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TIEMPO NUEVO
Internacional
por Addhemar Sierralta
Año 12 Nº 372
Miami 29 de marzo de 2020
LLEGÓ EL MOMENTO DE CONSTRUIR.
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
Nada ocurre por casualidad. La pandemia del corona virus –sin duda alguna- es una señal para que nuestro mundo (en especial sus gobernantes) tomen determinaciones que van más allá de proteger la vida de sus ciudadanos y de las economías futuras post recesión que se avecina.
El futuro que viene, además de modificar nuestra forma de vida, deberá dejar en la mente y corazones de los gobernantes –sean de izquierda o derecha- que llegó el momento de pensar más en la humanidad que en ambiciones personales y deseos de poder político. Y también hay un mensaje para quienes poblamos nuestra amada tierra: dejar atrás los odios y trabajar solidariamente para de una vez formar el mundo mejor que soñamos para nuestros descendientes. Es ahora o nunca.
Es verdad que la humanidad ha soportado pestes, guerras y calamidades de todo tipo. Pero este nuevo virus tiene características únicas y a impactado en forma impresionante en este mundo globalizado en el que vivimos. Sin lugar a dudas nos tomó por sorpresa y no todas las medidas han sido las más adecuadas, pero poco a poco –estoy convencido- se superará la crisis. El ser humano está siempre por encima de sus tragedias.
Pero lo que está en nuestra manos en construir, luego de esta emergencia, un mundo mejor en base al amor, el respeto, los principios éticos y morales. Será complicado pero si ponemos nuestra mejor intención lo lograremos.
Es el momento de trabajar por un mundo mejor. Dios nos ayude.
BURLAS ENTRE BAMBALINAS.
Por Enrique Guillermo Avogadro
(Argentina).
"La primera solución para una nación mal administrada es la inflación, la segunda es la guerra. Ambas aportan una salida temporal y construyen una ruina permanente. Y ambas son también el refugio de políticos oportunistas".
Ernest Hemingway
En la medida en que ignoro todo lo referido a la pandemia mundial que afecta al mundo, y no quiero incurrir en el pecado tan argentino de opinar impunemente sobre cualquier tema, me limitaré a expresar mi ferviente apoyo tanto a la forma en que el Presidente está conduciendo el proceso cuanto al noble comportamiento de la oposición. Y la profunda emoción que me embargó al escuchar a la ciudad entera aplaudiendo a los héroes anónimos de nuestros sistemas de salud.
Tengo una sola certeza: si no respetamos -como han hecho los irresponsables que, pese a todo, partieron a la costa atlántica- la recomendación de aislarnos, finalmente todos estaremos contagiados; en ese momento, la actividad económica se detendrá por completo, es decir, se producirá el mismo efecto, y mucho más extenso y dañino, que el que sin duda derivará de la cuarentena decretada el jueves por la noche.
Hay muchas incógnitas económicas y sociales en el aire, planteadas en una situación nacional de extrema pobreza: ¿qué sucederá con los cuentapropistas (taxistas, changuistas, pequeños comerciantes, etc).?, ¿cómo sobrevivirán a este monumental parate?, ¿cómo solucionarán el tema de la pandemia en las villas miseria y en las cárceles, donde están las mayores situaciones de hacinamiento?
Esto último viene a cuento, sobre todo, en lo que a los verdaderos presos políticos -los militares y civiles acusados de crímenes de lesa humanidad- se refiere. Se trata, obviamente, de personas de altísimo riesgo, por su avanzada edad y por las numerosas patologías que padecen y que, me consta, los hospitales penitenciarios no están en condiciones de atender. Ante los más que razonables pedidos de estos reales condenados a muerte por una sociedad cínica, mentirosa y cobarde, ya se levantaron las organizaciones de venganza de la izquierda, defensores de algunos derechos humanos (sólo los de su propia tropa) a gritar preventivamente en contra, usando los medios de prensa adictos. Espero, contra toda experiencia previa, que esta vez, ante una crisis sin precedentes, los asesinos togados de Comodoro Py entiendan razones y les concedan la detención domiciliaria.
