martes, 5 de mayo de 2009

CÓMO RECONOCER A LOS CHARLATANES



Por: Dr. Elmer Huerta Ramírez

Presidente de la Sociedad Americana de Cáncer.

El diccionario de la Real Academia Española, tiene la siguiente definición de charlatán:

1. adj. Que habla mucho y sin sustancia.
2. adj. Hablador indiscreto.
3. adj. Embaucador.
4. m. y f. Persona que se dedica a la venta ambulante y anuncia a voces su mercancía.

Los charlatanes en medicina han existido siempre. Desde los antiguos vendedores de pócimas mágicas y aceite de culebra, hasta los modernos vendedores de hierbas, suplementos y productos maravillosos; quienes usando la radio, la televisión e Internet, se aprovechan de la ingenuidad de la gente para darles gato por liebre. Existen varias razones por las que los charlatanes tienen tanto éxito económico en la sociedad:

1. La falta de información del público. Mezclando ciencia y pseudo ciencia (palabrería científica con el ánimo de confundir), los charlatanes embaucan al público de escasa educación formal y los convencen de que sus productos son eficaces.

2. La falta de acceso al sistema médico. Lógico, al no haber acceso al sistema médico convencional, la gente busca algo bueno, bonito y barato. Ahí están los charlatanes, ofreciendo productos “naturales”, fáciles de usar que resuelven todos los problemas y que no necesitan recetas médicas.

3. El natural deseo que tiene el ser humano de “vivir largo y con más salud”. Ahí están los charlatanes, ofreciendo alargarle la vida a quien consuma sus productos.

4. Manejan mucho dinero y compran fácilmente espacios en la radio y la televisión.

5. Y por último, una razón muy siniestra: el charlatán se aprovecha del dolor y la frustración del público ante los límites de la medicina convencional. El presenciar el avance incontenible de una grave enfermedad y sentirse desahuciado por la medicina formal, hace que tanto el paciente como su familia busquen una alternativa. Ahí están los charlatanes, ofreciendo las curas maravillosas. Por supuesto que este problema se agrava cuando el médico no es capaz de comunicar efectivamente los límites de la medicina al paciente o la familia.

Este post tiene como finalidad describir para ustedes las técnicas de mercadeo más comunes usadas por los charlatanes para vender sus productos. Una vez conocidas, le será más sencillo distinguir a los inescrupulosos comerciantes de los honrados practicantes de medicina complementaria o alternativa que sí tienen un genuino interés en ayudar en la recuperación de la salud o la calidad de vida de sus pacientes.

Pero antes de continuar, creo que es importante que definamos algunos importantes términos.

Medicina convencional: es la que se usa comúnmente en el mundo occidental. Tiene al médico, al hospital y a las medicinas como sus ejes centrales. Quien escribe la ha criticado con dureza por considerar que está demasiado centrada en la enfermedad y no en la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades.

Medicina complementaria: Es aquella que usa intervenciones y técnicas EN PARALELO o JUNTO a la medicina convencional. La meditación, el yoga y los masajes que usan pacientes con cáncer, SIDA o artrosis, son algunos ejemplos.

Medicina alternativa: Es aquella que usa intervenciones y técnicas QUE REEMPLAZAN a la medicina convencional. Yo he visto pacientes con cáncer, por ejemplo, que en vez de operarse o recibir tratamientos de quimio o radioterapia, se sometieron a técnicas de sanación con ritos mágicos y espirituales, hierbas y pociones de origen desconocido; todos regresaron arrepentidos y muy graves al hospital.

Medicina Integral: Es la que combina la medicina convencional con ambas, la medicina complementaria y la medicina alternativa; pero usa intervenciones QUE HAN DEMOSTRADO CIENTÍFICAMENTE SU EFECTIVIDAD. Ciertas formas de acupuntura, caen en esta categoría.

El gran problema, y la razón principal por la que me permito alertarlos de la actividad de los charlatanes, es que por seguir sus instrucciones, aparentemente fáciles y baratas; mucha gente hace daño a su salud, perdiendo la oportunidad de controlar a tiempo sus enfermedades.

Cuánta gente que se siente débil y cansada, por ejemplo, se deja llevar por la propaganda de una vitamina, de un suplemento mineral o de una hierba y posterga su visita al médico. Cuando un buen día vomita o defeca sangre y recién va a ver al médico, recién se descubre que tiene un cáncer del estómago o del intestino grueso. ¿A quién echarle la culpa? ¿Al charlatán que se enriquece con la venta de sus productos?, ¿a la inocencia de la persona?, ¿a la falta de acción de la sociedad que no educa al público?, ¿a la falta de acción de las entidades gubernamentales que no ejercen su función regulatoria?, ¿a los medios de comunicación que sin pensar en la comunidad a que sirve y por un puñado de monedas “venden su espacio” para que se hagan ricos los comerciantes?

