Ellos han reconstruido las Iglesias de Chota, Cutervo y La Encañada.
La idea es desarrollar el proyecto de Reconstrucción. Sin variar su arquitectura y su diseño, en el entendido, que ha sido declarado Patrimonio Cultural de Cajamarca.
Se harán los planos, sugeriremos algunas cosas. Se aprobará con criterio técnico y se procederá a su ejecución.
Se plantean tres etapas. La fachada, las Paredes laterales y el fondo y el Techo y el Altar Mayor, nos indica el Ingeniero Miguel Godoy.
Ahora requerimos del apoyo de los magdalenimos, en todos los lugares del mundo.
No solo es decir “que linda mi tierra” y emocionados y con varios aguardientes entre pecho y espalda cantar, “Río arriba, río abajo, río de la Magdalena, como quieres que te quiera, forastero en tierra ajena”.
Una mano en el pecho y otra el bolsillo derecho.
Nuestra tierra nos necesita.