Dicho esto, la realidad me obliga a referirme a quien tanto se mofa de los argentinos en general: Cristina Elisabeth Fernández. Preocupados por la pandemia, nos pasó totalmente desapercibido un movimiento crucial que ejecutó para hacerse del poder en uno de los aspectos más críticos de nuestra economía, el mismo que tantas ganancias produjo al conjunto de gangsters que organizó su marido muerto y cuya jefatura ejerce y que, bajo la conducción de esos delincuentes, produjo la mayor catástrofe en nuestra historia reciente: la energía.
Para justificar esta afirmación basta con recordar que, con Néstor Kirchner y su compulsión a robar, la Argentina perdió el autoabastecimiento energético y fue condenada a importar electricidad y gas licuado. Por ese sumidero se fueron las divisas y llegaron la inflación y la crisis, a la cual la confiscación de YPF, ejecutada con la complicidad de Repsol (¡teléfono para Axel Kiciloff, que tan alegremente le pagó!), contribuyó enormemente.
El martes, y por sendos decretos presidenciales, fueron intervenidos los entes nacionales de regulación eléctrica (ENRE) y del gas (ENARGAS), cuyos administradores, designados por concurso, fueron reemplazados por Federico Basualdo y Federico Bernal, dos asesores vinculados estrechamente al Instituto Patria, esa colmena en que reina nuestra propia viuda negra. Antes, lo había hecho con Yacimientos Carboníferos Río Turbio (Anímal Fernández) y con ENARSA (Andrés Cirnigliano), la empresa responsable de la importación de gas y de la construcción de las faraónicas e innecesarias represas de Condor Cliff y La Barrancosa, en la Provincia de Santa Cruz. Con ellos, y el actual congelamiento de tarifas, a corto plazo repetiremos la historia de escasez, cortes y despilfarro que vivimos durante todo el kirchnerismo y, conociendo el paño, volveremos al saqueo general.
Pero lo más grave, si se quiere, es la conducta personal de Cristina. Otra vez, tal como cuando durante su presidencia y se produjeron hechos luctuosos -el incendio de Cromagnon, las inundaciones de La Plata (espero que no vuelva a bailar en Plaza de Mayo) y el choque del tren en Once, los dos últimos causados por el devastador latrocinio de la banda delictiva que comanda- en plena crisis hizo mutis por el foro y se fue a Cuba, desde donde anunció su regreso para mañana, acompañada ahora por su hija, prófuga durante más de un año de la Justicia. Una vez más, esta jefa espiritual de la horda de pobres cultivados por su irracional populismo, se mofa de sus idiotas seguidores, sin que ello parezca afectar la devoción que le profesan.
Bs.As., 21 Mar 20
TÚ POR EL PERÚ
OBJETIVO 3
LOGRAR UN PAÍS SEGURO PARA SUS CIUDADANOS, INTEGRADO, CON POSIBILIDAD DE DESARROLLO SOSTENIBLE Y CON UNA ADECUADA DEMARCACIÓN TERRITORIAL REGIONAL .
Esto implicaría:
- Establecer una nueva regionalización integradora y con recursos tales que le permitan un mejor desarrollo. Esto implica un estudio de sus potencialidades y comunicaciones viales.
- Crear la nueva GUARDIA NACIONAL TERRITORIAL (GNT) autónoma, que tendría como funciones el resguardo fronterizo, el control en las vías de comunicación interregionales y vigilancia de prisiones e instalaciones estatales.
- Potenciar a la POLICÍA NACIONAL para que pueda contar con más efectivos, centrar sus funciones en la prevención delictiva, investigación, vigilancia ciudadana y control del tránsito.
- Potenciar las funciones de los sistemas de serenazgo y policías municipales.
- Diseñar los nuevos CENTROS DE SEGURIDAD CIUDADANA, en áreas específicas en los distritos (en función de extensión y población) que permitan centralizar el control policial, la atención de emergencias (salud, incendios, accidentes y situaciones especiales) en tiempos mínimos que garanticen su efectividad. Estos centros contarán con sistemas modernos de vigilancia por cámaras, digitalizados y con drones.