Nuestra intención al escribir este post es informarlo. Como siempre, la acción a tomar es completamente suya.

Estos son los trucos más frecuentes que usan los charlatanes.

1. Los charlatanes ofrecen curas rápidas, sin esfuerzo y “garantizadas”. Ofrecen por ejemplo hacer bajar de peso “sin dieta ni ejercicios”, “hacer crecer el cabello”, “borrar manchas o cicatrices”, “hacer crecer el pene” o “desaparecer las várices”. Todo eso rápido y con “garantía”.

2. Los charlatanes anuncian sus productos como una cura milagrosa para un gran número de enfermedades. Así, no es raro escuchar en la radio o ver en la televisión a los charlatanes diciendo que sus productos curan o alivian todas las enfermedades desde la A hasta la Z. La pregunta que usted debe hacerse al escuchar esas propagandas es: ¿será posible que una hierba o unas pastillas puedan curar tantas enfermedades; o será que en esas propagandas hay gato encerrado? Recuerde, si hay algo que parece muy bueno para ser verdad, es probable que sea una mentira.

3. Los charlatanes son especialistas en tratar dolores o problemas médicos que “ya han sido desahuciados” por los doctores.

4. Los charlatanes ofrecen productos de una pureza extraordinaria que aseguran solo ellos saben preparar y dicen que son “únicos y patentados”. Aseguran también que sus productos “todavía no han sido reconocidos por la ciencia médica”.

5. Los charlatanes usan palabras claves como “cura milagrosa”, “producto exclusivo”, “ingrediente secreto”, o “remedio antiguo”; diciendo que después de largos años de experiencia han logrado desarrollar sus milagrosos productos. Aquellos charlatanes que son médicos o profesionales de la salud, afirman que “hay múltiples estudios científicos” que prueban la bondad de sus productos; y para engatusar a sus victimas, usan un lenguaje médico que combina la ciencia con la pseudo ciencia.

6. Los charlatanes dicen que sus productos son 100% naturales y no contienen sustancias químicas. No es raro oírlos diciendo: “no se intoxique con los medicamentos químicos, nuestros productos son “naturales” y por tanto no tienen efectos secundarios”. Esa es sin duda una afirmación falsa ya que todos los productos de la naturaleza tienen elementos químicos en su composición. Recordemos que 75% de los medicamentos han sido obtenidos de las plantas.

7. Cuando ofrecen sus productos, generalmente anuncian tentadoras ofertas tales como: “compre dos frascos por el precio de uno”, “compre ahora a este precio especial de introducción” o “llame en los próximos 15 minutos y recibirá un frasco gratis”. Otra técnica muy usada, sobre todo para los que usan la radio y la televisión para llegar a sus víctimas, es pedirles que acudan a sus centros de atención, en donde serán evaluados “sin compromiso”.

8. Los charlatanes son muy afectos a presentar testimonios de personas que aseguran haberse curado al usar sus productos. Muchos de esos testimonios son pagados, otros son producto del “efecto placebo” de sus productos. Así, se tiene el calvo a quien le creció el pelo o la persona con cáncer que se curó después de ser desahuciada por todos los doctores o al hombre con disfunción eréctil que ahora es un portento de potencia sexual.

9. Los charlatanes mezclan la ciencia con la fantasía. Muchos de sus alegatos están basados en la ciencia y son verdaderos, pero inmediatamente “dan el salto” y aseguran que sus productos corrigen todos los problemas. Esto es muy común para las vitaminas, hierbas y algunos minerales como el magnesio, el zinc o el selenio.

10. Los charlatanes son muy afectos a usar a Dios en sus ventas. Mezclan oraciones e invocaciones a Dios con la venta de sus productos. Los charlatanes son por lo general muy “espirituales”, y “religiosos”.

11. Muchos charlatanes usan una viveza criolla muy sutil: le dicen a la gente: “use mis productos para ayudarse con su tratamiento”. El problema es que no existe ninguna prueba científica de que los productos del charlatán sean efectivos; en realidad la “principal ayuda” es para el bolsillo del comerciante. Esto es muy peligroso porque ya se han documentado serios efectos secundarios al combinar hierbas y otros productos con medicinas convencionales. La Ginkgo biloba por ejemplo, puede causar severos casos de sangrado durante una operación.

12. Muchos comerciantes ofrecen “garantía absoluta” y “devolución del dinero” si el producto no funciona. Qué hombre se va a quejar de que el pene no le creció con las pastillas que le vendieron; o qué mujer se va a quejar de que no le crecieron los senos con la crema que le vendieron. Por lo general, y eso es algo que el charlatán sabe muy bien, la gente acepta calladamente que los engañaron.

