Por: Víctor Hugo Alvítez Moncada(*)
Ingresamos al tercer año consecutivo que Paulino Meléndez De la Cruz, jefe de la Biblioteca Pública Municipal “César Vallejo”, instalada al interior del Centro Cultural Centenario (ex Plan de Padrinos), en la octava cuadra del jirón Alfonso Ugarte de nuestra ciudad de Chimbote; impulsa en forma permanente, homenajes en vida a cada uno de los escritores porteños, en especial poetas, cuya actividad lleva el nombre de “Vates de mi Puerto”, donde además del bardo, convoca a niños y jóvenes de distintas instituciones educativas del Puerto, quienes luciendo orgullosos sus uniformes escolares, en compañía de sus padres, preparados y alentados por sus maestros y compañeros de estudio, declaman magníficamente los versos del vate presente. Resultando toda una ceremonia y homenaje ejemplar por cuanto creo que las nuevas generaciones van hallando un grandioso porvenir al reconocer a los hombres que con sus auras de luz y anhelo alimentan las espigas doradas que pronto serán pan en las mesas de sus vidas, almas sensibles, referentes e íconos de identidad.
Nuestro país atraviesa una serie crisis educativa y cultural, uno de nuestros talones débiles es precisamente el alto índice –los últimos en América Latina- en comprensión de lectura. Entonces, con esta actividad tienen una buena ocasión de acercamiento a los libros, al interés por la lectura, interpretación y comprensión de textos. Sabio consejo de un ‘viejo’ bibliotecario como es nuestro amigo Paulino Meléndez, dedicado a una labor que debería irradiar a cada institución educativa e imitarse a nivel regional y nacional, ampliando a la lectura de narraciones y difundir a través de los hoy en moda cuenta cuentos o simplemente decidores de cuentos o cuentistas que en improvisados locales, la vía pública, plazas, etc. son utilizados con singular éxito.
A lo largo de este tiempo, han merecido el reconocimiento los poetas: Iván Vásquez Salazar, Félix Ruiz Suárez, Manuel Arteaga Rosales, Víctor Unyén Velezmoro, Irene Arias Romero, Dante Lecca, Lozano, Gonzalo Pantigoso Layza, Brander Alayo Alcántara, Sixtilio Rojas Gamboa, Hilda Carmona Gutiérrez, Jorge Carrillo Castillo, entre otros, incluso el suscrito inmerecidamente. El último jueves 19 de marzo tocó el turno al declamador, actor teatral y poeta Rógger Torres Velásquez. Desde ya se anunció que el próximo 16 de abril, un día después del Día del Poeta, en honor al vate inlmortal César Abraham Vallejo Mendoza, a la hora acostumbrada de las seis de tarde –hora del ángelus- se rendirá homenaje a la memoria del poeta Pietro Luna Coraquillo, profesor y artista polifacético, a quien no se le pudo triburar en vida por razones de su delicada salud; fundador de instituciones culturales porteñas, compilador de un importante long play de música seleccionada en homenaje a Chimbote, entre otros, fallecido en Lima el 27 de febrero en unión de la Asociación de Escritores y Poetas de Ancash (AEPA) de la cual fue su primer presidente. El acto cultural se inició rindiendo un minuto de silencio por el fallecimiento de la poeta peruana Blanca Varela, Pietro Luna y niña Támara Soto.
Rógger Torres Velásquez, vio la primera luz del sol en el despejado cielo azul del distrito de Buldibuyo, provincia de Pataz, Región La Libertad, el año 1960. Hizo estudios primarios y secundarios en Chimbote, luego rodó como muchos hombres por la universidad de la vida a fin de alcanzar el sueño de su vocación, aquella vocación artística tan mal vista y hasta postergada en un país como el nuestro carente de una política cultural de estado ‘ajena y distante’ al anhelado progreso, porque simplemente se desecha o no se miden los índices de desarrollo humano. Es decir, será muy difícil avizorar un destino.