- Restablecer los centros de detención en las comisarías hasta por una semana, por delitos menores.
- Permitir el uso de armas, en forma más discrecional, a los efectivos de la Guardia Nacional Territorial y Policía Nacional, para obtener mejores resultados en la lucha contra quienes les atacan y detener la delincuencia.
- Establecer un sistema de adecuado planeamiento para la lucha contra el narco tráfico, el terrorismo, cultivos y minería ilegal. Para ello se determinarán recursos especiales y coordinación con las Fuerzas Armadas para erradicar este problema del país en un plazo pre determinado.
EL CAPITALISMO SOCIAL O EL SOCIALISMO CAPITALISTA
(Tercera parte).
Por Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
Los beneficios en los rubros, señalados en el párrafo anterior, implican un estudio actuaria!para determinar lasnecesidades mínimas y los recursos necesarios. Esto nos indican que el esfuerzo primordial estaría orientadohacia lograr tales metas básicas para tener una población, saludable, segura y con base educativa para el progresopersonal.
Los aspectos relativos a la salud deben estar orientándose a un concepto de salud pública que priorice la nutrición,previsión y saneamiento integral. Este mayor esfuerzo determinará una ostensible reducción hospitalaria,consultas médicas y tratamientos.
En lo relativo a la vivienda se debe procurar -en base a un estudio censal y económico- vivienda básica familiarla que debe ser accesible de acuerdo a las posibilidades ciudadanas. Estos núcleos básicos contemplaránsatisfacer las necesidades hasta que los ciudadanos las necesiten. No revisten otorgarlas en propiedad sino enusufructo (o alquiler) y siempre y cuando se requieran . La población podrá conseguir viviendas -de otro tipo en elmercado libre si así lo cree conveniente.
En la educación pública se harán los esfuerzos para brindar una atención educacional gratuita hasta lasecundaria poniendo énfasis en las necesidades regionales de cada país. La educación contemplará programaspara su aplicación laboral. La educación superior será gratuita solo para quienes demuestren sus capacidades ydentro de un estudio de necesidades profesionales. Esto no elimina las escuelas, colegios o universidadesprivadas que se sujetarán a una estricta supervisión para garantizar la calidad de los resultados .
Para la seguridad ciudadana, funcionará el servicio policial obligatorio, y se contará con una Guardia NacionalCiudadana . Se prescindirá de las fuerzas armadas y ello implicará alianzas multinacionales de protección, similares a lo que hoy es la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN).
Respecto a la jubilación se proyectarán dos caminos: pensión de jubilación o uso de casas de retiro. El monto dela pensión de jubilación será en función de los aportes y necesidades reales, por ello existirá un mínimo yademás podrá haber diversos tipos de pensiones. Habrá la posibilidad de las casas de retiro que determinaría lasuspensión de la jubilación optándose por una suma mínima para gastos menudos.
En la próxima entrega seguiremos tratando estos temas en detalle y además los aspectos del fomento empresarialprivado.
(Continuará).
LAS MÁSCARAS DE ARTURO.
Por Alfonsina Barrionuevo (Perú).
A ciento doce años de su nacimiento un justo homenaje al doctor Arturo Jiménez Borja, apasionado historiador del Perú. Los museos de sitio de Phuruchuku y Wallamarka fueron un ejemplo de lo que se puede hacer para devolverles nueva vida con una museografía extraordinaria. En el primero el señor recibía con majestad a los visitantes, en el segundo la bella sacerdotisa de manos alargadas y finas mostraba la caja de maquillaje que realzó su rostro y su cuerpo. La colección de máscaras y trajes prehispánicos del maestro fue famosa. Aquí unas líneas.