13. Por último, sabiendo que la gente no tiene acceso al sistema de salud o que muchos están desesperados por algún caso grave en la familia; los charlatanes, cual aves de rapiña, se aprovechan de esas circunstancias para enriquecerse a costa del sufrimiento y limitaciones del público. En ese sentido, las frases más comunes que usan son por ejemplo “por qué seguir sufriendo, nosotros tenemos la solución a sus problemas” o “nuestra medicina es natural y milagrosa, no pierda tiempo y venga”.

No olvidemos que a diferencia de los científicos y los profesionales de la salud, los charlatanes no hacen estudios científicos con sus productos. Ellos lanzan sus productos al mercado, hacen mucha propaganda en radio, televisión o Internet y tratan de hacer la máxima cantidad de dinero. Como sus productos, no son regulados, nadie sabe en realidad qué contienen los productos que usan los charlatanes.

Las víctimas más frecuentes de los charlatanes son personas de edad avanzada, quienes ya tienen problemas de salud crónicos y difíciles de manejar; pero también las personas de edad mediana, que ya sienten el paso de los años, son victimas fáciles. Últimamente, se ha venido observando que ahora los charlatanes están apuntando a los adolescentes con productos específicos para esa difícil edad. Por ejemplo, cremas que hacen crecer el busto o las nalgas, pastillas que hacen crecer el pene, fajas magnéticas o de yeso para “quemar” la grasa, pastillas “quemadoras de grasa”, sustancias que hacen crecer los músculos en el gimnasio (muchas veces mezcladas con los dañinos anabólicos), aguas vitaminadas, cremas bronceadoras, removedores de vellos, shampoos para no volverse calvos, etc., etc.

Si usted ha escuchado hablar de algún producto y tiene dudas acerca de su efectividad en el tratamiento de un problema de salud, hable con su médico y hágale las siguientes preguntas:

1. ¿Es ese un producto efectivo o existe alguna investigación que fundamente su efectividad?

2. ¿Cuáles serían los posibles riesgos o beneficios de ese producto en mi caso específico?

3. Si uso ese producto, ¿interferirá con el tratamiento que usted me está dando?

4. ¿Se ha estudiado la seguridad de ese producto?

5. ¿Existen otros tratamientos o productos que puedan ayudarme?

Por último, le doy un truco para reconocer fácilmente a un charlatán en la radio o televisión. Preste atención a lo que dice la persona en cuestión: si durante el programa menciona y repite incesantemente sus productos, no deja de alabarlos repitiendo que sirven para todo, están frecuentemente dando teléfonos “para pedidos” o están constantemente pidiéndole al público que visite su centro de salud natural o alternativo, tenga mucho cuidado con su billetera. Le recomiendo que cambie de radio o de canal, o si desea, escúchelos y diviértase (o indígnese) viendo cómo el comerciante hace malabares para quitarle el dinero a la gente.

¿Conoce usted a algún personaje con esas características?
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Encontré estas noticias que nos dan ideas de los extremos de las creencias:
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Murió una mujer boliviana a la que le inyectaron orina en la sangre. Esta noticia tiene relación con la orinoterapia, una intervención en la que alguna gente cree.

Esta otra noticia dice que
Cierran clínica de niño brujo después de cuatro muertes en Indonesia. Esta noticia nos ilustra el porque del éxito de los charlatanes: pobreza, falta de educación y de acceso a los servicios de salud.


Elmer Huerta

El Dr. Elmer Huerta tiene una obsesión: traducir para las grandes mayorías la complicada y críptica información médica, expresándola en términos sencillos y que sean de utilidad para el público. Su misión es impulsar la medicina preventiva, recordando siempre que el truco de una vida plena es llegar a viejo lo más joven posible. Con más de 20 años de trabajo médico y cuatro especialidades, el Dr Huerta ve pacientes en el Washington Hospital Center en Washington DC, tiene tres programas diarios de radio y tres programas de televisión semanales; escribe para revistas y periódicos y se las ingenia para mantener una pagina en Internet. Es además investigador de cáncer y acaba de ser elegido Presidente de la Sociedad Americana del Cáncer, siendo el primer latino en llegar a esa posición en 95 años de historia de esa prestigiosa organización. Este blog será el resumen de un articulo médico extraído de las principales revistas de medicina. Para aquellos curiosos (y para los colegas), se proporcionará siempre la fuente bibliográfica original. Ocasionalmente, el Dr. Huerta escribirá acerca de temas puntuales relativos al acontecer médico nacional. Ah, el Dr. Huerta es fanático del fútbol y está al tanto de las principales ligas del mundo.

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FUENTE:
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