Por Agustín Zúñiga Gamarra
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Mientras en el mundo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a luchadoras obreras que se inmolaron en la reivindicación de sus derechos ciudadanos, negados entonces. Aquí en el Perú, algunos programas de TV, también lo hacían a su modo. Es decir, olvidaban la esencia de ese día. Un día: de conquistas, de discusiones, de manifestaciones, de debate y por qué no de alegría. Pero no de la forma como ellas lo llevaban, superficial, risas por aquí, o allá, modas, prótesis etc. Se hacían diálogos como el siguiente:
- Hija cuando uno tiene la mente positiva, nuestro semblante también, lo muestra. Hay que mantenerse en línea. Tomar la vida con tranquilidad. Si te estresas, deja todo, vete al gimnasio y luego a comprar.
Ese programa, estaba conducida por el estereotipo de mujer, que los escaparates de Ripley o Saga nos quieren vender, rubias, delgadas y altas. Ellas – las conductoras y sus invitadas- lo tuvieron siempre todo: estudiaron en los colegios más caros, sus veranos la pasaron en las playas del sur o del norte del país, jamás tuvieron que dormir a 3400 m.s.n.m. No habrían soportado vivir sin ver TV, diariamente. Ellas nunca tuvieron que caminar todas las mañanas antes que la luz iniciara el día, para traer leche para sus hermanos menores o acompañar a sus madres al sembrío y la cosecha. Ellas, jamás tuvieron que escarbar con sus manos, para sembrar y cuspar las chacras. Qué va!!. Sus bellas y cuidadas uñas, no estaban para eso, se lastimarían, ellas las tenían para mostrarlas en las fotos de los sociales de Caretas o El Comercio. Contrastando con este día histórico de mujeres luchadoras, estas señoritas, de novelas de Bryce, ¿de qué día de la mujer nos hablan?. Ellas nunca tuvieron alguna situación en desventaja, como para salir a hacer una marcha o entender que es luchar por un derecho conculcado. Además en su universidad, hacer marchas no estaba permitido, eso es propio de los cholos de las universidades públicas, concluirían.
Pero como las que sufren, en un sistema de exclusión, no saben expresarse, ni escribir, y viven en las chacras, asentamientos humanos, punas, botaderos de basura o minas informales. Ellas las de “pura pinta y plata”, quieren defenderlas , buscando proyectos costosisimos, de los cuales el 50% o mas quedarà en sus sueldos, de consultorìa. Así, con anillos oro en cada dedo, ahora se convierten en luchadoras por la mujer. Desde oficinas doradas de sus ONG.
El día de la mujer, no es para ese paradigma de mujer, que fácilmente se hicieron de espacio en la sociedad, sea porque sus familiares, tenían abundante dinero; o porque sus padres haciendo mal uso del cargo público, dispusieron de dinero, mal habido, para llevarlas a estudiar a buenas universidades y cuando volvieron, pretenden hacer creer a esas madres y mujeres abandonadas y postergadas, que ellas vienen a salvarlas y que fueron preparadas con el sudor de la frente de sus padres. Eso es lo que nos quiere hacer creer por ejemplo Keiko. Tampoco este día no es para aquellas, que haciendo uso de la TV, y por el hecho de ser mujeres, creen que pueden destruir hogares, posponer cualquier valor con el fin de obtener más raiting. Ni es el día para las congresistas que haciendo gala de desprecio a la moral premian a Magaly, que representa el mal ejemplo de mujer.
No!!, y No!!. Hoy 08 de marzo, no puede ser el día de las mujeres que deshonran el valor de nuestras madres, luchadoras por siempre, o que creen que ser mujer es ponerse kilos de pintura en la cara o toneladas de glicerina, en los senos y traseros, como único medio para ganar dinero y movilización social. En este día, quisiera que no se premie, a las que compartieron con Fujimori y Montesinos, el robo del país. El día de la mujer, no es para eso, no basta tener el género, sino habérsela ganado con lucha y esfuerzo.
Por ello, nuestro día de la mujer, es para las madres de los barrios populares, aquellas que pagan el agua más cara que los ricos que la usan en piscinas y para bañar a sus canes. Lo es para las madres campesinas, que tienen que cultivar sus chacras rogando que las plagas se desparezcan solas porque el ministerio de agricultura no llega a los 4000 msnm. Es el día, también, para las madres de los asentamientos humanos, que llegan a las 12 o 1 de la mañana a sus “chozas”, y deben de salir en la madrugada para vender en los mercados, lavar ropa, ser padre y madre, y a veces volver para reconocer los restos de sus hijos muertos bajo el fuego de una vela. Este día es para las maestras que con el escaso sueldo, tienen que prepararse, enseñar en aulas carcomidas por el desprecio del estado, y a pesar de todo, hacer de sus hijos profesionales. También este día es para las mujeres profesionales y emprendedoras, que sólo con sus brazos y mente, seguros de su capacidad, superaron todas las dificultades y hoy son mujeres de respeto de valía y aprecio.
En este día, también quiero homenajear a la mujer enamorada que quedó distante, pero está presente día a día. De Vallejo Idilio Muerto:
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Qué estará haciendo esta hora mi andina
Qué estará haciendo esta hora mi andina
y dulce Rita de junco y capulí;
ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita
la sangre, como flojo coñac, dentro de mí.
u
Donde estarán sus manos que en actitud contrita
planchaban en las tardes blancuras por venir,
ahora, en esta lluvia que me quita
las ganas de vivir.
y
Qué será de su falda de franela; de sus
afanes; de su andar;
de su sabor a cañas de Mayo del lugar.
y
Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje,
y al fin dirá temblando: “Qué frío hay … Jesús!”.
Y llorará en las tejas un pájaro salvaje.
u