Al declarar con orgullo que era nieto del último kuraka Ara de Tacna Arturo Jiménez Borja se quitó una máscara. Ser nieto de antepasados prehispánicos es un lujo. Sobre el terno negro y la elegante corbata el kuraka puso una sonrisa de triunfo. La gente admiró con cariño el gesto del catedrático emérito. Le encantó el brillo de sus ojos sobre el cobre de su rostro. Máscara viva presentando un bellísimo libro de su autoría: ”Máscaras Peruanas”.
El amauta aprendió a usar su primera máscara cuando su madre le puso un dedo sobre los labios antes de que fuera al colegio. No debía cantar el himno chileno y el niño ponía sobre su carita una máscara de silencio. Hasta que Tacna lo envió fuera para librarlo de la tristeza del cautiverio. El amor por el Perú profundo, que hoy se pone máscara de rap, de surf, de rock, lo internó por los caminos del Ande.
Nunca fueron más auténticos sus encuentros con un arco iris que hervía en las pailas y se derramaba sobre los seres humanos. En sus fiestas el pequeño Arturo se convertía en awki. La máscara sin curtir o de pellejo, con luengas cabellos de crin sobre la piel sonrosada, se ajustaba a su rostro. Era de pronto un respetable espíritu de los cerros. Un apu, hasta una nueva metamorfosis.
Aparecían los diablos de la Candelaria y se metía debajo del yeso avernal, con cuernos, batracios y reptiles. Un viento de música lo llevaba de los socavones a las panpas o lo hacía viajar en una máquina de tiempo a las máscaras de lata de Lucifer que copiaban los dibujantes del obispo Martínez de Compañón y Bujanda. El niño intercalaba la ternura que inspiran los diablos de Cajabamba, de faldas de encajes y ramitos de flores en las manos enguantadas, que se mueven como ingenuos angelotes.
Cuando quería se deslizaba a la prehistoria para bailar después de una cacería con una máscara zoomorfa en las pinturas rupestres de Toquepala o de Sumbay. Puedo afirmar que estuvo al lado del artista que cincelaba la máscara de oro que llevó el señor de Sipán para deslumbrar a la muerte. En su reino, el envés del mundo de los vivos él sabía que las máscaras contribuían a realzar su grandeza.
No trajo ninguna a su colección para evitar que nadie quedara huérfano de la majestad de la máscara.
Verle a caza de los parlampanes, truhanes o pícaros, fue una delicia. Ña María no puso en sus manos su máscara porque era de papel y descubrió que sus desmayos y sofocos en cada esquina eran pura farsa para hacer reír. Consiguió la de un truhán, calabaza cubierta con tela blanca pintada después de convencerle que saltaría la puerta de Cronos y se la puso. En Corpus Christi, San Juan Bautista y Carnavales estuvo hasta que la danza se suprimió por irreverente.
En Paucartambo se perdió en los talleres encantados de don Isaac Portugal y Santiago Rojas para salir con una jaba de máscaras arrebatadas a los conjuntos de majeños, awka chilenos, saqras, k’achanpas, sijllas, qhapaq negro, waka waka, chuqchus, qollas y ch’unchos. Luego arranco con su tesoro de prisa a Lima por el puente de piedra de Carlos III, seguido por las músicas de ofrenda de la Mamacha Carmen que es una niña linda que rescataron hace siglos del río Amaru Mayo.
Danzas de imitación como el “okay”, copiado de los “yunaites”, los “blue jeans” y “american life”, no fue para su gusto. Le encantó el lucimiento de la chonguinada que imita los movimientos donosos de las cuadrillas europeas. Una demostración de que los wank’as podían bailar con elegancia, convirtiendo las calles en salones. Con máscaras de largas pestañas y ojos azules -las mujeres que eran hombres, pues, no las dejaron bailar hasta la segunda mitad del siglo-, y barbas en perillas que eran pintadas graciosamente sobre malla en Alemania para estos bailarines de los Andes Centrales.