Sin embargo, en el artista los mayores retos están precisamente en la proclama y realización de sus innatos y nobles ideales. Allí está el hombre lleno de vigor y entusiasmo -a pesar de haber resbalado injustamente a la ‘casa del jabonero’ como solemos decir- aquellos años de la barbarie y donde los peruanos estaban en la mira como presuntos subversivos, menos aún los artistas, Al parecer, esa injusticia que no melló su alma de bronce, convirtió al hombre en ave enjaulada y desde allí responder con trinos de verde esperanza, trasladando en su pico la espiga florecida de su himno para entregarle al mundo en símbolo de paz y unión fraternal.
El poeta, ha trasuntado la capital y norte peruano, dejando su desolación en el ‘Puerto de oro’ que depuró su espíritu, para experimentar y vivir, visualizando verdaderamente el mundo en sus retinas marinas, Golpearse y levantarse, recoger sus redes y retornar para recitarnos los versos transparentes que las almas benditas del reino poético le inspiran expandirlas al viento, al tiempo, a las generaciones que absortas admiran tanto talento y belleza y que ahora los niños y jóvenes están dispuestos a emular y superar ¿por qué no?
Grata oportunidad para lucir sus habilidades oratorias y declamatorias estudiantes, presentes están el ‘Ramón Castilla’, ‘San Sebastián’, ‘Mundo Mejor’, ‘Pedro Nolasco’ e ‘Indoamérica’; ofreciendo las propias inspiraciones del creador homenajeado y arrojarlas al aire cual brisa fresca, al propio rostro del hombre presente, tocando las fibras más profundas del ser hasta concientizarlo, revivirlo y hacerle saber que es un mortal con los ojos abiertos y el cuerpo extraído del alma, cual Jesucristo escuchando a sus discípulos, lo que él convencido de su existencia pregona a los cuatro vientos y el universo.
Su medio paisano poeta Dante Lecca, además fue el presentador de su breve poético ‘Desde el alma se ve un continente. Tiempo y árbol’, donde el poeta Rógger Torres, en 9 poemas cargados de puros sentimientos por la vida, la libertad, la naturaleza, la amada abstracta o irreal; clama por la justicia; deplorando la injusticia, la insolencia, el descaro. Esa noche supimos que el ‘nuevo’ poeta ya había dejado escrito otros trabajos líricos como: Estribillos de amor a la historia’, ‘La hormiga’, ‘El festín del crimen’ y ‘Poesía libre’
Entonces, el poeta levantóse de su butaca central para embelesarnos y contagiarnos con su aire venturoso y espontánea calidad declamatoria, recibiendo un justo homenaje de quienes aquella noche nos dimos cita y como siempre a estas actividades que llenan de energía el cuerpo, insuflan identificación y engrandece el cariño por lo nuestro. Un gran declamador, un gran actor teatral que Chimbote al parecer vio alejarse de su bahía a surcar otros horizontes, otros mares, otros sueños sin decirle nada o alertarle con una palmada; para al fin ahora rescatarlo y volver a sentarnos junto al mar a trenzar nuestras redes escuchando sus sinfonías y violines en medio del poblado y consolador desierto.
Ave herida, de aliento contrito, no duele tanto el barrote, duele más la injusticia y el olvido, la falta de perdón y la ignominia. Aquí, desde tus continentes y océanos libres, convencidos que no existe el día de tu muerte, petrificados oímos:
Desde el alma se ve un continente
Mi alma es el perfecto lugar
para ver resucitar la vida y ver
un continente cubierto de rocío
pero mis manos se afanan en vivir,
mi dorada juventud esconde
su cristalina energía.
Mi alma ha tocado la muerte
ha besado los podridos extramuros
ha mirado el trasero sucio
de la infinita injusticia
por eso quiero reír aunque
sea el día de hoy.
Mi alma es el perfecto lugar
para ver resucitar la vida y ver
un continente cubierto de rocío
pero mis manos se afanan en vivir,
mi dorada juventud esconde
su cristalina energía.
Mi alma ha tocado la muerte
ha besado los podridos extramuros
ha mirado el trasero sucio
de la infinita injusticia
por eso quiero reír aunque
sea el día de hoy.
Pisadiablo100@hotmail.com
Chimbote, “Puerto de Oro”, 25 de marzo del 2009.