Se colocó la máscara de maguey con la epidermis sonrosada y el cabello con hebras doradas de Carlomagno para presidir sin pestañear el trono de los doce Pares de Francia y también, como Papa en el singular Cerco de Roma. Extrañísimos autos sacramentales que fueron traídos sin duda por doctrineros galos e italianos, generando una serie de personajes con máscaras o sin ellas - Untiveros, Fierabrás, Floripes y otros-. Su objetivo se perdió en la sierra limeña. No se representan para el Santísimo sino para pedir a la madre naturaleza que mande la lluvia para fertilizar los surcos.
En la wakonada de Mito tiró del año con una sonrisa muda en la dura madera, para juzgar mitad en serio, mitad en broma, la mala gestión de las autoridades o los defectos de las personas principales. Dio una media vuelta por Sapallanga y se convirtió en el inocente chutito con facciones de suave badanas que encontró a la Virgen lavando los pañales de su Niño. En Angasmarka tomó la forma del gavilán con máscara de tela encolada y policromada, agitando alas como en las danzas prehispánicas.
Es imposible contar cuántas veces el nieto del kuraka Ara se ocultó debajo de máscaras negras. Las encontró de arriba a abajo, de Perú del nivel del mar a las nieves eternas contrastando siempre su maga epidermis de carbón brillante con su cobre de señor andino. Negrería que nunca fue más libre que detrás de las máscaras con sus facciones adaptadas a trajes vistosos de sedas y terciopelos cuajados de perlas y pedrerías.
Queda la valiosa colección de Arturo Jiménez Borja como un testimonio de maravillas de lo que somos y tenemos!
LEYENDA ESQUIMAL
(MIS VIAJES ALREDEDOR DEL MUNDO).
Por Andrés Fornells (España).
(La mujercita esquimal y el oso Nanuk)
Todos hemos oído contar que los esquimales consideran un honor ofrecer, a los invitados que los visitan, a sus mujeres para el uso sexual, por lo que se cree que estos habitantes de las tierras árticas desconocen los celos; pero lo que se conoce muy poco de ellos son sus leyendas. He aquí un relato (retocado por mí para hacerlo más comprensible) que aparece en “Los últimos reyes de Thule”.
Un gran oso macho llamado Nanuk se enamoró perdidamente de una pequeña mujer esquimal, y ella disfrutaba mucho con sus atenciones. Este gran oso la visitaba cada vez que su marido salía a cazar, con la intención de que su presa fuese precisamente este gran oso.
En uno de sus primeros encuentros sexuales, mientras el oso y la mujer esquimal se hallaban el uno en brazos del otro, el animal le dijo a la mujer:
—Hembra hermosa, yo vivo muy arriba en la montaña. Hay que caminar dos horas para llegar allí. Mi iglú es muy bonito, pero en él, yo solo todo el tiempo, me aburro muchísimo. ¿Sabes?, me gustaría tener allí una linda mujer como tú, pero tú no quieres venir, y me obligas a reunirme aquí contigo. A mí no me importa recorrer tan larga distancia porque te amo. Lo que sí me importaría muchísimo sería que le dijeras a tu marido, que sueña con cazarme, el lugar dónde vivo. Nunca se lo digas porque si tal haces, yo lo sentiré en mi corazón, me enfureceré hasta la locura y me volveré muy peligroso.
—No temas, Nanuk, nunca le diré a mi esposo dónde vives —aseguró ella acariciándole, cariñosa, la peluda cabeza.
Pasaron los días y el cazador apenas conseguía cazar nada y mucho menos a Nanuk, todo lo cual le tenía de muy pésimo humor. A veces husmeaba al llegar a su iglú y exclamaba, suspicaz:
—¡Qué extraño! Aquí dentro huele a oso.
—Figuraciones tuyas —astuta su consorte—. El olor que notas debe ser el de tus botas, pues sudas mucho y tu sudor huele fuerte.
El cazador lo aceptaba. Y como la caza le iba cada vez peor se mostraba más y más huraño y desagradable con su esposa a pesar de que ella, para tenerle contento, limpiaba con esmero y se esforzaba en cocinar le mejor posible para él, los peces que ella pescaba. Mas su esposo no sólo se mostraba huraño con ella, sino que dejó de tener ganas de hacerle el amor.
Así estaban las cosas, cuando otra noche más, al ser la mujercita rechazada por su marido se le escapó musitar en sueños:
—Nanuk… tú sí que me haces caso… Mucho caso…
Su esposo se despabiló enseguida y sacudiéndola le gritó, una vez consiguió despertarla, amenazador a más no poder:
—Tú sabes dónde está ese maldito animal. ¡Te exijo que me lo digas inmediatamente! —zarandeándola brutalmente.
Ella, asustada, pues nunca lo había visto tan enfurecido, confesó:
—Nanuk vive allá en lo alto de la montaña, justo a dos horas de aquí en línea recta hacia el pico más alto que tú llamas Diente del Gigante.
El furibundo esquimal cogió al instante sus arpones y sus perros y todos salieron corriendo, en la dirección que la mujercita esquimal acababa de indicarle a su marido.
Pero cuando él y los canes llegaron al iglú del oso, lo encontraron vacío. Había ocurrido que el corazón de Nanuk había sabido que la mujercita esquimal lo había traicionado y, llorando de pena y rabia había bajado, dan-do un rodeo para evitar al cazador y sus perros, hasta el iglú de éste.
Deseaba vengarse, vengarse de la mujer que lo había traicionado, pero al entrar en la vivienda y verla dormida, tan hermosa e indefensa, no fue capaz de causarle daño alguno, se limitó a destrozar a zarpados todo el iglú y a continuación se adentró mucho más profundamente en la montaña. Jamás volvió Nanuk a ver a la mujer que amaba y murió de vejez y tristeza por el amor de ella perdido para siempre.
NOTA: En la historia original no aparecen los nombres de la mujercita esquimal ni tampoco el de su marido.
(Copyright Andrés Fornells)
CRISTO, NECESITAMOS QUE VUELVAS.
or Addhemar H.M. Sierralta (Perú).
Escrito hace varios años pero cobra actualidad con la pandemia del “corona virus”.
Capítulo Primero
Los Nazis queman libros porque, según ellos, amenazaban la libertad. Luego se volvieron asesinos.
Capítulo Segundo
Los aliados lanzan la bomba atómica en Japón. Horrendas muertes.
Capítulo Tercero
Stalin, en nombre de los comunistas, da muerte a sus opositores. Malogró los ideales.
Capítulo Cuarto
Los “revolucionarios cubanos” asesinan y esclavizan a su pueblo llevándolo a niveles grandes de miseria. Insisten en vender su debacle.
Capítulo Quinto
Durante el gobierno de Velasco en Perú presencié quema de libros porque atentaban –según ellos- contra la libertad. Derrumbó las posibilidades de un pueblo.
Capítulo Sexto
La noche de las bombas de Tarata, que arrojaron los terroristas de Sendero Luminoso, dejó 32 heridas en mi cuerpo. Sembraron odio y revanchismos.
Capítulo Séptimo
Aquel 11 de setiembre en Estados Unidos presencié a los aviones de terror y muerte sobre New York y el Pentágono. Desprestigio musulmán y origen de invasiones y más muerte.
Capítulo Octavo
El capitalismo y el comunismo se han alejado de los pobres y no resuelven ls necesidades de la humanidad. Es hora de entenderse con inteligencia y con el corazón.
Capítulo Noveno
Las guerras, el narcotráfico, las drogas, las perversiones, la inseguridad ciudadana, la corrupción, el irrespeto a las mujeres, los malos gobernantes, la ruptura de los principios, los antivalores, la inmoralidad y los ataques a la institución familiar destruyen a la sociedad.
Capítulo Décimo
La destrucción sistemática a las familias y el desprestigiar a las religiones o las religiones fanáticas nos lleva a un mundo de riesgo.
Tal vez se requiera que Cristo vuelva para poner las cosas en su lugar y no sigamos sin aprender que solo el amor salvará al mundo.
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Fuente:
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TIEMPO NUEVO INTERNACIONAL
Addhemar Sierralta
Año 12 Nº 372 de 29 de marzo de 2020